Bienvenido [Katherine Ruth Bathory] 2012. Francia

10 de Noviembre del 2012, Francia, Paris.

1:00 am, la noche era joven, y debía alimentarme, esa era mi meta.
La juventud salía a celebrar el día sábado, un día más de descanso y diversión.
Estaba aun en la barra, mi victima aun no se aproximaba. Bebía un Whisky, el cual entre vampiros sabemos que no nos causara ningún efecto y tampoco sentimos sabor alguno, que lastima, si tuviera que explicar cuáles eran las cosas que extrañaba de ser humano, una, era esa. El vino me había aburrido totalmente, ya no lo tomaba tan seguido, ahora solo gozaba de la libertad que se me había proporcionado hace casi ya un año.

Observe nuevamente mi mano derecha, el cual poseía un anillo, el cual quedo marcado en mi, ese anillo era el responsable de mantenerme encerrado en Londres, fueron 100 largos años… atado no solo a un país, si no a una bruja también, una odiosa bruja.

La música el bar era movida, algunos bailaban, otros reían, otros coqueteaban e intentaban ligar de la forma que sea. Sabía que robaba miradas, pero solo tenía ojos solo para una mujer…

- Hola guapo… - escuche de pronto al otro lado de bar.- la chica de la esquina te manda este Martini.
No dije nada, solo le sonreí a la barwoman y mire fijamente a la mujer de esa esquina. Era rubia, esbelta, su cabellera era larga, algo ondulado, una sonrisa bastante bella, su vestimenta parecía primaveral, se podía ver carne en todos los ángulos imaginables, bastante atractiva… pero, ¿sería ella quien me diera diversión esta noche?
Tome el Martini e hice un ademan dándole las gracias por ello.

- Oh, ¡Sir!. - Murmuró al oído de aquel atractivo hombre frente a ella, sus propuestas eran indecentes, ardientemente indecentes. Él la sostenía por la cintura a una distancia que la gente en el 1800 hubiese considerado... Inapropiada, tantos siglos habían pasado. Festejaba entonces, y por todo este siglo sus mil y tantos años ya cumplidos, como esclava de la noche y cazadora de los seres vivos inferiores.

- Me excita tanto tu acento ingles... - Correspondió a esta de la misma forma a su oído. - ¿Ya nos vamos?. - Insistió el joven. Katherine soltó una risa ligera, libre de prejuicios.

- La noche apenas empieza, Sir. - Sonrió tenebrosa, separándose lentamente de él. ¿Que clase de tonta sería, si dedicara una noche entera a una sola presa?, es decir, por cada día de 24 horas, sólo podía vivir, 8 a lo mucho. Además, esta época de la humanidad era mucho mas divertida que todas las anteriores. El joven que con mucho esfuerzo le permitió zafarse de sus brazos la miró fijamente mientras ella comenzaba a bailar con un encanto sobre natural, uno que acaparaba la atención de cualquier mortal. Levantó sus manos levantando su ondulada y castaña cabellera mientras la agitaba sensualmente frente a su potencial presa.


Sin embargo, al voltear notó a lo lejos una figura que acaparó su atención. Katherine sonrió. Sonrió de una forma que hacía algún tiempo no lo hacía, ahora que el mundo era tan promiscuo, era difícil dar con otro de su raza y ella podía sentirlo, podía sentir el poder de aquel ser a lo lejos, que en su mano sostenía un vaso de whiskey. Tal así como había comenzado detuvo sus movimientos.

- ¿Sucede algo? - Preguntó la voz masculina que enterraba su rostro entre la maraña de sus cabellos oscuros a la poca luz de aquel antro.

- Algo no muy bueno... Para ti. - Bajó sus brazos, y sin voltearse a ver el rostro del mortal caminó en dirección a la barra del lugar. Sin embargo, una mano la tomó por la muñeca disipando su atención, obligandola a girar.

- ¿Donde vas?. No vas a escaparte de mi tan facilmente. - Hombres del siglo XXI, demasiado idiotas para comprender la obviedad, demasiado absortos en su propia corrupción como para notar el mal que los acecha.

- Iré al baño, pero tus amenazas son tan... Inspiradoras. ¿Eres malo?. - Preguntó con aquel deje de soberbia que en algún tiempo había olvidado. - Me inspiras... A ser peor, de lo que ya soy. - Lo tomó del rostro velozmente y besándolo con ferocidad clavó sus colmillos en la pulposa piel de su labio inferior. El hombre soltó un alarido de dolor, pero nadie en aquel lugar lo oiría, todos estaban demasiado sumidos en sus asuntos y aturdidos por la música como para notarlo. Katherine lo largó empujándolo levemente hacia atrás, saboreando la sangre que había coloreado sus labios. - No me provoques. - gesticuló, para volver a sus asuntos cuando... Observó a la Barwoman acercarse al vampiro, con un martini en la mano. Agudizó su oído, logrando oír justamente lo que se podía sospechar; mujeres, quebrantando con las antiguas, y no por eso mejores, costumbres de una época muerta

- Oh, por favor... - Murmuró, llevando una de sus manos hasta su cintura, donde la dejó perfectamente ubicada para marcar aquella curva tan sensual bajo su vestido. Sin importarle en absoluto que otra mujer estuviese pretendiendo con el mismo objetivo continuó sus pasos hacia el vampiro, evitando el cruce, las idas y venidas de la gente. Una vez a escasos pasos largó su cabello moreno hacia atrás. - Hey, veo que me estabas esperando. - Pronunció con total soltura tomando de la copa de martini al mismo tiempo que se colocaba frente a él obligando a que su mirada se posara en ella. Sonrió, mientras arqueaba la ceja en un gesto de simpatía para beber de aquel trago de martini con total indiscreción.

- Es un placer conocerte... - Pronunció dejando la copa sobre la barra, desviando su mirada por una milésima de segundo para abatirlo nuevamente con sus ojos verdes después. - Mi nombre es Katherine. - Su sonrisa, amplia, sumamente curva mostraron sus dientes perlados...