Maxwell Cronos

En la familia se podía respirar la llegada del nuevo niño, era... La sensación del momento, el primogénito y para beneplácito del padre, había sido un varón, esperar nueve meses sin saber que era para no predisponerse hizo que la alegría les creciera ver al pequeño.

Maxwell, ese sería el nombre que llevaría aquél niño, aunque en casa no duraría demasiado tiempo, pues era necesario que se mudaran, sus padres sabían que era mucho más especial que sólo por el hecho de que fuera hijo de ellos, llevaba un don que había heredado de su padre y este lo tenía que cuidar pues nunca se sabía bien como es que lo tomarían aquellos que entraran en aquél mundo "mágico".

Tuvo la educación de cualquier chico normal y le enseñaron a hacerse responsable de él mismo, así como de respetar a los demás, Max es demasiado educado, no en vano fue a las mejores escuelas, pero eso no quiere decir que sea blando, por consiguiente al intentar sus padres que fuera responsable de sí mismo se empezó a endurecer, él sabía que debía resolver sus problemas solo y que aquello tenía que salir lo mejor posible para que nadie le criticara, no es que le importara lo que los demás dijeran, pero si quería sentirse lo que era debía quedar contento consigo mismo y sólo lo conseguía haciendo las cosas lo mejor posible.

La vida de Max siempre estuvo dirigida por la lógica, la razón era lo que marcaba el rumbo, nunca los impulsos pues sabía perfectamente que las cosas podían salir mal, a la edad de 15 años el primer impulso fue lo que apareció en su vida, no sabía por qué, ni para qué, se había desubicado y aunque su padre no le había dicho nada, se había dado cuenta de los cambios en la vida de Max, esperaría que el chico se acercara y si no lo hacía entonces ya sería él quien iniciara la platica, sería lo mejor, o al menos eso era lo que él pensaba.

Los días pasaron y el haber enseñado a Max a ser responsable había originado que no contara lo que le pasaba hasta que la primer transformación llegó en su propia casa, no es que fueran sin querer, cada quien lo podía hacer a voluntad pero la voluntad del chico justo ahora estaba bastante tocada.

Cuando regresó a su forma humana su padre le contó como era que aquél don formaba parte de la familia y que precisamente por eso debían de fortalecer la voluntad del chico a como diera lugar para que esta no lo dominara a él, había entendido perfectamente y aquello lo empleó de la mejor forma posible.

La vida en el colegio le hizo bastante bien pues las cosas que ya sabía las utilizaba y también sus ventajas para hacer una que otra travesura, aunque el juego para él nunca fue de lo más importante para él en ninguna de las etapas de su vida y eso no quiere decir que sea demasiado aburrido o que se considere de esa forma.

A medida que el tiempo iba pasando iba perfeccionando su poder a pasos agigantados y ocultarlo no es la mejor opción pues también supo que muchas leyendas eran verdad y que hay en ocasiones bandos, así como status sociales, se encuentra ahora en una etapa de madurez que aprovecha todos los días para demostrar que puede ser lo que es y manejar perfectamente lo que poseé.