{#ID} Ivette Van Wijs

Edad

Especie

Tipo y Clase Social

Orientación Sexual

Lugar de Origen

{Datos}

Mi rostro es joven, fino, delicado, parece como si fuera una flor recién abierta, con aquello tiernos pétalos resplandeciendo, mis ojos son grandes, tienen una mirada profunda, llena de ternura pero a la vez dureza, todo aquello se combina en un color azulado muy suave y coqueto a simple vista. Mi cabello es largo, desaliñado, de color rojo claro, es levemente ondulado y es aquello que me da un aspecto seductor y alborotado, lo tengo mas debajo de los hombros, mi rostro como dije es fino, delicado, mi nariz es perfilada, con mis fosas nasales un poco amplias y mis labios son unos pálidos labios finos y dulces. Mi cuerpo es como el de una mujer completa, mis caderas se alzan, mis brazos son delgados, dándome un aspecto de mujer frágil, mis piernas son largas pero firmes; gracias a las horas de entrenamiento, por otro lado tengo un buen cuerpo en cuestiones de volúmenes y dotes
Soy una persona Amigable, tranquila, me gusta estar en lugares tranquilos, lleno de paz y armonía, los animales son mi pasión. Aunque tengo aquello que me hace tranquila y sumisa, busco a tener un carácter un poco colorido, rebelde y fuerte, en ocasiones puedo llegar a inspirar algo de temor o respeto, pero a la vez me ven como una niña que desea ser abrazada y protegida, pero soy audaz, y valiente, no le temo al fuego ni a los ladrones; porque yo soy una de ellos y mucho menos a los fantasmas

Soy impulsiva, puedo contagiar a cualquiera de mi alegría, amo a la vida como a ninguna, cada creación, cada partícula de él me da una sensación de amor tan perfecta que no puedo describirla. Casi siempre comienzo a ser el centro de atención, en ocasiones puedo ser un poco imprudente, pero mi trabajo no me lo permite, aun así puedo llegar a ser muy impaciente y me agito con facilidad, pero tengo también soy sigilosa y dudosa, eso me hace tan buena ladrona, no tomo acciones precipitadas si no veo alguna buena salida. Soy muy desconfiada, solamente una persona se ha ganado toda mi confianza.

Cuando estoy de buenas puede ser muy cariñosa, tener un buen sentido del humor, ser sincera, sin buscar herir a alguien. Amo a los bebés,  a los animales o cualquier cosa que tenga pueda causarme en mí una chica de misericordia.  No me asusto con facilidad, estoy acostumbrada a estar en peligro. Soy coqueta y seductora, utilizo bien mis armas, no importa con quien sea si puedo sacarle algo de dinero o alguna joya buscare las formas de alcanzar lo que deseo, peor claro está, de forma tan cautelosa, que pareceré un león asechando a su presa sin que ella lo sepa

{Historia }

No sé cómo comenzar esta historia, lo único que sé es que un cuento de hada no es. Nací en la corte de los milagros, aquel lugar seguro a mi padre llevo a mi madre moribunda a darme a luz, a sacarme de su vientre como si fuera un parasito que ya había estado suficiente en aquel cálido lugar, lo primero que hice fue chillar con tanta fuerza que dijeron que era una niña fuerte. Había heredado los ojos de mi madre, el color de cabello de mi padre y algún otro rasgo de algún antepasado. Todo parecía andar bien, las mujeres ayudaron a mi madre a prepararse y descansar, mientras que yo fui acogida dulcemente en un seno familiar que pronto fue destruido por manos enemigas.

Yo apenas una pequeña niña de menos de un año por milagro llegue a formar parte de un pequeño orfanato en donde me alimentaron lo suficiente como para llegar a tener fuerzas y seguir hacia adelante, pronto comencé a sufrir leves malestares, que se convirtieron en luego grandes problemas para el orfanato, comenzaba a enfermarme cada vez más, sin ninguna explicación, era extraño, ya que había nacido fuerte, pero aunque mi voluntad era grande mi cuerpo era torpe y comenzaba a debilitarse poco a poco mientras yo crecía. No quería morir en ese lugar lleno de prejuicios y en donde parecías más un animal que una persona.

¿Esa era nuestro destino? Me pregunte un día cuando tenía apenas trece años, el vivir y morir jóvenes, porque somos pobres. Todo era lucha, debíamos ser animales al momento de recelarnos, lamentablemente yo era débil, seria comida por una escala social, pero claro, no lo permitiría fácilmente. Espere recuperar mis fuerzas y Salí de aquel lugar, aunque mi cuerpo no era el mejor de todos, comenzaba a agarrar la suficiente fuerte como para comenzar a andar por las calles de parís. Tal vez era como un anuncio divino el cual me decía a donde ir, estaba pensando pasar la noche en algún lugar, apenas llevaba unas cosas y algunos francos que había robado, pero pronto un anciano me acogió en su casa, era algo extraño, lo desconocía ¿Por qué me acogería? Pronto me di cuenta que su casa era distinta a las demás, me asuste un poco al principio, pero luego comprendí que no me haría daño.

Aquel hombre era un domador de animales salvajes, tenía grandes aves y serpientes por varios cuartos de aquella vieja y grande casa, pero era viejo, necesitaba a alguien interesado en aquello –pero… ¿Por qué yo?- pregunte mientras me acomodaba el vestido maltrecho que tenia

-Porque te he visto en una visión… tienes sangre gitana y eres perfecta para ellos, tienes el don- me explico sonriéndome cálidamente. Aquel hombre me dio alimento y comida, todo lo que necesitaba, mas tarde comencé a practicar, estaba dispuesta a hacer lo que me ordenara, por gratitud y a la misma vez sabía que tenía razón, los animales eran dóciles conmigo, no importaba la especie, eran tranquilos.
Luego llego el… aquel hombre herido que se encontraba buscando un lugar para refugiarse de los males de la vida. No entendía bien lo que había pasado, pero me había quedado perdidamente enamorado de él, fue la primera vez que estuve con un hombre. Pero no tuvimos un buen comienzo, tuvo que irse dejándome sola en medio de mucha confusión, pensaba que nunca lo volvería a ver.
Un día llega la calma y luego la tempestad arrasa todo, el viejo murió años después, para ese tiempo yo tenía 16 años, ya había aprendido todo lo necesario, pero aun así me había pegado su muerte, pero parecía que el destino me tenía otra jugada, tenía a todos aquellos animales, los amaba y los cuidaba como si fueran mi familia, pude encontrar trabajo en el circo como domadora, una de las mejores me atrevería a decir, ya que tuve al mejor para enseñarme.
Sin pensar que lo volvería a encontrar, aquel primer amor volvió a mí, tal vez hasta los últimos días de mi vida. Sin pensarlo acepte adentrarme a la aventura de cambiar para por él, tuve que dejar atrás la vida que siempre conocía, para poder volver a estar junto a el

{Extras}

Gustos:
-Tiene gran fascinación por los animales
-Adoro el color rojo
-Le gusta ver pinturas
-Le gusta el tomate

Disgusto:
-Odia a los cazadores
-Tiene malos recuerdos del orfanato, así que también le disgusta ese tipo de lugares
-Odia los hospitales
-No soporta estar mucho tiempo en un lugar encerrado

Curiosidades:
-Siempre dice que tiene un hermano, aunque no es de sangre, ella lo ve así
-Tiene una voz muy linda, eso le ayuda con los animales
-Tiene una extraña enfermedad que la hace debilitarse por algunos meses y extrañamente esta desaparee de repente
-Suele desmayarse cada cierto tiempo (por culpa de la enfermedad)
-Aunque es una chica sana y fuerte, tiene algunos complejos.
-Nunca se ha enamorado de nadie
-Entreno a un mono llamado “Jasmin” para robar a las personas.