Un capricho (Privado)

por **Amapola** Dom Nov 25, 2012 2:10 pm

¿Quién iba a decirlo? ¿Quién iba a decir que terminaría en una cafetería? Si yo que hace un mes estaba con mi hermano muriéndonos los dos de hambre por las calles, y ahora podía permitirme un cafelito con mi nuevo trabajo. A este paso, en un par de años podría hacerme rica. Claro, si antes no moría por culpa de los peligros que entrañaba aquel trabajo.
Pero, ¿para qué negarlo? Tenía que conseguir que las cosas fueran mejor. Y era la primera vez en mi vida que me daba un capricho. Así que al anochecer me dirigí a la cafetería más cercana para concederme ese capricho, con un vestido sencillo y viejo. No iba a ir por la calle con mis pintas de mujer de vida alegre...no me convenía que todo el mundo se me quedara mirando allí.
Pero algunos se me quedaron mirando por la calle...quizás porque me habían visto por el burde. Así que le eché valor y les saludé con la sonrisa más cordial y educada del mundo, como si yo fuese una dama de clase alta que quiere conocer a los demás y que pretende ser buena. Pero yo para muchos no era buenas. Aunque ni me importaba. Si podía comer todos los días, ¿qué importaba lo demás?
Entré y pedí un café de los caros. Que me emocionaba poder hacerlo. Me senté y esperé pacientemente a que me lo trajeran. Y cuando lo hicieron le di un sorbo y solté un gemido de placer pequeñito, ¡estaba tan delicioso...! Era uno de los placeres que podías comparar al sexo.
Me di cuenta entonces de que algunos me miraban por estar sola. Les miré y les sonreí con la misma dulzura de antes. Como si no estuvieran ahí, como si fuera la persona más educada del mundo. Le di otro sorbo al café y cerré los ojos, disfrutando de aquel pequeño momento, del sabor del café y de aquel pequeño capricho. Y quizás conociera a alguien también.

por **Drach Stronghold** Jue Nov 29, 2012 9:11 am

El día estaba un poco “Triste” ¿Oh era yo? La verdad no sabía, mi vida era un poco complicada, tenía a dos mujeres humanas en mi casa, se me hacia un poco complicado resistirme a las ganas de morderlas, especialmente a mi hija, tan pequeña, su sangre tan joven, me han contando que la sangre de niño sabe perfecto pero…pero nunca podría morderla aparte es mi hija y es la luz que necesitaba después de que mi hermana hubiera crecido. Necesito salir de esta casa inmediatamente porque mis instintos Vampiros estaban saliendo, si no me detengo terminaría haciéndole daño, en este momento no esta mi hermana asi que encargaría a la niña a unas de las sirvientes que se encontraba aquí y asi lo hice, me acerque a una-Disculpe, por a salir, cuiden a mi hija-Sonrió un poco recibiendo un “Si señor” de su parte con eso me comencé a salir de mi casa.

Desde hace tiempo tengo ganas de probar la sangre de niños, pero son tan pequeños que no me agradaría la idea de lastimarlo, a mi no puedo hacerle eso, después me iba a tener miedo y eso es lo que menos quiero…pero existe millones, billones, trillones de niños en parís, una noche, solo una noche atacar a uno pero…vería el rostro del pequeño y imaginaria el rostro de mi pequeña así que…¡no!, no podría-Drach, quítate esas cosas de la cabeza, no mataras a un niño por tus caprichos tú no eres como los otros Vampiros…tu…tu eres diferente-Si, soy diferente y lo seguiré siendo. Mientras iba caminando, pensando en varias cosas, termine en una parte de parís ¿Cómo logre llegar hasta este lugar? No sabía, estaba tan entrado en mis pensamientos que ni me di cuenta-Bueno, ya estamos por acá, solo disfrutar-Susurre, deslizando mis manos por mi pantalón hasta meterlas las bolsas de este. Comencé a caminar con calma, estaba seguro que cuidaría bien a mi hija y mi hermana sabrá dios donde esta, pero ya esta mayorcita para cuidarse aunque no quita que me preocupe es mi hermana, miraba a gente, sus pensamientos me asustaban un poco a decir verdad cada vez la mente humana es mas…mas diferente, mas egoísta, cerré un poco los ojos y mirando hacia otro lado para no seguir con esto.

-A donde ir…-Volví a susurrar, mirando todavía a los puestos que estaban a mis costados, a decir verdad no me interesaba ninguno, solo quería salir y distraerme, de repente mire un restaurante, hace tiempo que no comía en uno, desde que mi hermana creció solo faltaba llevar a mi hija pero mientras que no se comporte como una señorita no podría traerla a estos lugares, asi que me acerque a la puerta mirando como estaba diseñando este lugar. Las personas pasaban a mi lado, y me decían que me quitara porque estorbaba pero yo no las escuche solamente permanecí en el lugar observándoles-Entremos pues…-Dije, empujando la puerta y entrando y como era de esperarse, las personas que estaban ahí voltearon a verme, como si de una cosa no vista antes se tratase, no me gustaba sentirme asi la verdad, no quería ser “La comidilla de la gente” baje un poco la cabeza y haciéndome a un lado para tomar la primera mesa, me senté y espere a que me atendían, mientras que eso pasaba, mi mirada fue analizando cada persona hasta que mis ojos se toparon con una mujer sentada, sola y disfrutando un rico café, su expresión lo decía todo, no era necesario ser un mago para saberlo, me quede observándole con una sonrisa en mi rostro al ver eso me causaba un poco de risa a decir verdad…

A decir verdad, la noche no era tan mala, encontrarme con personas sumamente curiosas, diferente me distraía por completo, esperando que esta noche sea un poco mas diferente de las demás, conocer más personas me siento un poco aislado en cuestión a mi pequeño problema Vampírico, pero no puedo hacer más que resignarme llevo mucho tiempo siendo esto asi que solo a disfrutar mi mortalidad-Perfecto-Solo dije eso ante mi mirada “acosadora” hacia aquella humana, y escuchando como venia hacia mí una de las empleadas del lugar.

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