El Encuentro (Mekare )

por **Sean O'Rouke** Lun Dic 03, 2012 10:59 pm

Un cumpleaños real era la ocasión, los negocios estaban arraigados al qué dirán. Chris, se vistió con su levita y solicitó que el carruaje estuviera listo para las 20 hs. Le gustaban los bailes, no solo por el hecho de bailar en si, sino por la magnificencia que le causaban, además debía aparentar ser un simple hombre de negocios para mantener el estatus del apellido Pohl.

Bajó por las escalera, vestido para la ocasión con moño y camisa blanca de cuello ancho. Le gustaba colocarse unas insignias cuando iba a alguna de estas fiestas. Estaba de buen humor porque conocía a varios vampiros que estarían esta noche cazando de encubierto en la fiesta. Él se la imaginaba como un baño de sangre, amaba ese sentimiento y durante el viaje se quedo pensando en ello

A las 20 en punto el chófer bajo a abrirle la puerta del coche porque ya habían llegado. Tomó su bastón e ingresó al imponente palacio con cortinados bordó que se apreciaban cual olas en un océano sin fin. No llevaba compañía.

-Soy un completo idiota, si mi orgullo no fuese tan altanero de seguro ella me habría acompañado- se lamentó en voz baja mientras escuchaba los primeros acordes de un vals amado y añorado. Ingresó al salón donde pudo ubicar a la orquesta, una mesa donde había gran variedad de comidas, y a los camareros ofreciendo pequeñas delicatessen para el paladar de esta gente de clase alta. Se acercó con aires altivos hasta un pequeño grupo de hombres reunidos los cuales no dudaron en saludarlo. Tuvo en cuenta que los saludos serian varios así que se había llevado los guantes para que los apretones de manos no sean dubitativos ya que no había consumido nada de sangre hasta entonces.

Estaba dialogando sobre negocios cuando una cabellera roja a lo lejos llamó su atención, la pudo observar por entre medio de las cabezas de los hombres. Un camarero pasó y le aceptó una copa de vino blanco mientras se retiraba cordialmente de la charla sin perder de vista a su objetivo, se encamino hacia ella hasta que descubrió quien era y no pudo creerlo.

por **Mekare** Vie Dic 07, 2012 7:51 am

Mekare había llegado al nuevo pueblo hacia pocos días, su familia se había ausentado de allí años atrás en busca de algunas reformas en el negocio, pero ella siempre quiso volver a ese majestuoso país.

-Una fiesta, valla bienvenida.

Decía en voz alta mientras las modistas no dejaban de jalarle el corset y ajustando algunos detalles faltantes.
Tenía la carta de invitación en su mano enfundada de un guante blanco de encaje, siempre procuraba ser precavida ante los desconocidos y tratar de no levantar sospechas.

Sus sirvientes, un hombre de unos cincuenta y cinco años y una dama de una edad similar, acompañaban a Mekaret a todos lados, tenían un cierto pacto sus familias siendo los únicos mortales que sabían de ella y su especie, siempre pasaban el cargo en su linaje.

Llego la noche y Mekare se presento ante ese exquisito palacio, de tan prestigiosa reputación. Bajo del carruaje con ayuda del chofer apoyando cuidadosamente los tacos en el suelo y levantando con elegancia la falda, al terminar, lo acomodo sutilmente para entrar.
Llevaba un vestido de color naranja suave con detalles en manteca, fruncido en varios sectores y decorado con flores y encaje, sobre el una casaca femenina del mismo color. Su cabello suelto con un delicado prendedor de oro sujetando medio cabello.

La bienvenida de parte de los protagonistas de la fiesta fue muy grata y acogedora, agradeció haberse alimentado por demás antes de llegar allí. Al encontrarse tan entretenida mientras daba pequeños sorbos a la copa de vino tinto que sujetaba en su mano izquierda, volteo para salir de allí por unos momentos, la falta de costumbre de estar rodeada de mucha gente se hacia notar. Pero sus ojos se repararon en una destacada silueta masculina, que venia hacia ella, pero esta prefirió acercarse también pero con el objeto de que salía en esa dirección.Siempre tenía esa actitud de desinterés ante alguien o algo por mas que muera por tenerlo.

por **Sean O'Rouke** Vie Dic 07, 2012 8:31 am

Vaya sorpresa al notar a quien tenia frente a mi, era casi imposible de creer, se notaba incomoda al parecer porque antes de entablar conversación estaba con su copa en un intento sutil de escapar del bullicio que se incrementaba esa noche en el salón. Era cierto, cada vez se notaba mas gente a medida que los minutos pasaban. No podía creerlo, tener a una hija de la sangre que no solo era una vampiresa mas sino que ademas era ya parte de la historia! Sonreí maravillado ante tal acontecimiento, las sorpresas que París me tenían era de lo mas inesperadas.

Me acerque sutilmente, para que los demás seres del lugar no notaran nada extraño y pareciera como si fuese un encuentro mas dentro del salón. Su cabellera era mas cautivante de lo que se comentaba o rumoreaba en general. Que estaría haciendo por aquí? Habría abandonado las inmensidades de las selvas y decidido a adentrarse nuevamente en la civilización? Con que propósito?

-Mademoiselle, que gusto encontrarla en un lugar como este después de todas las historias que se tejen en su entorno -comenté mientras tomaba su mano libre y con una leve reverencia la besaba sin quitarle los ojos de encima para ver su reacción.
-Noté que se estaba retirando, me imagino porque...- rápidamente observé a mis alrededores, con una mueca de desprecio debido al bullicio del lugar.
-Me permite acompañarla?-

Estaba a su lado y aguardé su respuesta con un el codo extendido, para que se aferrara. Siendo una invitación casi imposible de rechazar.

por **Mekare** Vie Dic 07, 2012 10:05 am

El caballero se acercaba a paso decidido hacia ella sin titubear, a lo que Mekare estudio rápidamente que se trataba de un bebedor igual que ella, un fiel condenado más.

Sus rasgos delicados le daban un toque angelical y prohibido a ese peculiar vampiro, podía observar como las damas de compañía de otros caballeros y hasta las jóvenes deseosas de probar lo “prohibido” lo miraban con deseo y lujuria, sin poder evitar ella sonreír ante su observación, negó inconscientemente y luego de dedicarle un suave sorbo a la copa, quedo perpleja ante el acto de este vampiro.

Lo observo directamente a los ojos frunciendo el ceño a medias, luego bajo sus parpados y los levanto delicadamente.

-Monsieur

Inclino apenas sus piernas tomando la falda del vestido hacia arriba, en un saludo cortes.

-Buenas noche y – Aguardo unos instantes observándolo- Gracias, seria muy a gusto su compañía, dada las circunstancias.

Observo el entorno con cara de desagrado, pero luego volvió a él, delicadamente.

-Igual no estamos solos nosotros ¿verdad?

Tomo su brazo sin necesidad de decir mas nada con al mano libre.

por **Sean O'Rouke** Sáb Dic 08, 2012 3:02 pm

Caminaban por medio del salón , la gente estaba aun media aturdida por el arribo de mas y mas gente al acontecimiento, iba a ser multitudinario para lo que estaba acostumbrado. La gente en la entrada seguía apiñándose para presentar sus invitaciones y pasar, era realmente molesto a simple vista. la ostenticidad caracterizaba a este personaje pero todo tenia un limite.

Encamino a la dama hasta un patio al cual se accedía por medio de un ventanal muy luminoso donde se relejaba la luna de lleno, el arquitecto había tenido en cuenta esto de seguro y había quedado de mil maravillas. Conduje a la dama hasta allá mientras los mozos seguían ofreciendo bebidas y pequeños canapés.

-Nunca estamos solos mademoiselle, en realidad siempre nos acompañan otros por aquí. París esta plagado de los nuestros. Igualmente no están solo los nuestros, aquí el problema es la inquisición. Esos obsesivos asesinos que se amparan en la palabra de un Dios.- bufó

- Vaya molestia! Cuénteme, esta recién llegada a Francia?- le pregunté mientras soltaba con delicadeza su brazo para contemplarla en su totalidad a la luz de la luna mientras me apoyaba sobre las columnas que sostenían la baranda del patio.

por **Mekare** Sáb Dic 08, 2012 9:32 pm

Maharet lo siguió con igual desprecio que el hacia su entorno, pero nunca demostrándolo, siempre una sonrisa y una leve inclinación cuando algún caballero la reconocía o una mujer, a causa del prestigio de su familia allí. Agradeció poder estar en ese jardín, donde la luna iluminaba con su encantamiento y el aroma a la tierra húmeda, de dejaba tener un respiro ante tantos mortales.

-Si lo eh observado desde que llegue, y antes era aun peor, cuando regrese de la selva.

Susurraba sabiendo que entre ellos no era una molestia.

-Si, eh llegado hace tan solo tres días- Observaba el lugar esporádicamente hasta observarlo directamente a él –Extrañaba mi Francia querida, es uno de los pocos países que siempre me apetece volver.

Hizo una pausa, bajo la mirada hasta ella y luego volvió a sus ojos que la tenían muy entretenida.

-Pero cuénteme de usted, ya que de mi parece saber bastante- Rio delicadamente con un tono de voz suave y armonioso.

por **Sean O'Rouke** Dom Dic 09, 2012 8:49 pm

-A mi, pocas cosas me entretienen mas que París, me escapé de Alemania por las continuas persecuciones de mi creadora-
Pensando para si mismo comentó -A veces creo que tiene alma de cazadora, mas que vampiresa, tuvo que haberlo sido en su otra vida. Porque no la habré desangrado cuando aun tenia tiempo?- comentó para si pensativo y casi en un susurro, solo para que Mekare lo escuche y ningún otro oído ávido de noticias.

-Actualmente me encuentro bastante entretenido- aproximó su mano enguantada hasta su bolsillo donde guardaba unas tarjetas del teatro que siempre llevaba consigo porque el tiempo que llevaba de vivir en Francia le habían enseñado que siempre se podía topar con gente de su agrado y viejos amigos o conocidas como la sensual Mekare. Disfrutaba de verla porque tenia un encanto particular, sus cabellos propios de una bruja solían hechizarlo. Para cualquiera ella podía ser solo una dama de rojos cabellos pero a la vista de un vampiro era algo casi irreal, una especie de muñeca que si se quedaba quieta podría pasar desapercibida como un mannequin.

Sacó una tarjeta y se entregó mientras le decía -Espero que puedas asistir a alguna función, estaría mas que feliz de tenerte presente cuando gustes Mekare- Hizo una breve reverencia para enfatizar lo dicho y quedó a a espera de su respuesta mientras el viento se colaba por medio del ventanal trayéndole el dulce aroma de la sangre fresca y sus ansias de sed volvieron a hacerse presentes.

por **Mekare** Sáb Dic 15, 2012 7:13 am

-Puedo entender a tu creadora
Rio entre dientes moviendo hacia abajo la cabeza en forma de negación y volvió a levantarle la mirada.
-¿Alemania? Qué país encantador, eh pasado por allí una vez por pura casualidad y realmente me sentí a gusto.
Volvió a sonreír eh hizo de lado un poco su rostro para escuchar de fondo “El vals del emperador” podía observar cómo la gente empezaba a agolparse en la pista central. Luego observo algo sorprendida e intrigada lo que este vampiro le entregaba.
-Claro
Cogió la tarjeta observándola en su mano enfundada por un guante blanco de encaje.
-Dime cuando y allí estaré
Mekare levanto sus parpados dejando que sus verdes ojos se relucieran en los ojos de Chris, este joven tenía un encanto particular y misterioso, algo que a ella le gustaba por demás.
-Te estoy notado algo incómodo ¿Gustas salir de aquí?
El aroma de los mortales que bailaban al compás del vals, el sonido característico de la sangre bullida entre sus venas y el corazón desbocado de sus pechos, no pudo evitar hacerla tragar una gran cantidad de saliva. Luego lo observo dulcemente esperando la respuesta del caballero.

por **Sean O'Rouke** Lun Dic 17, 2012 8:45 am

Sonreí mirando al piso ante la respuesta porque esta mujer me halagaba con cada palabra, era de lo mas especial viniendo esas palabras de su boca. Me apoyé contra la columna mientras una nueva oleada de sangre escapaba por el ventanal una vez mas, habia un dejo muy dulce, seria por los niños de seguro, su sangre me llevaba a extremos de lo mas atroces. Observé a Mekare y señalando con la cabeza el salón comenté

-No es que esté incomodo con Ud. mi dama, todo lo contrario, es un placer, el problema es que hoy no he bebido nada y la sangre suele ser mi consuelo y mi condena a la vez. Pero... discúlpeme.. que poco cortés de mi parte, gusta bailar esta pieza conmigo?-

Pregunté esto mientras sobreactuaba el gesto de caballerosidad, colocando una mano por detrás de la espalda medio encorvada cual reverencia y la otra se extendía frente a la dama de cabellos rojos mirándola con suspicacia y simpatía. Sin esperar respuesta y con rápidos movimientos coloque su brazo por entre el mio y la conduje con elegancia hasta el salón nuevamente. Ya en el medio de la pista hice la reverencia de ritual en estos bailes y la tomé por la cintura acercándola un poco hasta sentir su torso junto al mio y poder contemplar en un primer plano su cuerpo observado desde la vista privilegiada donde me encontraba. Su otro brazo extendido era delgado y largo lo cual acentuaba sus formas tentadoras de vampiro, inspeccionando la mente de la gente del lugar pude notar a varios hombres contemplándola a pesar de las miradas inquisidoras de sus mujeres, amantes y acompañantes temporarias. Las mujeres algunas la contemplaban cual diosa y otras la envidiaban. Pobre de ellas que nunca iban a conocer la perfección y la elegancia de Mekare.

Continuamos bailando así hasta que el vals termino, esa primer pieza para continuar con otra en la cual se bailaba en ronda y las parejas se iban intercambiando en círculos infinitamente inacabables, a estas instancias, simulando hablarle al oído a las damas termine bebiendo de a pequeños sorbos de cada una de las parejas que pude acercarme, cruzaba leves miradas con Mekare la cual parecía llena de gozo y jubilo con estar siendo parte de este magnifico cóctel de humanos, por eso amaba las fiestas en grandes salones y los bailes.

por **Mekare** Mar Dic 18, 2012 10:31 pm

El joven vampiro, le ofreció compartir una agradable pieza de baile, que ella hacía tiempo no disfrutaba. Él tomándola con delicadeza ella no pudo evitar sonreírle corriendo la mirada de lado, lo tenía muy cerca y le ocasionaba cierta inquietud a causa de su belleza y el tiempo transcurrido sin estar a esas estancias con un caballero.
Las miradas mortales del salón, entre recelo y deseo, junto con el murmullo de diferentes tipos de críticas hacia esta pareja, opacaban un poco el encantador vals, que culmino seguido casi sin pausa de un baile más llevadero.

El asombro de Mekare hacia las acciones de Chris no la pudieron hacerla evitar reír y porque no, imitarlo, que en el caso de ella era aun más fácil, los hombres llevaban cuellos más altos de los sacos y a su vez se “regalaban” más ante su belleza y el encantamiento de la mirada.

Aunque en líneas generales no dejaba de observar a ese joven y exquisito vampiro que se le había acercado tan cordialmente y quien la había tratado tan bien.
Al culminar la pieza, se volvieron a unir como dos imanes con una rapidez elegante imperceptible a los ojos de los invitados, ella volvió a cogerlo del brazo, llevándolo a un lado de la sala, donde de paso tomo dos copas de vino para ambos, de un mesero que paso junto a ellos.

-Me había olvidado como era divertirse.

Exclamo con voz adolescente apoyada en la columna a media luz.

-Veo que tú lo haces seguido.

Rio con picardía y lo observo.

por **Sean O'Rouke** Lun Dic 24, 2012 12:37 pm

Disfrutaba mucho de los bailes de salón, se habían vuelto una afición apenas compartió este tipo de lujos primero en su Alemania natal y luego en el Theatre des Vampires que tan bien lo había acojido en su vientre que rozaba lo vulgar y lo satánico.
Mekare estaba rozagante, pude ver a varios de los hombres que habían bailado con ella retirarse de la pista para tomar un descanso apartados del resto y como vencidos por su propio cuerpo. Nada que los pudiera matar. Tomé la copa de vino que me ofreció para poder saborear aun mas la sangre consumida.

-Realmente los dejaste exhaustos ma cherie- compartí una sonrisa con ella cargada de simpatía, sus pómulos estaban rojos y los rozé con una mano, la belleza de su piel era de lo mas raro de observar, tenia un brillo propio. Ella, a diferencia de los vampiros con mucha edad, no tenia las marcas propias de la piel quemada. Muchos de los antiguos había escuchado en el Theatre, conservaban importantes quemaduras en el cuerpo o en la cara. Algunos de ellos irrecuperables hasta dentro de varios años. Akasha casi había acabado con sus vidas sometiéndolos al calor extremo.

-Es mi forma de mantenerme vivo Madamme, Usted bien sabe las atrocidades que un vampiro aburrido puede llegar a hacer, la mas tranquila de ellas seria cometer suicidio-
Me acerque a su oído y susurre -El aburrimiento es muerte-

-La verdad que su fortaleza es mas que envidiable, consideraré la libertad en la selva como hizo Usted Madamme, cuando me aburra de estas cosas me prepararé nuevamente para borrarme de la sociedad, el problema es encontrar alguien que lleve los papeles, los negocios, y eso es tan difícil en esta nueva sociedad francesa, es de lo mas materialista, como verá.
A mi me gusta de todas formas, vivir de lujos siendo de la clase alta es apetecible, la sangre noble es de lo mas dulce. Principalmente la joven.-

-Cuéntame Cherie, que se sabe de tu hermana, es raro no verte con ella- tomé una de sus manos para contemplar un anillo gótico que llevaba con ella que era de exquisita calidad y diseño. Le sentaba muy bien.

por **Mekare** Dom Ene 06, 2013 8:45 pm

-Dímelo a mi joven

*Sonrió bajando a penas la mirada, para luego volverla a alzar con una media sonrisa, si pudiera suspirar seguro que hubiera sido uno muy ahogado*

-No sé qué es de ella, unos de los motivos de mi vuelta es buscarla, necesito verla, sé que no corre peligro, o eso es lo que quiero creer.

*Tomo un sorbo grande de vino casi sin respirar tratando de asimilar el extraño gusto de esos líquidos mortales difíciles de acostumbrarse*

-¿Vives lejos de aquí Caballero?

*Observo su entorno y los ojos mortales posados en su hombro y en los de él, las hijas primogénitas de los importantes empresarios de allí no dejaban de desviar las miradas a Chris, mientras los caballeros mortales buscaban la atención y el cariño de ellas. La imaginación de
las adolescentes eran muy peculiares a tal punto que Mekare no pudo evitar largar una risilla*

-Tu belleza está irritando a algunos hombres

*Tomo su mano sin titubear para entrelazar su brazo entre el suyo y tratando de apaciguar las inquietudes de la habitación se dirigieron a la otra sala. Ella observándolo a los ojos con una amplia sonrisa mientras caminaban*

por **Sean O'Rouke** Lun Ene 07, 2013 11:46 pm

Sabia que en caso de seguir así terminaría por morderla frente al resto.. se vería raro, la gente aun no estaba tan ebria como para ver ese comportamiento como normal por eso me pareció lo mas sensato que nos pasáramos a una sala contigua, la sala estaba decorada con unos candelabros en las paredes, dos eran mas que suficiente para brindar una luz tenue. La paredes eran color grana, un rojo tan puro como el que amaba Marius, de repente me acordé de él, de su mansión que tuve oportunidad de conocer en uno de los viajes por Europa. No era raro su amor por el rojo era algo que compartía.

La gente tomaba debida cuenta de nosotros, eramos como dos niños coqueteando, sabiéndonos seductores por naturaleza. Un destello escapo de mis ojos cuando vi a lo lejos a gente conocida del ambiente y supe que era hora de salir del salón principal al menos hasta que la gente bebiera mas del vino añejo que estaba siendo servido.

-Que raro Mekare, siempre pensé que tenias una especie de conexión que trascendía lo normal en los vampiros, vivo cerca, como recién llego apenas estoy construyendo una mansión en las afueras, al menos para hospedarme de vez en cuando, por el momento tengo un departamento en el hotel St. Charles en el quinto piso, espero me visites algún día... -

Comenté sutilmente, no era necesario hablar fuerte o marcar las palabras cuando de vampiros se trataba, teníamos un oído mas que privilegiado como para no tener la necesidad de pronunciar marcando a una velocidad pasmosa las palabras ni tampoco era necesario tener un volumen normal, con un simple susurro podíamos entendernos de maravilla. Tomé su mano y la conduje hasta un diván rojo de bordes de oro que estaba en esa bella habitación del palacio. La puerta se entornó de repente y me senté a su lado, ladeándome levemente de costado hacia ella.

Mi mano comenzó a recorrer sus mejillas apenas ruborizadas por la sangre que habría ingerido o por el rubor, desconocía esto. Mientras lo hacia comencé a ver la delgada linea de su cuello, la textura frágil y fría que este poseía, y me entregue a la tentación que ella representaba, aplicándole leves y tiernos besos en sus mejillas.

-Ahhh... Mekare, los siglos te vuelven irresistible -

Luego tomé una de sus manos que tenia sobre la falda y delicadamente como se prestaba el momento la bese también comenzando por el dorso y avanzando por el brazo hasta el codo.

por **Mekare** Miér Ene 09, 2013 8:18 am

Mekare se percató de lo ocurrido y acompaño a Chris casi haciendo un solo movimiento entre ellos, la atracción que la vampiresa sentía sobre este caballero era inexplicable, aun mas hablando de una vampiresa que se mantuvo alejada de todo tipo de sociedad por un largo, largo tiempo.

-Tenemos una conexión única, Chris, pero últimamente me eh encontrado en un estado de aletargo, sin deseo de detenerme en nadie en particular, amo a mi hermana pero no es a la única que debo de tener que custodiar, mi linaje siguió creciendo y mi deber es cuidarlos a la lejanía, aunque para serle franca, tampoco me detuve a ello.

Se sentó sobre ese suave y esponjoso sillón en donde él la había invitado a sentarse, pero el comportamiento del caballero la trajo por sorpresa. -¿Cuánto había pasado desde la última vez que bebió de uno de los suyos? Varias imágenes borrosas la perturbaron pero esquivando la mirada se detuvo ante el rostro, delicadamente esculpido de aquel atrayente bebedor, que por más de ser un vampiro tenía un porte misterioso que se destacaba del montón.

-Oh joven Chris…

Se estremeció ante aquella muestra de afecto y con un delicado movimiento de mano le levanto el rostro tomándole desde el mentón, se acercó a medias, como si quisiera susurrarle algo al oído, pero ella solo quería deleitarse con su fragancia, observando con sutileza su cuello deposito un beso frio en él, para luego contornear su rostro con sus delicados y finos dedos, rozándole apenas las filosas uñas, en una situación así si hubiera sido humana, el corazón estaría desbocado y la respiración entrecortada.

-¿De dónde has salido opíparo vampiro?

Le hablo pausadamente con suavidad, para luego sonreír con un destello dulce mientras mordía de lado sus carnosos labios.

por **Sean O'Rouke** Miér Ene 09, 2013 10:59 pm

La contempló mientras la besaba y acariciaba, le preguntó de donde había salido, buena pregunta, decir que lo había olvidado era la respuesta mas fácil, la mas sensata al menos. Decirle Alemania hubiese sido poco, ademas ya lo hubiera sabido de hecho, seguramente tenia el don de lectura de mentes mas que desarrollado así que no había mas que decir

-Del mismísimo infierno mi bella Mekare, de allí vengo como enviado de Satan en la tierra -

Ni mas ni menos que la triste realidad, no debía de sorprenderle si le contaba que por placer a la sangre, por aversión había llegado a asesinar a jóvenes niños los cuales no estaban condenados. eso para cualquier vampiro de su clase era inconcebible, algo que no debía ser. El mandamiento que no había roto aun era el de matar a uno de mi propia clase. Y no creía poder hacerlo, posiblemente dejarlo mal herido si estaba en las posibilidades pero matarlo, jamas.

Pero era difícil pensar en estas cosas cuando el leve flujo de sangre de Mekare pasaba bajo mis labios fríos, frente a la calidez tenue de su cuello, sus pechos se vislumbraban visiblemente tentadores desde la posición y los observé con descaro mientras ella notaba esto, con un incisivo rasgué un poco su piel de mármol para saborear el suave néctar de la sangre que fluía por sus venas. Lamí la leve herida mientras muchas imágenes coloridas eran compartidas por ella a través e esa sangre. Era una historia llena de colores como las que se contaban de la madre o mejor dicho cuando Akasha era la madre de todos los hijos de la noche.

Estaba en éxtasis pero procure conservar la cordura o terminaría muerto, me acerque a sus labios con los míos teñidos sutilmente por la sangre saboreada de su cuerpo frió y duro como piedra, la edad le confería ese toque tan sutil y suculento.

Tomándola de la cara la besé mordiéndome antes la lengua para proveerla de mi sangre también, porque sus pensamientos antes había divagado hace cuanto tiempo que no probaba sangre de otro vampiro. Bueno, no había que perder la oportunidad de satisfacerla, era algo impensado dejarla sin darle los gustos, aunque aun no sabia si era por decisión propia o porque su don de persuasión era demasiado fuerte al punto de no percatarme de ello.

por **Mekare** Vie Ene 11, 2013 9:23 am

Mekare sonrió de lado cuando oyó la respuesta de él joven bebedor, que no dejaba de complacerla con sus besos. Cerro los ojos por una milésima de segundos al sentir a Chris rasgar su piel, sintiendo como succionaba vorazmente de su sangre.

Una expresión de placer se escapó de entre los labios de Mekare, para luego ahogarlos en los fríos, pero aterciopelados labios de aquel vampiro. Su sangre la enloqueció, su sabor tan particular de los suyos, dilataba sus pupilas. Las imágenes terroríficas que pasaban por su mente la conmovieron en parte, el sufrimiento de aquel joven frente a esa mujer… Mekare se detuvo en el rostro en primer plano de aquella vampiresa, para luego seguir saboreando al joven.

Soliéndose de entre sus labios, tan fríos como la nieve, pero cálidos a la vez por causa de la sangre que ambos compartían, se dirigió a su gollete donde con sus afiladas y puntiagudas uñas de un color rojo como la sangre misma, desgarro los dos botones superiores de la camisa y acompañando del corte del moño también, para poder beber de él, rodeándole el rostro del lado derecho con la palma de su manos hacia arriba.

Otras imágenes pero esta vez de su mortal vida la acompañaban; controlándose a causa de que en el sitio donde estaban realizando el acto era público se alejó, apoyando su mano derecha sobre él pecho mita descubierto a falta de los botones, pero sostenido por el chaleco, que acompañaba el elegante traje.

-¿No te has vengado de ella?

Mekare lo observo como los ojos brillosos, como si estuviera por echarse a llorar, pero era puro efecto del consumo de la sangre de los suyos. Aguardo la respuesta del vampiro, observando su escultural rostro y su lampiño pecho donde pasaba interrumpidamente su uña, a modo de “juego.”

por **Sean O'Rouke** Dom Ene 13, 2013 9:24 pm

- Mi tierna Mekare, tan suave como una pluma, tan sutil como la caída de las hojas en invierno, tu sangre es como el néctar de las abejas para mi, me hace estallas de éxtasis, eres única, adoro tu antigüedad por sobre todas las cosas, créeme, eres una diosa para mi, como la fuente del deseo mas indecible de cada vampiro, nadie sabe porque te crucé en mi camino pero creo que es una señal, mademoiselle - arrojé mientras tocaba con la yema del pulgar sus aterciopelados labios, su mirada me encadenaba, era imponente frente a la naturalidad con la que se manifestaba a los demás, suponía que entre un grupo de vampiresas ella resaltaría por algún extraño motivo aun si vistiera con harapos, seguiría siendo una reina entre las demás.

Sus afiladas uñas, rasgaron el cuello alto de la camisa hasta desabrochar dos de los botones, con rápidos movimientos, al ojo humano posiblemente no hubiera sido notable el acto, por fortuna nadie nos contemplaba en el discreto lugar; a su vez terminó cortando el moño el cual cayó a ambos lados del cuello de la camisa, desvalido ya, yo me contentaba con solo mirarla mientras hacia esto siguiendo cada movimiento, estaba entregado al momento, contemplando la belleza magistral de cada detalle, de cada signo que ella emitía, de los matices de su cara.

Volvió a poseerme, tomando mas de mi sangre, causándome el clásico placer que pocas veces de humano había sentido, la pérdida total de consciencia mientras los músculos se relajan y un shock circula por la espina dorsal llendo de la parte baja de la cabeza hasta cada extremidad del cuerpo.
Una especie de dejadez que mas que empieza de forma dolorosa y transforma de inmediato ese dolor en placer absoluto. Eso es lo que se siente cuando beben de tu sangre siendo vampiro, de humano es similar, solo que lo acompaña la sensación de transmisión de toda la vida, lo bueno y lo malo, en el caso del vampiro con algo de práctica se puede aprender a controlar esas imágenes; justamente estaba pensando en placer, las imágenes de placer mas cercanas pasaron por mi mente, desde mis primeros placeres recordados de humanos, los mas cercanos con Ayline, y los anteriores con mi creadora, ademas del ya clásico placer de beber sangre de los niños. Tenerlos cerca era una tentación, sus pequeños cuellos y vibrantes corazones atormentarían mi existencia por el resto de años que me quedaran.

No se cuanto tiempo había pasado, había perdido la cuenta cuando me involucraba en mis propios pensamientos, Mekare ya se haba alejado de mi cuello y se hallaba jugando seductoramente con su dedo. Aunque es difícil decir que cosas eran o no seductoras en ella. Todo lo era, podía ser malinterpretado por mi posiblemente. Me recosté un poco sobre el sillón mientras este me abrazaba en sus almohadones, y sonreí un poco. Lamí disimuladamente mis labios rojos por la sangre que había bebido de ella.

La pregunta lo volvió a tocar como los recuerdos que había tenido hasta entonces, mientras ella bebía de su sangre. Que si había pensado vengarme de ella? .. si en realidad lo había hecho de neófito, muchas veces lo había pensado y muchas noches ideó los mas insólitos planes para hacerlo y terminar de una vez con la vida de la vampiresa que había atormentado su vida, al fin y al cabo su entrega solo había significado ni mas ni menos que una ofrenda a Satán, y para él había sido la condena absoluta, el termino de la vida conocida como tal. Solo se había animado a encerrarla en un lugar por todo un día mientras escapaba de sus garras, sabia que apenas anocheciera emprendería la búsqueda para castigarlo con la muerte posiblemente y él se encontraba en desventaja entonces, no hubiera podido ni rasguñarla.

- En realidad no tuve el placer ... la última vez que la vi fue antes de dejarla encerrada, para huir, hoy por hoy si la viera posiblemente tampoco podría con ella. Pero creo que ya no me busca, al menos no frenéticamente - le dije con una media sonrisa cruzando mi rostro e incorporándome un poco después de mi relajada posición.

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