Nunca sera tarde (Seshat)

Esa noche se habia quedado en la casa preferia pasar la noche tranquila porque no era muy consciente de lo que pasaba a mi alrededor, mis ojos estaban oscuros a causa de la sed pero me mantenia asi mientras tuviera que mantenerme en casa. Sabia que las cosas en Paris no estaba muy bien y a pesar de vivir lejos de la ciudad no queria abandonar la casa cuando mis hijos andaban por ella. Mantuve el silencio total escuchando cada sonido de la casa, incluso el crujir de la madera ante la alta temperatura. Lleve mi mano a mi menton acariciandomelo mientras pensaba con la vista atraves del ventanal que habia tras mi escritorio, con la silla de espaldas a la puerta y una postura algo comoda me pasaba varias noches asi y estaba comodo con calma. Estaba bien aprendiendo a mantenerme controlado y distrayendome en otras cosas como las cuestiones de trabajo o como conseguir que la seguridad contra otros seres.

Entrelace mis propios dedos dejandolos sobre mi abdomen peor en poco me puse en pie cogiendo de la amplia estanteria un libro que era de mis favoritos para leer un rato, seguro que asi seria mejor y pasaria el tiempo mas a prisa. Me resultaba extraño que no hubieran bajado a darme las buenas noches pero seguramente estaban cansados de un dia complicado, una mueca se dibujo en mis labios de desagrado porque estaba acostumbrado a tenerlos mas que fuera un momento para una tranquilidad mia. Estaba leyendo pero en verdad no estaba viendo lo que leia sino en otro lado. Cerre el libro cuando escuche el sonido de unas pisadas por la casa. Note su aroma muy facilmente porque era el unico al que aun no estaba familiarizado con ella. La chica que habia comprado en el mercado que la vendian como esclava.

No me gustaba nada ver como trataban a la gente como un trozo de carne el cual vender y solo para un trabajo que sea esclavo, por mas que la gente sea pobre tambien existia el respeto que todo ser necesitaba. Ella me habia llegado muy hondo y no sabia porque, me dio una punzada cuando la vi y su rostro de pena, puje hasta que la otro se rindiera. No me hubiera perdonado el perderla despues de que sabia que lo que harian con ella no era muy bueno que digamos, seria tratada como lo que es y quien sabe que barbariadades obligada a hacer como si fuera solo un objeto del cual disfrutar uno mismo pero sin ser una chica. Bien tengo hermana e hija... no me gustaria que fueran vistas asi si no tienen dinero sino que alguien le diera un trabajado digno y le pagara por ello. Por eso mismo hice lo que pude con ella, pero no sabia si me tenia confianza o quizas tenia que tratar un poco mas.

Mire hacia la puerta porque escuchaba como se acercaba, le habia dado las llaves para que ella sola se encargara de mi despacho, no dejaba entrar a casi nadie a alli a menos que yo estuviera dentro. Abri el cajon donde saque unos papeles dejandolo sobre la mesa. Seguramente venia a limpiar o algo y no queria interrumpir por eso me iba a ir pero antes queria hablar un poco con ella. Queria saber si le hacia falta algo o si su estancia en la casa era agradable. Preocuparme un poco no venia mal y por si ella queria hablarme de algo en especial alli estaria para cuando lo necesitara. Mordi mi labio inferior mientras echaba mi cabello hacia atras por el hambre que quemaba mi garganta estaba haciendo estragos por mi hambre, mis colmillos se hicieron visible fuera de mis labios pero rapidamente los volvi a esconder tras de ellos.

El despertar había sido mejor que otros días, pues estaba bajo un techo, en una pequeña cama que hacía mis noches mas llevaderas. Me permití el pequeño lujo de estar un minuto más en la cama hasta que me levanté con un suspiró y miré a mi alrededor. No era una habitación lujosa como lo que estaba acostumbrada, pero un lugar donde dormir y donde podía ser yo misma. Al menos en esas pequeñas cuatro paredes que eran mis aposentos, lugar que me había dado aquel hombre que me había comprado aquel horrible día.

Lo recordaba perfectamente; el terror que sentía, las imágenes que pasaban por mi mente al pensar en lo que me harían hacer... Pero, quien me había comprado, me había sorprendido gratamente. No era una persona cruel que me hiciera pasarlo mal, al contrario, parecía querer que me sintiera a gusto a su lado. Desde luego, de todos los amos que podía tener, me había tocado el mejor. La suerte me sonrió aquel día en el mercado y daba gracias al cielo por ello. Aunque no entendía porqué había pujado tanto por mí... Aun tenía miedo en aquel desconocido lugar, pero intentaría adaptarme pronto y que me ocurriera lo que tuviera que ocurrirme. Seguro que no era peor que en mi antiguo hogar.

Me vestí con rapidez y abrí la ventana para ventilar la habitación, momento en el que contemplé la luna en su máximo esplendor. Había cambiado mi día a día para despertarme un poco antes de que lo hiciera mi amo, que justo se levantaba cuando el sol se escondía. ¿Qué si me resultaba extraño? En realidad no tanto; aquel prometido que tuve en su día también era como él... Nocturno. Aunque aquel día me había quedado dormida. Me había despertado ya de noche y me sentía mal por ello. No había limpiado el estudio y un miedo se introdujo en mi cuerpo al pensar que podía ser castigada por ello. Así que salí corriendo hacia la habitación de él, que sabía que estaría libre para poder limpiarla; hice la cama, recogí la ropa y abri la ventana para que entrara el aire durante unos instantes. Quería hacer bien mi trabajo, después de todo ya no era una chica de clase noble, en esos instantes solo era una esclava... Curioso que me fuera mejor ahora que antes.

Después de terminar con la habitación me dirigí al estudio, pensando en las innumerables cosas que había dejado atrás. Cosas que no echaba de menos... Lo único, quizá, era la danza. Me gustaba bailar y que todos se fascinaran con mis movimientos, aunque eso también tenía sus peros. Suspiré y abrí la puerta, encontrándome sin esperarlo con la persona que me había comprado. Me sonrojé sin poder evitarlo y bajé la mirada a toda velocidad.

-P-perdone... N-No qu-quería molestar... Volveré luego.- dicho eso fui a cerrar la puerta.

El dia habia terminado y la noche se estaba abriendo paso en el manto de la noche incluso podia decir que el aroma de la hierva fresca de la noche me gustaba que era cuando pasaban a regar los campos cercanos a la casa y se quedaba un aroma a primaveras por la habitacion, cerraba los ojos y era como si pudiera imaginarme en ellos tranquilamente donde ni un solo movimiento pudiera eclipsar lo que mi mente andaba albergando tanto tiempo. Una esperanza.. un gesto, un suspiro abandono mis labios con pesadez haciendome participe de la realidad que era vivida y tenia que ser ejercida por tal hecho de que no estabamos solos en ese momento ni siquiera un momento. Tenia obligaciones las cuales dia a dia se hacian latente ante mis ojos como la misma cascada que baña el lago.

Tampoco podia quejarme de la vida que habia mejorado considerablemente a medida que avanzaban los años, hijos... familia... algunas palabras que siempre habian estado presentes en mi vida una y otra vez. Queria que siguieran ahi por mucho tiempo pero sabia que toda familia acaba en un momento donde toman sus caminos, mantuve por un instante un mal pensamiento que enseguida lo hice desaparecer porque me sentia hasta agobiado. Que pasaria si le pasara algo a mis hijos y yo no me enterara... no solamente a ellos sino a cualquiera de la familia que se me habia hecho un pilar bastante fortificado y grueso, pero como el mismo cristal podia llegar a caer como una torre de papel.

Baje la mirada a los papeles que llevaba en la mano usando la pluma para rellenar algunos mandados que hacian falta en el frente. Digamos que no todo era facil el llevar una empresa y mas cuando querias perderte todo el tiempo. Debia de agilizar el mandado de las cartas a los capataces para que tomen el orden y me avisen de las faltas del momento. El escuchar la puerta hizo que elevara la mirada y al ver a la joven de cabellos oscuros la cual habia salvado hizo que esbozara una sonrisa.- Seshat....- no me dio tiempo a nada que ya habia cerrado la puerta. Deje la pluma en el tintero y me levante de mi asiento hasta la puerta abriendola, me hice a un lado extendiendo la mano al interior.- Por favor pase...- le pedi cortesmente.

Cuando paso cerre la puerta detras de ella y fui hacia mi escritorio volviendo a tomar asiento y me quede observandola desde alli, le señale el asiento esperando que tomara la silla frente a mi, sonrei ligeramente.- Perdona que te asustara, puedes entrar siempre que quieras que yo estare encantado de verte.- confese en cierta forma.- como te han ido estos dias por aqui?.- pregunte con cierta curiosidad por como habia estado los dias que estuvieran el dia aqui. No me hacia el loco con ese tema para que estuviera comoda pero tenia que saber como habia sido su llegada y si no se sentia fuera de lugar.- cualquier cosa puedes decirme que yo estare encantando de ayudarte.- me quede mirando sus hermosos ojos perdiendome en ellos profundamente. Sacudi mi cabeza concentrandome.- Perdona... es que me pareces muy hermosa y me he perdido mirando tus ojos.- rei ligeramente mientras me sobaba la nuca con cierto nerviosismo.

Me quede preocupado por un momento por si su estancia no habia sido agradable o se sentia incomodo, seguramente no estaba aocstumbrada a que la trataran como yo lo hacia, pero no estaba en mi caracter ser agresivo o mandon, a menos que estuviera en mis cabales o el tiempo corriera en mi contra. Estaba seguro de que conseguiria que se acostumbrara y tuviera un mejor momento para cada uno de nosotros. Quizas porque en la vida nos habia ido como habia ido todo este tiempo que habiamos tenido algun encuentro, se adaptaba a mi horario contradiciendo todo lo que era costumbre.

Recargue el peso en mi asiento quedandome mirandola como si analizara su mirada para saber su estado aunque no sabia si era el miedo lo que desprendia o que no estaba acostumbrado a una esclava. Hice una mueca con los labios de lo nervioso que estaba que hasta llene mis pulmones de aire para expulsarlo suavemente mientras la miraba.- sabes que cualquier cosa puedes pedirmelo.- me quede observando sus ropas.- mejor mañana en la noche o si quieres ahora vamos a comprarte algo de ropa, para los dias y el tiempo que tengas libre puedas ir a donde quieras.- me incline ligeramente hacia delante abriendo el primer cajon dejando una bolsa con monedas sobre la mesa.- aqui tienes lo que te corresponde de pago, es adelantado con lo cual podras hacer con él lo que quieras y comprar lo que mas guste.- carraspee un poco .- Lo que es la comida no te preocupes que la casa siempre tiene sustento de ello y comeras aqui por ello mismo tienes tu habitacion, eso usalo para tus propios antojos.-

Me puse en pie dirigiendome hacia la estanteria donde saque de alli un pequeño frasco y se lo entregue.- Esto es la medicina de luka, para cuando la necesite se la tienes que dar, si se niega me lo haces saber que me encargare.- habia puesto en sus manos la vida de mi propio hijo, no sabia porque me causaba ese bien estar al menos en la forma que me trataba o se preocupaba por hacer su trabajo.- Esta algo delicado de salud y tiende a escaparse pero no nos queda otra cuando se trata de el porque es un impaciente y no tiene buen cuerpo.- rei en eso ultimo, siempre me habia gustado ver el mal humor de luka y mas cuando lo hacia enojar. Sonrei mientras volvia a mi asiento.

Me quede un momento mirandola y acabe por expulsar lo que pensaba.- Me pareces una gran chica pero no se bien porque estabas en ese lugar, me podrias contar? bueno eso es si quieres.- hice una mueca con los labios por un momento mientras esperaba su respuesta. - Se que no es nada facil, pero ahora las cosas han cambiado y no permitire que vuelva a pasar algo como antes.- le asegure con toda sinceridad. De ello podia estar seguro porque no queria que sufriera la misma suerte de antes, dado lo que habia pasado y la rabia que me daba las personas como las que la habian hecho una esclava solo por ser de otra condicion social.

Sabia bien que para ella no tenia que ser nada facil vivir una situacion asi, pero por mas que intentaba que se sintiera como en casa no podia pensar en que en verdad no era asi. Que por algun motivo llegaba a sentir de una forma diferente ante su presencia. Ahora mismo para ella yo era su amo al cual debia de complacer y hacer todo lo que le ordenara. No me gustaba tratar a la gente asi como meros objetos pero es una sensacion que se quedaba bien abierta y conseguia hacer muchas cosas en contra de lo que tenia en mi educacion. No sabia bien como podia explicarlo, hacerlo entender que me gustaba que opinaran o hablaran como hacia el resto de los empleados de la casa. Tuviera la libertad que necesitaba a la hora de salir, dar un paso.

Negue con la cabeza dejando sobre la mesa una bolsita con monedas en su interior.- No digais eso, es mas tendreis que tener vestuario para la casa y otros por si se ofrece que tengais que acompañarme en alguno de mis viajes de trabajo.- Confirme en parte era verdad y por otra asi me ayudaba a comprarle algo que los arapos que llevaba.- Hay situaciones en las cuales hay que enseñar lo que uno no debe ocultar.- Sonrei ligeramente.- ademas yo tambien tengo que ir a comprar algunas cosas, hacer mandados y encargos.- Me recargue un poco en el escritorio con la mirada hacia ella.- Quizas pueda de paso encargar a alguien para que averigue un poco de tu pasado.- No sabia bien si ella queria tal cosa con lo cual espere a que me respondiera.

Me levante lentamente mientras observaba los libros de mi alrededor.- Sabes bien que eres de las pocas personas que pueden entrar aqui, por lo siguiente puedes tomar uno de estos libros y leerlo tranquilamente.- me quede en silencio un momento pensando en que una esclava no sabia leer ni escribir.- En el caso de que no sepas siempre puedo mostrarte, muchas de las noches no tengo nada importante que hacer y podemos darte algunas clases.- intente ser agradable para que no me temiera y supiera que podia contar conmigo.- Cualquier problema o algo que tengas, no dudes en decirmelo que estare dispuesto a ayudarte.- Me apoye en el escritorio en direccion hacia ella.- Seguro que todo esta bien? te has conseguido adaptar bien? te gusta tu habitacion?.- queria volver a preguntarle para que me fuera sincera.

Momentaneamente me quede pensando en alguno de mis libros, me aproxime hacia la estanteria extendiendo el brazos para alcanzarlo, al tomarlo lo limpie un poco, trataba de un libro de poesia que le gustaba desde que era pequeño. Volvi a aproximarme y se lo entregue.- Cuando puedas leelo que te va a gustar, sobretodo hace que imagines demasiadas cosas de las cuales los mejores mundos estan en la mente con la imaginacion.- Sonrei ampliamente tomando asiento junto a ella.- Sabes que la vida es como un regalo, da igual en la condicion que te toque vivirlas pero hay que aprender el momento en el cual se comienza a disfrutar.-