Bienvenida al mundo Itinerante [Milenka]

por **Fei Ouyang** Vie Dic 07, 2012 10:08 am

Recorriendo y recorriendo, la cambiaformas Panda había llegado a aquel extraño lugar. En cierta forma le recordaba a los campamentos Mongoles que había visto hace mucho tiempo, cuando el Circo Itinerante viajaba por algunas regiones de Asia. Sólo que las carpas eran bastante diferentes. ¿Por qué no estaban hechas de cuero? ¿Y dónde estaba el agujero de al medio?

A decir verdad, no era la primera vez que Fei veía a un Gitano en su vida. Pero sí era la primera vez que veía un Campamento Gitano. Tantos colores alrededor, tantas formas variadas… Todo era nuevo y brillante para ella. Y todos sabemos cuánto le gustan las cosas brillantes a un ladrón. Pero Fei no tenía ánimos de robar a esa gente. Sólo le quitaba cosas a los ricos, que tenían mucho de sobra.

A pesar de que entendía muy poco de lo que hablaban, la chica se veía feliz. Era un espacio alegre, divertido. Todas las cosas se acoplaban al ambiente, incluso las personas. Y, aunque la miraban con curiosidad- posiblemente por los rasgos asiáticos y la ropa que llevaba ese día-, no se sentía discriminada. Sonrió con más ganas. Estas personas le iban a caer bien, aunque no entendiera ni pizca de lo que hablaban. Una desventaja del idioma, pero, ¿Qué importaba eso cuando todo a tu alrededor parece reír contigo?

-Wǒ bù zhīdào rúguǒ wǒ fǎngwèn lìng yītiān...*- se preguntó, en voz alta. ¿Desventaja del idioma? No se entendían entre sí. ¿Ventaja? A veces podía esconder lo que decía.

Spoiler:

por **Milenka Sandoje** Jue Ene 10, 2013 12:18 am

Los días habían pasado sin mucha novedad. Sorpresivamente, la gitana ya no pensaba en su padre y aquella loca venganza, se la pasaba sonriendo, y la comunidad entera no entendía como era posible que estuviera así cargando con una semejante bestia como Judah, lo que ellos no sabían y ella no les diría, es que él era su razón de alegría, que se habían convertido en sus sonrisas y no en su tormento, por eso permanecía estable, por eso no tenía aquella sensación de soledad, porque ya tenía a alguien a su lado. Suspiró, se sentía de tan buen humor que incluso regalaba sonrisas a aquellos que la miraban con desprecio.

Milenka había decidido donar algunas de sus telas para crear algunas nuevas carpas para el circo gitano, le pareció un buen gesto, sino es que uno divertido, pues sus telas solo estaban relacionadas con los colores, con la vida, y con la alegría, no había más que eso. Sonriente estuvo hasta que se topó con un par de niños que estaban bastante hambrientos, así que como era normal en ella, se detuvo para darles de comer, ahí estuvo intercambiando risas, alimento, y una que otra anécdota para hacer de la tarde de los niños más amena.

Cuando todo aquello terminó, se dirigió de regreso a su carpa, tenía a un ya casi "no enfermo" que atender, y lo hacía gustosa. La joven iba caminando de forma tranquila, daba un paso, y luego otro, como disfrutando que seguía viva, aunque claro, no entendía aún del porque creía que la vida era tan buena ¿Sería que también otra razón de peso para eso, se relacionaba con Judah? Desvió la mirada, cuando notó a alguien que no había visto por el lugar, y que la cara la tenía muy contrariada, así que se acercó.

- ¿Está bien, Señorita? - Le dijo de forma suave, intentando descifrar el rostro de la joven, sus rasgos eran distintos a todo aquello que había conocido, ¿De que lugar sería? - ¿En que puedo ayudarle? ¿A quién busca? - Preguntó interesada, intentó sonreír para darle confianza, o al menos eso estaba intentando.

por **Fei Ouyang** Miér Ene 16, 2013 12:15 pm

La chica pegó un pequeño salto de sorpresa ante aquella gitana que solícitamente le preguntaba si estaba buscando a alguien… o al menos eso era lo que ella creía entender. ¿Y si a esta gente le gustaba la privacidad? ¿Y si se sintieran ofendidos porque había ido a observarlos sin más motivo que la simple curiosidad? Hasta donde ella recordaba, era la primera vez que se ruborizaba de vergüenza. Ni siquiera enrojecía cuando hurtaba cosas de la manera más descarada. ¿Por qué ahora?

Quizá, sólo quizá, era porque no quería que pensaran mal de ella, como la simple ladrona que era. Aunque, si lo pensamos bien, aquellas gentes ni siquiera la conocían, así que… ¿Para qué preocuparse de causar una buena impresión, si hasta ahora no les había robado nada? Sonaba lógico, ¿no?

-Esto… yo… busco… no… a nadie- estaba tratando de decir “no busco a nadie”, pero apenas sabía decir una frase de corrido en francés-. Perdón… molesto.

“Perdón si molesto”. Al decir eso, la cambiaformas bajó la cabeza. ¿Y si estaba molestando? Realmente no era su intención, pero se había visto tan tentada a pasear por aquel lugar que apenas se había preguntado si sería bien recibida o no.

por **Milenka Sandoje** Dom Feb 03, 2013 10:26 am

Se recordó entonces al ver aquellos ojos, un poco de timidez en aquellas mejillas, fue entonces cuando sintió la fragilidad que hace tiempo tuvo, la que venía acompañada de nuevas tierras, de nuevos mundo y de nuevas personas. Milenka recordó lo difícil que le fue aprender Frances, pero poco a poco, y gracias a la ayuda de los gitanos ahora lo hablaba con fluidez, porque en realidad su comunidad era muy amable, de esas que te hacen sentir en casa cuando te aceptan, por eso, intentaba ayudarla, porque no podía dejar a alguien que pasaba lo mismo que ella pasó solo, sin protección, y quien sabe si con comida o algún lugar dónde quedarse.

Recordó entonces también a Judah, quien ahora estaba de forma temporal con ella, quizás si se hacían de espacio, podrían darle un techo momentáneo, en lo que la chica le decía que es lo que buscaba, o en lo que se entendían por completo. Le sonrió, de forma amplia, demasiado animada, para que notara que en realidad todo estaba bien, que no tenía que temer. Se adelantó unos pasos, y le tomó las manos, con delicadeza para que la mujer no se espantara, eso no estaba para nada en sus planes.

- ¿Acaso se ha perdido? - Soltó una de sus manos, buscando levantarle el mentón, buscaba que la joven se relajara un poco, buscando menos tensión en el ambiente, Milenka siempre se guiaba de energías, por eso buscaba que el ambiente fuera placido, todo relajado, las energías blancas siempre llevaban a situaciones buenas, la de ese momento estaba turbia, y teñida de algunos colores, ella buscaba canalizar todo, y volverlo un mar de tranquilidad y pureza. Estaba convencida de que podría hacerlo.

- No molestas, nunca creas que lo estás haciendo, sólo molesta aquel que no entiende las cosas después de cinco veces explicadas, lo cual, ocurre muy pocas veces - Le sonrió de forma amplia, y le soltó tanto la mano como el mentón. - Mejor dime ¿Qué es lo que buscas? ¿Qué deseas? Quizás pueda ayudarte, lo haría con todo gusto, no tengo más que hacer - Aparte de cuidar a Judah, eso era lo único que ella tenía que hacer, pero podía darse un descanso.

por **Fei Ouyang** Mar Feb 12, 2013 6:06 pm

-Yo… busco nada. Sólo visita- explicó, de manera bastante pobre, pero un poco más segura. Al menos no la habían sacado a patadas del lugar, y eso era algo bueno. La sonrisa volvió tentativamente a sus rasgos orientales, tan extraños en ese lugar del mundo- Sólo paseo, nada más.

Miró a su alrededor, aún curiosa. La naturaleza de los pandas era más bien plácida, pero la chispa que la chica tenía en su interior acallaba rápidamente su parte úrsida. Y muchas cosas allí despertaban su curiosidad. Aquel cúmulo de colores, formas, olores y luminosidad eran algo a lo que no podía resistirse demasiado. De hecho, eso era lo que la había llamado allí, en primer lugar, no en busca de algo que robar, sino que en busca de esa paz que tanto ansiaba desde el principio. Este sector, alejado en parte de la ciudad, no tenía el constante bullicio de las calles atestadas de gente. Había más bien sonidos agradables, alegre y en cierta forma fiesteros. No tenía las tonalidades grises, sino que era una verdadera explosión de colorido.

A pesar de que en su China natal se veían siempre colores como esos, no era lo mismo exactamente, comenzando por el clima de miseria que reinaba en aquel lugar, donde todos tenían que luchar casi desalmadamente para sobrevivir el día a día.

-Lugar interesante. ¿Puedes pasearme?- preguntó luego, con una sonrisa bastante infantil.

por **Milenka Sandoje** Lun Feb 18, 2013 4:33 pm

Le era muy extraño que una persona hablara tan poco, por lo regular los gitanos siempre parloteaban mucho, se la pasaban sonriendo, bailando, relacionándose unos con otros, porque su comunidad era muy hermosa, porque todos ellos disfrutaban de la vida aunque fuera unos verdaderos marginados. Le gustaba la gente que aprendía a guardar silencios cuando era necesarios, porque sabía que respetaban a los demás, pero en realidad también les tenía cierto recelo. No sabía que era lo que pensaban la mayor parte del tiempo, de hecho les tenía miedo por no saberse que hacer cuando los tenía enfrente, tenía que tomar sus completas precauciones con la joven.

En realidad, la joven no se veía alguien a la cual temer, en su mirada se podía notar mucha bondad, mucha sinceridad, y algo de ¿timidez? Ella no lo sabía, quizás porque pocas veces era tímida, la vida le había enseñado a portarse de forma más firme si quería sobrevivir, además ser prudente en las palabras no tenía una mala persona, o algo temible. Lo mejor que podía hacer la gitana, era dejar de pensar y ponerse a actuar, de nada le servia analizar, y ella en realidad era más pasional e impulsiva.

- Si, puedo pasearte, pero primero debes decirme tu nombre ¿no lo crees más conveniente? - Le dedicó una amplia sonrisa - los gitanos de aquí son muy territoriales, les gusta demasiado conocer quien ronda por sus áreas, es mejor que les diga vienes conmigo para que no te traten de mala manera, igual no tienes que responderme todo lo que te pregunto, estoy consiente que hay cosas no podemos compartir con desconocidos - Le dedicó una sonrisa amplia, que la hiciera sentir un poco más en confianza, eso era lo que pretendía con ella.

- ¿Y… qué es lo que quieres conocer de aquí? - Preguntó con una voz cantarina pero rasposa, caminando para colocarse a su lado, y luego comenzó a caminar - Sígueme - Le indicó sin dejar de verle con una amplia sonrisa. Suspiró un poco - Me llamo Milenka, Milenka Sandoje, y aunque tiene poco que conozco este lugar, seguro podré enseñarte lo necesario - Suspiró, mirándola entretenida, el silencio la ponía muy curiosa.

por **Fei Ouyang** Dom Mar 24, 2013 10:37 pm

El nombre. Todos le preguntaban el nombre. Aquella identidad que ella liberaba al mundo sin recelos de ningún tipo, pero que de cualquier modo tampoco la representaba del todo. ¿Quién era Fei en realidad? ¿Quiénes eran? Porque el tener a dos animales conviviendo en su mismo cuerpo podía ser algo confuso en cuanto a cambios de personalidad. El Panda era perezoso y terriblemente necesitado de amor. El Tibetano era simplemente una máquina de matar sin demasiado cerebro. Y la Fei humana tenía demasiadas cosas como para decir que era de personalidad simple. Ahora bien, ¿Por qué perdía el tiempo con monólogos mentales y no se dedicaba a responder una pregunta que era fácilmente contestable con un solo sonido?

-Fei. Fei Ouyang. ¿Territoriales?- la pregunta salió de sus labios con tanta curiosidad como precaución. No sabía si era algo bueno o algo malo-. Pero… ¿No Daños? Venir en Paz- y levantó ambas manos, mostrando las palmas, para asegurar este último ítem. Lo menos que quería ahora era una pelea.

¿Qué qué quería conocer? ¡Absolutamente todo! Era consciente de que era una oportunidad como pocas en la vida, además de una enorme suerte. ¿Qué habría pasado si no se hubiera encontrado con Milenka? De seguro la habrían echado a palos del lugar, o quizá eso hubiera sido lo más suave. Pero Fei usualmente tenía una suerte algo envidiable, y el hecho de que se hubiera encontrado precisamente con esa gitana tan amable daba cuenta de ello. Y además, la curiosidad siempre la carcomía, la llamaba a descubrir todas las cosas extrañas y occidentales que la rodeaban todos los días. ¿Por qué era todo más oscuro que en su tierra, pero a la vez más luminoso? ¿Por qué usaban esas pesadas telas para cubrirse? ¿Por qué tantos adornos, tanto sufrimiento por parecer bellas? ¿Cómo era que funcionaba todo esto? Con todas esas preguntas en mente, sólo una respuesta podía ser obvia.

-Todo… Bueno, todo lo que… poder.

Spoiler:

por **Milenka Sandoje** Vie Abr 19, 2013 7:15 pm

La gitana observo a la joven con suma atención, quería rieres por la forma en la que hablaba, pero se reservó la sonrisa para no hacerla incomodar, si ella no hubiera aprendido de forma correcta el francés gracias a la comunidad de su padre, probablemente estaría de la misma forma. Se mordió el labio inferior para ahorrar malos momentos, esperaba de verdad que la joven no fuera de esas que se incomodaba por reírse, es decir, ella misma se reía de sus torpezas, incluso cuando Judah se burlaba de ella, le acompañaba entre risas, porque le gustaba esos gestos, los disfrutaba. Le dedicó ahora una sonrisa discreta, pero llena de afecto, de animo para que no se espantara. Mientras caminaban, algunas miradas iban hacía ellas, estudiaban la menuda figura de la "intrusa". Suspiró, los gitanos en ocasiones eran tan recelosos con sus tierras.

- Ellos saben que no todo el que venga hace daño, pero son tan prejuiciosos como aquellos que provienen de la clase alta, o la corona e iglesia, resulta que al ser tan discriminados, ellos mismos ya se auto etiquetan. Son detalles, pues les gusta demasiado ser reconocidos, visitados, y enseñar parte de su cultura - Concluyó, observando a todos aquellos, la gitana le mostró algunas carpas, todas y cada una de ellas eran hermosas por sus colores, pero sin duda la más hermosa era la de ella, pues no sólo tenía un par de colores, sino un arco iris completo. - Todas las que te he mostrado son carpas de personas amables, de gitanos sonrientes, y llenos de fiesta, la del fondo… Bueno… Esa señora es… Mejor no meterse con ella, es capaz de arrojar piedras a quien no le agrada hasta que muera - Le dejó claro pero volvió a sonreír.

- Cuando yo llegué a éste lugar, tuve que hacerme cargo de un gitano al cual querían matar, si yo hacía que se comportaba, todos me darían su respeto y podría pertenecer al grupo de esta comunidad, y resulta que pudimos lograrlo, a él no lo mataron, y bueno a mi ahora me respetan como si hubiera nacido aquí - Comenté de forma demasiado tranquila, después solté varias risitas, recordar a Judah siempre me ponía de buen humor, ahora admitía que sentía algo muy fuerte por ese gitano, pero sólo eso, no había más, el seguía igual de terco como siempre.

- ¿Estás completamente sola? ¿No vienes con alguien? Es decir ¿Alguien que se haya quedado en la ciudad? - Preguntó con notoria curiosidad.

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