Christinne Duquette

por **Christinne Duquette** Vie Dic 14, 2012 4:51 am

Christinne Duquette

What if love will leave your heart an open sore
And I can't reveal what even I don't know
The love you feel you waste away on me
What kind of love would let us bleed away

17 años | Gitana | Heterosexual

Descripción Física

De una estatura que no supera el metro sesenta y cinco, y un cuerpo fino que bien no llega a la extrema delgadez debido a una extraña dieta compuesta únicamente frutas y dulces. Su piel es naturalmente pálida, pero quien trabaja de ahí por allá en las calles y circos no puede mantener aquel estado eternamente, por lo que hay temporadas en que esta se vuelve más tostada, dándole un color más humano.

Solía tener un largo cabello rubio lleno de rizos, pero que con la falta de cuidado y la acción del sol se volvieron de un color cada vez más decolorado y más lacios, llegando a ser completamente liso en algunas ocasiones, y que por lo mismo ahora le llega prácticamente hasta la cintura. Odia que la peinen o traten de hacerle llevarlo tomado, pues se siente maniatada como aquella vez que estuvo encerrada en contra de su voluntad, así que suele vérsele libre y algo desordenada los días en que arrecian vientos fuertes.

Tiene unas facciones peculiares, quizás algo infantiles para su edad, que la hacen ver más pequeña y frágil de lo que en realidad es. Sus orbes son de un verde jade, profundos y que usualmente parecen estar mirando la nada, pero que son al mismo tiempo soñadores y están llenos de una profunda e ingenua esperanza.

Descripción Psicológica

Chris es alguien que vive un mundo completamente apartado de la realidad, es como si hubiese algo defectuoso en sus ojos que no le permite ver como son las cosas en realidad, al punto de ver a mendigos y sapos como príncipes y mujeres gruñonas como dragones. Es quizás el único mecanismo de defensa que su mente encontró ante la brusca pérdida de sus padres. Por eso a primera vista las personas suelen tildarla de loca, pero al ver la ternura y convicción con que vive sus cuentos de hadas terminan por aceptarla en toda su complejidad.

Es por eso una persona sincera y completamente transparente cuando se trata de sus emociones, e incluso puede que frente a algunas cosas reaccione de forma un poco dramática, todo culpa de los cuentos que su cabeza hace para reescribir la realidad. Es dulce, sencilla y una muchacha que es capaz de dar mucho a cambio de unas cuantas migajas de afecto, las cuales se le antojarían el mejor de los manjares.

También podemos agregar que es un poco voluble, ya que si bien cuesta un poco hacerla enfadar, cuando sucede prácticamente no hay nadie que consiga calmarla, a menos que conozcan las fuentes de sus debilidades y puedan negociar con ello. Es ingenua e inocente, más de lo que es siquiera sano para sobrevivir en un mundo como este, con gente llena de malas intenciones, es por lo que mayormente se ha metido en problemas, algunos de los cuales escapa usando un ingenio algo extraño y bizarro.

Pero que no por ello cae en la mentira, porque además de creer en sus propias tretas, puede llegar a ser tan crédula como para creer cualquier historia que le cuenten y que tenga ribetes fantasiosos o románticos, o que si bien a veces no lo son, pero ella malinterpreta y tuerce hasta convertirlos en otro de sus cuentos de hadas, tal y como sucede con ese amor que siente por su príncipe de largos cabellos.

Historia

Nacida y criada como hija de una pareja de pequeños comerciantes rumanos y hermana menor de un hiperactivo muchacho, hasta los siete años, edad a la que ya sabía leer, ya que desde que tenía memoria le pedía a su madre que le contara historias de antes de dormir, pero que al crecer la pequeña y también las obligaciones familiares con el floreciente negocio, le fueron cada vez más escasas, por lo que se dio a sí misma la misión de aprender a leer para poder proveerse los cuentos que tanto ansiaba. Sus padres la amaban, sí, era solo que no tenían suficiente tiempo para demostrárselo, y al final, no tuvieron suficiente vida para hacerlo tampoco, porque una trágica noche de primavera la casa en que los cuatro vivían fue consumida por las llamas.

Chris, para su buena o mala fortuna, se había escapado a la casita del árbol que su padre le había construido para que pasara las tardes en que tenía que quedarse sola en casa, lugar donde se había quedado dormida durante la tragedia se cernía sobre el resto de su familia. Ni siquiera el humo o los gritos de los vecinos consiguieron despertarla, ni tampoco nadie pudo imaginarse que ella estaba fuera de la casa, así que por lo mismo nadie insistió en buscarla en otro lugar que no fueran los escombros.

De los cuerpos y enseres no se supo mucho más. Y ya para cuando el reloj marcaba el medio día la pequeña abría sus ojos para encontrarse con ese desolador panorama, se frotó los ojos pensando que no era más que una pesadilla de la que aún no despertaba, y no pudo volver a ver aquella imagen dantesca, porque un anciano la cogió en brazos y se la llevó del lugar. Resultó ser uno de los gitanos con que su padre hacía negocios, un viejecito de buen corazón en cuyos brazos se quedó dormida hasta llegar al campamento que habían armado a las afueras de la ciudad, lugar en que con el mayor tacto del mundo, le contó que ya no podría ver a su familia porque había pasado a otro mundo. Ella no lo entendió y tampoco conseguía hacerlo cuadrar con la imagen de su casa hecha cenizas.

Por unas semanas estuvo quizás demasiado impactada como para dormir, y demasiado cansada como para oponer resistencia a las personas que se estaban intentando hacer cargo de ella. Pero todo cambió el día en que el cansancio y la realidad fueron demasiado arrolladores. Tuvo un sueño extraño, sus padres se despedían de ella, no podía encontrar a su hermano, pero le decían que seguían con ella, que todo estaría bien y que volverían a verse pronto.

Con ello se volvió más dócil pero también más extraña, pasaba las tardes riendo y hablando sola, a veces mirando la nada casi en estado catatónico, y no fue hasta que le preguntaron que confesó que a ratos veía a sus padres, que le contaban cosas interesantes y la hacían reír como antaño. Pero nadie más los veía, ni siquiera una vieja gitana que se preciaba de poder advertir de la presencia de fantasmas, así que la opinión unánime fue que la pequeña se había vuelto loca. Aquello no obstó que hiciera amigos, los que se divertían escuchando sus historias y haciendo preguntas para intentar ponerla el jaque, todos salvo un muchacho de cabello largo que parecía no tener demasiado tiempo para jugar y que era nieto del anciano que la había rescatado.

Una vez incluso le pregunto al abuelo el porqué de su seriedad, a lo que entre risas solo le respondió con una palmadita en la cabeza. En todo el tiempo que estuvieron en Rumania no habría cruzado ni cinco palabras con él, y así continuó los años siguientes en que fue criada por aquella cofradía de gitanos, estuviesen en el país que estuviesen.

Eso hasta que ya con 12 años y delirios aún más grandes, cayó en sus manos un libro que contaba la historia de un príncipe que se había escondido entre pobres para no ser encontrado por el villano de la historia, que quería acabar con él para tomar su lugar en el trono. Entonces fue que sus ojos se abrieron, y su mente maquinó aquella fantasía ¡Florian era un príncipe perdido! Aquel delirio se vio reforzado el día en que entre las sombres un hombre oscuro acabó con la vida del abuelo y por poco también con la del príncipe.

Desde entonces fue que comenzó a ir detrás de él, yendo donde él iba, pero sin perseguirlo, como ella misma decía. Nunca antes había conocido a un príncipe, y si bien ella no deseaba convertirse en una princesa, no pudo evitar enamorarse como una. Pero como pasa en toda historia, algo malo ocurrió, y la separó de él. Una gitana rechoncha y celosa, a quien ella secretamente llamaba el dragón escupe fuego, no tuvo mejor idea que llevarla a un sanatorio mental para hacer que la encerraran, y como era obvio, frente a sus alucinaciones, historias y conversaciones, la retuvieron en ese tétrico lugar. La golpeaban, mal-alimentaban, incluso le cortaron el cabello, pero aun así jamás perdió la esperanza de que el príncipe la salvaría. Lo que no sabía era que pasaban los meses, y los gitanos habían dejado la ciudad sin ella. Y no fue sino gracias a que consiguió sembrar en otro de los condenados la idea de que el príncipe lo recompensaría si la ayudaba escapar, que por fin logró la ansiada libertad. Aunque ya era demasiado tarde.

Todo ese tiempo vagó, escuchando noticias e informaciones de dónde había ido su nueva familia, así que trabajando en aquellas artes y entretenimiento con que los suyos solían ganarse la vida consiguió sobrevivir y viajar donde los rumores decían que iba el príncipe. Hasta que un día dio con ellos. Pero se vio a sí misma, sucia e indigna siquiera de estar en su presencia, por lo que no volvió con ellos, solo iba donde ellos iban y los observaba a la lejanía, especialmente al príncipe.

Incluso hoy no se ha atrevido a regresar, si va una que otra vez de forma que nadie la pueda reconocer para estar cerca de ellos, aunque sigue admirando al príncipe de largos cabellos nunca ha vuelto a cruzar palabra con él. Hasta que quizás algún día uno de sus cuentos se haga realidad.

Datos Extras

- Posee los poderes de todo gitano: la adivinación del futuro, la percepción de poder y el control del aura
- Tiene un gato anaranjado llamado Andrés, el que lleva a todas partes
- Prácticamente solo come frutas y dulces, rara vez carne y verduras
- Solo en su mente ha pronunciado el nombre de Florian, porque lo cree demasiado noble como para salir de sus labios, así que suele llamarlo “El Príncipe”
- Solo lee los libros una vez, porque entonces para ella pasar a ser parte de la realidad, así que no hace falta releerlos
- Aun suele hablar con sus padres, aunque no sea más que su imaginación porque ni siquiera son fantasmas, y nunca ha visto de nuevo a su hermano mayor, aun de ese modo, así que cabe la posibilidad de que aun esté vivo

By Morgana

por **Tarik Pattakie** Sáb Dic 15, 2012 2:05 am

FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES

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Re: Christinne Duquette