Correspondencia cara a cara (Lamarck)

Me senté en el la pequeña silla que habia frente a la entrada de mi Boulangerie favorita. Estaba hecha un manojo de los nervios por lo que iba a hacer pero la verdad no me habia podido resisitirme de cumplir ese oscuro deseo que crecia en mi interior desde el dia en que la correspondencia que mantenia con un extraño se volvió tan indispensabe como lo era el comer o el dormir. Escribile se habia vuelto tán adictivo y necesario. Simplemente era una simbiosis de palabras y de pensamientos que mantenia con una persona ajena a mi. La razón? No lo sé, pero desde el dia en que habia encontrado su carta, oculta entre los ladrillos de un precioso mural, no pude resistir el impulso de buscar tinta y papel para darle darle palabras de aliento cuando a veces el mundo se volvia cruel y te quitaban las ganas de todo. Cada vez mas, el hombre se volvia mas cruel y despiadado. Mas déspota y materialista. Las nobles guerras que se llevan disputando desde que el hombre tenia uso de razon, ya no tienenhonor ni gloria, sino que simplemente estan repletas de sangre y de poder. El aristócrata, se volvia mas rico y el pobre se volvia más pobre. El hombre estaba cambiando para peor y no habia ni una sola persona en el mundo que fuera lo suficientemente capaz de alzar su voz en contra de la injusticia. Así veia el entorno que me rodeaba y me asqueaba profundamente.

Por fortuna, aquel dia descubrí que no estaba sola. Habia otra persona que pensaba igual que yo y que veia con el mismo horror la peligrosa direccion que el hombre estaba tomando. Muchas veces nos dabamos palabras de aliento y otras estallabamos en torrentes de palabras indignadas. Con el tiempo, la correspondencia se habia convertido en un vinculo fuerte y vital. El cariño se podía traspapelar en las palabras y poco a poco la temática de la conversación fue tomando un torrente mmas intimo, personal y altamente peligroso. El mundo paso a ser sustituido por el ¨yo ¨y pronto la curiosidad por saber sobre la historia privada de cada uno paso a ser el centro de atención. Cada noche, al terminar de leer sus cartas una loca pregunta daba vueltas a mi cabeza. Cómo era el?? Que aspecto tendria?? A juzgar por su caligrafia y su modo de expresarse parecía una persona bastante seria y que seria poco. Finalmente no lo pude resisitir mas y en nuestra ultima correspondencia le habia propuesto vernos cara a cara y para mi sorpresa el habia aceptado con una corta respuesta. Asi que en el momento le djé una corta nota diciendole el dia y el lugar. Le dije que me reconoceria por pelo largo y castaño claro y el ramo de margaritas que siempre compraba en la floristeria antes de pasar a tomar un aperitivo en la boulangerie. Mis manos no dejaban de tamborilear la mesita con nerviosismo y me mordia el labio inquieta mientras mis ojos no dejaban de moverse inquietos buscandole.