Annahel Beaumont

-NOMBRE DEL PERSONAJE: Annahel Goi Beaumont

-EDAD: Aparenta 21 años de edad, tiene 1090 años

-ESPECIE: Vampiro

-TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO: Clase alta

-ORIENTACIÓN SEXUAL: Asexual

-LUGAR DE ORIGEN: Escandinavia


-HABILIDAD/PODER: sanación acelerada, control mental, sentido del peligro

Con respecto a la estatura Mide 1.67 lo cuál la hace ser por debajo del promedio en cuanto a su raza vikinga respecta, su piel es dura al tacto, blanca, palida, ligeramente opaca como la de todos los vampiros razon por la que trata de usar un poco de maquillaje que sonroce sus mejillas evitando cualquier sospecha, sus diáfanos ojos son azul grises e inexpresivos para quien al pasar la mirase pues los años han endurecido el reflejo de esos ojos enmarcados por largas e inescrutables pestañas, su nariz es alargada y fina, sus labios son carnosos en la parte inferior y ligeramente rojos por lo cual resaltan bastante en su pálida tez; sus cabellos largos, rizados y de color castaño oscuro son. Posee una buena y equilibrada figura aunque resaltando un poco más las caderas. Una de las cosas que forman parte de su orgullo son sus dientes tan blancos como perlas que le hacen lucir una hermosa sonrisa (es bastante precavida al sonreir pues no se le olvida por un minuto el mantener sus colmillos ocultos utilizando su labio inferior como ayuda)

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Su vida se desarrollo en Escandinavia, ella formaba parte de un pueblo Vikingo y seguramente después de analizar un poco su forma de ser sería obvio que no encaja a la perfección con las costumbres de su pueblo, sin embargo hay que aclarar en este punto que ella nació para otra cosa en aquella sociedad. No podía ser considerada una mujer ordinaria como el resto, no se le podía ajustar a ser ama de casa ni amar a alguien, aunque por supuesto cuando llegase el momento, ella podía elegir a alguien para tener otra hija, así se conservaría el legado pues ella había sido seleccionada para ser el “Ángel de la Muerte” desde antes de su nacimiento. Su papel era importante en lo referente a los funerales vikingos, ella tenía que ser la responsable de todo el ritual y para eso la habían entrenado toda su vida aislándola de los demás niños; es por esa razón que en este punto surgió Elessar su amigo imaginario que nunca creció. Para su fortuna solo le había tocado presenciar hasta el momento los rituales, su madre era quién los realizaba mientras ella y su abuela se mantenían presentes.
-Abuela- Dijo un día Goi a la anciana de cabellos grises y ojos desgastados.-¿Tengo que matar a la esclava que acompañe al jefe que muera?- Era la primera vez que presenciaba el funeral de un jefe importante en el pueblo, poseedor de varios esclavos y hasta ese momento era ignorante de la parte de ese sacrificio, pues cuando un hombre moría se le quemaba con su esposa que ansiaba seguirlo al Valhalla, no obstante ¿una esclava? No tenía idea que también ella tuviese que morir. Su abuela se arrodillo con algo de trabajo y le dijo.
-No temas, ella será muy feliz, pues ha elegido seguir al Jefe Naëi en su viaje al Valhalla y de esa forma convertirse en su esposa. Todo es por amor a su amo y ella le transmitirá incluso el amor que el pueblo le tenía por medio de ella- Goi asintió al escucharla, parecía un bonito final para la esclava, pues debido a su amor por el amo había decidido morir junto a él y de esa forma ser ascendida al Valhalla. Al cumplir los 21 años su abuela murió y su madre fue la que estuvo presente organizando el ritual, sin embargo nadie fue con ella, recibió muchos honores como era de esperarse del pueblo (respetaban al Ángel de la Muerte y veneraban su trabajo en los rituales), pero su destino era estar sola. Su madre al terminar el ritual funerario se acerco a la joven diciendo.
-Una generación que se va, falta muy poco para que me releves en la misión que tenemos, tal vez podrías empezar buscando un hombre para preservar la labor.- y dicho esto se alejo de su hija para dirigirse a su choza. Goi sintió verdadero horror, las palabras de su madre le alteraron y ya casi sería hora de poner en práctica lo aprendido.
-Desearía que la abuela no hubiera muerto…- Se sentó cerca del mar admirando como la barca donde su abuela navegaba se iba quemando.
-Pero al fin podremos hacer algo en vez de observar.-Se hizo presente la esencia de Elessar quién lucía muy animado.
-Lo sé, pero…
-A veces eres aburrida.-Le interrumpió Elessar fingiendo un bostezo- Solo necesitas confiar en tu poder, después de todo eres el ángel de la muerte. –Sonrió al mencionar el título de Goi.
-Creo que tienes algo de razón, debo confiar en lo que soy y hacer las cosas por el bien de mi pueblo y mis dioses.- Ya comenzaba a agarrar confianza cuando de pronto Elessar dijo algo que inconscientemente había ignorado.
-Sí, no puedo esperar verte en acción, pero no me gusta la idea que tengas que preservar “la labor” yo pienso que ningún hombre por aquí te merece.- Torció la boca.
-No quiero tener una hija, no me siento preparada y es muy difícil que me sienta cómoda entre las personas, mucho menos entre los hombres, si tan solo pudiera hacer algo.-Quedaron un rato admirando el mar con algo de pesadumbre hasta que pudieron divisar un barco, al principio lejos, luego avanzando hasta que su pueblo se dio cuenta y salieron algunos hombres armados y listos. Ella no se movió, parecía interesada en esos barcos tan diferentes a los de su pueblo.
-Algo interesante pasara, eso pienso.- Expreso Elessar poniéndose de pie y estirando sus extremidades.- Ven vamos a ver como desembarcan.
Goi lo siguió a regañadientes y se amontono junto a la gente que revoloteaba curiosa; cuando la nave atracó empezaron a descender varios hombres que parecían inofensivos, traían consigo productos tales como telas, hierbas y especias; el líder de los mercaderes se acerco entonces y fue ahí que se dio cuenta de su facilidad para entender aquel idioma en el que hablaban los recién llegados, uno de ellos giro ligeramente la cabeza y la miro, a pesar de ser tímida no vacilo y le devolvió la mirada mientras Elessar la apoyaba a su lado con palabras como “No te dejes” “Intimídalo y que quite primero la mirada”, pero el chico hizo algo inesperado y sonrió, fue entonces que ella giro el rostro y se alejo a toda prisa “Pero ibas bien!” le reprochaba Elessar por quitarle su diversión, sin embargo ella lo ignoro y se fue a caminar un rato. No regresaría hasta tarde, seguramente no se quedarían mucho tiempo esos hombres. Aviso a su madre que llegaría tarde a la choza y camino, y camino.
Iba platicando con Elessar sobre alguna travesura que sería divertido gastarles a esos hombres cuando repentinamente el hombre que la había visto apareció frente a ella saliendo desde un arbusto no muy lejano. Las risas se detuvieron. Elessar se puso serio fulminándolo con la mirada aunque poco importaba, el forastero no podía verlo. El hombre habló en un idioma desconocido para Goi por lo cual ella le ignoro y siguió avanzando hasta que.
-hahaha disculpa, quería saber si podías hablar bien en ingles.- Al darse la vuelta ella vio al desconocido sonreír y se dio cuenta que su sonrisa era extraña, sus dientes eran muy largos y afilados. Ella no se asusto, sin embargo dijo.
-Tú haz probado la sangre de Odín, eres un guerrero con grandes honores, lamento no ser capaz de ofrecerte mi sangre para alimentarte, pero soy el Ángel de la muerte y necesito vivir. –El hombre ensancho su sonrisa y avanzo hacia ella lentamente mientras hablaba.
-Me dices que no tienes miedo con tu sola actitud y mirar, no quiero alimentarme y no soy el gran guerrero que piensas, pero antes de decirte mis intenciones has de saber que yo soy algo como un Ángel mortífero. –Posiciono su mano sobre la cadera de la joven quién aunque no se movió ni le ataco si quiso alejarse y eso lo sabía Elessar “No la toques! Ella no puede estar cerca de ti! Déjala” por un momento el hombre movió la cabeza hacia donde Elessar estaba, pero no veía nada y Goi tomo ese movimiento como si estuviera considerando algo. – No tienes nada más que decir?- Miro a Goi de repente.
-Que quieres de mi?-Pregunto la chica tratando de no mostrar debilidad y luchando con su timidez mirando en otra dirección, ahí no era capaz de ganarle a ese desconocido en la mirada.
-A ti, estoy tan solo…-El hombre se mordió la muñeca para sorpresa de Goi, cuando la sangre comenzaba a brotar le puso en los labios la sangre a Goi obligándola a beber. Elessar estaba tan horrorizado que no podía ni gritar. El hombre la mordió en la otra muñeca sin dejar de obligarla a beber. El resto… es historia…
El ángel de la muerte no regreso a casa y su madre que por fortuna seguía siendo joven se vio obligada a tener otra hija y aunque pudo enseñarle todo lo necesario a su nueva hija, partió al Valhalla cuando la chica tenía apenas 17 años. La hermana de Goi recibió el mismo nombre de Goi, nombre en honor a su hermana que según contaron las leyendas más tarde, se topo con uno de los guerreros de Odín que se la llevo junto a él al Valhalla…
Goi permaneció unos años al lado de James Beaumont, pero cuando tuvo los conocimientos necesarios sobre su situación de vampiro y sobre el idioma ingles, desapareció de su lado. Adopto múltiples nombres a lo largo de su vida y no fue hasta el año 1753 que adopto el nombre de Annahel Beaumont, pues James seguramente nunca sospecharía que ella utilizase su apellido después de todo lo acontecido, él creía que ella lo aborrecía; para la desgracia de Annahel, James se sentía atraído por su fase asexual pues la consideraba un reto, una cacería divertida. Annahel junto mucha riqueza a lo largo de todos sus años, con la cuál vive cómodamente en París (la fecha en que llego a la ciudad fue en su cumpleaños un 14 de Junio de 1788).

• Elessar su amigo imaginario.

Spoiler:

• A veces olvida que nadie puede ver a Elessar y se le escapan frases destinadas a él.
• Nunca ha trasformado a nadie en vampiro.
• Le gusta tocar el piano y el violín.
• Ver correr la sangre la desestresa.
• Tiene muy arraigado el sentido del honor.
• Odia decir mentiras, pero por sobrevivir no puede evitar vivir en una gran mentira.
• Le gusta leer.
• No le llama la atención el alcohol.
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