Aleera D'Angeli

Datos Básicos

-Nombre del Personaje: Aleera D'Angeli
-Edad: 4000 años
-Especie: Vampiresa
-Clase Social: Alta
-Orientación Sexual: Heterosexual
-Lugar de Origen: Italiana
-Habilidad/Poder: → AGILIDAD Y REFLEJOS SOBREHUMANOS: HABILIDAD PARA MOVERSE CON MÁS SOLTURA POR UN SITIO, UTILIZANDO BRAZOS Y PIERNAS REACCIONANDO MAS RÁPIDO QUE UN HUMANO NORMAL.

→ SENTIDOS AUMENTADOS: AUMENTO DE PERCEPCIÓN EN LOS SENTIDOS DE LA VISTA, EL OLFATO, EL GUSTO, EL TACTO Y LA AUDICIÓN.

→ ENCANDILAMIENTO: ESTA HABILIDAD HACE QUE CUALQUIER PERSONA SE SIENTA ATRAÍDA YA SEA FÍSICAMENTE O DE CUALQUIER OTRA MANERA A LA PERSONA POSEEDORA DEL PODER.

→ PERSUASIÓN: CAPACIDAD DE HACER QUE OTRAS PERSONAS REALICEN ACCIONES, SIN QUE ÉSTAS PUEDAN NEGARSE, MEDIANTE PALABRAS CON ENTONACIÓN IMPERATIVA, ES DECIR, ORDENÁNDOLAS.

→ INFRINGIR DOLOR POR MEDIO DE LA MENTE: CAPACIDAD QUE CONSISTE EN INFRINGIR DOLOR A UNA PERSONA, ESTO SOLO FUNCIONA POR MEDIO DE LA CONCENTRACIÓN MENTAL Y EL CONTACTO VISUAL.

Datos Físicos

Su piel es blanca como la leche, demasiado suave, tanto que invita a tocarla, el contraste perfecto son sus cabellos oscuros que caen en ondas por sus hombros y a su espalda.

La luz de su rostro se centra principalmente en sus ojos verdes, aquellos mismos que parecen cándidos la primer vez que los notas, sin embargo pueden ser tu peor pesadilla, sólo es cuestión de que ella se lo proponga.

Es delgada, no demasiado, alta y con una figura que se esconde entre las ropas, no por gusto, sino porque así debe de ser, sólo los privilegiados podrían ver y admirar un cuerpo como el de aquella mujer.

Sus brazos y piernas son delgadas al igual que sus manos, largas y finas, bastante diestras también.

Datos Psicológicos

Sensual, coqueta, divertida, es una mujer que sabe lo que tiene y por supuesto que también sabe como usarlo, no desperdicia lo que "la naturaleza" le otorgó, pues siempre ha sido muy ambiciosa y si para lograr sus metas debe hacer uso o abuso de sus encantos lo hará sin reparo alguno.

Por el contrario a lo dicho anteriormente también Aleera es una mujer discreta y paciente, no es de aquellas que actúa simplemente por impulso, siempre irá un paso adelante, es observadora, tenaz, fría y calculadora, es de aquellas mujeres que se consideran perfeccionistas y que odian que las cosas no salgan como ellas lo esperan, por eso mismo siempre hace las cosas por propia mano.

Es una mujer de clase, alguien que no se rebaja a los seres "inferiores" y que siempre verá a todos por encima del hombre, quizá a todos los ve como simples títeres de sus juegos, aquellos juguetes que puede usar y desechar a su antojo.

Es una mujer sádica, alguien que disfruta del dolor ajeno, que se regocija de ver como los demás suplican por piedad, que preferirían la muerte a seguir viviendo con la tormenta, es plenamente satisfactorio y ¿Por qué no decirlo? También es excitante.

Apasionada en todos los sentidos de la palabra, una mujer que a pesar de la frialdad que aparenta tiene fuego para incendiar a cualquiera y cumplir el más mínimo capricho, empezando por los de ella.

Su mente es retorcida y complicada sin embargo podrían llegar a entenderla si se pusieran a ver a la mujer y no a la dama que está siempre delante de todos.

Sabe comportarse como una señora cuando así se requiere, que es la mayoría del tiempo, todo cambia cuando está en la intimidad de su habitación.

Prepotente y arrogante, su posición social siempre le ha dado la facilidad de cumplir cada una de las cosas que deseé y no hace más que estirar la mano dejando en claro quien es ella.

Datos Históricos

Humana:

Nació en una familia donde la opulencia y riquezas eran lo que existían sin más, siempre tuvo lo que quiso, era la típica niña mimada que con sólo un par de caras conseguía todo de sus padres.

Había sido la única hija de la familia D'Angeli y eso le hacía sentir que el suelo que pisaba simplemente no la merecía.

Ofendía a sus sirvientes y hacía lo imposible porque sus padres les regañaran o terminaran por correrlos, eso hacía que la sonrisa en los labios de la pequeña Aleera se ensanchara, era un demonio con rostro angelical.

A la edad de doce años había ocurrido la peor desgracia que le pudiera suceder a una niña, la habían hecho presenciar la muerte de sus propios padres y a pesar de que ella pensaba que no tenía sentimientos, esa vez lloró, lloró como nunca antes, pero había corrido con "suerte", el vampiro que había matado a sus padres se había enamorado de ella, eso la mantuvo con vida.

Vivió con el hombre por seis años, ella sabía que la pretendía, pero simplemente era una niña, alguien que con su pureza no podía servirle para absolutamente nada, sin embargo el tiempo no perdona y pasaba, pasó hasta el grado de convertirla en una mujer, una que había cautivado a un hombre al grado de que la quería para él.

Aleera no se había enamorado de él, le guardaba rencor, odio, sentía cosas que nadie más había despertado en ella y era porque él había matado a sus padres, una noche cuando Aleera ya reposaba en su habitación, el vampiro se coló a esta y antes de que ella pudiera reaccionar lo tuvo encima de su cuerpo, no sabía que ocurría, se movía, la besaba, le mordía los labios y ella lo único que podía hacer era llorar, suplicar porque se detuviera, pero no pasó. Su ropa terminó hecha jirones en el piso mientras que los golpes no se hacían esperar marcando su piel, dejando huellas de que la acababa de poseer, se acababa de robar su virtud sin remordimiento alguno, después de eso sólo salió de la habitación mientras ella se cubría con las sábanas, había sido violada.

Después de cuatro años de abusos, de torturas y de sexo salvaje, ella logró acostumbrarse a todo eso, ya sabía exactamente lo que le gustaba a él y de alguna manera también empezó a agradarle a ella, se había enamorado de su violador personal.

Las relaciones sexuales se hacían cada vez más intensas pero ahora ella ya no se sentía sobajada como la primer vez, por el contrario, lo disfrutaba, lo anhelaba, buscaba la manera de provocar que él le golpeara que le enseñara y que la poseyera de formas inimaginables. Así pasaron seis años.

A los treinta...

Vampiresa:

Eso pasó a la edad de treinta años, la habían convertido en vampiresa, una chica de la noche, el error más grande de aquél hombre, pero el que necesitaba para poder hacer lo que tanto había deseado noche con noche.

Lo había odiado toda su vida, también lo había amado y a pesar de que la había enseñado a disfrutar de todo cuanto tuviera a su alcance lo mató sin remordimientos, lo quemó hasta que no quedara absolutamente nada de él, rió y lloró, al fin, después de tanto esperar de tanto estudiar los movimientos de aquél hombre había localizado el punto débil que guardaba en su interior.

Después de eso se dedicó a andar de un lado a otro, simplemente disfrutaba de lo que la vida le daba o ella tomaba lo que quería de esta.

Conoce hombres a diestra y siniestra disfruta de conquistarlos, seducirlos, hacerlos suyos, tal vez alimentarse de ellos y luego si no le causaron buena impresión simplemente los mata, ¿Para que los querría vivos?

Estuvo trabajando en algunos burdeles como "chica especial" no dejaba que vieran su rostro pues usaba un antifaz y no dejaba que nadie se lo quitara, la única condición que había para con ella, era eso, dejar el antifaz en su lugar y ella les daría lo que quisieran, lo que no encontraban en casa ella podría brindarlo sin ningún problema, había aprendido demasiado de aquél hombre y ahora lo empleaba para seducir a quien quisiera.

Cuando alguien regresaba más de tres veces a verle entonces era tiempo de acabar con ellos, no quería a nadie que estuviera obsesionado con ella o que le estuviera mermando la existencia.

Su vida se había rodeado de excesos, en todos los sentidos, los disfrutaba, al final a ella nada le pasaba, pero caer en la tentación y hacer que los demás cayeran era su juego más divertido.

Tenía el dinero suficiente como para darse la vida que merecía, todos los hombres para ella eran juguetes, simples juguetes que al pasar de moda se desechan, ella había sido usada por uno y ahora se los devolvía, haría lo que fuera necesario para poder sentirse tranquila algún día, aunque sabe bien que ese tormento seguirá todos los malditos días de su vida.

Hace seis años conoció a un hombre, alguien que podía haberle cambiado la vida, uno que con su inocencia y candidez hacia que Aleera sintiera cosas extrañas, verle como es todo un caballero, uno de esos que hacía mucho ya no existe, cosas que había pensado olvidadas, sin embargo ahí estaban, las ocultaba bastante bien, después de todo era su prometido, había dicho que no haría nada para mancillar el nombre del caballero, pero su sorpresa había sido mayúscula cuando él sólo se había dedicado a ensuciarlo, no era la blanca paloma que mostraba delante de los demás y eso la... Erizaba, ella se había fijado en alguien casto, quizá inocente y lo que estaba detrás era un lobo, tan perverso como ella.

La había cautivado, pero Aleera no era de las que se entrega al cien aunque así lo aparente, siempre usa todo aquello que esté a su alcance para poder satisfacerse así misma, sólo que en esta ocasión también sus secretos se habían escapado de sus labios para irse a resguardar en la memoria del joven, él también le había contado sus más oscuros secretos y ella lo había traicionado, uno por propia satisfacción, otra para poder estar un poco más segura de que su vida estaba más segura, quería verlo humillado, derrotado, tal como no era Alekshandro, había hecho aquello sólo por capricho, porque le pareció divertido, había denunciado a ese hombre ante la iglesia para que fuera condenado y ella... Ella se marchó.

Datos Extra

-Tiene un anillo de oro, es de compromiso, se lo dio el vampiro justo después de convertirla para pedirle matrimonio, lo guarda para seguirse riendo de él.
-Guarda un dije que era de su madre, un regalo que le dio su padre cuando concibió a la pequeña Aleera.
-Nadie conoce de su vida, de su pasado, de su presente, así que más vale que disfrutes del momento que puedas vivir con ella, por excepción... Alekshandro del Piero es el único.
-Tiene una marca que le hizo Alek en venganza, a ella le causa gracia aunque después de eso no deja que nadie mire esa parte de su cuerpo o acaricie.
-Tiene en su posesión la daga con la que la lastimó, pues no está segura de que no la vuelva a usar.