Daniell Molloy

-Nombre del Personaje: Daniell Molloy
-Edad:32
-Especie: Humano
-Tipo, Clase Social o Cargo: Alta (Propietario)
-Orientación Sexual: Bisexual
-Lugar de Origen:Colonias Inglesas en Norte América.

Mide 1,75 aproximadamente, es de contextura delgada lo que lo hace parecer algo frágil mas no lo es, si no que es bastante ágil. Camina con una postura erguida y de buen porte, pero no altanera, siempre atento a lo que pasa a su alrededor; sus piernas, a pesar de ser largas, no lo quitan en gracia, ya que le ayudan a moverse con una elegancia sutil. Su cabello es de un color castaño más bien claro, lo lleva corto y peinado a un costado; su tez blanca contrasta muy bien con sus ojos, a los cuales considera su rasgo más llamativo, ya que son violetas profundos e inquietos. Su boca es algo alargada pero no desencaja con el resto de su rostro anguloso y de mandíbula fuerte. La nariz que posee no es nada fuera de lo común, tiene un tamaño promedio al igual que su forma, solo es algo más de su rostro que no llama la atención pero que tampoco lo descompensa. Posee dedos delgados, muy hábiles con la pluma.

Tiene una personalidad inquita y curiosa, siempre está en busca de algo nuevo que le llame la atención, algo que lo entretenga. Aun así se aburre fácil, suele perder el interés al poco tiempo o deja de importarle y lo abandona, esto le sucede tanto con un objeto como con una persona, las únicas cosas que hasta ahora no puede dejar son dos, la escritura y la Idea de inmortalidad que Louis deja en el luego de la entrevista, esta es tan persistente y fascinante que cambia por completo su forma de ver la vida e incluso de vivir. Luego de hablar con el vampiro Louis se obsesiona con encontrar a Lestat, lo que lo transforma en un nómade, yendo de ciudad en ciudad para localizarlo. Toda su rutina desaparece al igual que sus costumbres; duerme en cualquier posada que encuentra en el camino, se olvida de las comodidades de la vida ostentosa y principalmente de la vida social. Se vuelve retraído y hostil con los demás, comienza beber y trasnochar, no le interesa la compañía de nadie, ni de mujeres, ni de hombres, prefiere estar solo recorriendo el camino en busca de la fuerte de la vida eterna.

Fue criado como un chico normal, su familia no tenia demasiados ingresos pero aun así pudieron pagarle los estudios tanto primarios y secundarios como los universitarios, a los 18 años entro a la facultad de letras, donde descubrió su fascinación por la literatura (cultivada desde niño) y por la escritura, a la cual recurrió varias veces para conseguir dinero de forma relativamente sencilla haciendo notas en algunos diarios locales o anuncios particulares.
Luego de varios años de estudio decide irse de su hogar para conocer un poco más de la vida y es ahí donde todo comienza, en un bar de mala muerte una noche cualquiera en Nueva Orleans.
Había estado vagando por la ciudad francesa de grandes y ostentosas moradas clásicas desde antes del atardecer, no hacía mucho había llegado allí pero ya estaba bastante aburrido de todo….mas esa oscura noche de luna brillante decidió entrar a una taberna, donde solo se podían encontrar borrachos deprimidos o….joyas extrañas ocultas en las tinieblas. Y esa suerte…o tal vez esa desgracia le ocurrió a él, un hombre de atrayentes ojos verdes con los cabellos negros atados con un lazo llamó su atención. Había algo en el que no era humano…algo mas…algo casi sobrenatural. Tal vez el brillo de su tez blanca al rebotar en ella la luz de las velas… o la intensidad de sus ojos...no lo sabía pero debía hablar con él. Primero no dijo mucho solo que hacía poco se había graduado y que ahora buscaba trabajo en aquella ciudad…que le había encantado. El caballero a su lado parecía retraído en su propia mente….como queriendo olvidar algo, así que se le ocurrió decir que era periodista…o más bien intentaba serlo…aunque casi con 22 años eso se le hacía difícil, estas palabras llamaron la atención del hombre, el cual inmediatamente se volteo a verlo diciendo su nombre con una voz susurrante….inhumana:- Soy Louis…- Daniel sintió que el aire le faltaba y no pudo responder inmediatamente…esos ojos verdes parecieron revisar cada rincón de su mente en un segundo y ahí supo que quería entrevistarlo….sabia, de algún modo, que en el encontraría la historia que tanto buscaba….una que lo fascine…que no lo aburra….sin titubear se lo pidió, le rogó que lo dejara entrevistarlo y sin oponer resistencia Louis acepto. Se levantaron de la mesa, el joven había insistido en ir a un lugar más privado. Así lo hicieron; salieron del bar sin llamar la atención para ir a una posada cercana donde pidieron una habitación alejada del resto….donde la vida y las creencias de Daniell darían un giro inesperado y trágico….
A la mañana siguiente el sol sobre su rostro lo despierta…tardo un tiempo en recordar todo lo de esa noche…pero de lo que estaba seguro era que algo había pasado. Le habían contado cosas que nunca pensó que serian reales…cosas que aparecían en los cuentos de miedo y en los infantiles. Se levanto repentinamente tocando su cuello…si allí estaban, dos marcas…dos heridas de colmillos sobre su piel blanca….y sangre seca alrededor de ellas…..lo había pedido había pedido el don de la inmortalidad….pero no, no se lo había dado….Louis se había negado….le dijo que eso no es algo que realmente deseara…que solo era la ilusión o la fascinación de vivir para siempre, porque en realidad solo era una maldición. Daniell comprueba esa verdad al ser mordido por Louis, quien solo extrae de él unas cuentas gotas de sangre. Aun tenía toda la información…sabia todo y podía encontrar a Lestat…sabía que podía.
Desde ese momento paso días y noches buscando a Lestat, algún rastro de este vampiro rubio, nada aprecia, ni una pista… pero algo o alguien lo encontró a él. El joven Daniell había llamado la atención de otro inmortal, de uno que no se mostraba si no que lo seguía de las sombras, siempre dos pasos detrás de él; a veces no estaba seguro si realmente estaba ahí o si era su imaginación….empezó a sentirse perseguido, paranoico…salía de día e intentaba volver temprano a su habitación donde pasaba la noche despierto analizando las palabras de Louis aun que sentía que lo observaban desde fuera….o desde adentro de su propio cuarto…estaba seguro que algo o alguien estaba allí junto a él, mas de una vez se daba vuelta en la penumbra de la vela buscando a quien lo acompañaba a escondidas. Así fue por cuatro largos años…hasta que una noche mientras cenaba en un bar pequeño fue abordado por un joven de unos 17 años….no... Esa mirada no era la de un adolescente…esa piel sin poros y esos cabellos rojizos….parecía un pequeño ángel de los cuadros, con una sonrisa inocente y ojos inquisidores que se presento ante el cómo Armand. Esa noche empezó una relación de encuentros fortuitos a mitad de la las horas oscuras. El vampiro Armand aparecía en su cuarto para llevarlo al teatro o la opera…otras veces vagaban por la ciudad hasta el amanecer sin rumbo alguno, Daniel odiaba ser despertado todas las noches y eso lo estaba deteriorando poco a poco…pero en una de sus salidas Armand le propuso vivir juntos y que se haría cargo de los ingresos que había obtenido Daniel del libro que escribió baja un seudónimo , ya no necesitaría trabajar más ni preocuparse por nada…solo debía quedarse con él y así lo hizo el escritor; decidió hacerle compañía adaptando su vida a el ciclo de Armand, es decir, el también dormía de día..Solo se despertaba unas pocas horas para comer…pero luego volvía a encerrarse en su cuarto para esperar la noche….y no salía de allí si no hasta que el vampiro golpeaba su puerta. Algunas noches Daniel recibía pequeñas dosis de la sangre inmortal y por esos breves segundos podía sentir una red que unía a todos los inmortales…adoraba esa sangre que calentaba su garganta y estremecía su cuerpo, no había placer tan exquisito como ese que le proporcionaba su “amante inmortal”.
Empezaron una relación de “amantes secretos” en la cual Daniel recibía cada cosa que le gustaba o deseaba…menos el “don oscuro”….cada vez que lo pedía o hacía alusión a él Armand enfurecía, se gritaban, peleaban y casi siempre el pelirrojo desaparecía por unos días, hasta que volvía a tocar la puerta de Daniel para abrazarlo y decirle que él no entendía lo que pedía…no sabía lo era estar muerto….lo que era no cambiar nunca…no crecer….Así paso por unos 6 años más, pero Daniel se estaba cansando ya no hablaban, ni siquiera discutían…por lo que una tarde se fue….tomó todo el dinero que pudo , una valija con ropa y el collar con la sangre de Armand…colgado de su cuello…este le había dicho que mientras lleve eso puesto ningún otro vampiro se atrevería a hacerle daño.
Solo con esas cosas abandono a Armand, planeaba hacerlo solo por un tiempo como ya lo había hecho antes, irse unos días como mucho una semana o o dos…pero esta veza duro mas, mucho mas…aún ahora sigue lejos de Armand casi sin dinero y manteniéndose a alcohol pensado que su vampiro lo vendrá a buscar en el momento justo; mas de una vez se tentó de romper el pequeño frasco con la sangre para poder saborearla como antes. Mas no lo hacía…sabia que el ángel de los cuadros vendría por el sin juzgarle ni castigarle…

es una persona con una salud mental algo débil suele descompensarse fácilmente pero con la misma facilidad vuelve a la normalidad. Le encanta la escritura y la literatura. Esta obsesionado con obtener la inmortalidad y le interesan muy poco lo material.
Detesta ser molestado cuando escribe o que le nieguen las cosas, no suele tolerar un NO de respuesta e es muy insistente para conseguir un sí.