Cabo primero A. Clodión

Aloisio Clodión (codename: GUADALUPE)
Fantasma ( Edad al morir: 30 años) (han pasado diez años desde entonces)
Nacido en Nantes, clase Media, de orientación Heterosexual
Habilidades: Aparición/Invisibilidad, Ilusión, Teletransportación, Telequinesis, Permanencia, Corporeidad, Posesión.
Apariencia:

Spoiler:

Descripción Psicológica:
Su psicología queda bien enmarcada dentro del código de honor de la Légion étrangère:

Legionario, eres un voluntario sirviendo a Francia con honor y fidelidad. Cada legionario es tu compañero de armas, cualquiera que sea su nacionalidad, su raza o su religión. Lo demostrarás siempre en la estrecha solidaridad que debe unir a los miembros de una misma familia. Respetuoso de las tradiciones, subordinado a tus jefes, la disciplina y el compañerismo son tu fuerza; el valor y la honradez tus virtudes. Orgulloso de tu estado de legionario, lo demuestras en tu uniforme siempre elegante, tu comportamiento siempre digno pero modesto, tu cuartel siempre limpio. Soldado de élite, te entrenas con rigor. Tu misión es sagrada y la ejecutas hasta el final; mantienes el respeto de las leyes, costumbres de la guerra y convenciones internacionales, si fuera necesario hasta perder la vida. Vas al combate sin pasión y sin odio, respetas a los enemigos derrotados, no abandonas nunca a tus muertos, ni tus heridos, ni tus armas.

HISTORIA:
“Lu” como le apodan sus amigos se sabe granjear la amistad de cuantos le conocen. Eso no le impide ser uno de los más laboriosos entre los soldados de la Légion Etrangère, sus superiores le tienen el alta estima por considerarlo serio y confiable.
Heredó su pasión por el mar de su padre, también marino. Este se llevó al joven Lu al mar con él, a los 10 años, navegando desde Londres hasta Boston en un navío llamado el “Winward”. Al ir haciéndose mayor siguó trabajando en la marina mercante, recorriendo el mundo y adquiriendo una reputación de marinero fiable y sensato. Se unío a los legionarios en una misión que requería embarcarse en alta mar, en calidad de experto sin sospechar ni por un segundo que sufriría con el capitán y su tripulación una serie de adversidades que llevarían a su naufragio y perdida en 1789.
Sólo que de esta tragedia poca memoria guarda Clodión al igual que el resto de la tripulación del Alert, ignoran lo que ocurrió con ellos. Al menos una parte de sus recuerdos los ha olvidado por una buena razón. Son imágenes violentas de sus campañas en áfrica, donde el tráfico de seres humanos – tanto negros como caucásicos, o de cualquier otra raza – era el mejor de los negocios. Y para poder mantenerlo corriendo era necesario instaurar el imperio por las armas. No hace mucho aún había permiso de Corso para los mercenarios como Clodión y su padre antes que él. Sangre pirata llevaba en las venas este legionario por lo que recordar era un camino escabroso que recorrer, casi tan incierto como esta penumbra en que viniera a despertar. ¿Será esto lo que siente un pequeño dentro del vientre? Lu permanece tranquilo mientras se acercan a “despertarlo”. Son ellos, los hermanos legionarios. ¿Dónde estamos? Pregunta Lu, pero nadie responde. No hablan, más bien hacen gestos. Se impone la prudencia entre ellos. ¿Qué es esta caverna? Se preguntan unos a otros los fantasmas. Y todos como un solo cuerpo se congregan junto a la misteriosa pira ante la cual espera el aún más enigmático capitán Harry Merkel.
- ¡Guadalupe! - Dice reconociendo a Cloudión, pues el mismo me reclutó en esa Isla, después de someterme a arduas pruebas. - Me alegra que estés entre nosotros.
Otro soldado se acerca a Merkel como queriendo preguntar algo, mas el capitán le intercepta de inmediato con otra pregunta: - ¿Me conoce usted, Martinica? A lo que el joven responde que si.
- No, no me conoce. Olvidará mi nombre. Todos lo harán. Se referirán a mí como Sto.Domingo. Y todos se conocerán solo por su nombre clave. Por lo que sé podríamos ser prisioneros... podrían nuestros enemigos estar escuchándonos en este momento…