La legión fantasma

Jeannes Howard (codename: DOMINIKA)

Fantasma ( Edad al morir: 18 años) (han pasado diez años desde entonces)
Nacido en U.S.A, clase Media, de orientación Heterosexual
Habilidades: Aparición/Invisibilidad, Ilusión, Teletransportación, Telequinesis, Permanencia, Corporeidad, Posesión.

Apariencia:

Spoiler:

Descripción Psicológica:
Soldado de élite, te entrenas con rigor. La misión que le es asignada es suprema ley que debe ser ejecutada hasta el final; en el respeto de las leyes y costumbres de la, si fuera necesario hasta perder la vida. Howard es un guerrero que va al combate sin pasión y sin odio. Es aquel que no abandona nunca a sus muertos, ni sus heridos, ni sus armas. Respetará siempre a los enemigos derrotados. “Legionario, eres un voluntario sirviendo a Francia con honor y fidelidad”- le dijeron y para el es palabra sagrada. Cada legionario es su hermano y compañero de armas, cualquiera que sea su nacionalidad, su raza o su religión. Respetuoso de las tradiciones y subordinado a tus superiores jerárquicos, enarbolando el estandarte del valor y la honradez en la batalla. Orgulloso de su estado de legionario, elegante modesto y limpio. Es en suma un fiel defensor del código que rige la vida de la Légion Etrangère.

HISTORIA:

Desde muy joven, se destacó como un recluta duro y sin piedad. Sus padres dedicados a la industria lo dejaron en manos del ejercito que lo aprovechó muy bien en otro negocio que es la trata de personas, ESCLAVOS calculados aproximada en unos 7 millones a los que habría que añadir un 25% de muertos durante las capturas y otro 25% durante el viaje por el Atlántico.32 Hay que incluir que hasta el 10% de los esclavos que trabajaban en plantaciones, minas y otros oficios morían cada año por las malas condiciones de vida y abusos laborales 96 000 Tan solo del imperio francés, exportados de sus colonias africanas durante del siglo pasado, 575 000 provenientes de la isla de Santa Lucia, y otras colónias del Caribe. más no se puede culpar al joven de ser inhumano cuando la creencia de la época era que la utilidad de los animales domesticados y la de los esclavos son poco más o menos del mismo género. Unos y otros nos ayudan con el auxilio de sus fuerzas corporales a satisfacer las necesidades de nuestra existencia. La naturaleza misma lo quiere así, puesto que hace los cuerpos de los hombres libres diferentes de los de los esclavos, dando a éstos el vigor necesario para las obras penosas de la sociedad, y haciendo, por lo contrario, a los primeros incapaces de doblar su erguido cuerpo para dedicarse a trabajos duros, y destinándolos solamente a las funciones de la vida civil, repartida para ellos entre las ocupaciones de la guerra y las de la paz. En aquella época parece evidente que los unos son naturalmente libres y los otros naturalmente esclavos; y que para estos últimos es la esclavitud tan útil como justa. Más justo le parecía aún a Mr. Howard el pillaje que hacía la Légion Etrangère en las costas Europeas y sobre todo las Españolas, asesinando a los hombres y robándose a las mujeres para venderlas luego como esclavas a los árabes. Así les pagaban a los esclavistas convirtiéndolos precisamente en escalvos de otros señores igualmente déspotas. O tal vez peores.
Era una dulce ironía que vendría a ser depuesta por una oscuridad repentina. Como si de pronto se apagara a la luz para Jeannes. Despertó en un cuarto oscuro, otro de sus hermanos de andanzas; Hubert Perkins, viejo amigo suyo, fue quien le despertó con el mayor sigilo posible y le condujo, valiendose apenas de gestos y murmullos ante el Capitan Merkel.