Sensaciones

por **Cadami Fioretello** Vie Mar 08, 2013 10:24 pm

No recordaba que me había llevado a ese lugar, ni como es que llegue.Dicen que todos los caminos llevan a Roma, así que quizás ese lugar tuviese respuestas que no sabia necesitaba.

Observe el espejo que se encontraba frente a mi.
Alguna vez en alguno de mis caprichos como humana había insistido en tomar lecciones con gitanos acrobatas, y aunque el gusto no me duro demasiado, aun recordaba algunas cosas.
Me saque el vestido ligero de verano y quede en camisola, estirando las piernas a modo de calentamiento.

Era extraño pero después de un siglo ya no añoraba el ser humana, quizás fui creada para ser vampiresa desde el inicio de mi existencia, puesto que poseía en mi complexión una delicadeza que ni la transformación había podido borrar. La ventaja ahora es que ya no poseía la fragilidad humana.Di una pirueta en el aire y luego un salto.

Tuve una fuerte caída, que en cualquier ser vulnerable hubiese causado una muerte inminente, sin embargo yo ni siquiera sentí dolor.

Masajee mi cuello mas por costumbre que por necesidad, y después temí el hecho de que si no sentía pesar, quizás tampoco podía sentir placer, contemple mi reflejo por lo que pudieron haber sido horas o quizás tan solo segundos.

por **Aleera D'Angeli** Vie Mar 08, 2013 11:24 pm

La última vez que se había parado en un teatro no se había arrepentido, quizá de nuevo podría pasar algo similar, aunque esta vez esperaba que no tuviera que huir de alguien, follar con otro, podía hacer muchas más cosas, seguro que sí, pero nunca encontraba nada que la distrajera demasiado, siempre se sentía aburrida, encerrada, como si lo que hubiera en su vida no la llenara, y es que en verdad eso pasaba, hacía demasiado tiempo que no recordaba lo que era estar feliz, lo que se sentía ser amada, que alguien se preocupara por ti... Tenía un amigo que estaba intentando hacerlo, pero para ser sinceros, Aleera tenía miedo, mucho miedo de que se encariñara con alguien y también le hiciera daño y eso le daba mucho más miedo, que estuviera comenzando a necesitar la maldita atención sincera y no aquella que sólo quería abrirle las piernas.

Entró al teatro de los vampiros y comenzó a ver todo, los cuadros, los candelabros, las cortinas, los adornos, absolutamente todo, todo era diferente a lo que se podía encontrar en un lugar humano, incluso la calidez, la complicidad de que tienes un secreto en las manos, sonrió para sí mientras caminaba por los largos pasillos y terminó por entrar a una sala, aquella parecía vacía, no había demasiada luz, sólo unos cuantos rayos se empezaban a colar por las cortinas.

Se podía percibir movimiento y un ligero aroma, era una mezcla que le parecía demasiado familiar, comenzó a caminar hasta que estuvo casi cerca del escenario, miró hacia arriba y escuchó como fue que la mujer caía, Aleera sonrió negando con la cabeza -Te falta un poco de práctica- murmuró dando un salto hacia la tarima y observó a la... ¿Niña? Eso era lo que parecía -¿Actúas aquí?- preguntó con detenimiento mirando a la chica.

por **Cadami Fioretello** Sáb Mar 09, 2013 5:43 pm

Inhale bruscamente cuando note que había alguien mas en la habitación, una vampiresa de rostro exótico me observaba, sus palabras me hicieron sentir de forma extraña. Era cierto que me faltaba practica, y sin embargo me sentí halagada de que pudiese pensar que yo trabajaba allí.

Tímidamente negué con la cabeza.

-No señora, yo solo llegue aquí por coincidencia, aunque he de admitir que me gustaría trabajar aquí...-

En verdad estaba avergonzada porque había estado desnuda observándome frente a un espejo, quien sabe que era lo que la vampiresa podía llegar a pensar de mi.

-Soy Cadami Fioretello-

Dije distraidamente mientras intentaba cubrirme con mi vestido, estaba comenzando a molestarme el hecho de sentirme tan vulnerable.

-Espero no importunarla, pero quisiera pedirle que se de la vuelta mientras me coloco mi vestido-

No quise ser grosera, la presencia de esta vampiresa no me molestaba, solo que las condiciones en las que me habia encontrado si lo hacian.

-¿Usted trabaja aqui señorita...?-

Note que no habia preguntado su nombre asi que espere a que ella rellenara el hueco

por **Aleera D'Angeli** Sáb Mar 16, 2013 10:11 pm

Parecía que la muñequita se había espantado con sólo verme, aparentaba muy poca edad pero por lo que podía inferir a través de los años no era así, seguro que ya llevaba un par más sobre la tierra así que simplemente me dí la vuelta cuando ella lo pidió, no es que fuera cortés o algo por el estilo, pero suponía que tenía que respetar su privacidad, quizá por el día de hoy estaría tranquila o al menos intentaría no atormentar a nadie... Sonreí mientras miraba las cortinas pender por un tubo medio oxidado, el terciopelo parecía que tenía varios días sin desempolvar, de pronto la mente de Aleera ya estaba muy lejos de lo que era el teatro, era su manera de escapar hasta que se recordó que seguía ahí y que tenía a una "invitada".

-No, no trabajo aquí señorita, vine a ver una obra de teatro o saber que podía llegar a encontrarme en el sitio, es la primer vez que lo visito, y había despertado en mí un ligero interés- contestó con toda la tranquilidad, suponía que ya podía voltear, así que lo hizo, creía que sus divagaciones le habían dejado el tiempo suficiente a la niña como para poder vestirse.

-Aleera D'Angeli, un gusto- ladeó la cabeza mientras sonreía de lado, igualmente -¿Es italiana?- Aleera había decidido que en ese momento sería italiana, y había vivido varios años en ese sitio por lo que preguntaba quizá conociera a su familia, aunque no le importaba mucho ser reconocida, excepto por un desgraciado, que no se le olvidara su cara, ni sus ojos, ni nada de ella, no lo dejaría y ya lo había marcado, de forma tan literal que la hizo que su sonrisa creciera en sus labios.

-¿Por qué no intenta entrar a trabajar aquí? Es cierto que le falta un poco de práctica pero seguramente que podría ser la mejor si se lo propone- dijo la mujer, a ella le gustaba siempre ponerse retos y demostrar que no había nadie mejor que ella haciendo cualquier cosa que a Aleera le llamara la atención -Observe...- Aleera se quitó los zapatos y el abrigo moviendo sus hombros en círculos y terminó dando una pirueta en el aire para caer casi del otro lado del escenario de pie sin que siquiera se trastrabillara su equilibrio, terminó haciendo una reverencia -Se llama perseverancia- la vampiresa lo había aprendido y no precisamente con clases de teatro y seguro que a la chiquilla no le interesaba saber de donde había adquirido su destreza.

por **Cadami Fioretello** Dom Mar 17, 2013 5:33 pm

Sonrei cuando se presento, me gustaba su nombre,y asenti ante su observacion, ese lugar era algo nuevo para ambas.

- No señorita Aleera, soy francesa, pero mi abuelo era italiano.-

Suspire,no estaba segura de los datos que proporcionaba, puesto que esa parte de mi mente estaba un poco atrofiada en el area de los recuerdos humanos,

- En verdad no habia pensado trabajar aqui, seguro que seria divertido, ctoda esa gente mirandote y aplaudiendo..-

Comenze a tener flashes de mi vida humana, en el circo, recordaba como reia y era autenticamente feliz.... pero los recuerdos se fueron tan rapido como llegaron, y de vuelta en la realidad alcanze a ver como la mujer efectuaba una voltereta, al terminar dio una reverencia y yo rei y aplaudi encantada.

-Eso ha sido digno de acrobatas de occidente, ambas deberiamos montar un espectaculo, seguro que podriamoscompetir con gitanos.-

En verdad no esperaba que considerase mi propuesta, pero sin duda valia la pena hacer la oferta

por **Aleera D'Angeli** Dom Mar 17, 2013 10:17 pm

Al parecer a la mujercita se le había iluminado la mirada mientras Aleera hacía maniobras en el aire, si ella supiera todo lo que la vampiresa sabía hacer seguro que se quedaba con la boca abierta, pero no, la niña no era de su tipo y tampoco podía comenzar a debilitarse de nuevo, ya alguna vez lo había hecho y se había jurado así misma que nadie más andaría cerca de poder sacar a una Aleera buena gente, esa se había quedado enterrada en el mismo momento en el que una maldita daga era clavada en su trasero dejando una marca imborrable.

-¿Con gitanos? Vaya, no lo había pensado, pero seguro que nosotras tenemos mucha más categoría, querida, sólo que parece que yo podría dedicarme a esto, tengo negocios en París que me impedirían por completo esto, pero si quieres puedes ir a mi casa y vemos que hacemos para que practiques- de nuevo, ahí estaba de nuevo ablandándose -Pero no sé, deja veo que días tengo libres para que no des vuelta en vano- prefería pensar las cosas,creer que era porque tenía una careta perfecta de una mujer de sociedad, de toda una dama que sólo era recatada, de una señora respetable, aunque quizá si era buena, Alekshandro le creyera que había cambiado... Podía ser.

El maldito móvil que ahora le rondaba la cabeza le estaba haciendo que su sonrisa se curvara ahora en una maldita mueca de odio pero se contuvo -¿Aceptas mi ayuda?- preguntó acercándose a ella de nuevo mientras se calzaba de nueva cuenta.

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