El Mercenario oculto de Dios

por **Cesare Borgia** Dom Mar 24, 2013 3:42 pm

Cesare Cattanei Mercer

No es excusable ser malvado pero hay cierto merito en reconocer que uno lo es.

Datos del Personaje

Nombre:

Cesare “Cesar” Mercer

Cumpleaños:

15 Abril 1772

Edad:

28 años

Raza:

Humano

Rango:

Cardenal

Sexualidad:

Heterosexual

Clase Social

Clase Burgués “Clase Alta”

Nacionalidad

Italiano

Ocupación

Mano Derecha de Dios

Datos de Interés

█ "El Peligro llama y es tu mayor excitación"

~Gustos~
-La lectura su mayor fuerte
-El ajedrez mantiene su mente actia
-La esgrima lo mantiene alerta y en forma
-La música su mayor estimulación (violin y piano)
-Los días lluviosos excelentes para caminatas o cabalgar por bosques y prados.

~Disgustos~
-La imperfección es algo que no se puede tolerar
-La desobediencia un gran disgusto y problema
-La imprudencia, no saber coordinar mente, cuerpo y espíritu.

~Posesiones~
-Una espada doble filo, regalo de su padrastro.
-Una daga que oculta entre sus vestiduras
-Una cruz de plata que cuelga de su cuello, contiene la sangre de varios nocturnos
-Un anillo de oro y rubies (cardenalicio)
-Un relicario con u mecho de cabello de su gran amor prohibido.

~Secretos~
-Su gran amor
-Conoce el mundo oculto de seres sobrenaturales
-Su pasion por las armas y las guerras

~Miedos~
-Perder a su amor
-Perderse el mismo.

Visión del Mercenario de Dios

█ "La Hipocresía lo definiría mejor, El Poder serian su mayor tesoro, La Espada su mano diestra y La Lujuria sus labios, sus ojos el cielo te pueden mostrar y sus manos un infierno de pecados de carne y alma"

Soy el elegido de Dios para cumplir sus propositos en la tierra, soy el encargado de liberar a la iglesia de su nido de corrupción y pecados ¡Que soy un falso! JAMÁS, solo soy un velador de la casa de Nuestro Señor aunque para lograr tenga que matar, solo hay que saber jugar las cartas en beneficio de uno, y esta partida de ajedrez el Todopoderoso esta de mi lado así que o que hago esta basado en su palabra que predico.

¡Ambicioso! Si, puede ser, siempre quiero más para La Santa Iglesia eso no es pecado, y si la Iglesia me deja algo bienvenido sea, no se debe despreciar ni negar lo que Nuestro Señor nos brinda tan humildemente y si nos bendice sera por algo, en mi caso para que siga con sus designios; mis intereses son los de Dios y los de él, los hago míos.

¡Lujurioso! Por amor a Cristo, soy un hombre al que se le dio un par de ojos para admirar las creaciones feminas de nuestro Señor y no puedo renegar de lo hermosas que han salido, ademas de una boca experta para probarlas y degustar su sabor más intimo y profundo y unas manos para atenderlas como ningún otro hombre podría hacerlo.

¡Calculador! Mi Dios me otorgo una mente ingeniosa y no puedo ni debo defraudarlo, si no hago uso de los dones con lo que se me fueron otorgados de nacimiento no sería un fiel siervo de nuestro señor, aunque mi vocación más grande era el de servir como Confaloniero "General" en el Ejercito de la Iglesia, pero eso es un secreto entre Dios y yo, asi como lo que se del mundo oculto en las sombras nocturnas y sus seres que las habitan.

Descripción Psicológica

█ "Solo soy un humilde hombre que deja de cualquier forma su marca a su paso"

~Entre las sombras~
Un hombre que disfruta de los placeres de la vida, sus pecados, llevandolos al extremo de su poder secular, usa lo que este a su mano para obtener lo que quiera, su ambición no conoce límites y jamás JAMÁS pierde una batalla ya sea de caracter intelectual, político o bélico.

Hombre de palabra que no cede sin tregua y sin piedad, calculando cada paso que da sin perder su elegancia innata, Frío al empuñar un arma no titubea para usarla y menos considera el fallar con ellas.

El Poder engalana su trono eclesiástico con oro y plata bañado por un río de sangre de sus enemigos y opositores, su hambre de mas no cesa y jamás lo hará pues su lealtad esta en poste de su beneficio

"Una bestia que nació y juega con los 7 pecados"

Las mujeres en su vida entran y salen peor ni una se queda lo suficiente ¿Cómo hacerlo?, imposible, pues todas temen lo que se oculta bajo las vestiduras cardenalicias, El hombre con la marca de cain por su mente llena de laberintos de horrores y perversiones.

Cesare muestra una apariencia pacífica y calmada pero eso es lo más peligroso de todo porque no se sabe que se puede esperar de él, muchos que lo conocen han dicho que es un ser Frío y cortante, hasta cierto punto algo distante y muy sarcastico, pero no se puede negar cuando no existiría un provecho para el y sus planes.

Dueño de la palabras, Dios le otorgo el don de la elocuencia con lo sagaz de su lengua y su mente ávida de información y esos ojos que comen todo lo que dividan haciendolo un observador y analítico innato y poderoso a tal punto que lo usa en contra de las demás personas.

~Entre la luz~
Hombre de Dios amante de su palabras y proverbios, sus pasajes y misterios, predica lo que profesa en su totalidad, con el amor a los demás, hasta cierto punto; La Biblia es su código y siempre encuentra una guia con ella a sus pasos y pensamientos asi como sus acciones. Es su ayuda en cuanto a la lucha de que la voluntad divina se cumpla en la tierra.

Hombre rígido que busca el perdón de Dios por los pecados del hombre.

¿Cuáles son los pecados del hombre?

La desapreciación de las maravillas de la vida dadas en dones por Dios a los hombres y mujeres, Cesare como siervo de Dios, parte de su obligación es lavar ese pecado aun cuando sea con el correr de la sangre.

"Cualquier método lleva a la purificación"

Como el calor del sol, la mano de Cesare es cálida y fuerte capaz de que su mente se creen los mas atroces castigos y crueldades para la desobediencia y deslealtad a la iglesia. Solo la muerte puede obligar a este hombre hablar todo lo que alberga su mente y ni aun asi esta podria doblegar su enorme fuerza de voluntad y poder.

Historia:

█ España, 1764
Vannozza Cattanei, patricia romana nace en 5 de agostos de 1746 en Venecia, vive en Valencia España, llego a los 18 años desde Roma huyendo de su padre que abusaba de ella y de un matrimonio infeliz impuesto por su familia para hacer crecer el apellido Cattanei, cuando llega a Valencia, se aloja con una tía lejana de su padre pero el esposo de esta inicio una relación muy paternal, tanto que su mujer comenzó a sospechar cosas que no estaban alejadas de la realidad, pues Vannozza y Almion tuvieron un idilio que terminó en tragedia, pues su tía mato a su esposo por la traición que este cometió durante dos años.

A los 20 años salió huyendo de la casa y se refugió en la calle por 5 años y es ahí donde se hace de una dudosa procedencia pues se la vinculo a varios soldados y hombres pudientes siendo su concubina en varias noches, llamada la meretriz cara de valencia ya que solo el mejor postor se la llevaba a la cama, muchos contaban que no tenía tapujos ni vergüenzas, por lo que le aquello le hacía de una ardua clientela de burgueses cada noche.

Pamplona, 1771
El cardenal de Pamplona –Rodrigo Borgia– proviene de una familia de alta alcurnia en España, todos de lords y miembros de la santa iglesia e inquisición, con esperanzas de grandeza y de opulencia, aunque por su pasos los amoríos hacían más larga la lista que los propios evangelios, pero como era miembro de una familia pudiente, todo era tapado por la santa iglesia.

Una noche por las calles de Pamplona Este hombre conoció a Vannozza al principio solo fue una relación carnal, pero los años iban pasando y pasando llegando a ser un amor profundo y peligroso por lo que los pasados y porvenires de ambos los ataba a nuevos senderos. Pero lo que ninguno de los dos sabia es que de esa unión de amor y pasiones prohibidas resultarían cuatro frutos de esa pasión.

Roma 1772
Vannozza viajo a Roma pues su gran amor fue enviado al Vaticano por asuntos de la iglesia, y ella como fiel mujer lo siguió, aun cuando ella había jurado no volver a pisar su tierra nunca más, pero lo que no esperaba es que el primer fruto de su amor, ya estaba en su vientre creciendo lento y seguro; durante su estadía en Roma Vannozza siguió siendo la concubina de aquel hombre, solo que en secreto por ser ella una ex puta de la clase alta de España, llego el día del alumbramiento y nace un hijo varón, de nombre Cesare en honor a su abuelo Romano, Caesar Augusto III.

Tres años más tarde nace el segundo hijo de Vannozza y de aquel hombre misterioso, lo llamaron Juan, y dos años más tarde una tercera hija llamada Lucrezzia en honor a la madre de su padre. Cuando la esperanza se va albergando en el corazón de una madre y con un hijo mayor de 5 años y pensando que el futuro deseado de un matrimonio y una vida de casados seria lo más maravilloso, su ilusión se fue destruyendo cuando su gran amor, repudio de ella y de sus hijos pues ahora seria el Papa Alejandro Borgia, y su pasado no podia afectar su nueva carrera, sin saber que ya en el vientre de la mujer un cuatro hijo vendría.

Unos meses después Vannozza se dio cuenta de que estaba en cinta y decidió no contar nada, y ya en su infortunio con un niño de 5 años, otro tres y una niña en brazos y otro en el vientre, pensó en viajar de nuevo a España, pero para el destino que te juega en contra un viejo amigo de la familia y de Vannozza “su primer amor y con la que perdió su virginidad” la encontró en la calle con los niños, Su nombre era Giorgianno Mercer un hombre de clase media pero poderoso comerciante, él toma a Vannozza como su esposa y a los niños como hijos de él, lo que crea más rumores en la vida de los nuevos Mercer.

Roma 1776
Cesare nace una noche con truenos y relámpagos lo que pronosticaba una vida fulgurante, de poder y gloria, pero que sería rápida y acabada en asesinato. Pero su madre cuando lo tuvo en brazos juro que aun con su vida ella defendería al fruto de su amor y a su primer retoño, que al parecer la vida le tendría preparado una vida de conflictos internos.

Cuando Cesare tuvo tres años, se enteró que tendría un nuevo hermano, pero aunque a él nunca su madre le informo sobre su padre, igual acepto a su segundo hermano, con un poco de recelo, al ver al niño en los brazos de su madre, Cesare se aisló por completo, pasaba horas solo caminando por las calles de Roma observando todo y sacando sus propias conclusiones y es en la calle a los cuatro años tuvo una pelea con unos niños en donde Cesare lastimo de gravedad y siendo esta su primera pelea, al parecer el haber observado le dio la ventaja, y el analizar a temprana edad a las personas.

Cuando Cesare cumplió los 5 años, se enteró que vendría otro hijo, algo que ya lo estaba molestando, porque otro hijo más significaría que lo iban a dejar de lado en todo, siendo solo el que obedece a cada paso, pero sus ojos se brillaron cuando se enteró que no era un hijo sino una niña, al verle a aquella niña Cesare se hizo responsable de ella, se tornó su ángel de la guarda siempre de entre las sombras velando por ella hasta que la desgracia toco la vida de él joven Cesare.

A los 6 años Cesare miro a su madre llorando en cama, sin atender a la bebita, por lo que él la tomo y se la llevo a su habitación para dormir con ella juntos y que la nena no sienta el frio, cuando amaneció su madre los tomo sin avisarles nada y los llevo a la calle a recorrer las calles, Cesare cargó a su pequeña hermana Lucrezzia en brazos y al perderse de la vista de su madre está desesperada los busco por todo el mercado de Roma toda angustiada recorre hasta que los divisa en una colina verdosa tomando sombra bajo un abeto, cuando los encuentra zarandea a Cesare hasta que este cae al suelo y su madre le da unos bofetones y nalgadas tan fuertes que a cualquier niño harían llorar, pero él no lo hizo, no lloro ni una lagrima, callado aguanto los golpes, más bien su pequeña hermana lloro por él haciendo que su madre se tranquilice.

Unos días después, la familia Cattanei deambulando por las calles como viles vagabundos, es que Cesare aprende el arte de los puños y las dagas a usar cuchillos como parte de su cuerpo para defender a su familia, ya que si nadie lo hacía era su deber como hijo mayor ahora para hacerlo; y es por esa promesa a su bella hermana que lastima por robar unas monedas a un mercader de apellido Mercer que cambia su vida.

El Señor Mercer, vio a su Vannozza y la recordó, por lo que les invito a su casa para quedarse, pero la madre y ese hombre se encerraron a charlar por lo que Cesare los escucho y supo lo que su padre verdadero había hecho al repudiarlos, su odio a su padre creció e irrumpió en la sala enojado e iracundo pidiendo explicaciones, El señor Mercer hablo con Cesare y lo calmo diciendo que el seria su nuevo padre y que jamás lo abandonaría.

Los años van pasando y cuando Cesare cumplió 15 años y su hermana cumplió 7 años fueron enviados donde la Prima Lejana de su Nuevo Padre, Adriana de Milá en Pamplona, para que sea ella las que los pula a aquellos jóvenes en etiqueta, modales, y sobre todo en cosas que jovencitos de su edad deberían aprender como el amor a la lectura y la música, además de que a Cesare le inculcaron control, finanzas, estrategia, liderazgo, todo un futuro mercader, mientras que a Juan lo enviaron donde el Primo Etelvino Mercer un primo más cercano para que le enseñe actitudes de combate.

Cesare fue un niño agraciado, que se convertiría en un hombre alto, fuerte y con gran ambición, más que su padre. Fue un muchacho atlético durante su adolescencia, capaz de romper una lanza con sus manos, cabalgar hasta la extenuación de los caballos y alancear toros. Su padre Gioginnio al ver sus actitudes para soldado, tomo la decisión y lo destinó a la carrera eclesiástica, acuerdo que logro su padre con sus influencias en la burguesía Italiana y segun algunos rumores, Gioginnio hablo en confesion con el Papa y este al saber que Cesare estaba listo a seguir sus pasos ayudo a que pudiera entrar en la vida ecleciastica, poco a poco El Papa Alejandro ayudaba a sus hijos pero "por debajo de la mesa" pues al parecer la culpa de haber renegado de sus unicos hijos le estaba comiendo la cabeza. En tanto que su hermano Juan ocuparía el cargo de capitán general de los ejércitos pontificios. Cargo que César ansiaba para sí, por el poder y por la incompetencia de su hermano en el mismo. Estudió teología y leyes en la universidad de Perugia, a los 17 se consagra como obispo de Pamplona por los grandes trabajos que realizó ahí mientras era sacerdote de aquel estado y por esos esfuerzos y los resultados que daban, sin saber nadie como lo lograba, a los 24 años fue nombrado arzobispo de Valencia y a los 28 cardenal del vaticano siendo parte del colegio cardenalicio sin ser mano derecha del papa, solo como un ayudante de la Iglesia y por ende de él mismo donde ahora vive, nombrado por su padre Alejandro Borgia para ser incluso confaloniero de las filas papales, sin que Cesare supiera que El Papa era su verdadero padre, un secreto que no tardó en enterarse Cesare pero que callo y lo guardo para si, pero jamás pidio el cambio del apellido Mercer por el de Borgia.

Pero aun siendo parte de la carrera eclesiástica jamás renuncio a ser hombre y al amor reciproco que encontró en su hermana Lucrezzia, un amor censurado y oculto en las sombras, y ni uno de los dos lo negaba cuando su madre les preguntaba cuando veía a Lucrezzia en la cama de Cesare dormida, aunque cuando él todavía era sacerdote y cuando se hizo Obispo fue peor, porque vivían juntos y a Lucrezzia jamás le intereso casarse con nadie que no le amara como su hermano y que fuera como él, al igual que a Cesare, que las mujeres no le faltaban pero solo de noche pues de día era un Arzobispo ahora, y no podía dar de que hablar y solo su hermana era la única mujer que se le podía acercar durante el día, y era la única que lo entendía lo que en su mente y su alma se debatía, ella era la calma de él y él era la dulzura y el cuidado de un ángel la otra calma que ella buscaba y al ser Cardenal creció más su amor por su hermana y de ella a él también, quizás sea por el peligro y la censura de su gran y puro amor.

Aun así, su deseo por ser Confaloniero del ejercito Romano no ceso, al contrario, demostró que su hermano no era acto para el cargo, y en una revuelta contra los Franceses Juan Mercer fue asesinado, dejando el cargo libre y al no haber quién puede cumplir a cabalidad ese cargo, lo dejan en manos del Cardenal más joven, Cesare Cattanei Mercer, aunque muchos de sus compañeros cardenales le pedían que abandonara los hábitos, este no renunció sino que albergo la idea de complacer a su madre y padre y a sí mismo, por lo que es como si llevara siempre una mascara divina y el rostro del mal bajo ella.

La lucha interna de Cesar siempre está presente, el dolor y la ambición, el poder y el pecado, Dios y él, pero sobre todo su gran amor por Lucrezzia Mercer

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