Call of the Ancient One

por **Hagen** Dom Mar 24, 2013 10:12 pm

Ya habia recorrido las dos plantas, de la casa mirando el paisaje desde sus ventanales luminosos. No noté nada extraño mientras recorría la cocina, la sala o el comedor. Fue arriba, en los domitorios cuando me dí cuenta que nos habíamos atravesado de forma imperceptible la celosía que divide el mundo de esa otra dimensión que los brujos conocen como "El ensueño"

Supe que estabamos ensoñando por que al mirar por la ventana, pude ver el mar, ¡rugiendo a tan solo unos metros de distancia! Sin duda esto era obra del maestro Kayyam. Eligió una de las habitaciones para sentarse y entonces, colocó una mapa del cielo en el cual estaban marcadas ciertas estrellas.

- Te han eseñado a mirar las distintas constelaciones, grupos de estrellas que representan a los Dioses que deambulan por el cielo, Has aprendido a usar sus influjos para encauzar su energía. Sin embargo hay una costelación mucho mas antigua que todas, a la que ya no invocan los conjuros en ninguna lengua que se conozca hoy en día. En realidad solo unos cuantos brujos saben de los poderes que emanan de La constelación de Tiamat.

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Entonces vi al maestro desenrollar otro pergamino que marcaba ubicaciones sobre un mapa, formando áreas concéntricas.

- Los lugares que ecogí no fueron seleccionados al azar. Estan ubicados en posiciones estratégicas en las cuales debe realizarse la invocación de forma simultánea para canalizar su fuerza en la tierra.

Hizo una pausa para buscar y desdoblar una tela oscura que tenía oculta entre las ropas. En ella se encontraba inscrito un esquema trazado con tinta brillante. Cuando volví la mirada a Kayyam, el vampiro me observaba con atención.

- Utilizaremos su poder para sellar al Reverendo... Eres el primero entre mis aprendices al que le muestro este secreto.

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por **Dominika** Miér Mar 27, 2013 5:00 am

Había pasado mucho tiempo junto al coronel y sus amigos de curioso viendo el ritual pues ya había legionarios encargados de asegurar el perímetro, pero al escuchar la confesión del vampiro sentí que quizás estaba metiendo mis narices donde me seguro me arrepentiré después. Hay cosas que uno cuando vive suficiente termina deseando no haber aprendido nunca, pero ya es demasiado tarde y por fin puedo ver lo que sólo los Sargentos y el Capitán conocían de voca de Kayyam, el plano que muestra los puntos que hemos tomado por asalto.

Decidí que era de mal gusto espiar sin hacerme notar, aunque podría juarar que tanto el vampiro como su extraño acompañante estaban al tanto de mi presencia en ese lugar - de algun modo - a pesar de encontrarme yo en estado incorpóreo.

Condensé una parte de mi cuerpo para asomarme entre ellos e intervenir.

- ¿Como estamos seguros que funcionará?

Ninguno se sobresaltó, lo que refuerza la teoría de que sabían que estaba yo ahí. De hecho solo Hagen me miró con una mezcla entre curiosidad y sorna, mientras que Kayyam sin despegar los ojos de su esquema daba a entender por señas que aquello era lo mejor que se le había ocurrido...

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