Wolf's Jaws [Privado]

por **Deliah Reeves** Sáb Mar 30, 2013 12:15 pm

No podía imaginarse ni en sus más profundos sueños un lugar como el que estaba visitando esa noche. Evidentemente se había llevado consigo uno de los trajes que solía usar cuando se daba el lujo de meterse a esas reuniones de la alta sociedad, aprovechando sus dotes de actriz para convencer hasta el más escéptico conde; pero esta vez sí había tenido la fortuna de ser invitada a ese lugar. ¿Y cómo ocurrió aquello? Una simple conversación con esa imponente mujer fue suficiente para que aquello ocurriera... además del hecho que Deliah estaba realizando su labor de cortesana en esos momentos. Sí, tal vez fue eso lo que la convenció…

-Gracias… -se limita en murmurar a uno de los anfitriones quien se ofrece a tomar su sombrilla para que la joven mujer estuviera más cómoda. Entrando a una de las salas después de la obra que había terminado minutos atrás, es llevada a uno de los enormes sofás que hacían perfecto contraste con el piso y las lejanas paredes. Su rostro, a diferencia de la primera vez que conversó con la duquesa, no estaba cubierto por un antifaz, sino que simplemente estaba maquillado de una manera apenas perceptible sólo para resaltar levemente sus mejillas y ojos; gracias a su aparente juventud reflejada en su tersa piel, no requería algo más que aquellos retoques. Mientras alzaba la mirada, se preguntaba constantemente la manera en como debería actuar… y vaya que la pregunta era difícil de responder debido a las múltiples máscaras que ha tenido que emplear a lo largo de su joven vida para subsistir: ¿Debía ser fuerte de carácter y convincente como cuando comerciaba opio? ¿confiada y seductora al ser cortesana? ¿Extremadamente complaciente y decente al momento de tratar con personas de la clase alta? ¿O simplemente ser la mujer tranquila, insegura pero fuerte de voluntad cuando no se encontraba en alguna de esas esferas? De sólo pensar en aquello, sus ojos ruedan mientras que suspira con desgano; ya se estaba complicando demasiado.

-Sí estoy cómoda. Esperaré aquí –sonríe apenas para luego bajar su mirada a los pliegues de su traje verde olivo justo antes de arreglarlos con su diestra. ¿Por qué decidió venir? Debía admitir que su anfitriona se trataba de un tremendo contacto que ella podría tener para el futuro. Sin la existencia de aquellas personas de poder a su alrededor, Deliah no sería más que un pobre ser que se aferraba como animal a la vida… en pocas palabras no era nadie. Cierra sus ojos mientras acomoda el peinado relativamente sencillo que se hizo, pero que le estaba generando un dolor de cabeza insoportable. “Vaya vida tan exigente la de una persona de la alta sociedad” pensaba mientras apenas sonreía con sorna.