Vengo por la clase de piano (tema libre)

por Sybelle* Vie Abr 05, 2013 4:26 pm

*OFF: Sean bienvenidos todos los que quieran participar de este tema, es mi primer tema libre.
No es importante la raza, ni genero en este caso.
Soy abierta a cualquier tipo de rol porque aun no tengo ninguna trama*

Era una de esas tardes algo soleadas como solían gustarle a Sybelle, ella era una joven francesa, sin padres, perdidos a una corta edad, con traumas como todos pero con algunos secretos oscuros que podrían dejar pasmados a otros. Entre ellos se encuentra su amor por lo oculto, su afición a la sangre, a la muerte. Debería haber nacido bajo otras condiciones según ella. Sabe que las cosas por el mundo no están normales, sabe que existen otras criaturas fuera de los humanos y que se codeaban constantemente con ellos, formando parte de esta rara sociedad. Pero la verdad era que hasta el momento no se topó con ninguno de ellos hasta el momento.

La vida era tranquila, se acostumbró desde la muerte de sus padres a pasar incontables horas en su casa, un departamento muy bien amueblado sobre una de las avenidas mas populosas y transitadas de París, nunca le tomó el gusto a la soledad, de ser así ya se hubiera suicidado arrojándose a las turbulentas aguas o se hubiera disparado en el mas extremo de los casos.

Su compañía era un joven llamado Benjamin y su hermano, un hombre de unos 30 años, 2 metros de alto y cabellos cortos y dorados como los de ella. Benjamin había sido comprado por este hombre para que cuidara de Sybelle, que le hiciera compañía y controlara sus movimientos principalmente. La muchacha después de varios meses había tomado la decisión de abandonar el departamento por las ansias de continuar sus estudios de música, fue así como tomando la sombrilla, colocándose un vestido de día de falda abuchonada, se colocó los guantes y salió en compañía de Benjamin hacia las calles comerciales. Juntos hacían una pareja extraña, como si se tratara de su hijo que no había adquirido los mismos rasgos de la madre ni mucho menos, porque el pequeño era de origen árabe, sus rasgos variaban mucho en comparación con los finos rasgos franceses.

Ella caminaba tranquila y taciturna, sin mirar mas que el frente solo para no llevarse a nadie por delante, no saludaba a nadie porque eran todos desconocidos para ella por mas que vivieran en el departamento contiguo, ella no se habría percatado. Al llegar a la calle en cuestión sacó un pequeño papel y lo sostuvo en su mano por unos instantes seguido de su mirada inspeccionando la altura de la calle que llevaban transitando.

-Estamos cerca- pregunto algo cansino el niño -Odio caminar!- bufó.

-Si, a final de cuadra- comentó Sybelle mientras una mirada de esperanza se formaba en su semblante frío. Al llegar a la puerta de la casa cerró la sombrilla y levantando un poco el vestido ingresó al lugar elegantemente, con finos modales se acercó al mostrador de ingreso, alli preguntó -Discúlpeme, para clases de piano?-

Una agradable dama le indicó pasar al salón mientras abril con sutiles movimientos una puerta francesa pintada de blanco con bellas ornamentaciones en los bordes y marcos. Apenas vio el panorama a Sybelle los ojos se le iluminaron de asombro. El lugar era un sueño hecho realidad.