Es la hora del cierre...

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 2:48 pm

Acababa de salir del negocio para ir a buscar existencias para la tienda… telas, bordados… No podía quejarme el negocio iba bastante bien, de hecho era uno de los mas populares entre la alta sociedad parisina.
Me agarre el sombrero y con paso acelerado avance por la calle, en a penas diez minutos las tiendas cerrarían y comprar el material era algo que me urgía bastante.

Algo agitado y con respiración acelerada conseguí llegar a la tienda. Espere a que el dependiente acabase de atender dando un paseo por la tienda, tocando las telas, comprobando la calidad… a penas pasaron un par de minutos cuando llego mi turno. El dependiente ya me conocía y esbozo una sonrisa al acordarse de lo agitado que había entrado, me proporciono todo lo que pedí y me dirigí algo cargado a la puerta.

-Adiós, ¡gracias! –Dije mientras me abrían la puerta para salir con mas comodidad-.

Salí con 3 rollos de tela bajo un brazo y dos bolsas con más materiales en la otra. ¿Por qué no iban los empleados a realizar esta serie de trabajos? Personalmente es un trabajo que me gusta hacer a mi, comprobar que el material sea de primera calidad es muy importante… Ahora mas tranquilo camine de nuevo hacia la ‘’Maison’’.

Mientras caminaba me di cuenta que al ser la hora de cierre cada vez había menos gente en la calle, esa zona era meramente comercial, de hecho me atrevería a decir que solo quedaba el personal de las tiendas cerrando y alguna que otra persona suplicando por hacer una pequeña compra… Ahora mismo toda esa gente lo mas posible era que tuviesen un plan, cita, comida… Se irían a algún restaurante o simplemente a comer con su familia. No era que me importase mucho pero… había días en los cuales realmente me apetecía tener compañía pero entre lo introvertido que soy y que hace poco falleció mi padre, a penas me relacionaba.

Llegue a la Maison, solo quedaba Lucy en el mostrador, la dije que podía marcharse que yo me quedaría un rato mas trabajando, este trabajo me apasionaba, me ocupaba la mayor parte de mi día…

por **Julio Hernández** Mar Abr 23, 2013 3:25 pm

Caminaba errante por las calles desoladas de parís, maldije todo lo que en mi camino se cruzaba, no estaba de ánimo para juegos, a lo lejos se escuchaban los rumores y murmullos de las personas, riendo, bebiendo y gozando hice una mueca muy molesta y me dispuse a caminar más rápido sabía que esa noche debía de encontrar algo que realmente me interesase. Seguí la tertulia, no podía concebir que alguien como yo estuviese pasando esto, -Quizás sean los años que me pesan- pensé y luego me solté una carcajada yo solo, las personas que me rodeaban podían pensar que estaba loco y qué? Era imposible porque Soy Inmortal.

Dirigí mi vista a un sin número de tiendas que de los ventanales solo se notaban las siluetas de los productos que vendían, apreté mis dientes y suspiré pues todo parecía ridículamente patético. Continué a paso menos aligerado y desde unas cuadras podía notar el olor a vino - Mmmmm...- se me erizaron los vellos, es el olor después de la sangre que me agradaba así que corrí con suerte de que la tienda aún estuviera abierta, aunque si fuese a estar cerrada no me importaba igual tomaría lo que quisiera, no me importan las reglas y despellejar a unos cuantos por no darme lo que quiero sería lo de menos.-Estos humanos son tan suertudos...- pensé y salí con una bolsa llena de vino tinto mi preferido era la antesala perfecta para buscar después una presa.

Continuaba mi camino ya con más paciencia, la sonrisa que llevaba en mi rostro era un poco extraña, reflejaba mi compra como si hubiese ganado un trofeo, es que el vino me hace muy feliz, negando con la cabeza para después recordar cual era el verdadero fin de tomarlo es que después cenaría... Acomodé mi cabello y mis ojos se platearon con esa luna hermosa hasta que mi vista se desplazó a una tienda que aún parecía estar abierta, me asombré -¡Qué curioso! Tengo que ver qué hay de interesante en este sitio- solté la miraba y mas o menos divisaba a un hombre adentro de ese lugar -Aún más interesante- pensé. Mis manos se posaron sobre la perilla la deslicé y una molesta campanilla dio paso a mi entrada, observé el sitio y era una tienda de ropa, muy refinada y de buen parecer, sonreí y vi al hombre que mis ojos anteriormente habían captado, con toda educación me dirigí hacia él.

-Buenas Noches.... ¿Interrumpo?- sonriendo -¿Crees que haya un buen atuendo para mi?- dirigí mi vista hacia mi cuerpo y después levanté los ojos para clavarme en los ajenos, curiosamente observaba todos sus gestos.

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 3:42 pm

La campanilla sonó para mi asombro, a Lucy se le había olvidado poner el cartel de ‘’CERRADO’’… Mire mi reloj… Realmente no tenia ningún plan, pensaba pasarme buena parte de la noche trabajando, un encargo mas no me… mataría.
Me levante con un poco de dificultad, me había dado un pequeño pinchazo en la pierna… -Malditas secuelas…-pensé-.

Me acerque al caballero de manera decidida.

-Estaba a punto de cerrar pero… dígame ¿En que puedo ayudarle?, ¿Qué clase de atuendo querría?

Me di la vuelta y me puse a rebuscar algunos catálogos de telas para chaquetas, saque unas cuantas corbatas, pantalones, camisas…
Tenía suerte de tener género ya confeccionado para mostrarle… Ciertamente no le vi muy concentrado en el material que le estaba presentando pero aun así yo le seguí mostrando. Mi punto fuerte nunca fue atender a los clientes, solamente lo hice al inaugurar la tienda.

Termine de enseñarle el género y me quede mirándole desde el otro lado del mostrador, expectante por saber su opinión… carraspee y dije:

-y… ¿bien? ¿Vio algo que le interesó?

Esos momentos de espera para saber si el cliente se llevaba algo me agobiaban, me ponían nervioso, siempre vigilaba desde la galería superior de la tienda si las clientas compraban o encargaban algo… Clientas… lo cual me hizo pensar que normalmente son las señoras las que encargan las ropas de sus maridos y las suyas propias. Bueno, siempre hay todo tipo de gente y más en París donde las costumbres estaban para saltárselas, Londres era diferente… Londres era una ciudad arraigada en sus costumbres y en las apariencias, París parecía más holgada en cuanto a esos temas, siempre hay personas muy diferentes…

por **Julio Hernández** Mar Abr 23, 2013 4:04 pm

Sonreía y observaba todo curioso el sitio, mis ojos delataban mi desconcentración, la verdad no había entrado meramente por algo de ropa quería ver qué podía encontrar que me sirviera para llevar o para comer, enarqué una ceja y el hombre que había saludo con rapidez y amabilidad me atendió, le analicé de inmediato tras esos ojos como el agua que se cargaba, sonreí y tomé todos los catálogos que me entregó, supe de inmediato que tendría que comparar algo o quizás no... Mantuve mi vista entretenida y ojeaba aquello, miré unos cosas que eran buenos prospectos de compra así que mentalmente los iba anotando en mi cabeza, podía oír a la distancia que me encontraba del hombre sus palpitaciones sonreí y rasqué mi ceja -¿Por qué estás tan nervioso? susurré para mi mismo y sonreí siempre manteniendo la botella de vino en la bolsa que me había comprado, fruncí mi cejo porque sabía que el vino caliente era un desperdicio así que de manera natural, coloqué la bolsa en el mostrador.

El hombre que tenía parado al frente me apresuraba con su vista, sonreí de nuevo -Sinceramente si vi algo que me interesara... Si es posible quiero una cosa de cada hoja de este catálogo.... entregándole los catálogos de nuevo. Sabía que era demasiado pero qué?, la ropa del sitio tenía buen estilo y una calidad refinada parecía traída de otro lugar además no tenía ningún problema monetario como para limitarme, sonreí y pensé que estaba sonriendo demasiado, además del semblante serio del hombre que me atendía, sus ojos me llamaban la atención.-Espero no haya ningún problema... No quiero hacer que se canse Monsieur... asentí con mi cabeza y me acerqué más al mostrador -Es que creo que necesito renovar mis trajes y ropas... posando una mano en el mostrador -¿No cree usted? sonreí y le quedé viendo cuando acerqué una mano a la bolsa con la botella del vino y dirigí mi vista hacia ésta -¿Uhm? Acabo de comprar este vino, es una pena que se estropee... Quisiera compartir una copa conmigo?- enarcando una ceja y suspirando -Para hacer más amena la velada...- sonreí.

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 4:22 pm

Me quede atónito cuando me solicito tantas prendas, me agache en el mostrador para sacar algunas de las que solicitaba, al levantarme vi que el caballero estaba mas cerca y que había una bolsa encima del mostrador, la mire de reojo.

En ese momento escuche que me decía algo.

-No, no se preocupe, -esboce una sonrisa- no me cansare.

Seguí preparando algunas cosas, moviéndome de aquí hacia allá, buscando y removiendo… -Necesitaría tomarle algunas medidas… -susurre mientras me movía por la tienda. De nuevo me acerque al mostrador.

-Disculpe necesitaría tomarle algu… -no acabe de pronunciar la frase cuando el dijo otra-

Vi como miraba el vino y pensé en la propuesta pero yo no acostumbraba a beber y mucho menos mientras trabajaba, carraspee y le mire a los ojos. Me recompuse el traje, ya que de tanto trajín se me había descolocado la corbata…

-Creo que no seria apropiado por mi parte caballero, además no tengo costumbre de beber mientras trabajo… me nubla los pensamientos. Ahora… si me permite, necesitaría tomarle medidas…

La mayoría de las prendas ya estaban empaquetadas y en bolsas, lo único que no se podría llevar hoy mismo y por lo cual debería volver seria el traje. Me quede mirandole esperando inconscientemente a su respuesta ante mi negativa a su invitación. Podía parecer algo antisocial pero era la costumbre… por desgracia yo era así, siempre abstraído a todo aquello que me pudiese divertir o distraer ¿Qué mal podría producirme? Ninguno…

por **Julio Hernández** Mar Abr 23, 2013 4:40 pm

Miraba como el hábil hombre se movía de aquí para allá pensaba en que era dedicado a su trabajo, mis ojos notaban los pliegues de su cuerpo al caminar y sonreía parecía todo un idiota riendo por nada, suspiré y seguía observándole, podía ver como sudaba.

Lo escuchaba balbucear algo pero yo estaba más pendiente de que aceptase mi invitación hasta que mis oídos se posaron en sus labios para escuchar un terrible ''No'' mis ojos se hicieron como una avellana y de mi boca salió una sonrisa, acomodándome el cabello asentí con la cabeza -¿Me ha dicho que no?- dije para mi mismo y trataba de procesarlo, se le veía que no me había negado con intención pero presentía algo más y por supuesto no me iba a quedar con aquello como respuesta.

-¿No? Es una pena... haciendo una faceta de tristeza mal fingida -Entonces cuando termine de preparar todo y ya esté por irse podemos tomarla, ahí no estará trabajando.... soltando una risa divertida y enarcando una ceja pues sabía que ahí no tendría alguna otra excusa, si es que la de su trabajo lo fue.

Mi vista seguía observando todo, soy muy curioso y toda aquella situación me había embelesado cuando escuché al caballero decir que tenía que tomar mis medidas, sonreí ¡Bingo! dije para mi mismo y asentí con la cabeza sin dejar de verle un segundo era como acosarlo con la vista.

-Por supuesto que sí... Pero.... me quedé viendo mi ropa y enarqué una ceja Para las medidas no necesito tanta ropa encima cierto?- quitándome de encima el chaleco, sin esperar una respuesta positiva o negativa del hombre que tenía al frente, quité mi camisa y solo quedé en pantalones, dejando al descubierto mi cuerpo, no me importó si hacer eso fuera necesario solo quería refrescarme y reía de esa mentira que ni yo me creía.

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 5:00 pm

Me quede pensativo ante aquella respuesta tan ingeniosa, claramente cuando cerrase la tienda ya no estaría trabajando… Realmente me daba miedo ir algún bar o sitio publico, aceptaría la propuesta pero preferiría la comodidad de mi tienda, me sentía a gusto allí.

Cuando me quise dar cuenta el caballero se había despojado de sus prendas y se había quedado desnudo de cintura hacia arriba. No acostumbraba a ver a hombres así… De eso se encargaba el servicio de la tienda… Abrí un cajón y saqué un cinta métrica amarilla, trague saliva y me acerque a tomarle medidas…

Me situé detrás de el y pose un extremo de la cinta en un hombro y la extendí hacia el otro, luego le pedi que levantase los brazos y le rodee el busto con la cinta. A todo esto iba memorizando las medidas. Después le tome las medidas de la cintura. Me puse en frente de el y pose un extremo en la cadera y subí el otro hasta su hombro, esta ultima vez me tembló un poco el pulso, no podría explicar por que… Bueno, si que podría pero preferiría reservármelo para mi… digamos… tenia un cierto atractivo.

-Puede vestirse, gracias –dije haciendo una mueca amable-

Me gire y me dirigí al mostrador, cogi un pequeño trozo de papel y busque un lápiz para apuntar las medidas antes de que se me olvidasen. Cuando acabe de escribir me quede estático en esa postura; el lápiz apoyado en el papel, yo mirando al papel… Algún sentimiento reprimido durante años quería salir pero cerré los ojos con fuerza y respire profunda y sosegadamente. –No, no, no…- me dije a mi mismo.

Me gire y le mire. Recordé su propuesta de tomar una copa de vino pero yo no sería el que le recordase el tema, aunque es posible que tuviese un nueva perspectiva sobre el tema...

-La chaqueta del traje estará lista dentro de una semana…

por **Julio Hernández** Mar Abr 23, 2013 5:27 pm

El cabo del tiempo eran las horas y solo pensaba en que si no convencía al hombre que me atendía de tomar ese vino entraría en una insulsa crisis a sabiendas de qué es lo que pasaría. Respiraba profundo y miraba de reojo, observaba sus manos pensando en que tenían ya trayectoria se veía que trabaja mucho y la tienda en la que estaba era una prueba de ello. Contuve el aire unos instantes en mi abdomen, pude sentir como sus manos frías me rozaban y yo en un negación mordía mi labio inferior riendo internamente -Uhmmm... No me dejas de otra...- pensando para mi mismo le observaba y aún más cuando se colocó frente mio, su tez me llamó la atención y suspiré, no era de mis mayores placeres merodear en los pensamientos ajenos pero es que no me podía quedar quieto ante sus gestos, me pareció un poco confiado aunque a leguas le noté como sus manos sucumbieron al tocar mis caderas por lo cual erguí más mi espalda y me mantuve allí recordándome en que me parecía interesante la forma en que bloqueaba sus pensamientos se colocaba a pensar en la ropa que debía de entregarme.

Le escuché decirme que me vistiera a lo cual asentí con la cabeza y tomé la camisa que había dejado puesta en la silla que tenía al frente, no me molesté en lo más mínimo por colocarme de nuevo la chaqueta puesto que no quería. Me quedé viéndole nuevamente como cogía un lápiz y un papel, sonreí hasta que se quedó ahí parado como bloqueado, me pareció interesante y me acerqué a él y tomé su mano, había leído los números que había guardado en su cabeza y se los dibuje aprentandole suavemente y guiándole cuando me percaté que eso podía ser un poco extraño le sonreí y rápidamente reaccioné -¿Esos eran los números que buscabas? Me los sé de memoria, suelo mandar a confeccionar mi ropa muy a menudo mentía pero solo buscaba brindarle al hombre un poco de ayuda.

Mis sentidos captaron inmediatamente la propuesta de vino nuevamente, peiné mi ceja derecha y sonreí -Me parece excelente, dentro de una semana yo enviaré a mis empleados a buscar esa chaqueta.... viéndole -¿Me aceptas las copa de vino? No tenemos que salir... podemos hacerlo aquí en tu tienda, de todas formas...- viendo hacia afuera y en todo el lugar -No creo que vengan más clientes por hoy...- arqueando una ceja.

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 5:44 pm

Y así sin darme cuenta sucumbí a su oferta de tomar una copa de vino, cuando su mano rozo la mía la piel se me erizo, se me puso el vello de punta… Podría haberme apartado de repente y echarle de la tienda pero… lo que hice fue deslizarme hacia un lado para evitar el contacto e intentar cambiar de tema.

-Bueno, creo que tienes razón…

En uno de los estantes había un par de vasos, así que me acerque a por ellos. Me quede quieto nuevamente ante la estantería en la que se encontraban los vasos… -Solo voy a tomar un vino, nada mas…- Me dije cogiendo los vasos y girándome. Me acerque de nuevo al mostrador y los puse en el. Le miré, era su turno, el ponía la bebida, no me había dado cuenta de que estaba solamente con la camisa, de una forma informal… Tenía un par de botones desabrochados, lo cual dejaba a la imaginación.

Carraspee algo incomodo y mire hacia la puerta. En ese momento recordé que no había puesto el cartel de cerrado, me hacer que hacia la puerta y le coloque al mismo tiempo que mire por la ventana del escaparate y cerraba la cortinas. Al cerrar las cortinas la poca luz que entraba de las farolas de la calle se volvió nula. Cerré las cortinas por el simple motivo que cualquiera que pasease por la calle podría ver lo que en el interior de la tienda había y quería ahorrarme chismorreos y cotilleos que pudiesen dañar mi imagen como profesional... En la tienda estaban encendidas solo un par de velas así que me dispuse a encender las velas de tres candelabros, no me gustaba la oscuridad, me gustaba fijarme en cualquier detalle.

Regrese al mostrador y los vasos ya se encontraban llenos…

por **Julio Hernández** Mar Abr 23, 2013 6:08 pm

Como anillo al dedo me había salido todo, por fin había conseguido una vez más lo que quería, suspiré aliviado mientras escuchaba la manera renuente con la que el hombre me hablaba, me hizo sonreír a lo que me recordó que no sabía su nombre, le vi irse en búsqueda de unas copas y olfateaba su aura desde lejos, me llamó la atención algo pero de inmediato debía de indagar más antes de hacer mis conclusiones, me gustaba razonar con toda prueba y hecho alguno.

Mis manos se deslizaron por el mostrador, tomando la bolsa en donde estaba el elixir lo desempaqueté para mi suerte aún estaba fría me lo decían las gotas que se colaban desde la botella, suspiré con alivio y tomé los dos vasos haciendo ese peculiar ruido del vidrio al chocar, desencorché la botella y el clásico ''puff'' deleitaron mis oidos, tome uno de los vasos y me quedé observándolos, no eran apropiados para esa bebida, necesitaba copas pero en fin a falta de ellas se debía de improvisar. El hombre de la tienda fue a colocar el cartel de cerrado y después comenzó a correr las cortinas -La oscuridad te puede llenar de sorpresas... me dije a mi mismo riendo y terminando de servir los vasos con el vino, amaba la oscuridad puesto que era mi mejor manera de disimular mis rasgos, mis intensiones .

Hasta que esa un poco de luz de vela interrumpió mi pensamiento y estaba de espalda al hombre, le vi colocarse de frente a los vasos con la bebida para lo cual tomé uno y se lo ofrecí sin dejar de verle los ojos ya que dicen que son el espejo del alma a mi me bastaba con querer saber más que ver más allá de ésta. -Mire que curioso, todo este rato y ni nos hemos presentado..- sonriendo - Pero nunca es tarde para corregir errores... Mi nombre es Julio, Julio Hernández..- sorbenando delicada y cuidadosamente el vaso con el vino y asintiendo ofreciendo mi mano.

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 6:31 pm

Que irresponsable por mi parte no haberme presentado… estreche su mano de manera firme.

-Yo Hassan Bernard Rothesay, un placer..

Tome el vaso que me había ofrecido y me lo acerque a los labios, oliendo antes su embriagador aroma. Hacia tanto, tanto… que no probaba una gota de alcohol, este vino tenia aspecto de buena calidad o al menos la apariencia de la botella lo era.

Di un pequeño sorbo y una sensación extraña recorrió mi cuerpo, el alcohol fue a parar directo a mi sangre. Tras el sorbo me humedecí los labios discretamente con la lengua, saboreando un poco mas de los restos de vino de mis labios. Me dirigí a una de las butacas de la tienda, las cuales estaban para no hacer esperar a la señoras y clientas de pie y pose mi vaso en una pequeña mesa de café que se encontraba a un lado.

-Pongase cómodo –dije indicándole con la mano la butaca que se encontraba enfrente de mi-.

Me acomode en la butaca y me quede mirándole, era una situación muy extraña para mi, teniendo en cuenta que no acostumbraba a hacer este tipo de cosas. Tomar un vino con un desconocido que acababa de conocer y encima en mi lugar de trabajo. Cuando desperté por la mañana no imagine que el final del día se tornase tan interesante. Aun así yo seguía a la defensiva al ser una situación fuera de lo común. Fingí estar relajado en la butaca pero estaba atento a cada paso, gesto o palabra que… Julio hiciese o dijese. La luz de la velas si era posible daba a la estancia un tono mas interesante, el pulso se me acelero…

por **Julio Hernández** Mar Abr 23, 2013 6:50 pm

Miraba con ojos de intriga al hombre que estaba estrechando mi mano, no pude evitar detener el tiempo unos segundo para mantener el contacto de su piel con la mía al él presentarse y rápidamente asentí con la cabeza tomando otro sorbo de vino. Procuraba ser muy natural no me gustaban las cosas forzadas así que iba a mostrarme tal cual era porque no me gustan los que fingen apariencias los detecto de inmediato. Escuché su nombre y se me grabó inmediatamente en la cabeza, suspiré hondamente y sonreí a estas alturas Hassan ese nombre... pensaría que yo era muy risueño lo cual no sucedía a menudo pero no me importaba.

Le seguí con la vista hasta una mini sala de estar y tomé la botella de vino con una mano y el vaso con otra, asentí a su propuesta de ''comodidad'' con otra sonrisa colocando la botella de vino en la mesa para después acariciar mi barbilla sentándome enfrente de Hassan siempre viéndole los ojos que se le iluminaban bajo la luz de las velas.

Me senté cruzando una de mis piernas, sosteniendo el vaso de vino y trayendo a mi memoria la escena anterior del acompañante sorbiendo el vino -Mmmmm....- dije para mi mismo y solté una sonrisa extraña.

-Es muy tarde ya, tienes mucho valor de estar a estas horas aquí en tu negocio...- tomando otro trago de vino -Sabes... París no es muy segura... y menos de noche.. añadí con un toque de misterio quizás haciendo referencia a que cualquier demonio que baila por las calles puede acercarse y devorarte -Aunque mire, de no haber encontrado tu tienda abierta a estas horas, seguramente hubiera terminado tomando este vino solo... Su esposa debe de estar preocupada... - soltando una pequeña sonrisa y colocando el vaso de vino en la mesa en señal que ya había terminado, queriendo indagar más sobre Hassar.

por **Hassan Bernard Rothesay** Mar Abr 23, 2013 7:07 pm

¿Esposa? Desde luego que si tuviese esposa no me quedaría hasta tan tarde en la tienda, bueno o eso creo… me dispuse a responderle…

-No hay ninguna esposa me temo… de hecho solo soy yo, yo soy mi única familia, asi que si me ocurriese algo no creo que nadie se diese cuenta. Bueno, como mucho las clientas que se volverían locas al enterarse pero… encontrarían a otro modista fácilmente…

Mire el vaso y de nuevo me lo acerque a los labios para dar otro sorbo, lo pose encima de la mesa de nuevo y rebusque en el bolsillo interior de mi chaqueta una pitillera de plata grabada. Saque un cigarro, lo coloque entre mis labios y lo encendí.

-y… usted… ¿tiene esposa? –Expulse el humo del cigarro-

Fumar era algo que me daba seguridad, vaya estupidez ¿no? Al fin y al cabo ya era un vicio que no pretendía quitarme, me relajaba, me gustaba… fumar era un placer.
Sacudí el cigarro sobre un cenicero de cristal de bohemia dejando caer en el la ceniza y de nuevo me dispuse a dar otra calada.

Me quede pensando y jugando con la pitillera en una mano y en la otra sujetando el cigarro. La pose en la mesa y de nuevo di un trago mas al vino, creo que con este ultimo trago comencé a sentir la chispa del alcohol y un pequeño mareo paso por mi cabeza. Me pase la mano por la frente, era normal, tanto tiempo sin beber y ahora a causa de los nervios estaba bebiendo mas rápido que nunca. Me centre en el cigarrillo y en la conversación, no seria bueno para mi que creyese que era un alcohólico ni nada por el estilo.

Me quede mirándole a los ojos, la luz de las velas les hacían mas intensos y atractivos si era posible… tenían algo de especial. El en si tenia algo en especial ¿El que? ¿Qué no le conocía? ¿Qué era un desconocido? No se, pero algo tenia.

por **Julio Hernández** Miér Abr 24, 2013 1:27 am

Le escucha con intriga y desdén porque quería encontrar algún detalle de Hassan que me resultase importante de memorizar, aún con aquella postura clavaba mi vista en todo el cuerpo ajeno, sonreía no paraba de sonreír como un loco, quería disimularlo pero cada vez sentía que podía menos, la compañía era muy amena. El vaso que estaba sobre la mesa hizo un pequeño ruido cuando por accidente la golpee para poder sentarme mejor, la verdad es que no soy de esas personas de estarse mucho tiempo quietas así que por eso los cambios de postura se me daban muy bien y a menudo, procuraba hacerlas de manera que no se notasen mucho y tal vez en un son bailador. Volví a servirme vino en el vaso de vino, comencé a tomar tragos ya un poco más grandes, por una extraña razón me sentía acalorado, quizás era el efecto del alcohol recorrerme las venas -¡Imposible!- me dije a mi mismo, yo no siento ese tipo de sensaciones pero aún así me encanta fingirlas, estaba entretenido en aquello cuando mis oídos captaron algo que realmente me colocó de un humor aún más grande del que tenía ''No tengo esposa''. Esa extraña sonrisa dibujada en mi rostro solo reflejaban mis malas intenciones así que procuré moderarla a lo que iba poco a poco desabotonando poco a poco tres botones de mi camisa para poder refrescarme.

-El vino aumenta la temperatura corporal... por eso es una de las bebidas más exquisitas.... tomando otro sorbo de vino y arremangando las mangas de la camisa para sentirme más cómodo y natural. Estaba en aquella especie de rito cuando mi nariz percibió ese olor a tabaco, cerré mis ojos para agudizar más el olor y respondí su pregunta

-Pues yo tampoco tengo esposa, por suerte eso no me interesa, mejor andar solo que mal acompañado, Hassan- arqueando una ceja -Veo que tenemos algo en común.... No tenemos a nadie a quien rendirle cuentas... además..... levantándome del asiento y sentándome a la par del modisto -Me encanta fumar...¿Serías tan amable?- indicándole con un dedo la pipa, creo que captaría que quería fumar de su mismo cigarrillo, que podía verse mal no me importaba puesto que jamás los perjuicios me habían seducido primero antes que mis instintos. Le miré fijamente esos ojos...

por **Hassan Bernard Rothesay** Miér Abr 24, 2013 8:19 am

Me quede pensando un rato, la soledad… si, estaba bien, bueno estaba acostumbrado a ella pero… envidiaba también a esas familias perfectas y felices que pasaban los días festivos juntos. Por otro lado pensándolo frívolamente actualmente tenia mas libertad y no dependía de nadie, algo que tenia mucho mas peso para mi pues vivía solamente para mi trabajo.

-Es cierto, mejor solo que mal acompañado. La soledad es algo que predomina en mi día a día, de hecho esto es algo muy inusual en mi… Es extraño.

Asentí sin dejar de mirarle y después de dar otro tiro a mi cigarro extendí mi mano sujetando el cigarro para acercárselo. Me seguía sintiendo extraño pero cada vez menos, no se si seria la intimidad y comodidad de la estancia, el cigarro o el vino… Acerco su mano y tomo el cigarro, inevitablemente su mano rozo la mía… En ese momento sin dejar de mirarle a los ojos expulse el humo y me volví a reclinar en la butaca.

Me levante y me acerque a una pequeña chimenea que había, la noche cada vez era mas profunda y la temperatura bajaba. Metí un par de troncos y papeles, me acerque hacia un estante y cogí una caja de cerilla, saqué una y la encendí. Me agache y prendí un par de esquinas de los papeles que anterior mente metí, sople la cerilla y metí un puñado de hojas secas para que se acelerase el encendido.

La habitación se ilumino un poco mas, me acerque a por mi vaso de vino y volví para apoyarme en el revestimiento de la chimenea, di un sorbo y me quede mirando a un punto de la habitación, realmente no era un ponto en concreto, era mas bien una mirada al horizonte, una mirada perdida mas bien.

por **Julio Hernández** Miér Abr 24, 2013 3:40 pm

Me evadía como un niño, no podía dejar de verle y de vez en cuando me recordaba del cigarrillo y mi bebida. Daba sorbos de a pocos y sonreía fingidamente, limpiando mi rostro unas gotas de sudor que no existían tal vez lo hacía por coqueteo, me acerqué con sutileza hacia la boquilla del pipete y succioné un poco, sentí como mis pulmones se llenaron del humo y paré de tirar, sosteniendo ahí un minuto la respiración y el humo, ladeando mi cabeza para tirarlo, solo escuchaba su comentario a mi respuesta y yo me seguía riendo de algo que no sabía estaba seguro.

Hassan se había colocado de pie al parecer tenía frío cosa de la cual yo estaba ya muy acostumbrado así que continué el rito con el vaso de vino y le vi entretenido encendiendo la chimenea colocándome a pensar en que por más que me acercase a ese fuego, aún si metiese mis manos al fuego, jamás sentiría que me calentaría por más que fingiera que así lo era.

Coloqué el cigarrillo en el cenicero y le vi nuevamente, estaba parado, la luz del fuego delineaba perfectamente su cuerpo, solté una sonrisa y con dos dedos acaricié mi mentón, le vi pensante como ido en un gran abismo sin fin, me levanté y colocándome frente a él posé mi mano en su hombro -No es extraño, estás solo porque quieres, debes en cuando un poco de compañía no está mal.... de la mano que había puesto en su hombro deslicé un dedo hasta su pecho y fijé mi vista en sus ojos, después me acerqué despacio y le susurré al oído -Solo debes de aprender a elegir bien esa compañía- me quedé ahí respirándole, esperando oír algo de sus labios.

por **Hassan Bernard Rothesay** Miér Abr 24, 2013 4:02 pm

He de decir que se me corto la respiración y me quede algo bloqueado, mas incluso que cuando me agarro la mano en el mostrador. Se encontraba a escasos centímetros de mi y retrocedí un paso instintivamente. ¿Por qué? Timidez, vergüenza o vete tu a saber por que…

-Si, bueno… supongo que todo es buscar –dije en voz baja-

Era curioso mi voz sonó clara y tranquila pero el corazón bombeaba sangre de una forma descomunal, sentía como circulaba la sangre por todo el cuerpo y las palpitaciones del corazón en la sien. Respire hondo y di un nuevo sorbo a mi vaso, el ultimo pues el vaso se acababa de vaciar en ese mismo instante. –vaya…- Ya no tenia con que entretenerme o excusarme ante sus miradas y gesto.

Me encontraba perdido, había una pequeña lucha en mi interior, digo pequeña pues mi parte austera, trabajadora y serena era la que predominaba y con lo cual la otra no tenia oportunidad alguna pero aun así, quería manifestarse. Nuevamente retrocedí un paso, guardando las distancias.

-Pero la soledad es acogedora ¿No, crees? –Esboce una sonrisa-

Mire hacia la mesa, ahí seguía el cigarro consumiéndose, llenando el espacio de humo, cargándolo… Me acerque a por la pitillera y saqué otro, me lo lleve a la boca y volví junto a la chimenea para coger la caja de cerillas, encenderlo y educadamente ofrecerle un par de caladas a Julio.

por **Julio Hernández** Miér Abr 24, 2013 4:30 pm

No pude evitar soltar un suspiro al oír su voz a pesar que por dentro se quebrajase, le vi siempre con mis ojos inmiscuyéndose entre sus miradas, arqueando una ceja acomodé mi cabello y le vi -Dentro de poco... Solo un poco más...- me dije a mi mismo terminando el vaso casi al mismo tiempo que Hassar, viendo para la mesa en donde aguardaba aún la vino, todo era perfecto.

-Tienes razón pero encontrar compañía hoy en día es más fácil de lo que tu crees... Tu vas a un restaurante, divisas a alguien, saludas, te haces el amable y hablas de algo vanal... como por ejemplo de cómo está el clima o de porqué cada día a París migra para aquí.... arqueando una ceja y suspirando le dije mientras él iba por otro cigarillo, acaricié mi pecho y en un abrir y cerrar de ojos él ya estaba frente a mi ofreciéndome unas cuantas caladas, sonreí y tomé el pitillero y succioné llenándome nuevamente del aire tóxico y sacudí para tirar la colilla en el fuego de la chimenea, devolviéndole a Hassan el cigarrillo nuevamente, suspiré porque poco a poco el modisto se iba relajando.

Continuando con la plática me dirigí nuevamente hacia él, observando su delicado cabello cuando mi vista curiosa se percato de un hilo color blanco que seguramente de las telas se había ido a colocársele, sonreí acercándome nuevamente a él tan cerca que sus latidos me eran perceptibles, llevé mis dos dedos a la cabeza ajena y le retiré aquello contestándole - Así como la soledad es acogedora de igual manera te premia, solo debes de prender a observar con más detenimiento... mostrando mis dientes en una sonrisa grande y rozando con aquellos dedos sus mejillas retirándome de inmediato para ir por la botella de vino y servirla.

Comencé a llenar su vaso de nuevo -A este paso vamos a terminar ebrios... terminando de llenar el vaso ajeno y el mio y sonriendo.

por **Hassan Bernard Rothesay** Miér Abr 24, 2013 4:59 pm

Nunca me habían tocado de aquella manera, sus manos eran frías pero de un tacto agradable. Esta vez podría decir hasta que me gusto el contacto de su piel con la mia, de algún modo me refrescaba… Entre el calor de la chimenea, el vino y otros condicionantes comenzaban a tener un poco de calor.

Nuevamente el vaso volvía a estar lleno, Julio tenia razón acabaríamos ebrios. Di un pequeño trago del vaso, el vino estaba fresco gracias a que la botella de cristal guardaba su temperatura perfecta…

-No me gusta mucho hablar a gente que no conozco… con conocer a las clientas de la tienda y sus exigencias me es suficiente. Como ves soy aburrido, me expreso mediante mi trabajo, con lo que mi clientas llevan puesto en la calle.

Esta vez di un trago mas largo. Seguidamente un pequeño mareo me vino –voy a sentarme… Creo que no beberé mas…- Pensé mientras me acercaba a una butaca para sentarme. Me coloque un par de mechones que se salieron de su sitio y respire hondo.

-Creo que he bebido suficiente… Parece mentira que con un vaso y medio este así…

Me quede mirando el techo, contemplando las escayolas que dibujaban sombras extrañas gracias a la chimenea, lo cual me mareaba mas pues las sombras se movían, cerré los ojos y suspire.

por **Julio Hernández** Vie Abr 26, 2013 12:30 am

Seguramente estaba fascinado es más hasta yo me encontraba fascinado aunque el alcohol no pudiera causar en mí algún efecto, me sentía como un ebrio indulgente por seguir y seguir con aquella idea, me recorrían mil y una cosas, mi sonrisa siempre dibujada sorbeaba el vaso con esa sustancia mágica lo miraba desde la chimenea, como se entregaba a los deseos imprecisos del alcohol, ya estaba atrapado y podría jurar que un poco mareado. Sonreí con naturalidad, llevando la botella de vino que aún en ella quedaba un poco para sentarme con toda confianza a la par del modisto, estirando una pierna y volviéndola a cruzar.

-De vez en cuando Hassan no está por de mas hacerte pasar por alguien diferente, quizás jugar al gato y al ratón a ver si terminas siendo presa o predador..- apoyando más mi espalda en aquel asiento, tomando un trago corto y viendo todo los al rededores cuando le escuché decir que se sentía ebrio -Mmm... ¿ebrio, tan rápido? Pero si apenas estamos comenzando...- arremangando de nuevo su camisa y limpiando su pantalón -Hassan, Hassan, no me digas que eres de los que con olfatear el alcohol se marean...- sonrie -Esta botella va por la mitad, aún tiene más por dar hasta una cuarta ronda..- terminando con mi bebida y viendo cada uno de sus movimientos, le miré cerrar sus ojos y colocando una mano en su pierna proseguí -Si no quieres está bien, no vaya a ser que después terminemos hablando incoherencias y enredados...- soltando una leve carcajada y deslizando mi mano hacia arriba de la pierna ajena pasando por su muslo, sus caderas, ascendiendo a su cintura, su pecho y recorriendo hasta llegar a su cuello, quedándose ahí para acariciarle los cabellos y dejar esa mano curiosa ahí, dependía todo de cómo reeccionara.

Con la mano que tenía desocupada, volviendo a llenar el vaso -Mi tercero...- susurré y tomando un trago me embriagué, así como lo hacia hace dos mil quinientos años atrás, sin dejar de juguetear con el cabello de Hassan respiraba despacio -Si quieres que me vaya, para que puedas descansar... Dímelo, aunque en París tenemos un costumbre, jamás dejamos a nadie con media botella llena...- sonriendo.

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Es la hora del cierre...

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