| Ánya Svetlana Køwalczyk | -> Acabada.

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Ánya siempre ha tenido privilegios, y no solo por su condición de clase alta. Hombres de todo París mueren por ella, por sus ojos azul pálido, por sus gruesos labios que invitan a besarla.
Tiene una figura delgada, estilizada, muy atractiva. La genética ha sido muy buena con ella.
Su pelo rubio le cae sobre los hombros en cascada, suave y brillante, que suele recoger en intrincados moños con tocados.
Es alta, muy alta, sobresale por encima de las chicas normales de su edad. Tal vez porque ella no es una chica normal de su edad.
De piel blanca, cuidada, debido a sus raíces rusas y a los baños de talco que se da una vez al mes.
Ánya es una señorita complicada. Es cabezota, no tiene pelos en la lengua y no siempre es bien hablada.
Destrozada por un amor de la adolescencia, ha construido una fuerte y alta barrera entorno a su corazón, para protegerse de las flechas del caprichoso Cupido.

HISTORIA

Ánya Svetlana Nació en el seno de una poderosa familia de Moscú, un 29 de Julio de 1990. Su niñez la pasó rodeada de lujos, y de diferentes tutoras, ya que siempre se salía con la suya y lograba que su madre despidiera a las tutoras encargadas de refinar a la niña.
Nunca fue la típica niña que sueña con ser una princesa y tener su príncipe, no. Ella quería ser libre, vivir sola, y cuando llegara su oportunidad, casarse y formar una familia.

En la adolescencia se hizo más rebelde de lo que era ya de por si. Su alma libre y oprimida bajo un cascaron de niña perfecta, educada y obediente le apretaba cada vez más el corazón. Tal vez porque tenía espíritu felino.
Hasta que conoció al hijo de otra poderosa casa moscovita, se enamoró perdidamente y su alma se liberó un poco, lo justo como para romper todas las normas y salir a escondidas por las noches a intercambiar besos con ese chico, incluso a fugarse de sus clases de danza y de costura. Su madre, una mujer calculadora y muy estricta en cuanto a la educación de su única hija y heredera de la casa Køwalczyk, contrató a una mujer gitana que descubriría los más recónditos secretos de Ánya a cambio de un poco de dinero.
La mujer le contó a su madre acerca de su romance adolescente, de sus fugas y de sus deseos de ser libre y renunciar a la herencia de su difunto padre. También le dijo que había algo en su interior, un espíritu misterioso que la oprimía cada vez más.
La madre, al enterarse de tal situación e ignorando a la mujer gitana en cuando al espíritu en su interior, se encargó personalmente de educar a Ánya, alejándola de su amor, y acompañándola a todos los sitios a los que tenía programados ir, como sus clases de danza, costura y la academia.
Pero Ánya no quería volver a reprimir su espíritu libre, e, rebelándose de nuevo contra su madre, le pidió que la llevara lejos de Moscú, prometiéndole buenos resultados académicos, buen comportamiento y más educación y recato.
La mujer, sin saber que hacer, esperó unos días, pero, no obstante, cuando Ánya cumplió los dieciséis, la envió a París con una sirvienta fiel que la tendría bien vigilada.

Recién llegada a París, una joven y soñadora Ánya contemplaba los numerosos espectáculos de danza, y retomó sus clases. Allí hizo varias amigas.
La joven entendió que mientras siguiera con su comportamiento de rebeldía, no la dejarían ingresar en una nueva escuela de danza, así que durante dos años estuvo aprendiendo de nuevo las ''normas de la Dama'', aprendió a ser educada, gentil, una verdadera señorita encantadora.
Fue en Paris donde descubrió sus poderes de cambiaformas, a la edad de diecinueve años.
Aun que desde niña ya era ágil como un felino y sus sentidos eran más agudos que los de los demás niños, nunca se convirtió hasta ese momento.
Ocurrió una noche, de vuelta con su sirvienta a la casa donde estaban instaladas.
La sirvienta la irritó tanto, que Ánya se enfadó como nunca, y algo en su interior se liberó al fin, y rugió de libertad.
Se convirtió en una hermosa pantera negra, y sin dudarlo ni un segundo, de un zarpazo cruzó la cara de la aterrada sirvienta, matándola de un mordisco momentos después.
Desde ese momento descubrió que también podría convertirse en gato y tigre, y poco a poco fue descubriendo sus poderes, hasta ese momento ocultos dentro de ella misma.

Desde entonces no es la misma, sigue viviendo como una dama moscovita instalada en París, pero en la oscuridad de la noche se convierte en una aterradora pantera, un hermoso gato siamés o un respetable tigre.

DATOS EXTRA

- Toca el piano magníficamente bien.
- También canta, pero sobretodo baila.
- Es muy creyente, reza todas las noches.

gracias a αgusτınα• de sourcecode