Memorias enterradas

por **Alam Lestrange** Mar Jun 04, 2013 8:40 am

Soy capaz de plasmar palabras sobre papel una vez más luego de mucho tiempo. Dos años han sido espacio suficiente para haber logrado aprender nuevamente aquello que creía dominado desde mi niñez, para luego ser incapaz de utilizarlo, pero recuperándolo luego adaptándolo ahora a la condición que ha cambiado mi vida para siempre. Lejos de aquellas anotaciones necesarias durante mi formación académica y posteriores responsabilidades, no había escrito algo jamás.

Se dice que la palabra es buena para desahogar todo aquello que aqueja tanto a la mente como al corazón más no solía necesitar de tal acción para lograrlo. Ya desde mi infancia, quien me conociese un poco, sabría de mi tendencia a permanecer en silencio guardando la mayor parte de mis pensamientos, sentimientos, sensaciones... no había necesidad de un confidente, de alguien que me escuchase, un testigo a quien pudiese confiar cada palabra... hasta aquél día.

Han pasado dos años y aún no soy capaz de sacarme de la mente aquella horrible experiencia. Experiencia que revivo aún en sueños, reflejándose en la más terrible de mis pesadillas. Realmente nadie habría imaginado lo que depararía mi existencia a partir de la decisión de salir de casa aquella noche de otoño. Esa noche en la cual el insomnio fuese el preludio de los acontecimientos que marcaran mi destino. Un destino que aún hoy, me es difícil aceptar. Resignación...

Es de noche pero soy incapaz de notarlo. Realmente aún no logro comprender cómo fue que mi vida diese un giro de forma tan drástica en tan sólo una pequeña fracción de tiempo. Pocos minutos, una hora tal vez, habían sido suficientes para lograrlo. Ese paseo en el bosque había sido común, con la diferencia de la compañía que había tenido a mal en encontrar. Aquella compañía que no se rindiese en su afán, con el mínimo esfuerzo de su parte, de volver mi existencia miserable.

Alejado del terror vivido durante un largo periodo de tiempo, decenas de dudas rondan ahora mi mente desde entonces. Decenas de sorpresas y amargas experiencias he vivido desde entonces pero soy incapaz de asimilar todavía. El porqué es algo que aún no he logrado comprender, la razón por la cual se me ha concedido la existencia a pesar de todo aquello que he tenido la mala fortuna de vivir. Tales sensaciones que estuve lejos de imaginar son las que me han decidido escribir los presentes recuerdos.

por **Alam Lestrange** Mar Jun 04, 2013 10:21 am

Era una noche en la que el sueño, como tantas otras noches, no lograba venir a mí. El leer un poco o permanecer observando los paisajes a través de la ventana de mi habitación era una costumbre arraigada en un vano intento por conciliarlo. Ya mis padres, luego de tantos años de citas médicas, habían aceptado aquella verdad; mas yo era capaz de notar cierto aire de tristeza en aquellos semblantes serenos y llenos de valor, aunque realmente yo no veía al insomnio como algo de gravedad.

~ * ~

Mis padres... un par de personas verdaderamente increíbles, dotados de una fuerza de voluntad y paciencia infinitas, me habían educado en el seno de una familia de clase alta, cuyas carencias habían sido prácticamente nulas tanto económicamente, así como en el plano afectivo. Ellos lograban comprender aquella tendencia mía a permanecer aislado, en silencio, mientras que el resto de jóvenes de mi edad se divertían en cosas acordes a ello.

Los libros han sido mi afición desde que hubiese aprendido a leer, por lo que no me encontraba realmente solo. Los continuos paseos y conversaciones con los empleados a cargo de mi padre hacían de mis tardes verdaderamente amenas, aquellas conversaciones con adultos dotados de una inteligencia y vivencias tan diferentes a las experimentadas por mí, además de sus relatos fantásticos, lograban mantener mi interés durante horas.

Mi curiosidad no permitía dejar de hacerme y hacer preguntas a todo aquél que tuviese la paciencia de conversar conmigo a pesar de mi marcado y evidente hermetismo. Aquella tendencia a buscar las respuestas muy molesto en los jóvenes de mi edad, era bastante apreciada en la mayoría de adultos que, habiendo terminado su jornada de trabajo, acostumbraran a sentarse al pie de un árbol o a la orilla del lago en el interior del bosque a descansar.

Habían sido muchas las respuestas a la cantidad de dudas que solía expresarles con empeño sin embargo, no había formulado aún todas las preguntas. Y era lamentable, ya que a causa de ello, no había recibido todas las respuestas... respuestas que me habrían sido de gran utilidad a partir de aquella noche de viento. Una noche en la que el sueño, como tantas otras ocasiones no lograra acudir a mí y la lectura no fuese capaz de tranquilizarme...

~ * ~

Maldito el momento en el que tomara semejante decisión. Aquella decisión que me impulsara a salir de mi habitación a pesar de las súplicas de aquella amable mujer que tomara el papel de ama de llaves en la mansión de mi familia. El miedo en su semblante era totalmente evidente, actitud que tomé como natural en una mujer que se preocupa por aquél que cuidase desde su nacimiento y considerase como un hijo. Maldito el momento en el cual mi sentido común se cegó a la terquedad...

por **Alam Lestrange** Mar Jun 04, 2013 1:56 pm

La caminata que realizara desde la mansión hasta el interior del bosque había sido realmente tranquilizante, y la llevaba a cabo a expensas de la preocupación de aquella apreciable mujer y bajo el desconocimiento de mis padres. El brillo de la luna en el cielo casi negro, a excepción de algunas nubes que rodeaban a la misma daba una visión un tanto fantástica, impresionante, agradable... aquella noche no era como las demás, esa noche sería el principio de la eternidad...

El viento soplaba despeinando mi cabello, sacudiendo con cierta fuerza el abrigo que vistiera esa noche sobre mi atuendo totalmente negro. Las hojas de las ramas de los árboles se movían por efecto del mismo produciendo un efecto silbante y miré hacia el suelo, notando cómo las formas sin sentido se movían con el agitar del viento. Conocía el camino a la perfección, no me pareció necesario llevar ningún tipo de iluminación ya que podía caminar perfectamente sin tropezar.

Aquella mujer que escuché caminar entre los árboles del lugar fue la causa de mi actual condición. Aquella mujer a la que, preguntándome el motivo de su presencia en el bosque a semejantes horas de la noche, hubiese decidido alcanzar para aclarar las múltiples dudas. Grave error. Decidí acercarme y le llamé sin detener mi camino y al momento ella se detuvo al frente mío, me dirigí hacia ella para observarle y notar la belleza de la misma, una belleza bastante peculiar.

Había preguntado el motivo de su andar por el bosque, intentando aclarar la duda, en ese momento ella sonrió y pude notar aquél par de afilados colmillos y ojos que se tornaran de color rojo vistos claramente con la luz de la luna. Yo me alejé dando un paso atrás y luego me di la vuelta para escapar. Habría sido de bastante utilidad conocer las habilidades de semejantes seres en ese entonces, seguramente habría tenido oportunidad de pensar una mejor defensa de ser así.

Ella me golpeó, supongo. Realmente no recuerdo con claridad, por lo que asumo que tengo una especie de amnesia. Lo único que recuerdo es que caí, me giré para quedar de espaldas contra el suelo, me incorporé y quedé sentado incapaz de reconocer el lugar entre la oscuridad que me rodeaba. En ese momento desconocía el hecho de que había perdido la visión para siempre, por lo que froté mis ojos e intenté mirar a mi alrededor. Tenía miedo...

A partir de ahí mis recuerdos se limitan a lo que logré escuchar, oler y sentir. Me di cuenta cómo algo como un par de pequeñas pero fuertes manos tomaban mis hombros, casi clavando sus alargadas uñas en ellos. Grité pidiendo ayuda, pero nadie acudió a mi llamado. Escuché una burlesca risa femenina y posteriormente fui presionado contra el suelo con tal fuerza, que volví a golpear mi cabeza quedando totalmente mareado.

Intenté luchar, intenté defenderme... usé mis piernas, mis brazos para intentar liberarme de las garras de aquél oscuro ser, pero todo fue inútil. Haciendo uso de su fuerza sobre humana, volvió a clavar sus uñas en mis hombros ya heridos y luego sentí su respiración en mi cuello, sus labios lo rozaron de forma muy sutil para posteriormente morderlo con rudeza. Le pedí que me soltara, ella se separó para decirme que no era el momento todavía y volvió a morder.

La sensación de impotencia fue indescriptible, todas mis fuerzas no fueron suficientes para librarme de aquél ser que en su afán por inmovilizarme, continuaba hiriendo mi cuerpo mientras bebía de mi cuello mordiendo con brutalidad. Grité y luego, simplemente gemí de dolor... la debilidad comenzaba a apoderarse de mí sin que pudiese hacer nada para evitarlo. Sentía dolor y, en medio de éste, mis ojos permanecían entrecerrados intentando imaginar que me encontraba inmerso en la más terrible de mis pesadillas. Un horrible sueño del que podría despertar a la mañana siguiente...

por **Alam Lestrange** Vie Jun 07, 2013 2:16 pm

Describir a detalle de aquella experiencia no me es nada sencillo, suelo dejar durante horas, durante días aquél instrumento que utilizase para plasmar las palabras sobre el papel. Las sensaciones y el terror suelen encontrarse en mi conciencia todavía, las pocas imágenes que evoca mi mente se tornan tan claras, que de pronto me invade la sensación de que revivo la brutal experiencia.

Esa habitación, aquél lugar en el cual pasara distrayéndome durante mis horas de descanso se tornaba tan diferente ahora... los espesos cortinajes no podían ser separados durante el día jamás, la oscuridad no era un impedimento para mí debido a mi actual condición... la oscuridad era el único lugar en el que sería posible mi existencia y me dolía. Afortunadamente aquella sensación ha terminado por abandonarme, cada día un poco más, a causa de mi incapacidad para percibirla.

Expresar mis recuerdos claros, plasmándolos sobre el papel que descansa en la mesita de madera en este momento, es la mejor forma de vaciar la angustia que alberga mi corazón no latiente. Aquél que, pesar de su condición, aún es capaz de experimentar con fuerza las emociones de la misma forma que lo hiciese cuando podía latir todavía. Ahora, a pesar del paso del tiempo, duele no comprender el motivo de mi existencia, duele desconocer el porqué de la misma...

~ * ~

Mi cuerpo yacía abandonado sobre la frialdad del húmedo suelo, mientras que la presencia de la mujer había dejado de ser notoria para mí durante algunos minutos en los cuales la pérdida de sangre a través de la herida de mi cuello provocase mi cada vez más marcada debilidad. Mi memoria es incapaz de recodar el momento posterior en el que, sin haberme dado cuenta siquiera, ella se hiriese su muñeca para ofrecerme aquél rojo líquido sobre mis labios entreabiertos.

La sensación que experimentase a continuación me es casi imposible de describir. Fuertes dolores invadieron mi cuerpo, provocando mi deseo de gritar sintiendo una especie de nudo en la garganta que me impedía hacerlo. De haberme encontrado en mejores condiciones, mi rabia habría invadido mi ser al escuchar la risa de aquella mujer al disfrutar mi sufrimiento, el cual me impulsaba a gemir ante mi desesperación.

~ * ~

Cuánto tiempo perduró aquella tortura, no lo sé. No logro recordar aún fragmentos de aquella horrible experiencia que marcase mi existencia para siempre. Segundos, minutos, horas... realmente no lo sé y el sólo evocar aquello que me quedase grabado provoca en mí un inevitable estremecimiento que me vuelve imposible mantener una escritura fluida. Igualmente imposible me es, aún hoy, entender los motivos que tuviese aquella mujer que, luego de remarcar mi desgracia, me abandonase a mi suerte momentos después.

por **Alam Lestrange** Miér Jun 12, 2013 12:07 pm

La sensación de confusión y sentirme totalmente perdido casi terminan conmigo en aquella ocasión. Si hoy en día suelo buscar cualquier indicio que me reafirme mi deseo de que todo, a partir del día de mi transformación, fue solamente causa de una terrible pesadilla, en aquellas fechas mi necesidad de creerlo era mucho mayor. Podría bien haber sido el efecto del golpe que recibiese en la cabeza, pero lamentablemente todo era parte de la realidad.

Si ya la idea de tener que vivir con aquello era una tortura, y lo sigue siendo hasta el día de hoy, la situación empeoraría cuando mi necesidad de calmar mi sed comenzó a volverse cada vez más insoportable. Envuelto en aquella total oscuridad y siendo incapaz de darme cuenta el lugar en el que me encontraba, la situación no se volvía nada sencilla mas sin embargo era necesario pensar en algo para salir de aquella dificultad.

Pensando ahora en aquél día, de haber sido avistado por aquellos que comparten mi condición, habrían pensado en lo patética de la misma. Un vampiro recién transformado, hambriento y abandonado a su suerte sufriendo la incapacidad de utilizar su sentido de la vista... las dudas invadían mi cabeza a pesar del dolor punzante que no me permitía pensar, mi cuerpo dolorido en busca de aquello que le produjese alivio no hacían las cosas más sencillas.

Analizando todo lo referente a mi desafortunada condición, bien habría sido mejor terminar siendo como aquellas auténticas máquinas de matar las cuales, o tendrían mayores posibilidades de sobrevivencia, o habrían terminado fulminados a causa de su falta de prudencia. Aún hoy me pregunto qué destino habría sido el que me deparase a mí, con este cúmulo de características que me vuelven diferente y, aún ante los ojos de mis pares, gracias a ellas soy una aberración natural...

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