Edée (who run the world? girls!)

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Edée se pronuncia con la cadencia de una canción, tan pronto de un blues lento como del son de unos tambores originarios de esa África que vio nacer a su madre y que la ha bendecido con un color de piel hermosamente tostado. Cualquier otro coincidiría en que no es precisamente un don ser un mestizo entre razas tal y como está la sociedad francesa actualmente, pero para ella es una prueba más que le ha templado el carácter y la ha convertido en lo que es. Para Edée no hay cima demasiado alta para ser coronada ni espesura demasiado agreste para ser explorada. Lleva en su sangre el fuego indómito de los proscritos y lo usa en su beneficio siempre que baila con Griff, el oso con el que se ha hermanado en el circo de los gitanos y al que se siente mucho más unida que a muchos seres humanos. No parece desear nada de lo que tú puedas ofrecerle, sus rasgos felinos, sus curvas ostentosas y su voz grave de contralto parecen hechas a medida para tentar todos los deseos que aprendiste a reprimir cuando eras un niño, pero a cambio bajo esa melena oscura y espesa no queda espacio para un cerebro emocional ni histrónico propio de lo que los varones achacarían al sexo femenino. Edée es fuerte como un tornado y allí por donde pasa deja la misma estela, imopsible de ignorar, aunque por fortuna mucho menos destructiva gracias a su fuerte risa y su innata extroversión, que embiste contra los prejuicios raciales de los demás como las olas contra las rocas de un acantilado, moldeándolas a fuerza de constancia y tesón.

Indomable y dueña de sí misma, no hay probablemente nadie más alejado del paradigma de la esclavitud que esta hembra que por herencia nació para ser sirvienta y que sin embargo se comporta como si no mereciera menos que tener el mundo a sus pies. No parece temer a nada ni a nadie, su particular forma de crianza la ha vuelto independiente y se desenvuelve sola sin el menor asomo de titubeo. Se controla con una maestría que haría rugir de envidia a las damas más elegantes de París, y al mismo tiempo cuando enfurece su semblante podría llamear. No necesita pedir nada porque basta uno solo de sus gestos para que todos vislumbren en su interior un espíritu de regenta que pocos se atreverían a enfrentar o a poner en duda. Casi se diría que Edée es conocedora del destino que sufrió su madre a manos de su dueño aunque la perdiera de vista siendo un bebé, ya que tiene un extraño concepto del bien y del mal, así como de la justicia, que la lleva a no confiar más de lo estrictamente necesario en las personas de alta cuna y más especialmente en los varones, aunque esto bien podría ser fruto de su propia experiencia amarga con el sexo contrario que siempre tiende a subestimarla y considerarla poco más que un objeto de deseo sin razón ni voluntad. La prueba de que ella tiene el poder para escoger en quién invierte su tiempo es que todavía, pese a su edad, sigue siendo docella.

HISTORIA

No todas las grandes personas tienen historias con grandes comienzos. El momento de la concepción de Edée fue probablemente comprometido y algo violento, ya que tuvo lugar entre un noble de casta alta de París y su criada negra, apenas una chiquilla, que probablemente estaba más asustada que enamorada del señor. Los hombres hacían esas cosas con facilidad como si las gentes que estaban en el servicio de sus mansiones les pertenecieran en igual mesura que los cuadros y los tapices de las paredes; como si las tierras que las familias heredaban, vendían y compraban y con las que se enriquecían se extendieran hasta debajo de las faldas de sus esclavas. La madre de Edée era una joven de curvas apetitosas y almendrados ojos felinos que no necesitaba salvo existir para tentar a los varones en su cercanía y el patrón no fue una excepción a esa regla. La misma noche que quedó encinta selló sin saberlo su destino, pues su abdomen cada vez más abultado era una flecha de fuego que apuntaba directamente a su dueño y lo incriminaba ante su esposa. Así, sin compasión ninguna, la doncella fue puesta en la calle sin más compensación que unos cuantos francos y una mancha en la honra que había de prohibirle la entrada a todas las otras casas de la ciudad, donde al verla soltera y embarazada la tomaban por una ramera negra. Finalmente hubo de caer enferma de hambre para que unas señoras que regentaban un hospicio de moribundos se apiadaran de ella y la alojaran en una cama con hedor a miedo y a soledad hasta el día del alumbramiento, en que su cuerpo aunó todas las fuerzas que le restaban para dar la vida a Edée, decir en voz alta su nombre y fallecer acto seguido.

Las mujeres no podían ocuparse de aquel bebé inesperado pero se les ocurrió que al ser de piel color café, la mezcla justa y hermosa entre sus dos progenitores, estaría bien entre las troupes de gitanos que acudían cada tanto a dar sus espectáculos a las afueras. Una chiquilla mulata daría el toque exótico a todos los números de magia, tarot y fieras que aquellas gentes nómadas y misteriosas traían hasta París con la esperanza de infundir con sus coloridas vestiduras algo de aire fresco entre los acartonados y almidonados ciudadanos franceses. Fue una de aquellas tribus de alegres zíngaros la que acogió a Edée y le brindó lo más parecido al calor de una familia que la pequeña habría de conocer en sus años próximos. Amiga de todos pero hija de nadie, la mulata denotó bien pronto ser poseedora de un carácter singular, de andares elásticos como los de una pantera y de un alma henchida de puro fuego indomable y salvaje. No hubo manera de evitar que se encaprichara de todos los animales que los gitanos llevaban con ellos en los carromatos y a pesar de contar con dotes para echar las cartas se empecinó en encargarse del gran oso pardo que los espectadores pagaban por ver. Siempre creyó que se parecían más de lo que cualquier otro humano pudiera asemejársele. A día de hoy Edée sigue viajando con los gitanos y bailando con Griff como si sus zarpas no le impidieran ser un compañero sensacional para una mujer que, en sí misma, tiene mucho de fiera.

DATOS EXTRA

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