○ The Banshee ID ○

→ Aparición/Invisibilidad: Habilidad para aparecer y desaparecer las veces que deseen y a cualquier hora del día, además de que ellos poseen la capacidad de mostrarse solo ante las personas que ellos elijan y ocultarse a ojos de los que no desean que los vean.

→ Ilusión: Capacidad de crear ilusiones ópticas a los vivos, mostrar recuerdos a través del tacto o similares.

→ Teletransportación: Habilidad para moverse de un lugar a otro sin ocupar espacio o masa en el trayecto. Traspasar superficies sólidas que un humano común no podría, como paredes, etc.

→ Telequinesis: Habilidad para mover objetos, tocar a los seres humanos que están vivos, animales, etc. En pocas palabras, pueden hacerse pasar perfectamente por una persona viva y realizar las mismas actividades que un vivo haría si es que lo desean. Los objetos pueden moverlos no solo tocarlos, también haciendo uso solamente de su mente.

→ Permanencia: Capacidad de quedarse en el mundo de los vivos el tiempo que deseen, pero mientras lo hagan su alma no estará en paz y no descansarán como el resto de los difuntos.

→ Corporeidad: Característica de los que tienen cuerpo o consistencia. Los fantasmas tienen la capacidad de tener un cuerpo físico, de tocar, sentir y hacer sentir y ser tocados por otros (vivos) si lo desean; significa que pueden gozar de las mismas sensaciones de las que goza un mortal (aunque nunca será igual a como las siente un vivo) pero esto solo será logrado si se concentra lo suficiente y solamente si desea que así sea.

→ Posesión: Posibilidad de entrar en el cuerpo de un vivo, pero esto solo pueden lograrlo con la ayuda de una persona que tenga conocimientos en el tema (como los brujos o mediums), además de que la posesión solo será momentánea (máximo un par de horas), nunca permanente.

Es una chica luchadora, que sabe cuál es su posición pero trata de hacerlo todo lo mejor posible. No se viene abajo con facilidad y trata siempre de mantener la entereza. No es lo mismo luchadora que peleona, es importante tenerlo en cuenta. No se la pasa cabreada ni discutiendo por las cosas que le han pasado o por tener que ser una sirvienta o alguien de casi nulos recursos. Es lo que hay y punto, solo trata de hacerlo bien y poder mantener un nivel de vida "bueno" dentro de sus posibilidades.

Siempre trata de mostrarse amable y agradable, obediente y servicial. No es tampoco de las que se arrastran para lograr algo de atención, tiene un poco de amor propio aun, aunque sea en alguna parte de su cerebro. Le gusta soñar y tener esperanzas, es la mejor forma de sobrellevar la existencia, así que trata de que quienes la rodean, también tengan sueños y puedan intentar ser felices. No le supone un problema tener que seguir órdenes u obedecer, ya lo hacía desde pequeña para ella misma y su madre, más de mayor para su señor, así que no es nada nuevo. Lo que peor lleva son las enfermedades. Lo pasa mal en el sanatorio cuando tiene que ver a tantas personas enfermas, pero hace lo que puede para hacerles la vida un poco más fácil, a veces con la misma compañía.

Es tranquila y calmada, trata bien a la gente y se comporta de forma sumisa cuando alguien le pide algo. Hasta la fecha no ha sufrido abusos dignos de mención. Sabe que hay sirvientas en algunas casas, que siguen ordenes de sus señores, órdenes que ella no querría tener que cumplir, aunque no hubiera sido el caso de su madre, sabía el de muchas otras.

Básicamente mantiene la misma personalidad, tan solo con algunos cambios. Se ha vuelto algo más susceptible, teniendo ligeras lagunas en las que su comportamiento es completamente el de un fantasma sin mucho sentido común, como si fuera una loca más de ese manicomio en el que trabajó. Cuando ve alguna injusticia o cree que alguien debe pagar por algo malo, se encarga de tomarse la justicia por su mano. Se dedica a enloquecer a la persona, a hacerle sufrir, a que vea cosas y a llorar constantemente en su ventana, el llanto de una banshee que le dirían, una historia que escuchó desde muy pequeña. Esto hace que dormir les sea difícil y terminan perdiendo la cordura.

Probablemente no sería la primera ni la última sirvienta que quedaba embarazada por uno de los señoritos de la casa. Ambos eran jóvenes, ella quizás unos años mayor que el muchacho. De haberlo sabido, seguro que los padres de él habrían dicho que era una bruja, que había seducido a su pobre e inocente hijo para que cayera en sus redes y así la embarazara, porque tenía ansias de poder. Pero la verdad distaba muchísimo de todo aquello. Ambos jóvenes se amaban, se habían enamorado tiempo atrás, y no era una pasión fácil de contener.

Ese fue el origen de la pequeña Banshee. Una niña que fue escondida a sus abuelos paternos, por miedo a terminar en la calle o incluso muertos. El padre era un joven noble, destinado a casarse y seguir amasando fortuna, su madre, tan solo una de las limpiadoras de la enorme casa. Cuántas cosas se podían esconder en aquellas enormes habitaciones. Puede que fuera por el amor que sus padres se tenían, pero ella no fue una sirvienta corriente. Aunque desde muy pequeña ya empezó a trabajar, como todas las demás, siempre tuvo pequeñas ayudas a escondidas. La instruyeron en cosas básicas como la lectura y la escritura, siempre a espaldas de sus abuelos, siempre como un gran secreto. Todos pensaban que su madre se había embarazado de un hombre cualquiera, como fácil que eran, se suponía, claro.

Cuando era solo una muchachita, ya se vio sirviendo a sus propios hermanastros, pues su padre había tenido que contraer matrimonio, mientras mantenía a su propia madre como una amante. Ella parecía aceptarlo, así que Banshee no podía decir mucho más en todo aquello. Lo que más le gustaba a la muchacha era cocinar, se le daba bien y disfrutaba enormemente haciéndolo, así que su señor -su padre-, le permitió encargarse de la cocina a pesar de ser tan joven. Fue así como, en una reunión organizada en la casa, un hombre importante se quedó prendado, enamorado por el estómago de las dotes culinarias de la chica. Le pidió al dueño de la casa, que le dejar alguna vez disponer de las manos de la chica, y este accedió. Además, el parecido entre ella y sus otros hijos, se hacía patente a más pasaba el tiempo.

Al final Banshee abandonó su hogar, con apenas un par de joyas regaladas, algo de ropa y un enorme libro de recetas. Pasó por varias casas, haciendo de cocinera principalmente, a su corta edad, ya tenía bastante experiencia. Sin embargo, no tuvo mucha suerte, por unas cosas u otras, terminaba por marcharse. O las familias mudaban, o buscaban otra sirvienta más mayor, o simplemente se quedaban en la ruina. Hasta llegó a pensar que estaba maldita, porque aquello no parecía normal. Tantas vueltas en tan poco tiempo, la llevaron a buscar trabajo en el lugar más inesperado, el sanatorio mental. Allí le ofrecieron ser la cocinera, y además, un pequeño extra, que era poder quedarse en una de las habitaciones del sótano, con apenas un camastro y poco más, muy austero y casi parecía un convento, por las noches habían gritos y cosas extrañas, pero era mucho mejor que dormir en la calle así que aceptó. Aun mantenía relación con su madre a base de cartas y demás, pero trataba de mantener el menor posible, intentando seguir adelante ella sola y labrarse un futuro por su propia cuenta.

La cosa parecía ir bien, todo tranquilo. Pero aquello era un sitio verdaderamente arriesgado, y sin verla siquiera terminó siendo el objeto de obsesión de uno de los internos. Comenzó a mandarle flores marchitas, regalos inquietantes...y antes de que se diera cuenta, la había atado y terminado por asesinar. Por suerte cabe destacar que no había sido una tortura, había sido rápido, por asfixia. Lo que hiciera después con su cadáver ya no era cosa suya, ya no sentía nada. Cuando volvió a abrir los ojos era un ente que vagaba, sin saber el motivo o la meta, solo con la necesidad de hacer justicia.