Hekate Maev ID

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Es verdad que no dudaría en echar una mano a la gente que de verdad necesita ayuda, pero en la vida hay límites. Desde bien pequeña la han enseñado a comunicarse con las demás personas dado al alto rango al que pertenecía su familia. Todos decían que era una niña alegre y sociable, pero con el paso de los años, Hekate se ha ido volviendo más madura sobre como es la vida de verdad a como era en su niñez, la poca que puede llegar a recordar. Algunas veces se escapa de la clase alta para reunirse con los niños del orfanato a contarles cuentos y servirles comida. Hekate  es sensata en lo que se refiere al amor, a pesar de haber tenido una educación estricta y haber experimentado nada del amor. Tiene tiempo para tonterías como el amor e historias de parejas, lo ha pasado, lo ha experimentado, pero quizás encuentre algo, no sabe el qué, pero debido a su “ausencia” aquella esencia escasea bajo la personalidad de alguien más segura de si misma. Todavía la timidez se encuentra bajo un rostro de ojos azules, piel morena aunque a veces un poco pálida.

HISTORIA

No había muchas personas que se convertían en legenda y que conseguían un lugar en el mundo, un nombre escuchado por todos. El colegio Sta. Lucia era bien reconocida en el mundo eclesiástico, con un alto prestigio que destacaba sobre todos los demás. Situado en un ostentoso rincón del país inglés, dichosas alumnos de distintos rincones del país llegaban cada día de para ser evaluados rigurosamente, para después pasar por un ritual con el que sería el punto crucial para ser admitidos al prestigioso lugar.

“La imagen de Santa Lucía fue elegida por el Consejo General de Hermandades y Cofradías desde nuestra corporación a la querida Hermandad de Santa Lucía y asistiremos en representación a los cultos correspondiente de tal celebración.”

Aquella frase se dicta cada vez que se empieza el día antes de que las muchas de las novicias y demás miembros del convento, tomen sus desayunos en el gran comedor, ambientado con motivos barroca y de insinuante pinceladas en el techo adornado con hermosos ángeles volando por un amplio cielo azul. De lunes a viernes toman sus clases con rigor, los sábados y domingos se les permite a los alumnos tener tiempo libre unas horas y poder escribir a sus familias. Por la noche de los fines de semana dan un paseo de varias horas alrededor del recinto. Pasan una vida allí, conociéndose la una a la otra desde muy pequeños hasta que siempre viene alguna persona de otro lado y mismamente surgen nuevas amistades.

Pero hace mucho, mucho tiempo, en épocas de la inquisición la iglesia había encontrado señales de una raza sobrenatural que existían desde la era celtica, a aquella raza se la llamaban las hijas de Satán, las brujas, personas que tenían poderes sobrenaturales para controlar el mal. Con aquellos pensamientos, la iglesia consiguió controlar la fe de los ciudadanos de Londres, haciéndoles creer que eran personas impuras y que habían dado su alma al diablo que sobretodo se escondía en cuerpo de mujer o de la inocencia, pero una noche de verano, para ser exactos, en la víspera de San Juan y en la que todos los muertos y seres mágicos salen a la vida, en la mansión de los Hulgorbth habían encontrado el cuerpo del prometido de la menor de los Hulgorbth sin vida y decapitado y mutilado por cada parte de su cuerpo, pero para cuando llego la ayuda, ya era demasiado tarde.  Encontraron a la menor de los Hulgorbth con las manos cubiertas de sangre y con el maquillaje roto sobre su rostro de porcelana. En cambio las amigas de esta fueron encontradas también en varios asesinatos similares.

Las muchachas negaban que lo hubieran hecho ellas, pero nadie les creía. Varias personas habían visto las manos de la inocente hija menor de los Hulgorbth con las manos de sangre y en otros rincones, había sucedido lo mismo. La mansión de los Hulgorbth se encontraba en el punto sur del mapa, la segunda amiga de la menor de las hijas Hulgorbth, se la habían encontrado arrinconada, con las manos atadas en un rincón de la habitación contigua al de donde se encontró la segunda víctima, colgada de la lámpara de araña con apenas ropa encima, al norte del mapa. A la tercera muchacha se la encontraron en estado catatónico al haber sido testigo de que su pareja de toda la vida había comenzado a moverse del revés como si estuviera poseído por algún espíritu y que acto seguido había perdido el pulso, llevándolo a la muerte, y ella sin poder haber hecho nada, le vio morir en una modesta mansión del este de Londres, pero a la cuarta muchacha que andaba leyendo en paz, se encontró a su recién esposo colgado de la misma manera que la segunda amiga de la hija menor de los Hulgorbth en el Oeste de Londres.

Cuatro asesinatos con las chicas presentes, a la misma hora y de distinta forma y nadie creyeron a ninguna. Fueron llevadas al centro de Londres, en mitad de la plaza alrededor de muchas personas con antorchas encendidas. Las chicas que estaban siendo injustamente juzgadas, fueron atadas a postes de madera verticales y mientras un cura recitaba el pésame a las cuatro chicas, la verdad salió a la luz. Una de las cuatro chicas por fin se dio a conocer como en verdad era, una bruja que antes de que se quemara en el olvido, lanzo un maleficio al pequeño pueblo de Londres, el cual consistía en la siguiente:

“Cada mujer que se case a los dieciséis años y escuche el aullido de un grillo en invierno, su amado morirá a los dos días.....”

Una de ellas había tenido descendiente, nadie más lo sabía. Un muchacho, Erik que era mayordomo en la mansión de la que era la bruja, se llevó al bebe consigo, se lo llevo a Paris en donde podría vivir en paz y que estaría lejos del peligro. Una vez estando en el barco que los llevarían a la salvación, por decirlo de algún modo, Erik miro a quien era fruto del amor de él y la bruja, miro a la niña que tenía en brazos, sonreía ampliamente, este adoraba como la niña dormía tranquila en sus brazos, vio entonces que en su frente tenía una marca que se veía a la luz de la luna. Entonces solamente se quedó sin habla, pero vamos, era su hija. La querría como fuera la pequeña.

Después de varios años, Hekate Maev creció en Paris, aprendió de todo, tuvo todo lo que quiso excepto el cariño de una madre aunque las amantes de su padre a veces la ayudaban en cualquier cosa. Su padre se hizo rico vendiendo su cuerpo, no se lo oculto a su hija, pero después paso a ser empresario del banco de París pese que demostró con creces una inteligencia soberbia en el ámbito económico y de contable. Cobraba riquezas, dinero y respeto además de fama. Hekate era una chica feliz, tan solo sin su madre. Pero un día estando envuelta entre sabanas se quedó mirando hacia dentro de estas. Se vio que tenía cualidades y entonces se puso a mirar por la ventana, vio a una mujer, bella, se le parecía y vio como la mujer escribía en el vaho: Soy tu madre...y te quiero.

Se asustó tanto que dio un grito que se escuchó en toda la casa. Su padre llego a la habitación de esta y entonces vio el espíritu de su amor, se quedó algo pálido al verla y este en apenas unos segundos después comenzó a llorar de la felicidad, se acercó a ella pero el fantasma se alejó de él. Él se extrañó, el fantasma no lo recordaba, pero inmediatamente esta lloraba también, Hekate no entendía, suspiro y miro como sus padres se juntaban en un abrazo por un rato largo.

¿Estarían así? Desde aquella noche Hekate visitaba a veces con o sin su padre al espíritu de su madre que deambulaba por los cementerios de Paris. Sonrió de lado para después tener algo que ver en el entorno, descubrió que cuando tocaba una flor, una rosa, esta al instante se enmudecía y se apagaba. Se miró la mano y entonces cuando hablaba con su madre sobre lo que le paso en el día, Hekate vio a un lindo conejo, lo cogió, pero este enseguida se quedó sin vida. ¿Qué pasaba? Su madre la vio feliz. Tenía el poder de la muerte. Hekate pensó que su madre estaba loca, pero  entonces, Hekate solo comenzó a asustarse de aquello. Se despidió de su madre y después se cruzó con la mirada de un joven alto y que tenía un violín. Ella lo tocaba también, pero adoraba tocar el piano. Se quedó mirando al joven, ambos se quedaron mirándose. Hekate enseguida se quedó mirando el camino a sus espaldas y decidió darse más prisa para llegar a su padre, a contarle lo que le pasaba, no sin antes vestirse con unos guantes para poder impedir matar a nadie.

A la noche siguiente Hekate estaba en una fiesta, estaban en pleno agosto y ella visita un vestido verde y guantes de seda finos en verano. La gente la miraba, otros pensaban en que seguramente le sentaban bien, pero  no quería tocar a nadie. No quería matar a nadie. Entonces un hombre se acercó a Hekate, ella le toco con los guantes  los hombros pero no pasó nada. Suspiro de alivio, el joven la miraba raro y sonrió, ella se disculpó-...Es que me interesaba ver el tejido de su casaca señor...-sonrió-...Ando en un proyecto de diseñar ropa...-sonrió con algo de incomodidad- Discúlpeme....-Se alejó de aquel chico y directamente se iba hacia el cementerio seguido de la vista de su padre.

Este suspiro preocupado, no podía ir a visitar a su madre cuando le plazca, su madre estaba muerta...bueno, era un fantasma que ambos podían ver, pero si la veían hablar sola sería malo para la pobre Hekate, no quería que ella lo pasara mal en el futuro. Antes de que Hekate pudiera llegar al cementerio, su padre la tomo del brazo, la llevo con delicadeza hacia la fiesta y la presento a un grupo de inquisidores, su padre estaba loco. Inquisidores, ella era bruja, recién estaba descubriéndolo. Pero lo que le sorprendió es que esos hombres estaban buscando ayuda en una misión muy importante, entonces, aquello le intereso, a ella le gustaba todo lo que llevara acción y poder sentirlo en las venas, pero el grito de una mujer hizo presente en la fiesta, seres interrumpieron la pacifica fiesta, ella sabía de la existencia, pero lo que vio fue animales siendo perseguidos por licanos y licanos siendo perseguidos por vampiros, los veía como se alimentaban enseguida de toda la gente, mordiendo en el cuello, entonces, se agarró a su padre, pero no se dio cuenta que tenía sus manos sobre el pecho de este, las quito, pero su padre seguía vivo.

El grito de uno de los inquisidores aviso de que estaba en peligro, Hekate por alma buena que tenía, fue a socorrerlo, se quitó los guantes, sabía que tenía que hacer, sus manos se pusieron sobre el animal que lo amenazaba pero nada, seguía el peligro, pero de repente un cadáver que sobresalió del suelo llego asaltando al animal, liberando al inquisidor y salvándole la vida. Hekate estaba asustada, su padre se fue a ella para liberarla de su confusión, la toco, ella lo toco sin los guantes ¡Oh no! …pero su padre seguía vivo – No moriré…soy difícil de matar…-susurro en el oído de su hija, después la llevo lejos de aquella batalla que finalmente consiguieron espantar a los alborotadores.

A partir de aquel día, su vida cambio de repente y todo dio un vuelco de 180º. Era espía  y trabajaba con sus “demonios” por decirlo de algún modo para la inquisición. Aunque…ayudo mucho más a la economía de la familia, no estaba conforme con lo que hacía. Era cruel y tenía que cobijarse en su padre cada vez que necesitaba llorar.

DATOS EXTRA

· Toca el violin, pero prefiere el cello.
· Le gustan los fantasmas demasiado, adora a su madre por lo que fue y por lo que es.
· Le gusta mucho el negro junto con el verde, las piedras preciosas, el amatista, los rubis, las esmeraldas y los diamantes.