Le langage de l'amour [Andrés M. Rosfwar]

El dia habia sido demasiado agobiante con respecto a lo que había pensado, mucho trabajo por hacer en la casa que había tenido algo abandonada desde que me tuve que retirar fuera de Paris por asuntos de trabajo. Mis empleados hacían lo que podían pero no podía decir que estuviera a las mil maravillas. El tiempo se me había puesto en contra porque avanzaban las horas cuando estaba entrenando a los caballos en el picadero. Varios de mis empleados andaban por los alrededores adecentando la zona y volviéndola algo mas activa. Seguian pareciéndome un animal maravilloso del cual podía pasar horas y horas cuidando de ellos ya que ante mis ojos habían sido mi único compañero un animal de semejante nobleza. No era como un perro que lo entrenabas y te seguía toda la vida sino tenia su propio mundo en el cual era el amo y señor, el mismo corazón del caballo se hacia notar en su porte al andar incluso su mirada penetrante cuando te observaba.

El tiempo se me hacia de lo mas corto cuando estaba en algo que me gustaba demasiado para dejarlo con tanta facilidad. Debia de preparar muchas cosas aun por delante para centrarme en el trabajo pero por un momento tuve que detenerme al escuchar a una de mis empleadas que salía llamándome por el amplio porton principal. Arrugando el entrecejo preocupado por lo que me estaba contando fui hacia las vallas tomando mi camisa sin mangas dirigiéndome al interior de la casa. La segui atravez del amplio pasillo dando a una de las puertas donde solia dormir los empleados. Cuando entre observe a una de mis doncellas de la casa tumbada sin poderse mover y con alta temperatura, me aproxime para mirársela yo mismo. Rapidamente sali hacia la entrada de la casa donde estaba uno de mis empleados que pasaba justamente por allí, le pedi que fuera a la ciudad en busca de medicamentos para la joven que se encontraba muy mal. Le escribi una rápida nota con una bolsa con monedas. Me quede preocupado por la salud de la joven avisando a los empleados que me avisaran de cualquier cambio que pasara que iba a tener que subir a dejar los mandados realizados.

Subi hasta el segundo piso en aquella escalera amplia que se dividia en dos partes con la misma alfombra roja que iba por todo el centro de la casa. Pocas veces en casa había estado alguien enfermo y no acostumbraba a ver la gente mal por cualquier síntoma, preferia asegurarme de lo que pudiera tener por si se extendia o necesitaba algo que la ayudara ante el mal estar. Mis padres siempre me habían enseñado a cuidar de los mios siempre con las manos abiertas para recibir lo que se da y hasta dia de hoy siempre me había ido bien sin ninguna queja. Estuve apunto de salir yo mismo a por las medicinas pero tenia que estar en casa porque también había algunos asuntos importantes que requerían de mis mensajes por responder que mantenía sobre el escritorio. Entre en mi estudio dejando la puerta abierta por cualquier motivo asi podía ver el movimiento aunque pocas veces dejaba la puerta abierta. Me sente tras el escritorio robusto de roble donde mis cartas fueron abiertas y a la vez escribiendo la contesta a tales correspondencia que tenia mucho en juego como el trabajo de toda una vida que mantenía a flote. No solo tenia que dar a valer lo que era mis tierras sino el momento de que todo lo que haga tendrá consecuencias y debía de ir pisando firmemente no jugando como si fuera un niño.

Como extrañaba esos tiempos en los cuales no tenia ninguna preocupación mas que la de disfrutar de lo que me ofrecían y siempre dar a mis padres la cara con las tareas a realizar para que supieran que no me hacia el vago. Deje la pluma sobre los papeles antes de levantarme para ver a mis espaldas el ventanal donde me permitia ver mucho mas alla de lo que era la entrada de la casa. Me gustaba mucho pensar en cuanto le había gustado a mis padres disfrutar de este lugar tan mágico. Estaba acostumbrado a la tranquilidad y la casa del campo era la mejor hasta ahora y una inversión de las que nunca podía arrepentirme porque me servia para pensar las cosas con calmas sin las locuras de la ciudad donde en las noches no había aire puro y hermosas vistas del cielo nocturno. Habia muchos regalos que nos daba la naturaleza pero no todos sabían apreciarlo y eso era la lastima que hacia perder el encanto de tantas personas.

Me sentía bastante incomodo recordando que había estado con animales, no tarde mucho en salir para pedir que me prepararan un baño mientras terminaba lo que me quedaba. Fue girarme a tomar la pluma colocándola en su sitio y asi las cartas a un lado del escritorio. Avance hasta mi cuarto abriendo el porton de mi armario observando las ropas de su interior tomando unos pantalones marrones y una camisa ancha blanca. Tome los zapatos de al lado del sofá individual que había en mi alcoba. Entre en el baño donde había estado todo preparado para tomar mi baño en el cual sumergirme perdiendo toda nocion de tiempo y momentos. Entre en la bañera cerrando los ojos relajándome por un momento mientras el agua me cubria hasta dejar todo mi cuerpo envuelto entre las aguas. No tardaron mucho en tocar en la puerta y parecía que había sido oportuno el momento que había escogido para darme un baño. La empleada me aviso de que había llegado mi pedido.

Tome la toalla de al lado de la bañera mientras me ponía en pie para secarme lo que era la cabeza, puse un pie fuera en la toalla del suelo para irme secando lentamente, me secaba tranquilamente los cabellos poco después deslizando la toalla por mis brazos pero escuche un sonido raro que no sabia que era estaba totalmente distraído hasta que me detuve al escucharlo nuevamente.  Observe la puerta pero antes de darme cuenta se abrió dejando ver a la culpable de que se abriera una joven de cabellos dorados como el mismo sol y esos ojos grisáceos puestos en mi me dejo paralizado por un momento pero enseguida reaccione carraspeando.- Quien es usted?.- pregunte mientras avanzaba hasta ella sin preocuparme de la desnudez de mi cuerpo en ese momento.- Veo que la lengua se la ha tragado el gato.- Sonrei ligeramente mientras quedaba tan cerca que podía sentir el latir de su corazón como si fuera el mio propio, una pequeña risa casi impermisible salio de mis labios.Sabia que habia sido demasiado descarado lo que habia hecho.- No te preocupes, no hay problema.. supongo que no tengo nada que no hayas podido ver antes.- Eso era verdad y costumbre suponía que había tenido que acudir al cuidado de algún enfermo. Me separe ligeramente dejando espacio a la joven.- Por favor baje a la sala que enseguida bajare yo.- Le pedi mientras entraba de nuevo en el baño cogiendo los pantalones para comenzar a vestirme no tardando mucho en ello.

El encuentro con la joven me habia tomado algo de improvisto pero tampoco es que fuera algo trascendental cuando me la encontre en la puerta del baño, hacia demasiado que no me encontraba en una situacion comprometedora, si a caso algunas de las empleadas que no sabia que andaba en mi alcoba o como mucho en el baño dandome un baño y habian entrado encontrandome en paños menores pero nunca habia pasado de ahi. Habia hecho llamar a la chica y aun pensaba en que podia pasar que estaba en existencia de que la joven me habia visto como me trajeron al mundo. En parte me reia por dentro pero por otra parte tambien tanteaba mi osadia de acercarme a ella de esa forma tan brucas intimidandola. Quizas se lo tomo como algo grosero y no le podia quitar la razon pero tampoco la gracia al asunto. Mientras me vestia iba pensando la situacion y como se presentaria cuando bajara a la sala y me encontrara con ella de esa forma tan natural. Seguramente habia pasado verguenza, no me importaba que estuviera cotilleando por los alrededores de la casa sino todo lo contrario me gustaba que la gente tuviera curiosidad hasta cierto punto.

Una de las doncellas subio hasta mis aposentos anunciandose, refiriendose a la joven que estaba en la sala esperando, justo terminaba de colocarme la camisa cuando le pedia que atendiera a la joven y si queria algo de tomar se lo ofreciera, que la hiciera sentir comoda en todo momento. Me calce las botas para bajar lentamente las escaleras mirando desde ellas la entrada hacia la sala, baje los ultimos escalores seguidos con algo de gracia hasta llegar a la puerta observando a la joven sentada.- Perdone la tardanza, se que no es algo adecuado hacerla esperar tanto pero como vio me estaba justo preparado para su llegada, la verdad que ha llegado antes de lo que esperaba.-sonrei llevando mis manos a la espalda cruzandolas.- Permitamente tambien que me disculpe por lo de ...- me quede unos momentos en silencio hacia endo señas hacia arriba donde el baño.- Bueno .. digamos que a veces no pienso demasiado mis actos sino actuo.- Me disculpaba o no sabia si yo mismo me enviaba a la guillotina. Lleve mi mano a mi cuello sobandolo con algo de nerviosismo.- Bueno la he traido aqui porque se que es bailarina... Vera... mañana en la noche dare un evento importante y bueno he contratado gente para ello y me gustaria que usted dira un espectaculo de baile.- Sonrei ligeramente.- Me han comentado que sabe bailar muy bien y siento avisarla con tan poco tiempo pero es que mi doncella que baila justo enfermo y no podra hacer el espectaculo.-

Al poco me di cuenta de que no sabia nada de la joven ni siquiera su nombre, habia sido tan grosero de no haberme presentado. Carraspee acercandome para inclinarme frente a ella.- Perdone que sea tan grosero es que hoy llevo el dia despistado.- me disculpe sonriendo.- Mi nombre es Andres Matthew Rosfwar,, un placer conocerla.- tome su mano besando el dorso con mucho cuidado, le devolvi la mano incorporandome lentamente.-Si quiere puede quedarse a comer y de paso ultimamos detalles, eso si ... si acepta claro.- Sonrei mientras me quede espectante de su respuesta dirigiendo mi mirada fijamente a sus ojos que la verdad iluminaban muchisimo, esa mirada transparante y a la vez llamativa por ser tan clara como las mismas playas que habia visitado en mi niñez, pura y limpia. Por un momento mi mente viajo al tiempo en que mis padres estaban vivo dando lugar a lo que se llama un recuerdo y la perdida de consciencia presente. Una sonrisa aun mas amplia se visualizo en mis labios.- Todo esto parece una locura lo se... pero espero qeu acepte, me haria un gran favor y tambien siendo mi acompañante.-