Un lobo solitario, pero no Viejo

por **Eslatan Pilligram** Mar Jul 02, 2013 3:38 pm

El extranjero empezaba con el pie izquierdo su nueva vida, en las calles francesas ya que cometió un atroz acto de vandalismo al matar a una mujer, que quizás fuera inocente o quizás no.
La influencia de la luna había tenido mucho que ver y apenas tenía recuerdos de ese evento, pero su mentón manchado de sangre al despertar esa mañana evidenciaba tal acto, junto con que estaba en un lugar que no conocía totalmente desnudo y hecho un ovillo en el suelo.
Sin nada, ni siquiera ropa el chico se escabullo entre los caminos de los locales portuarios tratando de evitar a la gente.
Encontró un negocio que aparentaba estar vacío y entro.
Era un tugurio para los lobos de mar, que paraban en estas aguas. El cantinero lo observo con cara de disgusto, pero notando la sangre en su rostro y al verlo desnudo creyó que había sido asaltado. Aunque el latino no entendió ni una palabra del sujeto, si reconoció el gesto amigable de este, de ofrecerle un delantal para q se cubra, mientras iba a buscar algo.
El chico paseo la vista por el local que creía vacío.
Era relativamente pequeño, oscuro y algo sucio, pero para ciertas personas debería ser un lugar acogedor.
Sus pisos de madera crujían ante el peso de las pisadas. El mobiliario constaba de nueve mesas redondas, de madera oscura y bajas, con sus cinco sillas cada una, que ocupaban la mayoría del recinto.
Sobre la pared izquierda y al fondo estaba la barra donde se atendía y posiblemente por donde se accedía al baño.

por **Nemurenai Darksaigo** Miér Jul 03, 2013 2:01 pm

Era un día mas solo eso, caminaba sin rumbo fijo y con la cabeza agachada mirando las piedresillas del suelo, tantas cosas pasaban por mi mente que al fin alcance mi menta pero solo es un pequeña victoria.

No se cuanta tiempo me que divagando en mis pensamientos, pero desperté cuando encontré una pequeño lugar paresia una cantina o un bar de pronto comenzó a llover típico en esta época del año así que decidí entre, empuje la puerta y escuche un pequeño crujido, el lugar era oscuro y pequeño podía ver pequeñas partículas de polvo.

De repente mi atención cambio a un joven semi desnudo parado casi en la mitad de la pequeña habitación.

-Baya no creí que este lugar fuera un burdel-lo dije con tono burlo mientras una ligera sonrisa se dibujaba en mi labios-
Note que el joven se había sonrojado y la excreción de su rostro era de vergüenza.
-No es que yo esta hee...yo...-me lo dijo nervioso y apenado-
-No te preocupes, la verdad no me causa saber el porque estas así, me da igual-respondí-

Me di cuenta que el joven no era de estas tierras su acento lo detectaba a la perfección seguro era americano tal vez latino..pero...¿que hace un latino por aquí? me daba algo de curiosidad.
-Es mejor que te vistas en esta época del año es común enfermarse.-Me hacer que a el y lo vi frente a frente era un joven atractivo pero mas me fige en el rastro de sangre que tenia en su mentón.
Mi curiosidad aumento mas ¿quien este joven? algo me dice que no es un humano común y corriente.

por **Eslatan Pilligram** Miér Jul 03, 2013 7:00 pm

Mientras aguardaba a que el cantinero regresara, alguien ingreso al establecimiento. El crujido de las maderas mientras avanzaba lo delato.
Cuando fije la viste en él, con un tono divertido me recordó mi particular situación. Me puse el delantal blanco que solo tapaba mi cuerpo por delante, mientras trataba de justificar mi apariencia. Pero bruscamente corto la conversación.
Entonces mi cerebro me alerto de algo. Era una chica y muy bien vestida aunque de piel muy pálida. El rojo de su cabellera bien cuidada y su manera de hablar, era un conjunto de características, que alguien que frecuentara lugares como este, jamás poseería. Los ojos de la mujer se posaron en mi boca. Trate de pasar la lengua disimuladamente cuando detecte el sabor metálico de la sangre reseca en ella. Moje mi mano con la boca e intente limpiarme mientras pensaba.

-Ves... vestirme... si... es que no tengo con qué.
Dije avergonzado, y di un paso hacia atrás ante la cercanía abrupta de la dama.

-Le ofrecería algo, pero...estoy de paso por acá

por **Nemurenai Darksaigo** Jue Jul 04, 2013 9:42 am

Me parecía agradable aquel joven, pero mis instintos me decían que no debía confiar en el las apariencias engañan mucho.

Puse atención a lo que dijo el joven y sonreí ligeramente a continuación me saque la larga caperuza de color negro que llegaba hasta los tobillos, seguido se la entregue aquel joven.
--Ten ponte esto, antes de que que ester muriendo a causa de la gripe--lo dije mientras le entrega la larga túnica--

El joven acepto mi petición, yo en cambio me dirigir a una mesa cerca donde había una pequeña ventana, en la cual se podía ver el puerto y el mar, el efecto que casaba la lluvia en el vidrio de la ventana era hermoso.

--Dime ¿que haces tu aquí?...no eres de estas tierras.

El joven no omitió ni una sola palabra, tal vez estaba nervioso.

--Esta bien lo entiendo eres una persona en un mundo extraño lo comprendo-- lo dije con tono dulce--
voltee a mirarlo.

--Es mejor que tengas cuidado últimamente han ocurrido muchos asesinatos, como el de anoche, fue muy cerca de aquí...¿acaso tu sabes algo de ello?

por **Eslatan Pilligram** Jue Jul 04, 2013 3:36 pm

La mujer ofreció su capa roja, y quizás hubiera sido descortés rechazarla. Mientras me la cenia a los hombros percibí el aroma frutal, de esas telas. Olor de mujer, embriagante como ningún otro olor que el chico había sentido jamás.
Pronto apareció el cantinero, que al ver a la elegante chica, afanosamente intento complacerla en todo lo que deseaba, olvidando el recado que había ido a buscar, sobre la barra.
- ¿Un asesinato? no sabía nada de eso, yo llegue ayer, de una travesía de casi un mes en alta mar.
Intente despistarla con esa verdad a medias, mientras me apartaba del paso del buen hombre y miraba discretamente a esta particular joven.
- Pero en esta zona, llena de miseria las muertes no deben ser algo extraño, supongo. ¿Usted frecuenta esta parte de la ciudad?
Interrogue curioso mientras intentaba deducir si sería correcto o poco ubicado preguntar por su nombre.
Relamí nuevamente mi boca, para comprobar si había logrado quitar la mancha, aprovechando que la chica parecía distraída en algo fuera de la ventana. Mire al cantinero para asegurarme que no creyera que espantaba a su clientela, antes de volver a interrumpir los pensamientos de la chica.
- Soy Eslatan, para servirla. A estas horas, quizás sea peligroso caminar sola
Aventure sin mucha convicción, más para charlar que para otra cosa.

por **Nemurenai Darksaigo** Jue Jul 04, 2013 10:23 pm

Mientras miraba como la lluvia dibuja pequeñas formas abstractas en la ventana escucha como el joven respondía de que no savia nada de los asesinatos. de pronto otra pregunta salio de los labios del joven, lo cual respondí en seguida.

--Tienes razón en este mundo que se pudre a casa segundo es normal que ocurran estas clases de asesinatos, pero estos no son normales quien deja marca de mordidas y rasguños en los cuerpos, ademas los cuerpos parecencia haber sido devorado por un animal y no me refiero a un común y corriente si no a a algo mucho mas grande.

El joven se sobresalto un poco, acto seguido con voz tímida me dijo su nombre Eslatan un lindo nombre y muy original.

--Gracias por tu oferta Eslatan, pero se cuidarme sola....lo siento no me presente adecuadamente.
Me pare he hice una pequeña referencia ante el.
--Mi nombre es Nemurenai Darksaigo, pertenezco a la Santa inquisición, facción los condenados, me han mandado en busca del asesino que ronda por estos lugares y entregarlo a la inquisición.

El joven no me respondió en lo absoluto de repente un señor de edad media se acerco a mi y con voz suave me pregunto.

--Señorita yo la conozco usted es la joven dame que canta en los bares o cantinas
--Si, ¿que es lo que desea?--respondí--
--Bueno me gustaría que cantara al menos por esta noche en este pequeño lugar, su voz tan cálida haría calentar los corazones de los marineros.

Lo mire por unos momentos y puse mi mano derecha en su hombro derecho y con una suave sonrisa le respondí
--Por su puesto seria un placer cantar en este lugar, ademas párese que continuara lloviendo por mas tiempo.

Mire al joven con ojos de interrogación y me acerque a el.
-- O soy yo o tu hueles a parro mojado

por **Eslatan Pilligram** Vie Jul 05, 2013 10:27 am

Quede rumiando la información que la chica acaba de confesar, pero aunque tenía pruebas de lo que había hecho aún no lo asimilaba. De repente algo en lo que dijo me resulto extrañamente improbable.
- Usted dijo que había sido atacado por un animal y ahora habla de...asesino, como si de una persona se tratara.
Dije distraídamente, mientras dejaba que mi vista, traviesa, recorriera el cuerpo de la chica de "la ley".
De repente se acercó a mí y me dio una acusación sin sentido, al parecer desconfiaba de mí y me creía lo suficientemente idiota, para que me delate solo.
- ¿Tengo mal olor?
Pregunte tratando de sonar inocente mientas intentaba detectar algo en la ropa, al sujetarla con la mano izquiera y acercarla a mi nariz, pero solo percibía el aroma de la chica, que aun persistía en ella.
- Usted madmasuel, tiene un olfato prodigio.
Me incline con cortesía
-Pero me temo que se equivoca, ya que estoy seco ya que llegue antes de la tormenta.
El cantinero pareció reconocer a la chica y a pesar del horrendo día parecía esperar que su local se abarrote de clientes. La esperanza es lo último que se pierde solía decir la abuela del extranjero, y este era un buen ejemplo, creyó. Esperanzado solicito el talento de la señorita Darksaigo, la cual amablemente acepto. Yo no era un amante de la buena música, pero ¿A quién no le gusta una buena canción?

por **Nemurenai Darksaigo** Sáb Jul 06, 2013 2:35 pm

Sentía que el joven me ocultaba algo no se que pero mi instinto me decía que no confiara en el aunque su rostro de niño bueno decía todo lo contrario, pero de eso me encargaría luego.

Mientras caía la noche uno tras otros los clientes ingresaban al pequeño lugar, la másica y conversación se escuchaban todos s parecían que se sentían acogidos y que dos sus problemas desaparecían.

El cantinero me dio una seña la cual entendí inmediatamente, era la hora de salir pero de repente mi di cuenta del joven misterioso ya esta vestido y la ropa que llevaba no le quedaba nada mal.

Me sonrió tímidamente y se acerco a mi, me susurro al odio con una cálida voz.
--Buena suerte--me dijo el joven.

A continuación le sonríe y le conteste.
--Gracias.

Salí al pequeño escenario improvisado y proseguí a cantar una melodía que me recordaba lo mucho que añoraba mi vida pasada.

No se porque a tanta gente se hipnotismo por mi voz no le veo lo extraordinario, pero cantar es lo único que me queda de mi pasado

por **Eslatan Pilligram** Sáb Jul 06, 2013 4:53 pm

Me costó juntar valor, pero me acerque a desearle suerte justo cuando subía. La mire a esos bellos ojos y por un momento pensé que haría el ridículo solo balbuceando, perdido en la infinita gloria de esos orbes magnifico. Pero las palabras salieron, aunque torpemente, de mi boca
-Buena suerte
¿Buena suerte? Me auto pregunte… era una estupidez desearle suerte a alguien, que lo hace bien por su propio talento, pero la chica sonrió y encaro al público, que en un principio la ignoraba. La admire por esa determinación. ¿Estaría en mi destino conocer a alguien de su categoría?
La chica subió a cantar. Su voz melodiosa acallo todos los sonidos del lugar, hipnotizando a la mayoría de los hombres, tal cual canto de sirena. Las miradas lascivas recorrían su cuerpo, que se intuía bajo su elegante vestido. Parecía flotar en el escenario con movimientos totalmente agiles, casi como si flotara. Era una mujer de belleza sobrenatural claramente.
En eso algunos marineros, ya con varias copas de más, envalentonados competían por llamar la atención de esa belleza que nos deslumbraba.
En especial, un sujeto corpulento que se empezaba a poner violento. Primero levantaba la voz, algunos bravuconeaban empujándose entre sí, e incluso algún que otro golpeaba las mesas de madera y aullaba…Deplorable pensé…Hombres brutos, en su máxima expresión.
Mire al dueño que tenía en su semblante una expresión de preocupación. Esto podría ponerse feo, me lamente.

por **Gwen Leclercq** Sáb Jul 06, 2013 7:32 pm

Me había retirado de al lado de mi hermana, una vez que acordamos todo el plan. Ella debía encontrarlo y yo ayudarla a buscarlo… Un leve suspiro salió de mi pecho mientras empecé a caminar adentrándome al bosque, era pequeño pero tétrico, podía observar el sol ocultándose de apoco, el cantar de los animales nocturnos empezaban a mezclarse con el silbar del viento y el rose de las hojas en la copa de los árboles.
-Quien me manda a estos lugares…
Pensé en vos alta mientras me colocaba la capucha y caminaba como podía sobre aquellos tacos en ese suelo uniforme. Aun después de ya un año, no podía andar tranquila sin el temor de encontrar a alguien del reino y que me reconociera, pero sacudí la cabeza para borrar aquellos pensamientos.
No sabía cuánto más iba a tarda en llegar al próximo pueblo y había perdido la noción del tiempo que llevaba caminando, solo la oscuridad me lo demostraba. Pero a lo lejos una luz muy tenue me llamo la atención. Me detuve aliviada para observar de lejos; un bullicio provenía de allí, sonreí de lado y me di marcha hacia aquel lugar.
Una vos femenina, realmente maravillosa podía oír a medida que me acercaba, volví a sonreír al descubrir que se trataba de un bar y, por dicha voz, cabía la esperanza de que allá más mujeres allí dentro, había pasado por tanto, que temía en cada lugar que entrase.
Tome coraje y empuje la puerta, el hálito de allí me invadió, una mezcla de alcohol, suciedad y fragancias de diversos niveles se hicieron muy notables pero lo disimule hasta que mi nariz se amoldo deteniendo la vista al escenario observando con admiración a aquella mujer, tan bella y extraña. Luego aparte la vista al tumulto de hombres que prácticamente se tiraban sobre ella, ese particular comportamiento a causa de la bebida, algo tan conocido para mí. Pero en el montón, un muchacho se destacaba del resto, por su conducta, seguí la mirada de este y note que estaba en un cierto hechizo, por aquella exquisita mujer, sonreí, y admire su tolerancia junto a esos caníbales y esa chica.
Pero quitando ese show, una sensación extraña había en ese lugar, algo me invitaba a salir corriendo, pero el cansancio y la desorientación me lo impedían. Me acerque a la barra sentándome en una de las butacas, el cantinero noto que no era de allí, así que no tuve que hacer mucho para llamar su atención, mientras le pedía algo liviano de beber, trataba de buscar alguna información necesaria para dar con el pueblo más cercano.

por **Eslatan Pilligram** Sáb Jul 06, 2013 10:57 pm

La vibra en el establecimiento, estaba subiendo a niveles peligrosamente violentos. Me extraño darme cuenta de eso, era una sencación rara. Parecia como si las personas brillaran levemente con un color cercano al violeta. Varias veces me habia visto envuelto en peleas de esta indole y siempre sali mal parado.
El recuerdo me hizo poner a la defensiva y caminar hacia atras, intentando poner un poco de distancia y tratar de pasar desapercibido.
Unos pasos mas atras, pise a alguien. Senti un frio por la espalda, habia sentenciado mi propia tumba, me di vuelta tratando de disculparme.
-Perdon, no l...a vi.
Era una chica. Un alivio para mi, pense. Era incluso mas pequeña que yo, probablemente aceptaria mi disculpas. Me extraño no haberla notado antes. Al parecer nadie la habia notado...El señor Otto, el dueño le trajo un vaso con lleno, y me miro con cara de pocos amigos. ¿Acaso lucia como un acosador? Ellos 2 tambien brillaban, pero Otto lo hacia en tono naranja y la chica, con un tono gris. No pude reconocer como se sentian, pero sabia que era diferente al resto. Me recoste contra la barra, con los codos en la mesada, mirando al escenario, con la chica a mi izquierda.
- ¿Es buena verdad? ¿La conoces?.
Trate de hacerme oir, con mi fuerte acento extranjero al pronunciar.

por **Nemurenai Darksaigo** Dom Jul 07, 2013 10:15 am

Esto no era nada nuevo para mi ya lo había echo muchas veces y la conducta de los hombres tampoco no me asustaba.

--Ja humanos son tan dediles así la carne--lo dije en mis pensamientos.

De lo alto me di cuenta de algo la puerta de la entrada del lugar se había abierto no puede darme cuenta de quien era que entro ya que su rostro se encontraba oculto por una larga caperuza pero observe sus movimientos al mismo tiempo que continuaba con mi canto.

Me di cuenta de que aquella identidad observaba a algo y era el joven Pilligram pero en un ligero movimiento se dirigió a la barra. Momentos después baje del escenario y me dirigí a la barra donde el joven Pilligram estaba centado esperando mi regreso.

--Cantas muy.....bueno...muy bonito--me lo dijo en voz entre cortada mientras baja la mirada---

Note un rojo en el lo cual me iso recordar mi amor de antaño, pero puse los pies sobre la tierra y deje de meterme ideas eronias en mi cabeza esta aquí por algo y lo iba a cumplir.

--Gracias por el elogio, pero no es para tanto-- le dije con tono suave.

--Pero creo que te juzgue mal que te pares si salimos un momento y charlamos......

A la luz de la luna llena.

por **Gwen Leclercq** Dom Jul 07, 2013 12:22 pm

Baje mi capucha acomodándola sobre mis hombros, luego con un movimiento me reacomode sobre la butaca y apoye mi cabeza sobre mi mano, agradecida a la barra que me hacía de apoyo.
-Auch!-
Casi si se oyó mi expresión, cuando el muchacho volteo alarmado, su rostro tenía unas extrañas facciones, se veía algo aturdido, pero me dio gracia.
-Mmm, descuida estoy bien, es aceptable que pase estas cosas con tan poca luz.
Sonreí amablemente, al momento que volteaba mi rostro para agarrar el vaso que el señor de la barra me entregaba. Me corrí un poco para darle espacio al muchacho que se había rescatado a la barra cerca de mí y mientras le dedicaba un sorbo a aquel licor dulzón levante la mirada al escenario, se podía oír que estaban dando los últimos acordes.
-Oh si es admirable aquella voz…
Deje el vaso negando con la cabeza.
-No, no la conozco, llegue acá de casualidad.
Voltee la mirada al dueño del lugar para que me terminara de contar como llegar al próximo pueblo, mientras por el rabillo del ojo podía observar a esa elegante e imponente mujer junto al joven. Un pequeño escalofríos recorrió mi espalda al verlos juntos, algo extraño parecía haber en ellos, pero ignorando, seguí escuchando a el cantinero.

por **Eslatan Pilligram** Dom Jul 07, 2013 7:57 pm

La mujer de nombre nemurenai, bajo del escenario sin miedo, manteniendo su elegancia en todo momento. Extrañamente volvio hacia mi. Yo, un simple chico de campo...algo no andaba bien, mi intuicion me alertaba del peligro.
-Luz de la luna llena...
repeti tratando de hallar sentido a sus palabras, entonces confundido le decia.
-Pero luna llena hubo ay...er.
Antes de terminar mi frase, crei comprender lo que la enigmatica dama parecia estar sugiriendo. Creia que yo era un licantropo. Curiosamente comprendi muchas cosas con esa reveladora información. Todas las tragedias que ocurrian a mi alrededor, despues del incidente de aquella vez. Pero ella habia dicho, que venia a castigar. Al parecer creia que podria matar a una bestia. Arrogancia quizas.
- Este lugar es acojedor. Afuera hace frio como usted dijo. Le puede hacer mal.
Y no queremos que usted este mal
Sonrei mientras enarqueaba un ceja y para aliviar la atencion miraba a la chica de al lado, que conversaba con don Otto. Le estaba dando indicaciones, pero era tarde y estaba oscuro para que la joven se fuera pense.
Volvi la cara a los pechos...Me ruborize...Mi vista subio a los ojos de la cantante. Quizas no lo habria notado.

off:

por **Nemurenai Darksaigo** Lun Jul 08, 2013 1:58 pm

Cada ves que intentaba describir que es lo que ocultaba el joven Eslatan. ¿Porque siempre me evitaba?...mmm creo que no lo sabre, demás la joven que charlaba con el cantinero se me parecía algo familiar pero no es momento de hablar de eso tengo que cumplir con la mi misión.

Pero mi mente me engañaba ¿Como un joven tan lindo como el puede comer actos tan atroces? no lo se pero no tenia el lujo de quitar sospechoso.

El joven reeuso mi propuesta pero creo que tubo razón la noche era muy fría aunque para mi me daba igual, pero no tenia que dejarlo escapar.

--Tienes razón creo que es mejor que nos quedemos, ademas creo que fui muy hostil contigo... vamos te invito una copa--- lo dije con una voz dulce mientras sonreía

por **Eslatan Pilligram** Lun Jul 08, 2013 4:30 pm

Mi alivio fue evidente, ante la situación que por poco, no logro evitar. La mujer de cabellera rojiza, trato de subsanar la relación invitandome una copa. En todos los años que tenia, nunca se me habia dado por probar esas cosas, pero se supone que los hombres bebias y quise darle una buena impresión.
- Claro, me encantaria tomar algo. ¿En salud de tu excepcional acto?
Dije sonriendo, esperando que ella eliga que beber, por ambos, ya que no sabia que seria bueno.
Intente recordar el nombre de lo que tomaba la nueva, pero, al parecer no habia logrado escucharlo, por que nada acudia a mi mente.
Me di vuelta y me sente en un banquillo esperando que ella haga lo mismo, pensando algo que comentar. ¿Pero que se le dice a alguien que probablemente halla odio todo, ya?
- ¿No le gustan los perros, verdad? Hizo un gesto de repugnancia, cuando comento que sentia olor.
Una leve carcajada escapo de mis labios. Para que no interprete mal, aclare deprisa
- Se vio realmente adorable frunciendo su nariz. Demas esta decir que la combinacion de su belleza y ese mohin, deben ser el arma perfecta de seducción.

por **Nemurenai Darksaigo** Lun Jul 08, 2013 7:00 pm

La voz del joven era dulce al igual que su rostro, mi mente no asimilaba como un joven...bueno que era inseguro pero al vez se notaba un aire de amabilidad y confianza ¿Tal vez me he confundido? y si el no es la persona que estaba buscando.....no lo se.

El joven me hizo una pregunta haces ca de perros a lo cual me sonreí un poco y tomo un sorbo de mi bebida y le servia al joven el mismo licor.

--No no me desagradan los perros, pero ¿a quien le gusta el olor a perro mojado? no lo crees.

Le dije mientras sonreía.

--Solo que mi existencia no es tan fácil como tu lo crees....estoy atada a una maldición que nunca la decie y debo aparentar estar conforme con ella...¿No se si tu lo comprenderás?

Lo dije mientas esta mirando la copa de mi baso media bacia y la tristeza en mis ojo se reflejo

por **Eslatan Pilligram** Lun Jul 08, 2013 9:07 pm

Nos quedamos en la barra, y la muchacha pido un licor, para ambos. Era una bebida verdosa, que cuando le di un sorbo, enseguida me hizo sentir un calor fuerte en la garganta. Un sabor amargo ataco mis papilas gustativas y no pude reprimir un gesto de asco, entrecerrando los ojos.
- ¿Usted tiene una vida dificil? Es dificil imaginar que una bella dama de la alta alcurnia, la este pasando mal. Varias veces he escuchado que la belleza es la peor maldicion de una mujer...
Busque alguna palabra que le sirva de consuelo, mal interpretando la verdad tras sus palabras. Estire mi mano y la apoye en su hombro desnudo. El contraste entre su blanca, delicada y helada piel, con la de mi caliente, morena por el sol y rustica mano era patente.
Senti una necesidad, de acariciarla. Algo que me impelia seguir la caricia hacia abajo, estrechar su aparente fragil cuerpo contra mi, servirle de consuelo... Pero debia recordar mi lugar, el de un extranjero inmundo, que jamas seria bueno para alguien como ella.
- Maldicion o bendicion, a veces son las 2 caras de una misma moneda.
Cite recordando una frase que solia parafrasear mi abuelo.
-Quizas, tenga cosas buenas eso que te aqueja...se dice que los amigos son tesoros invaluables. Son personas con las que compartimos momentos lindos que se disfrutan el doble, o momentos feos, que solo se sufren la mitad.
Cuando reaccione q mi mano seguia en su hombro, enseguida la retire y volvi a adoptar la postura, frente al vaso, tratando de no mirarla.

por **Nemurenai Darksaigo** Mar Jul 09, 2013 9:12 am

las palabras del joven eran cortas pero expresaban a la perfección lo que sentía, sentía la calidad de su mano, la calidez de una mano humana que hacer décadas no la había sentido eso me iso recordar tantas cosas de mi pasado a la vez felices pero también desgarradoras como un chanchullo clavando y desgarrando mi espalda.

Pero de pronto recordé, la promesa de antaño, me levante de mi haciendo page las bebidas.

--Es mejor que te vayas de este lugar, mira yo soy un vampiro de la santa inquisición, si en verdad aprecias tu vida es mejor que no entables conversación con migo.

lo dije con voz firme y amenazadora.

me retire del lugar pasando por la mesas de los hombres que se encontraban bebiendo hasta llegar a la puerta de madera quedaba a la salida del lugar.

--Escúchame Joven Eslatan, te daré un oportunidad como a mi me la dieron hace siglos......debes controlar lo que hora eres si sigue como esta hora seguro yo ya no seré la que te estaré cazando.

Salí del lugar mientras la puerta de madera se cerraba ante mi y entonces en mi mente susurre.

--El no tiene la culpa del pecada....el ahora tiene el don que tantos mataran por tener.....el estará bien sin mi

por **Eslatan Pilligram** Mar Jul 09, 2013 9:57 am

La chica de repente se levantó, parecía agitada por pensamientos internos. Por algún extraño motivo me amenazo, por algo que yo no había hecho o no había querido hacer. Las mujeres siempre fueron el misterio más hermoso de este mundo para mí, pero nunca estuve ni cerca de comprender su mente.
¿Irme? Pero si acabo de llegar. Pensé mientras me giraba y la veía alejarse, con mi vista clavada en su retaguardia. Un gesto de confusión total, adornaba mi cara.
Sabía que mirarla así no era apropiado, pero había algo en su femenino cuerpo que me encantaba y añoraba poder recorrer con mis manos. Que sensación loca. ¡¡Espera no te vayas!! Quise gritar, pero solo lo hice en mi mente, en la realidad solo balbuceaba cosas incoherentes, que idiota debería verme.
Otra belleza se alejaba de mi vida, sin siquiera haberse quedado. Mire a mí alrededor buscando algo o más bien alguien, que me diera el valor, para ir a detenerla, para pedirle otra oportunidad y esta vez no echarlo a perder. Los consejos siempre eran bienvenidos.
El recuerdo de su piel, en mi mano perduraba y sentí la tentación de olerla por si quedaba rastro de su intoxicante aroma, pero me recate al saberme acompañado, por la silenciosa chica a mi lado.

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