Mórrígan Nemhain Caomhánach

por **Nemhain Caomhánach** Lun Ago 12, 2013 12:18 am

Nemhain Caomhánach

Distante y dolorosa como si hubieras muerto ..

Datos Basicos

Nemhain Caomhánach
19 años
Humana
Bruja
Clase Baja
Heterosexual
Ennis, Irlanda

PODERES INNATOS

■ HECHICERÍA: HABILIDAD PARA HACER QUE COSAS SUCEDAN, YA SEAN A FAVOR O EN CONTRA DE ALGUNA PERSONA, POR MEDIO DE CONJUROS, HIERBAS Y POCIONES. ESTO INCLUYE ALTOS CONOCIMIENTOS DE HERBOLARIA QUE LES PERMITEN HACER TAMBIÉN CURACIONES.

■ PERCEPCIÓN DEL AURA: HABILIDAD PARA VER LAS AURAS DE OTROS SERES, CUYOS COLORES INDICAN SU HUMOR, IDENTIDAD Y NIVEL DE HOSTILIDAD, DE ESTE MODO SABEN SI ESTÁN BAJO AMENAZA. ESTE PODER LES PERMITE RECONOCER A LICÁNTROPOS Y CAMBIAFORMAS CUANDO NO ESTÁN TRANSFORMADOS E IDENTIFICAR A LOS VAMPIROS GRACIAS A SU AURA PÁLIDA.

PODERES

■ ATMOKINESIS: HABILIDAD PARA CONTROLAR OCASIONAL Y RELATIVAMENTE EL CLIMA Y LOS SUCESOS METEOROLÓGICOS (RAYOS, TEMPESTADES...).

■ NIGROMANCIA: HABILIDAD QUE CONSISTE EN LA ADIVINACIÓN MEDIANTE LA CONSULTA A LOS MUERTOS Y SUS ESPÍRITUS O CADÁVERES. PERMITE CONTROLAR TEMPORALMENTE A ALIMAÑAS Y CRIATURAS MUERTAS PARA SUS PROPÓSITOS. (NO CONTROLA A VAMPIROS).

■ POSESIÓN: PODER QUE DA LA CAPACIDAD AL MORTAL DE INTRODUCIR SU ALMA EN EL CUERPO DE UN INMORTAL Y TRATAR CARA A CARA CON SU ESENCIA INTERIOR.

Descripción Psicológica

No cuestionar. Acatar.

¿Cómo puede vivir en un constante estado de enajenación? ¿Cómo convive con él, con su voz y su constante susurro acariciándole las cuerdas que unen sus mecanismos mentales?
De una simple y tormentosa manera: Nemhain y su delirio paranoico son una sola entidad, imbricada de forma satírica y sin miramientos. Ni una ni otra pueden ocultarse, ni ella de él, ni él de ella. Ambos saben que están presentes, Nemhain físicamente y, su demonio, en un mundo ideal, en un plano metafísico incongruente y, a la vez, tan real como su víctima.
Su realidad está pervertida en la psicosis que la acosa, sin embargo, guarda un orden en el pensar, en el obrar y el querer.
Desde pequeña manifestó una evolución insidiosa de su delirio, que surge sin hiato de su personalidad anterior, de la cual, no tiene registros vigentes.
Nemhain tiene problemas para relacionarse con los demás, se mantiene alerta durante las horas que está despierta, su sueño es liviano, le cuesta descansar. Es tímida, retraída y muy callada, su silencio es el refugio, pues la voz la atormenta día y noche, no la deja pensar, sólo actúa como autómata, siguiendo las instrucciones detalladas, los pedidos concretos y los mandatos férreos que el Diablo le inculca y le graba a fuego, como un carimbo en la piel de los esclavos.
Nemhain es su propia condena, su propio estigma y su propio árbitro. No siente culpa, vive sin remordimientos, actúa obedeciendo órdenes, es de la única forma que puede subsistir. No conoce otra manera, sólo escuchar, asentir y matar.
De sangre fría y de ternura implacable, dentro de la joven, habitan tantos seres que ni ella misma es capaz de definirse. Tiene una gran sensibilidad con el dolor…lo disfruta, goza del padecimiento, pero sólo porque él quiere eso. Nemhain sabe que la voz encuentra satisfacción en el flagelo de los más débiles y en el propio flagelo que ella es capaz de provocarse. Pero es su tarea no cuestionar y acatar.
Si la voz dice: “¡mátate!” ella debe hacerlo.
Un día, Nemhain es desconfiada, aficionada a la soledad y perseguida. En cuestión de segundos, puede convertirse en un ser brutal, egoísta, sin moral.
Posee una severa discordancia entre sus deseos y la realidad.
Sin embargo, Nemhain, oculta un punto de luz, con el cual, ni la voz puede combatir.

Historia

—Yo siempre estuve aquí, sólo que no podías verme —la voz grave, masculina y gutural, emergió de las profundas cavidades de su alma.
El cuchillo chorreaba las gotas carmesí de la sangre que pertenecía a los cuerpos profanados, empapaban la tierra que tenía bajo los pies, y el último vestigio de inocencia desapareció con el suspiro que le llevó aire a sus pulmones.
Sus bellos ojos estaban vacíos, contemplando su obra como si se tratase de una pintura, pero el espectáculo era rojo, oscuro, impiadoso…
Nemhain tenía sólo ocho años cuando aquella noche le dio fin a la vida de sus padres adoptivos. Los tormentos a los que sometían a su hermana mayor, la cual era prostituida desde los diez años, fueron el inicio de lo que siempre había habitado dentro de ella, de la presencia que la había acompañado desde el nacimiento y que se había negado a escuchar. Pero se liberó, soltó las cadenas, e hizo lo que él le pidió. Los acabó, con dolor, con saña, sin culpa.
—¿Te gustó lo que hiciste, pequeña? —preguntó Él.
Nemhain asintió con el rostro empapado de lágrimas y sangre. Las gotas rosadas le salpicaban la nariz, la frente, los labios, el pecho, las prendas, el cabello blanquecino. Sus manos eran una sola mancha roja, húmeda y febril. Su cuerpo menudo cayó lentamente de rodillas, estiró el brazo y acarició una de las doce puñaladas que había en el tórax de su madre adoptiva. Su dedo recorrió la línea roja, la apretó, sintió el tacto de la carne desgarrada bajo sus dedos pequeños, y sus comisuras se levantaron lentamente en una sonrisa vacua. Era la primera vez que sonreía.
—Ríe, mi niña, ¡ríe! —exclamó con fervor.
La bruja echó la cabeza hacia atrás, y una carcajada infantil emanó de su garganta. El cuchillo resbaló, sus brazos se encerraron en su estómago, acalambrado de la dicha. Todo su cuerpo temblaba al compás de su alegría. Ella podía sentir el cosquilleo de sus venas debajo de la piel. Se detuvo con brusquedad, y su mirada vacía volvió a la expresión de horror que había en el rostro de Maebh. La boca torcida, los ojos desorbitados, y la verruga de su nariz había empalidecido junto al resto de la complexión.
—Falta el acto final…
Nemhain se levantó lentamente, y caminó arrastrando los pies hacia donde se encontraba Fiona, su hermana, atada de manos. La joven la miró con una sonrisa, y le agradeció cuando le quitó la venda que la mantenía amordazada. La niña torció la cabeza, la miró, y su aspecto era deplorable. La ropa raída, el pelo apelmazado de suciedad, y la cara magullada. La rodeó y se acuclilló a su espalda, para comenzar a desatarle las muñecas.
—Espera… Ella dejó que la maltrataran, dejó que le hicieran todas aquellas cosas espantosas frente a ti, dejó que el matrimonio las golpeara una y otra vez. Nunca te defendió, y jamás se defendió. ¿La dejarás así?
—Es mi hermana… —murmuró, deteniendo su acción.
—Mátala. Es una ramera. Tu hermana es una maldita ramera.
El puñal no tembló en su mano, pero lo que si tembló fue el cuerpo de Fiona, que gritaba rogándole que se detuviera. El arma se hundió en su vientre, y la forma en que se contorsionó de dolor alimentó el deseo. Una vez más, y otra, y otra… Por fin, en el pecho.
La casa ardió frente a ella. El fuego no había tardado en succionar cada cortina, cada colchón, todos y cada uno de los rincones de la humilde construcción ubicada en Ennis. Allí había nacido Nemhain, sus padres desaparecieron en circunstancias que nadie sabría explicar, simplemente, se esfumaron, o eso fue lo que Fiona y todos le dijeron. Ella tenía tan sólo un año de edad, así que jamás puso en duda aquella versión de la historia. Tampoco le interesaba, de hecho, eran muy pocas las cosas que le importaban.

La familia con la que vivió los siguientes cinco años fue amorosa, aunque nunca comprendieron a la callada Nemhain. Los Caomhánach la acogieron tras el “accidente” que sufrió su casa al ser consumida por el fuego. Cuando lograron apagar las llamas, no quedaron rastros de los cuerpos. Debieron alejar de ella a todos los animales, pues cuando se descuidaban, había asesinado a alguno con métodos de lo más extraños. Estaba constantemente aislada, no cruzaba miradas con nadie y sus contestaciones solían ser monosílabas. A veces la descubrían hablando sola, solía desatarse la furia si alguien la interrumpía en sus momentos de conversación. Los Caomhánach eran ancianos, habían conocido a sus padres, tanto a los naturales como a los adoptivos, y por ese motivo, decidían dejar a la niña en tranquilidad. Primero murió el padre de familia, luego la señora, y quedó el único hijo, cuatro años mayor que Nemhain. Él le fue contando sobre los rumores acerca de su condición de bruja, pero ella no contestaba, pues ya lo sabía, la voz se lo había dicho. El muchacho le preparaba la comida y le compraba hilos y lana para que hiciera prendas, con las cuales sustentaban el hogar, además del trabajo de leñador de él.
—Ya sabes lo que debes hacer… —le susurró un día.
Liam amaneció colgado de un árbol.
Nemhain ya tenía la edad suficiente para ser independiente, y ella escuchaba sólo los consejos y las amenazas de la voz. Una tarde, de 1797, él le reveló su identidad. Era el Diablo, Satanás, Lucifer, y la había elegido para cumplir una misión. La joven sintió miedo, debía asesinarlo. Sus uñas se incrustaron en los antebrazos, en el vientre, en el cuello. La detuvo un vecino que escuchó los gritos, y estuvo dos días inconsciente, afiebrada, recuperándose de las heridas que se había provocado. Esa fue la primera de tantas veces que atentó contra su humanidad con el único fin de exterminar el tormento.
Viajó a París por orden de Él. Se asentó en una casita derruida y abandonada en la zona rural. Con el poco dinero que consiguió gracias a los servicios que prestó a una serie de seres sobrenaturales, compró material para coser y tejer. Su labor la ayuda a acallarlo, pero él siempre está presente, acompañándola, ordenándole lo que debe hacer a pesar de su voluntad. Sin embargo, Nemhain no siente culpa, y jamás se arrepentirá de sus actos.
—Hazlo, Nemhain, sabes que no puedes huir de mi mandato.

DATOS EXTRA
■ Camina arrastrando los pies.
■ Es una ardorosa cristiana, por eso, cree que la voz que le habla es la del Diablo.
■ El único momento en que no lo escucha es cuando teje y cuando cose, que también son su medio de subsistencia.
■ Llegó a París como dictado de la voz.
■ No siente culpa de sus actos.
■ Vive a las afueras de la ciudad, y puede pasar días enteros sin comer ni beber agua.
■ En ocasiones, acepta la visita de algunas mujeres de clase alta para realizar hechizos, aunque no se siente a gusto con eso.
■ Cree tener una misión que cumplir, aunque no sabe bien de qué se trata.
■ Es una de las tres personalidades de la antigua diosa celta Mórrígan, siendo Nemhain el pánico, aunque lo desconoce.
■ Sus padres fueron grandes hechiceros, eso tampoco lo sabe.

❦ By Sylver

por **Nigel Quartermane** Lun Ago 12, 2013 10:01 pm

FICHA EN PROCESO

POSTEA A CONTINUACIÓN CUANDO TERMINES TU FICHA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF
PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN. GRACIAS.

por **Nemhain Caomhánach** Jue Sep 12, 2013 12:15 am

FICHA TERMINADA
Muchas gracias

por Invitado Jue Sep 12, 2013 5:13 am

FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES

TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADA DE CÓMO SE MANEJA TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MAL ENTENDIDOS, Y SI TIENES ALGUNA DUDA O ACLARACIÓN SOBRE CUALQUIER COSA, NO DUDES EN PREGUNTARME A MÍ O A OTRO ADMINISTRADOR, ESTAMOS PARA AYUDARTE.

QUE TE DIVIERTAS.

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