Valadilène Molière.

Nombre del Personaje: Valadilène Jacqueline Molière

Edad: 24 años.

Especie: Humana.

Tipo y Nivel Social: Bruja, clase media.

Lugar de Origen: Auch, Francia.

Fecha de Muerte: -

Habilidad/Poder: Empatía y apatía: siente los sentimientos y emociones de las otras criaturas y, si lo desea, puede provocar que se vuelvan negativos y oscuros.

Descripcion Fisica: Valadilène posee una piel en extremo pálida y sin ninguna imperfección aparente, si bien conserva algunas cicatrices de por vida que suele esconder o bien están en sitios que a primera vista no se pueden distinguir. Su pelo es negro y totalmente listo, con una largura de media melena y poco más. Es de un negro azabache y lo acompaña con un flequillo recto y largo que oculta sus cejas. Sus ojos son de un azul pálido, frío e imponente. Mide 1.70 mts, pero en apariencia da la sensación de medir mucho más, pues siempre usa tacones. Suele vestir con vestidos en tonos oscuros o llamativos, como el negro, el rojo, el verde y el morado; siempre conjuntados con corsés que realzan su figura y su feminidad. Sus labios siempre están pintados de rojo y sus ojos, afelinados con una fina raya negra.

Por otro lado, tiene una cicatriz que deforma su cuerpo. A la derecha de su pecho izquierdo, no demasiado ancha pero sí muy alargada. Está mal curada y presenta un aspecto bastante macabro.

Spoiler:

Descripcion Psicologica: La psíquis de Valadilène es, en conjunto, una vorágine de pensamientos pesimistas, una inteligencia sin paragón y una astucia poco común. Es fría, tanto en apariencia como con los que conoce en profundidad, mostrando poco o nunca su sonrisa, siempre manteniendo su calma y pareciendo serena en cualquier situación. Ésta introvertida personalidad es producto, posiblemente, de su don como bruja y el trato que ha recibido a causa de ello. No le sirve de nada intentar mostrar emociones, pues los demás ya se encargan de enseñárselo, quiera ella o no. Su hábito de observar y su gran perspicacia agravan esta situación, convirtiéndose en una persona harto difícil de engañar. Si quiere saber qué sientes en ese momento o si realmente estás tan afectado como parece, lo que hará es sondear tu corazón para cerciorarse de ello.

Por otro lado, es una persona calculadora y sarcástica, le encantará saber que puede mangonearte y salirse con la suya haciendo uso de su lengua viperina. Su carácter realista y su sabiduría sobre el entorno que la rodea han provocado que, con el paso del tiempo, se vuelva muy seria y nunca derrame una lágrima. Es conocedora de los seres sobrenaturales que pueblan la tierra, sintiendo una fascinación oscura y casi obsesiva por éstos, deseando experimentar con ellos y alejarse de la realidad, paradójicamente hablando. Valadilène no tiene ideales, ni esperanza. No espera nada de nadie, y ella tampoco ofrece nada. Más vale no pedirle ayuda, no la dará. Eso sí, si la hieres, el rencor que fluye en su interior la convertirá en un enemigo temible.

-Historia: Valadilène procede de una familia harto conservadora y, por qué no decirlo, cruel. Padre y madre llevaban un pequeño negocio que los mantenían en los límites de la clase media, casi sucumbiendo ante la pobreza de la clase baja. Una pequeña tienda de artesanías, del puño y mano de su padre, Nicholás.

La niña creció con problemas de sociabilidad, hiriente como era y astuta como nadie, sobra decir que nadie se interesó en ella. Sus padres tampoco hicieron mucho por comprenderla, ni siquiera supieron qué la mantenía bloqueada. Poco después entendieron que Valadilène no era normal, y la odiaron por ello. Tal fue el día que, cuando Valadilène ya cumplía diecisiete años, en un arrebato de ira, volcó en Nicholas un torrente de malas emociones que lo llevó al borde de la locura y lo sumergió en la depresión, para poco después conseguir que se suicidara.

Su madre se volvió loca y se ocupó de hacerle sufrir el mismo dolor a Valadilène, pero de una manera diferente. Un par de azotes y uno o dos cortes la harían entrar en razón y a no volverse un demonio. La sangre de Valadilène manchó el sucio suelo de su casa, sus gritos taladraron los oídos de su madre. Un fino corte, no demasiado profundo, rasgaba el vestido y desfiguraba su torso izquierdo. El dolor, el sufrimiento, el llanto y el odio, la ira y la furia, éso fue lo que su corazón experimentó. Su emoción fue tal que le devolvió el golpe a la madre, desgarrándole los pulmones y abandonándola al borde de la muerte.

Corrió y corrió, sin saber a dónde. La gente se paraba a mirarla, con una expresión de horror. En un callejón sucio y maloliente, su falta de sangre y su debilidad la hicieron sucumbir a un estado de vigilia del cual no habría salido si él no la hubiera encontrado. Él, el brujo. Su nombre era Julio, de procedencia española. Residía en Auch por negocios, y no la había encontrado por casualidad.

Julio la cuidó a partir de ese momento, le explicó que él poseía el don de la empatía, que había sentido su terrible sufrimiento y había acudido raudo a ayudarla. Valadilène nunca le obsequió con una sonrisa, y su agradecimiento no se basó en palabras, sino en un silencioso deseo que Julio conocía muy bien. Él le enseñó a controlar su don en los años siguientes, de inculcarle cultura general, de enseñarle el arte de la medicina y de introducirla en la verdadera verdad que se ocultaba ante los ojos de la humanidad: las criaturas sobrenaturales. Ella absorvió todo lo que él le proporcionaba como si de un manjar digno de reyes se tratara, nublada por la fascinación que sentía y, el lluvioso día veintidós de Octubre, Julio partió, dejándola sola, en medio de Auch, a cargo de su casa.

Valadilène tomó entonces la decisión que cambiaría su vida, y marchó de Auch hacia París para empezar de nuevo, para olvidar todo lo que había ocurrido en la ciudad. Ahora conserva una pequeña botica, cuyo segundo piso es su casa; donde trabaja como herbolaria, recentando medicamentos y fabricando remedios naturales, ocultando ante los ojos del mundo que en realidad es una bruja, y que sabe más de lo que debería.

Datos Extras:
Posee una voz de soprano y de vez en cuando recita alguna canción.
Le encanta la lectura.
Es heterosexual.
No soporta que toquen sus cosas sin su permiso.