William Von Kraft

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DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Insolente, arrogante, prepotente, calculador, orgulloso, sádico, frio… Si alguien pregunta por mí, esa es la forma en la que me describirá. ¿Por qué? Porque así lo decidí hace ya demasiados años. Y es que descubrir la clase de mundo en la que vivo, me hizo saber que si bien la sociedad con la que convivo lleva una máscara, yo también debía fabricarme la mia. No solo por mi bien sino por mis intereses y los de aquellos que como yo, llevan una misión similar.

Mi labor es investigar, desenmascarar, descubrir y revelar la verdad que me rodea.
No soy un justiciero ni un vengador, pero estoy en contra de las barbaridades que ocurren cada dia. Hay una lucha de poder entre razas y entre hombres, mientras que los cazadores e inquisidores se van haciendo con el control de la sociedad matando indiscriminadamente.
Estoy preocupado, es cierto. Pues últimamente todo se ha agilizado aun mas, las pequeñas batallas que se libran en la ciudad son invisibles ante el resto y esto no es mas que el principio del fin de esta “sociedad libre” como nos la muestran. Es por ello que investigo, es por ello que lucho, por sacar a la luz todo lo que se nos esconde y por evitar que aquellos humanos inocentes que viven entre nosotros logren saber que viven realmente en medio de un infierno. Pues si bien he aprendido algo, es que la ignorancia hace feliz al crédulo. Pero también hace feliz a aquel que no quiere ver.
¿Como soy realmente? A veces tengo la sensación de que ni siquiera yo lo se muy bien. Lo que si puedo decir es que ni la riqueza, ni el poder me interesan. Yo busco la verdad, busco el conocimiento y sueño con la sabiduría. Soy un buscador, y quiero revelar los misterios que rodean mi entorno.
No soy un santo, ni un demonio. Simplemente soy un inmortal que alguna vez sintió, amo y vivió como un hombre libre.

HISTORIA

Soy un “privilegiado” mas.
Esa es la mejor forma de comenzar mi relato. Y es que a ojos de todos siempre he sido asi; un “niño” afortunado que tuvo todo lo que la cultura, la educación, los buenos modales y la fortuna de una familia con un buen nombre te pueden ofrecer.

Pero detrás de la fachada de una hermosa casa y del rostro sonriente de diversos siervos, siempre se encuentran los trapos sucios de cada familia.
Los trapos sucios de la mia tenían que ver con mi madre. Mi amada madre…
Ella era cariñosa, leal, una buena mujer, una mujer candida y tierna, cuya mente frágil enfermo hasta hacerla perderse en las sombras de la locura. Le perdi cuando tan solo tenia cinco años, siendo ella internada en Londres en un manicomio que se convertiría en su hogar y en su cárcel para toda su vida.
Pero el dolor por perder a una de las personas que mas quería fue suplido por mi padre. Mi buen padre…El se desvivió por mi, siempre alentándome a ser mejor, siempre intruyendome con lo mejor de los mejor, haciendome grande en distintas artes, ciencias y letras. Enseñandome que pese a la educacion y los libros, los valores de todo hombre vienen de si mismo, y de lo que su alma quiere proyectar.
Mi padre...Siempre fue mi héroe, y aun ahora, en esta etapa de mi vida, es la persona a quien mas admiro y respeto. No solo por su presencia imponente, sino porque pese a su rigor y a que no dudó en ser estricto cuando debía, hizo de mi lo que soy.  El cielo y el infierno, se lo debo a él.
Pero me estoy adelantando a la história…

Mi padre trabajaba como médico, la cardiología era su especialidad. La vida, pese a la ausencia de mi madre era tranquila, sin altibajos salvo los que mi salud a veces me daba. Pero a mis diez años todo cambio, mi padre dejo de ser quien era, su carácter pareció fortificarse convirtiéndole a veces en un extraño. Su rutina ya no era la misma, ya no comía, ya no dormía, nunca más me acompaño bajo la luz del sol, nunca mas volví a sentir el calor de sus manos fuertes sobre mi frente o al alzarme al cielo.
Un hombre había aparecido en nuestras vidas, Ambrose era su nombre, y con su aparición mi mundo y el de mi padre –mi única familia- dio un giro de ciento ochenta grados.
Aquellos años fueron extraños, vivimos en demasiados lugares, siempre moviéndonos de aquí hacia alla. Yo no lograba comprender lo que sucedía, simplemente me convertí en el mero espectador de los cambios que nos rodeaban. Y pasaron asi, los años.

Mi padre habia dejado su tranquila vida como médico para convertirse en un hombre misterioso con demasiadas labores, descubriendo con el tiempo, como su vida había cambiado hasta convertirle en el inmortal que ahora era. Aprendí de su forma de vida y pese a que el no lo intuyera, seguí ligeramente sus pasos para intentar entender en que se veía envuelto mientras yo aun continuaba mis estudios.
Fue de ese modo, como casi por accidente, comencé a espiar, a investigar, analizando las pruebas y los muertos -que aquellos que ahora trabajaban para mi padre- dejaban tras su paso.

Estaba claro que él se veía inmerso en un asunto turbio del que pronto fui espectador. Pero el era mi padre, mi héroe, y aunque fuese un monstruo trabajando para otro monstruo, seguía siendo mi padre, y eso jamás cambio lo que sentía por el. Pese a ver sus actos horribles y en muchas ocasiones…crueles.

Cuando llego la adultez mi interés en temas que estaban fuera de la "sociedad", -o que poco tenían que ver con el corriente de cada día- llenaron mi mente. Haciendo que estudiara y me volcara de lleno en la criminología. Comenzando mis estudios en ese campo así como en el campo de la psicología y las ciencias ocultas. Aquel mundo extraño y deforme a mis ojos me entusiasmo demasiado, haciendo que a temprana edad comenzara a involucrarme en casos y en el mundo del espionaje. Pues pese a que este mal que sea yo mismo quien lo diga... Mis investigaciones no han pasado en vano, ni los datos que logro sacar infiltrándome en diversos medios de la sociedad actual. Pero no eran los simples asesinatos ni las muertes por traiciones amorosas las que me intrigaban sino aquellos temas y aquellos casos descartados. Los que ni la propia policía quería investigar.
¿Que ocurria con aquellas razas extrañas que se movían por la sociedad? ¿Que ocurria con su origen? ¿Porque nadie hablaba de la forma en la que la iglesia participaba? Habían muchos cabos sueltos cuando comencé a adentrarme en este extraño mundo. Pero sin duda existió alguien con quien pude hablar sin tapujos, alguien quien me proporciono algunas respuestas, siendo sus preguntas unas que yo mismo encontré cuando el me envio a diversas misiones. Fenrir era su nombre. El jefe de policía, un hombre de quien nadie sospecharía en los tejemanejes en los que se metia. Él se convirtió en un buen aliado, en un compañero y un superior. Pues si bien la ciudad parecía rendirse a sus sobornables pies, sus misterios y secretos aun no lo hacían. Fue por ello que junto a diversos compañeros a quienes me encontré por el camino, que logre inmiscuirme aun mas en el mundo que nadie se atrevía a contemplar y que sin embargo nos golpeaba en las narices.

Pero a veces, la vida nos juega malas pasadas, y en medio de uno de los casos mas importantes que habia llevado junto a una buena camarada, Elle. Que mi salud traicionera me volvió a importunar pese a que me esforzara por ignorarla una y otra vez…
Pero la tuberculosis nunca fue un juego de niños, y los rastros de sangre que ignore mientras investigaba a altas horas de la noche, la fiebre que ni siquiera me tomaba la molestia en controlar, sumado a mis malos habitos alimenticios, a mis pocas horas de sueño y a mi desinteres general por pensar siquiera en que estaba enfermo, me pasaron factura. Una tan grande, que el mundo cayo a mis pies cuando mi cuerpo se desplomo delante de mi padre.

Deliraba, agitado, deseando levantarme pese a que ni siquiera pudiera con el peso de mi propio cuerpo, y ni siquiera entonces, mientras mi padre me hablaba intentando que le mirase, que le escuchase. Podía sacar de mi cabeza el mayor caso en el que me habia visto involucrado junto a Elle. El libro de Nod, el principio de la raza inmortal, el padre de aquella raza. ¿Quién era? ¿Porque? ¿Como habia comenzado todo?
Pasaron muchos días en los que mi padre -sin apartarse de mi-, intento hacerme mejorar sin que sus esfuerzos ni el de los médicos sirvieran de nada.  

Fue entonces, como si al fin la cordura me hubiera visitado, que entendí que pese a mi obsesion, mi hora habia terminado. El fin se acercaba y yo no estaba listo.
Aun recuerdo las cortinas ondeando y la brisa fresca. Sentia los labios secos y el sabor salado de la sangre que una y otra vez inundaba mi boca mientras miraba a mi desconsolado padre. Senti miedo…Por primera vez sentí miedo, ese miedo que te cala, que te entra hasta los huesos, uno que se apodera de tu alma haciéndote caer en un abismo de sombras.
Era mi fin, y solo entonces, cuando mis parpados comenzaban a bajarse, cuando mi mano que apretaba firmemente la de mi padre comenzó a relajarse, cuando sonreí débilmente ante su rostro a modo de despedida... cuando la oscuridad se cernió sobre mi…Llevandome tan solo unos segundos hasta que la frialdad inundo mi cuello haciendome querer gritar.

Lo que sucedió luego, es algo que solo puedo recordar en imágenes rapidas e inconexas, sin saber cuanto tiempo transcuyo entre una cosa y otra…Fue asi como recuerdo los brazos de mi padre envolviéndome, sus dientes clavándose en mi piel una y otra vez, esa frialdad que comenzaba a desparramarse por mi cuerpo... y luego la sed y ese aroma embriagador. No contemple los ojos de los criados, ni sus cuerpos a mis pies después de bebérmelos, no contemple a mi padre, no contemple mis manos ahora llenas de sangre. Simplemente segui mi instinto hasta donde este me llevo cuando mi padre me concedio la vida inmortal.

Pasaria mucho tiempo hasta que lograra convertirme en un “ser civilizado” Pero nada de eso importa. Lo único que importaba es que una nueva oportunidad se abria ante mi, comenzando al fin un nuevo ciclo en mi vida.
Han pasado cinco años desde mi conversión. Y el mundo sigue ahí, esperandome ahora que soy yo quien lo devora. Pero eso no es lo que me mueve, pues el afán de averiguar, de investigar, de saber toda la verdad sigue ahí. Fue por ello que aun en contra de mi padre y bajo las ordenes de Fenrir, que volvi a involucrarme donde nadie me habia llamado, siendo ahora un infiltrado bajo las ordenes de Ambrose, el hombre que de algun modo me “robo” a mi padre.

La vida ha dado muchas vueltas en poco tiempo. Pero nada de eso importa cuando tienes un objetivo que supera las fronteras de la vida y la muerte. Paris fue el escenario escogido por los hijos de dios y ahora solo hay que encontrar a los protagonistas del libro de Nod.

DATOS EXTRA

-Trabaja para la policía, dedicándose al espionaje y a la investigación de temas que legalmente cuentan como “fuera de la ley”. Casos que legalmente no existen ni se están investigando.
-Pese a su juventud, domina diversas ciencias, siendo un hombre realmente culto gracias a la educación exquisita inculcada por su padre desde su mas tierna infancia.
-Después de su conversión se adiestro en distintas artes de lucha y caza, convirtiéndose también en un asesino letal bajo las ordenes de Ambrose.

gracias a αgusτınα• de sourcecode