Violante Vasílievich | ID

La sangre real corre por mis venas...

Les contaré una historia...

Él había escuchado mucho sobre su pasado, o al menos de sus antecesores. Por una parte la narrada por la familia de su madre. Una familia a la que no es importante siquiera mencionar. No, la verdadera familia se encuentra en su padre. Erick Vasílievich y la descendencia del Zar Ivan IV. Si bien existía un misterio acerca de su linaje al no descender de ninguno de los tres hijos que el Zar tuvo con su esposa Anastasia. Poco a poco se fue vislumbrando la verdad.

Ivan y Anastasia tuvieron un varón más, el que inexplicablemente desapareció de la historia de la familia. Ese hijo, quien se desconocía el nombre y su apariencia, era el responsable de la existencia de ellos y de haberse conservado el apellido Vasílievich que ya se había perdido como amenaza al trono usurpado. Por algún tiempo, se su abuelo se dedicó a saber más sobre su pasado. ¿Quién era el Vasílievich?, pero nada y en esa desesperación e incertidumbre supo quien era la madre, una mujer llamada Dalma Folckò.

El abuelo viajó a Hungría luego de descifrar que la madre había nacido allí, no obtuvo información que le ayudase a desenmascarar al padre, pero si una pista que le hizo viajar a tierras germánicas. -Cuenta la leyenda que un príncipe mandó a reunir 50 doncellas de todos los reinos de Europa por capricho, se dice que se casó con la importante familia Van Wijs- le había dicho un anciano. Ahora tenía una nueva pista. Sin perder tiempo viajó a la Haya y se entrevistó con una mujer que respondía al nombre de Benelope, ella aunque no dio la respuesta finalmente le reveló el rostro del Vasílievich o al menos eso esperaba él.

Cuando regresó se encontró con que su nieto había crecido y poseía los mismos rasgos que vio en el hombre del retrato. Entonces supo que el último hijo de los Vasílievich realmente era el que la mujer había señalado, sino también que aún vivía pues la firma del cuadro no iba a más de 50 años lo que representaba un nuevo misterio. Un misterio que murió con él. Las únicas palabras que transmitió a su nieto, a Violante era que era descendiente de la familia Vasílievich, que la madre había sido Dalma y él padre aunque sin conocer su nombre era idéntico a él.

Violante vivió en la granja que le pertenecía a su familia. Eran ricos y poderosos, recelosos de las familias reales pero orgullosas de su sangre verdaderamente consagrada, no como la del usurpador que reinaba con apatía el reino. Los Vasílievich se volvieron espectadores del mundo hasta que Violante decidió viajar a Occidente para terminar de educarse y así regresar para iniciar una revolución pues no dejaría que su sangre no fuera respetada; así, pensaba derrocar al falso Zar.