Happened once a long time ago {Flashback}

por **Isobel Twist** Miér Nov 06, 2013 8:21 am

Al final dije que lo entendía pero no era cierto. No entendía por qué tenía que dejarme en manos de un cazador, un completo desconocido. No entendía siquiera que significaba que fuera un cazador o que él no fuera un humano. No lo entendía y no lo quería entender.

Había gritado, peleado y casi había llorado para evitar aquello. Solo casi. Aunque tal vez fue esa última humillación lo que me había faltado para quedarme junto a él. Sin embargo mi ego, ya de por sí bastante maltratado, no hubiera soportado una última humillación, ni siquiera por saber que estaría a su lado.

Lo cierto es que me ha abandonado, como todos lo han hecho en algún momento de mi vida. Me abandona y yo no pude aferrarme a él. Me agarré a su mano mientras cruzábamos la ciudad. No quería decirlo pero esperaba que se diera cuenta de lo que me estaba costando alejarme de él. Cierto que tampoco había estado conmigo mucho tiempo pero, en toda mi vida, nadie me había tratado tan bien como lo había hecho él.

-Isobel, levántate. Es hora de ponernos en marcha- me saca una voz de mis sueños, tan dolorosos.

Me incorporo y sacudo las hojas que s eme han pegado al pelo. Junto con las hojas me quito sin querer algunos pelos pero casi no los siento. Cuanto han cambiado las cosas desde que me dejó en manos de Hugh. Él me ha enseñado a esconderme, a pasar inadvertida ante los ojos de cualquiera. Y a pelear.

Lo que empezó con ocultar mi cabello naturalmente rubio ha desembocado en un entrenamiento de cazador. Sé que este no es el objetivo por el que he sido entregada a él. Si mi salvador lo supiera no sé cómo reaccionaría. Aunque claro, teniendo en cuenta que se fue… Aunque la verdad es que no se ni porque me importa lo que piense. Total él también se fue.

No lo entiendo, yo siempre traté de portarme bien. Traté de ser una chica buena. Traté de comprender todo lo que me explicaba, todo lo que él me contó del mundo que nadie me había contado antes. Creía que me quería… Aunque igual había algo mal en mí y no eran los otros sino yo los que los alejaba.

Me llevo la mano a la espalda, donde la herida aún duele. Dice Hugh que posiblemente jamás podré librarme de la cicatriz. Dice que puedo hacer como él, sellar mi dolor y pena en mis heridas de guerra. Pero creo que aún no estoy preparada para dejar marchar la tristeza. Padres, amigos, él. Ya ni siquiera recuerdo sus nombres o su cara.

Tomo la daga que yace junto a mí y la oculto entre mis ropajes. Esa es de momento mi única y más fiel amiga, una que no se irá de mi mano a no ser que yo se lo permita. Si algo he aprendido en este tiempo es a no dar nunca nada por sentado, a no creer en el para siempre, porque claramente el vivieron felices y comieron perdices no existe para la gente como yo.

Me miro la mano, aun sorprendida por tener ese tipo de pensamientos. Ahora me doy cuenta de que siempre los he tenido, pero que nunca me he atrevido a expresarlos en voz alta.

Recuerdo que en el último pueblo que estuvimos, hace apenas un par de días, nos llamaron héroes, confundiéndonos con inquisidores. Y nos dieron las fgracias por el duro trabajo que hacemos al exterminar a otras brujas. Pero lo peor de todo es que no me escandalicé.

¿En qué tipo de monstruo me he convertido? ¿En uno que ya no trata de defender a los inocente? ¿El tipo que escucha matar y no piensa en porqué sino en el cómo? Dios santo, me estoy perdiendo poco a poco en esta oscuridad que ahora sé siempre estuvo dentro de mí. Pero no encuentro la voluntad para frenarla tampoco.

por **Isobel Twist** Miér Nov 06, 2013 8:25 am

Soy feliz. Al fin puedo volver a sonreís con sinceridad. Ellen y Ryan me tratan bien y estoy aprendiendo mucho con ellos. Ahora sé por qué pasaban todas aquellas cosas cuando cantaba y por qué a veces el mundo cambiaba frente a mí.

Al fin puedo controlar las visiones, evitar que me asalten durante el día, relegarlas únicamente al mundo de los sueños. Me siguen asustando pero al menos ya no caigo en ese horrible caos ni tengo dolores de cabeza.

Las noches siguen siendo lo peor. Hay veces que sueño que vuelvo a estar en el orfanato y lady Drag me llama a su habitación. Esas noches la cicatriz duele, como si no hubiera curado aún. Como si fuera una herida recién abierta y aún sangrara como la primera vez.

Otras noches sueño con él. Por desgracia no recuerdo ya mucho. Al despertar solo me queda una sensación de tranquilidad y pena al mismo tiempo. A veces intento permanecer con los ojos cerrados y atrapar su imagen pero ésta se desvanece en la nada y solo me queda el sonido de su voz. Muchas veces siento que estoy intentando atrapar el humo con las manos descubiertas.

Pero sé que con el también fui feliz porque, a pesar de que duelen sus recuerdos, no es algo tan hiriente como el resto de mi pasado. Se trata de un dolor agridulce, algo que sé que desearía recuperar porque seguramente fue lo mejor que me pasó hasta Ellen y Ryan. Porque él fue la causa de todo lo que ha pasado después.

Según Hugh, me hizo olvidarme de él porque sus recuerdos me hacían llorar por las noches. Y, aunque siempre le grité que aquello era mentira y que dejara de tomarme el pelo, soy capaz de creer que lloré por él. Seguro que si se lo hubiera admitido como lo haría ahora se habría enfadado y me habría dado un largo y aburrido sermón para, según él, endurecer mi carácter. Como siempre me repetía, los luchadores no deben llorar.

Esas palabras me hacen sonreír un poco. Supongo que, en cierto modo, logró su objetivo, ya que desde que me dejó aquí no he llorado nunca. Incluso se me hace un poco difícil lidiar con las lágrimas ajenas. Y mis modales y conocimientos son más de cazadora que de bruja.

Peor al final puedo creer en que la felicidad existe. No la doy por entada, me han traicionado demasiadas veces como para dar cualquier cosa por sentado, pero supongo que ya soy lo suficientemente mayor como para enfrentar al destino con mis poderes para conservar aunque sea un aparte de mi sonrisa.

por **Isobel Twist** Miér Nov 06, 2013 8:26 am

La culpa me atormenta. Los sueños son cada vez más frecuentes y sé que son por mi culpa. Sé que soy el pájaro de mal agüero que va a traer la desgracia a la única familia que conozco.

Ellen y Ryan no tienen enemigos, nadie podría siquiera pensar en odiarlos. Pero yo soy otra cosa. No es que no me haya ganado el derecho de estar junto a ellos, yo también me he ganado el amor del pueblo. Pero no es alguien del pueblo quien me ha seguido hasta aquí. Lo presiento, como he presentido otras cosas antes.

No he olvidado nunca que no pertenezco a este lugar. Aunque a veces me decía a mi misma que ya la vida se había olvidado de mí, lo cierto es que nunca perteneceré a ningún lugar. La tragedia es mi compañera allá donde de vaya y solo yo debo lidiar con ella. Sé lo que debo de hacer.

Mientras recojo las escasas pertenencias que me han dado estos años de paz evoco todo lo que me han enseñado mis padres y hermanos. Sé que al principio fui difícil, cerrada, arisca y desconfiada pero ellos nunca se rindieron conmigo incluso cuando yo misma lo había hecho.

Mientras recorro las calles vacías puedo revivir las primeras experiencias con aquella gente, tan amable y abierta, tan distinta a mí. Ahora ando con pasos de gato, tan silenciosa como puedo, como creía haber olvidado andar. No deseo encontrar algo que me haga flaquear.

Mientras dejo a mis espaldas las luces del pueblo lo último que pienso es que desearía poder volver algún día y ocupar una posición que realmente me pertenezca.

por **Isobel Twist** Miér Nov 06, 2013 8:26 am

Finalmente he encontrado a Hugh. Me ha llevado tres meses de dura búsqueda, recordando cómo era Londres, reacostumbrándome a todo lo que había felizmente olvidado hasta ahora. Pero eso no significa que me haya olvidado de todo lo que la ciudad me enseñó en su tiempo.

Me alegro de volver a estar con el Hugh. Aunque parece que él no tanto. Por lo visto había esperado que permaneciera quietecita donde me dejó. Incluso ha amenazado con llevarme maniatada todo el camino de vuelta a las Highlands. Pero sé que en el fondo entiende por qué he tenido que irme, por qué no puedo volver. Nos conocemos lo suficientemente bien como para saber que ambos somos el mismo tipo de persona idiotamente protectora con aquellos que queremos.

Sin embargo no le he contado todo. No sabe lo que ocurrirá si no llego a París a tiempo, solo que necesito llegar. No quiero contarle nada que le haga tomar la decisión de oponerse a mi viaje, o peor, implicarse.

Pero no ha preguntado. Eso me alivia un poco. No me gusta mentir, por bien que se me de si quiero hacerlo. No quiero engañarle pero lo haré si hace falta. Debo reconocer que lo necesito para atravesar un país extraño sola. Él ya lo atravesó una vez y ya me llevó una vez con él así que espero que no sea un viaje tan distinto. Además esta vez soy mayor, más capaz de ayudar.

Lo que más me cuesta es preguntar por él. No hay nada en el mundo que desee saber más que su nombre, su aspecto, algo que me pueda ayudar a encontrarle. Pero si empezara a preguntar, Hugh se extrañaría. Fue precisamente él quien me ayudó a olvidar y no creo que me ayudara sin hacer el sus propias preguntas así que lo dejaré estar hasta París.

Cuando estemos lo suficientemente cerca de la ciudad lo dejaré atrás. No quiero que muera también así que cuando queden un par de días de trayecto me escabulliré en la noche y me perderé en la ciudad con la esperanza de que no quiera buscarme o le atraiga la caza en la gran ciudad que he oído que es.

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