I might not be the right one...[Priv: Parish]

por **Elijah Fray** Miér Nov 06, 2013 10:55 am

“La naturaleza sigue su curso hermano, el viento sopla, la lluvia cae, y los fuertes se aprovechan de los débiles."
Dom

Aquel día había sido un poco extraño, su acento parecía llamar la atención de varios en aquel lugar, quizás no era el ser con el mejor inglés, pero bien sabía del mismo ¿Quién puede saber más de algo que aquella persona que estuvo ahí cuando nació? Ignorando completamente aquel hecho, Elijah continuó por su camino improvisado, no sabía a donde quería llegar pero quería alejarse lo más que podía de aquel recuerdo que le perseguía, de sus hermanos desapareciendo, de la necesidad de encontrar algo que jamás encontraría…Paz.

Se mantuvo caminando por un largo tiempo, quizás hasta desaparecer en el bosque, ya no quedaba nadie a su alrededor, podía sentirlo. Comenzó a caminar lentamente, cerró sus ojos y se dejó llevar por la brisa, por la calma, la paz. Quizás se mantuvo así por unos 10 segundos, hasta que sintió una presencia a lo lejos que se acercaba rápidamente.

-Nadie me dijo que habría una fiesta por aquí- Suspiró, al mismo tiempo que abría lentamente sus ojos para ver un caminante, un vampiro que no era para nada viejo, como si no tuviese de transformado más de horas. El ingenuo se lanzó a por Elijah pensando que podría sacar algo de sangre de su cuerpo, más sería el último error que cometería. Prácticamente sin moverse, Elijah clavó sus ojos en los del neófito infligiendo una enorme cantidad de dolor, la suficiente como para hacerlo caer al suelo mientras se quejaba y gemía de dolor. Elijah procuró dejarlo con vida, para evitar manchar sus ropas sin necesidad pero aquel vampiro no conocía sus propios límites y se lanzó a por el vampiro anciano.

-Infórmate antes de atacar chico, esos errores cuestan vidas…Lástima que no me sirves para nada- Musitó antes de tomar una rama de un árbol y clavarla en el pecho del vampiro, extinguiendo su existencia para siempre. Todo en menos de dos segundos. Era rápido, sabía cómo moverse.

Elijah continuó caminando con cierta sonrisa en su rostro, quizás estaba feliz por algo, no sabía porque pero tampoco le importaba.

por **Kaled Fayolle** Vie Nov 08, 2013 8:23 pm

** Donde la luz del día yace moribunda, la oscuridad gobierna, donde aquellos deseos tan mundanos dan rienda suelta a sus orígenes bailando en la piel de los mortales, en el corazón de aquellos buscadores de amor y placer. Se elevaban los robles, la maleza que crecía desordenadamente por todo el lugar le daba un aspecto dantesco. Esa época donde se quedó sin más en el mundo y decidió tomar un rumbo diferente para poder sobrevivir en su entonces realidad, la misma que le había abofeteado de manera sorpresiva dejándolo sin más. Suspiro y se quedó sumergido en pensamientos antiguos, evocó momentos de su pasado y de manera involuntaria no se dio cuenta en qué momento ya había puesto un pie dentro de esa jungla de oscuridad.

Esa noche particularmente, el frío azotaba las calles parisinas sin tregua alguna, nunca había tenido refugio alguno, hoy no era la excepción. Sin embargo cruzó por su mente alejarse por unos segundos, lejos de la realidad que la vida le estaba mostrando estos últimos días. No sabía moverse en esos terrenos y no estaba de humor para pasar una noche terrible otra vez, miró a su alrededor y contemplo que estaba demasiado lejos de las comodidades de la ciudad. Las luces se extinguían y las moribundas estrellas apenas se mostraban vacilando, fingiendo mostrarle un sendero. Era un muñeco de fantasía perdido tal vez, perdido en un jardín salvaje, donde se acechaban a las presas nuevas.

No prestó atención a nada en particular. Cerró los ojos y de manera sorpresiva un par de alaridos le asaltaron por sorpresa, sabía que todo tipo de criaturas podrían atacarle, era presa fácil. De manera involuntaria echó a correr sin mirar atrás, no estaba seguro de dónde provenían los sonidos, aun así anduvo por unos minutos. En su recorrido tropezó estúpidamente clavándose un cristal en la mano izquierda. Que irresponsable de su parte, no portaba armas ni nada que le pudiera brindar protección, ese descuido alertaría a cualquier caminante nocturno sin lugar a dudas. Como pudo sacó el objeto de su mano, rompió parte de su gabardina maltrecha y la ató en su herida, ingenuamente creyó que esto le daría tiempo. Que equivocado estaba.**

por **Elijah Fray** Mar Nov 12, 2013 12:27 pm

Permaneció perdido en sus propias memorias durante varios minutos, veía el rostro de quien fue alguna vez su hija por todas partes. Incluso las estrellas parecían haber conspirado para traer recuerdos de un pasado demasiado pasado. Se detuvo en seco, no quería ser atormentado nunca más por aquellas memorias que demostraban la falta de razón que tuvo en algún momento de su existencia, la falta de conocimiento, pero por sobre todo…la falta de poder.

Su mente aterrizó al sentir un olor bastante particular, con los años había aprendido que cada ser poseía una sangre característica, un toque de “Yo no sé qué” indicaba que había un humano en las cercanías y no solo estaba cerca sino que tenía una herida abierta de la cual brotaba el elixir de la vida, la fuente de existencia de todo ser inmortal…Sangre. Se paralizó por varios segundos, escuchando cada sonido en el lugar, no podía oír a nadie por lo que quizás no le habían sentido, quizás con los años los sentidos se agudizan…aunque sabía que estaba muy cerca.

Saltó hacia la copa de uno de los árboles y se detuvo por unos momentos, la noche era hermosa. Comenzó su rápido avance hacia el lugar del cual provenía la esencia, árbol tras árbol pudo comprobar que se acercaba más y más a lo quién tenía dos posibles destinos aquella noche, de cena o de compañía. Elijah era muy impredecible y hasta él mismo sabía que no podía esperar nada del otro universo, lo más probable era que fuese un anciano u algo con mucho alcohol arriba merodeando donde no debía.

Finalmente llegó, pudo ver desde arriba a un joven caminando con una mano lastimada, no tendría más de 20 años, quizás menos. No podía ser una presa para él, o por lo menos no si no hacía nada malo. El vampiro se quedó estático pensando sobre la rama ¿Debería de ayudarle? Caminar con él para evitar que lo maten y quizás averiguar ¿qué es lo que hace aquí? La verdad era que no le interesaba pero jamás se había regido por el comportamiento normal y no empezaría aquella noche. Se dejó caer al suelo varios pasos detrás del joven, no hizo ruido alguno.

Su grave voz inundó aquel lugar –Las espantosas criaturas de la noche salen a alimentarse, ¿Qué es lo que hace alguien como tú por aquí?- Hizo una breve pausa, suspiró y prosiguió –Elijah es mi nombre, si fuese a lastimarle ya lo habría hecho así que no se preocupe…y créame que si lo hace lo sabré- haciendo referencia a como latía su corazón que ahora se encontraba un poco exaltado, podía sentirlo. Elijah se mantuvo ignorando aquella mano lastimada, sabía que podía controlarse pero no quería forzar sus instintos.

Se encuentra herido, si no comienza a caminar nos alcanzarán los caminantes- Musitó mientras caminaba en dirección contraria al viento.

por **Kaled Fayolle** Mar Nov 12, 2013 4:06 pm

** El frío hacía más difícil ocultar el dolor que le provocaba la herida, aun así, se mantuvo sereno y se sentó sobre la tierra húmeda, ese olor apenas opacado por el de su sangre. Por unos segundos, miro las copas frondosas de aquellos enormes vigías. Pensó que tal vez quedarse quieto no pondría en aviso a los moradores de las sombras. Que podría ofrecer un chico como el más que su vida si así se lo pidiesen, no había nada de valor en él. Excepto quizá sus dones. Jamás había dependido tanto de sus habilidades como ahora. El aire caprichoso movía de un lado a otro las ramas que chocaban entre sí creando sonidos extraños y propios del lugar. ¿Un cazador tal vez? No importaba, cerró los ojos y espero despertar de ese aparente sueño. No lo era. Era difícil advertir lo que vendría. Tan solo se levantó dispuesto a enfrentar de algún modo lo que la noche le tenía preparado.

Fue en cuestión de segundos, no advirtió la presencia ajena en ningún momento, los tenebrosos cantos de la noche era una sinfonía que se antojaba interminable y luego el viento, esa caricia febril del frío que empezaba a colarse por todos los rincones de la ciudad, incluso en las lejanías era un mundo paralelo a la urbe. Se desplegaron como seda en sus oídos, las oraciones de un caminante que se presentó con el chico. Volteó para ubicar de dónde provenía esa voz pesada, un artificio que evocaba palabras tan ciertas, verdades que ya conocía pero se aferraba a creer. Su nombre fue de lo más peculiar, nunca había escuchado algo así con anterioridad. La escasa luz moribunda le dio apenas detalles del hombre en cuestión, alertó sus sentidos para descubrir lo que más temía. Aura pálida, presencia fría y una mirada un tanto seductora. No había duda, estaba frente a un nocturno, un vampiro.

Era inevitable. Sus latidos se aceleraron notablemente, que estúpido, trató de no mostrarse nervioso o incómodo con aquella presencia. Ciertamente aquel hombre imponía demasiado para él. Estaría en un error fatídico si había pensado encararle. Trato de ocultar su mano en el bolsillo del abrigo maltrecho y trato de responder lo más tranquilo posible.

-Un placer Monsieur. Mi nombre es Parish.

Ante la oferta poco común que le había ofrecido no tenía muchas alternativas, daba igual si caminaba junto a él o permanecía ahí hasta que algún otro extraño se topara con él. Si de algo le servía la advertencia que este le había hecho, no corría tanto peligro, al menos no por ahora. Avanzó con dirección hacia donde el caballero iba, pero siempre ocultando las manos entre su ropa. Evito hacer contacto directo con su mirada y prosiguió en el sendero que se estaba mostrando ante ambas siluetas. Le siguió en un camino incierto, trazando las huellas de una estela de infortunios que estaban por ser mostrados. **

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