Smooth Painter (Alejandro)

Hoy, por fin, era libre .Mi hermana, a la cual, según la sociedad, debía querer y envidiar por su matrimonio e hijos, se había ido de casa y por fin era libre de su insulsa charla, la cual solo abarcaba alagar a su marido, el cual le doblaba la edad, y presumir de los múltiples regalos que le hacía .Pero eso se había acabado, esta mañana se había ido tras pasar tres días en casa de mi padre .Y no solo por tener que aguantarla a ella, si no a su marido, que, pese a que mi hermana era demasiado ingenua como para no darse cuenta de ello, yo sabía que la engañaba, y con varias mujeres .Le había escuchando borracho con mi padre, riendo y describiendo con un vocabulario bastante soez y lascivo, el aspecto físico de una prostituta .

Tantos días aguantando eso me habían sentado mal, y en esta ocasión habían sido especialmente tortuoso .No tenía noticias de mi abuela, la única persona de mi familia con la que puedo considerar que tengo una buena relación, y no podía desahogarme escribiendo .Pero, eso se había acabado, al menos, hasta que volviese otra de mis seis hermanas a hablar sobre lo maravilloso que es el matrimonio y a decirme que dibujando y estando tan callada no iba a conseguir marido .Si ellas supiera que me casaría solo para alejarme de la casa de mi padre...

Bufé solo de pensarlo y me dirigí hasta mi armario para coger una capa .Necesitaba desahogar toda esa rabia, y ya que hacerlo con mis poderes podría implicarme verme sin cabeza, preferí optar por dibujar .No tenía claro que, pero necesitaba salir de esa casa que tanto me recordaba a esos tres días pasados tan insufribles .Cogí papel y un lápiz y tras colocarlos bien en uno de los bolsillos de la capa, salí de la casa, atravesando las cocinas, que estaba ahora vacías .

No sé cuanto caminé, ni siquiera recuerdo cuantas calles recorrí ni cuantos pasos di, pero de un modo u otro, acabé en el puerto .La luna creaba pequeñas luces en el agua, y permitía apreciar la silueta de los grandes barcos que había atracados y el mar lucía en una calma casi perfecta, golpeando con apenas fuerza las rocas de la costa .Era un paisaje perfecto, tan sereno y sin apenas movimientos o sonidos fuertes .Muy diferente a lo que era aquellar casa a la que debería considerar  mi hogar .

Empecé a dibujar por instinto, ni siquiera lo pensé, tal solo empecé .Alzaba de tanto en tanto la vista, necesitaba plasmar todos los detalles posibles, cada pequeño brillo de los rayos en la luna, cada dibujo de los galeones, cada sombra, cada roca...pocas escenas eran tan dignas de plasmar en un papel como lo era esa y solo la paz que inspiraba el paisaje me inspiraba .Cogí aire lentamente y sentí como el olor del mar entraba directamente a mis pulmones .Me tomé un segundo para parar de dibujar y disfrutar de la tranquilidad que se respiraba en el ambiente .Pero tras un minuto, continué dibujando, ahora mirando solo al papel .Ya tenía la imagen grabada en mi mente .

Y mi siguiente noche había comenzado. Esa noche había decidido ir hasta el puerto, y no a mirar (pues si había encontrado a París tan horrible, el puerto debía ser igual de horrible) si no que iba a ver qué cosas traían de las diversas partes de nuestro mundo que yo desconocía. Era gracioso y lamentable a la vez que no pudiera ir de día al puerto, momento en el cual había más comerciantes y cosas, pero al menos lo que más se encontraban durante la noche era contrabando, asesinos, ladrones, y a veces mercaderes expertos…vampiros u otras criaturas que se les daba bien hacer negocios. De cierta manera todo eso era gracioso, por qué siempre más de un oportunista terminaba ganando durante la noche.

Había bastante humedad esa noche, y eso se daba a causa de que como aquí en la zona marítima no nevaba, si llovía mucho, y aún la tierra estaba mojada de lo que había pasado ayer. Maldije entre dientes por andar en aquel camino, prefería muchísimo más la nieve antes que las lluvias, pero por suerte, aún no llovía, y esperaba que no lo hiciera. Iba montado sobre mi caballo, en el cual llevaba unas alforjas, a mi costado derecho mi espada enfundada, y yo vestido con una armadura ligera de cuero tachonado que llevaba las marcas e insignias de mi rango en el ejército del Imperio Germánico. Además, llevaba una capa de color verde oscuro que cubría mi cabeza y mis espaldas, amarrada con el símbolo de mi casa.

El camino no había sido tan largo como esperaba, y por suerte, eso eran muy bueno, pues no tenía tiempo para estar viajando de un lugar a otro siendo un vampiro, como decía el dicho ‘’uno siempre debía cuidarse donde no existen sombras que te protejan’’. Llegué al puerto a eso de las diez de la noche, con un tranquilo ‘’tak tak tak’’ de mi caballo pasando por las zonas de madera, observando cerca de mí los barcos atracados. Me bajé de este tranquilamente observando la zona, sin nadie aparentemente en aquel lugar, más que una mujer.

Caminé lentamente hasta donde se encontraba aquella mujer con mi caballo, preguntándome que haría una mujer así en la noche, tan sola…observé su aura y vi un estado de humor perdido y enojado…y lo que me llamó la atención era su diferenciador color…¿Una ‘’maga’’? La miré interesado desde mi posición, y estando a unos pasos más atrás de ella, observaba como dibujaba, bastante interesado, y le comenté;

-Mi lady, si planeáis que os asalten y os violen, estáis en el lugar correcto. Tenéis suerte de que no haya por aquí nadie durante esta noche más que yo, un simple viajero. ¿Podría preguntaros que dibujáis? –Digo, mirando por sobre su hombro el dibujo que ella hacía.

Esperaba que la chica no se molestara con mi presencia, y menos aún, que se alertara por mí actuar. La verdad era que yo jamás había logrado dibujar muy bien, quizás era una habilidad que realmente yo era incapaz de desarrollar. Lo único que sí podía hacer muy bien era tocar piano y uno que otro instrumento, pero todo eso era práctica, mientras que el pintar, para mí, siempre había sido difícil. Miré a mí alrededor, percibiendo de todas formas por si había alguien más en el lugar, y negando con la cabeza, devolví mi mirada a la joven que se encontraba allí.

Perdí la noción del tiempo por completo, incluso podría afirmar, que si alguien pasase al lado de mía, no sería consciente de ello .Me pasaba mucho, me abstraía con frecuencia, y no solo dibujando, simplemente, cuando estaba demasiado concentrada en algo, no era consciente de todo lo que me rodeaba, y la verdad es que esa misma capacidad de abstraerme, me había dado algún que otro pequeño, y no tan pequeño susto .Ni siquiera oí el sonido de los cascos del caballo del hombre a mis espaldas .Fue su voz quién me sacó de mi trance y me hizo dar un respingo, que hizo que casi me cayese al agua .Me tensé como la cuerda de la guitarra, su mera presencia y su voz había hecho que me tensase .

Me giré lentamente, apretando con fuerza el lápiz y sujetando el papel para que una leve brisa no se lo llevase .Fue instintivo percibir su aura, y no me gustó lo que vi .Su aura era más pálida que la de un humano normal, mucho más pálida .Era un vampiro .Y si lo era tal vez el supiera que soy una bruja .No me gustaba la idea de que supiera mi naturaleza, pero mucho menos, estar sola, en medio del a noche, delante de un vampiro .¿Y si solo se estuviese a riendo de mi y fuese a pasarme lo que había dicho?No podía dejar que me viese nerviosa, y de hecho, no lo hacía, guardaba todas esas paranoias y teorías para mis adentros .

-Le agradezco su preocupación, señor-murmuré, alzando la vista .Trataba de verle con más claridad, pero la poca luz que la luna y las diminutas estrellas me proporcionaba no bastaban para poder hacerme una idea de su rostro .Miré a ambos lados ,nerviosa .Se hizo un pequeño silencio, que me hizo fijarme en detalles que antes no había percibido .Me fijé que cada 7 segundos las pequeñas olas batían contra las rocas, que las varillas de mi corsé ceñían mi cintura pero sin dificultar mi respiración como otras veces, y que de tanto en tanto, una pequeña brisa hacía que las esquinas del papel se moviesen, al igual que mi melena .

Necesitaba romper ese silencio, así que di un par de pasos, de modo que mis zapatos hiciese un pequeño "clack" contra el suelo y le tendí el dibujo para que lo observase .Estaba a medias, le faltaba retocar un bucle de una sirena, decoración de uno de los marcos, y arreglar las esquinas para que pareciesen negras como el resto del cielo .Era detalles que nadie percibía, y a través de los cuales me había ganado fama de ser demasiado perfeccionista, pero para mi, un dibujo sin esos detalles estaba inacabado .

Al estar más cerca de él, pude percibir un par de rasgos más, el color de sus ojos, su piel pálida, el color, el largo y la forma de su cabello...de poder dibujarlo, podría preservar mejor la imagen para poder analizarle mejor .Había dicho que era un viajero, pero...¿que me decía que no me mentía?Aunque no tuviese motivos, quizás lo estuviese a hacerlo .Una prisa helada movió mi cabello, el cual intenté que permaneciese cerca de mi cuello, pero no lo conseguí y acabó por caer con rebeldía, como si una cascada fuese, por mi espalda .

Observe en el aura de la mujer como esta se asustaba al mirarme, probablemente esta ya se había dado cuenta de que era un vampiro. Una lástima, la verdad, pues no me gustaba incomodar a las personas por mi sola presencia, lo aborrecía. Me fijé que la mujer tenía un claro acento ruso; ¿Una extranjera viviendo allí para obtener más oportunidades? Me pregunté. Era bastante bella por lo que podía ver, lamentablemente, esa belleza estaba con miedo.

Miré hacia el horizonte, observando la nublada noche conjunto al viento frío que corría por la costa. Era un ambiente extremo, despiadado, tanto como el filo de una espada. Me saqué la capucha dejando ver mi rostro, y devolví la mirada a la mujer otra vez, ahora, observando su dibujo. Estaba lleno de cosas, de hecho, me sorprendía lo bien que la joven dibujaba. Me acerqué un poco más para observarlo de cerca, pues tenía una gran cantidad de detalles. Me pregunté cuanto tiempo llevaría allí pintando aquella joven, y mirándola con sorpresa le dije;

-Mi lady, su dibujo es precioso, poseéis todo el arte de pintar que yo no poseo. ¿Cuánto tiempo lleváis aquí pintando? La lluvia caerá en cualquier segundo, y si no os ponéis a cubierto, os alcanzará. ¿Sois de París? Yo voy hacia allí, más antes he venido a ver si hay algo en este mercado nocturno…pero parece estar peor que un cementerio. –Digo, mirando a mí alrededor con tristeza.

Esperaba que mis palabras la tranquilizaran más, aunque lo dudaba, pues si ella ya sabía que era yo, mantendría la guardia alta en todo momento, lo que imposibilitaría que pudiéramos hablar tranquilamente, lo que sería una pena. Por lo demás, mi ofrecimiento era verdadero, podía llevarla a caballo si ella lo deseaba…se veía muy desabrigada, incluso si no llovía, el lugar se veía muy fresco, y si no fuera por mi gruesa armadura hasta u vampiro sentiría frío.

Comencé a andar con mi caballo hacia los barcos cercanos que habían atracados. La mayoría de estos eran barcos cargueros, podía ver por el barro del piso como las carretas habían ido y venido a lo largo del día, más ahora, en medio de la noche, no quedaban más que uno que otro marinero cubierto de trapos observando la mercancía a un rincón. Aparentemente no habría nadie que me vendería nada aquella maldita noche. Había sido un maldito viaje inútil. Aparentemente le tendría que decir a un par de mis soldados que se encargara de observar que se vendía en aquellas costas. Volví al lugar que antes, junto a la mujer que pintaba, observándola a los ojos.

Fue un impulso empezar a analizarle .Era un viajero, en eso si me había dicho la verdad, sus ropas, algo diferente a la moda parisina, le delataban .Parecía tranquilo, su reflejaba ni en su voz ni en su mirada ningún tipo de sadismo, habitual en un vampiro sediento .Y tampoco me había atacado, pese a estar ambos solos, sin nadie cerca que se atraviese a socorrerme de atacarme, no me había atacado .Tal vez no quisiese hacerme daño, tal vez fuese así de amable simplemente...porque sí, porque es un hombre, pese a su naturaleza de vampiro, sorprendentemente educado, incluso parecía preocupado de verdad y no una treta para matarme .

Muchos me había dicho que juzgar un libro por su portada me podría traer problemas, que no se debía juzgar a la gente nada más verles, pero muchos, se equivocaban .Si se podía, no con un simple vistazo, pero se podía deducir mucho de una persona o criatura con observarle unos minutos .Se sorprendente como la forma de comportarse se reflejaba en los movimientos, la pose corporal, la mirada, la sonrisa...todo podía indicar como podía ser una persona .Hasta el más mínimo detalle, como que tipo de libros le gusta leer o que colores suele llevar en sus ropas .

Aunque en este caso, el miedo me había llevado a sacar conclusiones equivocadas, no solía ser así, de hecho, la práctica me había ayudado a mejorar en mis deducciones sobre la gente, aunque, para mi desgracia, había pocas personas lo suficientemente complejas como para analizarlas con tanta precisión .Pero él lo era, era un vampiro, pero no sádico, ni cruel...tal ve no debería centrarme en los estereotipos, pero su trato amable y cordial me había sorprendido .Y me hacía querer saber más sobre él .Supongo que me había picado la curiosidad como un vampiro se me salía de los esquemas a los que estoy acostumbrada .

Sacudí ligeramente la cabeza .--Gracias, y no lo sé la verdad, y si, si vivo en París-susurré, y respiré lentamente más relajada .Di un par de pasos hacía a él y una heladora ráfaga volvió a mover mi rebelde cabello a producirme un escalofrío .No quería usar mis poderes para evitar la lluvia, pero si debía hacerlo para no estropear mi dibujo, lo haría...nadie podía pensar que había sido yo, tal vez él, pero no creo que le importase que evitase que ambos nos mojásemos a causa de una tormenta .

Me acerqué a la mujer otra vez luego terminado el recorrido, y la miré con interés. Demostraba ser una mujer de no muchas palabras, sino más bien, de actos. La miré otra vez estudiando su rostro y le pregunté;

-¿Os podría preguntar por qué os veíais asorochada cuando llegué? Aun no comprendo cómo os encontráis tan sola en este lugar, y debo decir que por más que sea de noche y no este lloviendo, no es un muy bonito lugar que digamos. Por lo demás, soy Alejandro Máximo, Duque de Vrhoom del Sacro Santo Imperio Germánico. –Dije, haciendo una reverencia ante la hermosa mujer.

La miré con interés preguntándome que pasaría por su mente en este momento. Hasta ahora lo que sabía de ella es que sabía pintar muy bien, era (aparentemente) rusa y vivía en París. La miré con más cuidado, observando sus ropas, y luego la miré;

-¿Me podríais contar más sobre vuestra vida, mi lady? Si me acompañaréis de camino a París, me encantaría saber un poco más de la persona que llevaré sobre mi caballo, aunque sea por unas horas. Yo he llegado hace muy poco, pero conozco bien los caminos. –Dije con una sonrisa, mirándola.

Era gracioso de cierta forma el intentar convencerla de que hablara, pero estaba confiado en que mi personalidad fuera capaz de hacerla hablar. Ya había conocido a muchas personas como ella, calladas y recatadas, pero sabía que una vez que entraban en confianza estas hablaban más, de cierta manera me recordaban mucho a mí cuando estaba en la soledad de las batallas, era callado, frío y calculador como el acero, pero ahora, luego de años de paz, me había vuelto mucho más sociable, aunque ciertamente, cuando estaba en presencia de multitudes tendía a ser muy silencioso. Luego miré lo desabrigada que se encontraba, y con una mirada de preocupación le pregunte;

-Mi lady, ¿No sentís frío? Os puedo prestar mi capa si la necesitáis, es de noche y el viento es extremadamente helado, y dudo realmente que queráis calaros los huesos. –Dije, mirándola, sacándome la capa y ofreciéndosela.

Era lo menos que podía hacer por aquella bella joven en aquella noche donde la luna no se veía, las estrellas estaban ocultas y las nubes anunciaban unas inminentes lluvias que atacarían como si de crudos enemigos se tratase.

Quería hacerme hablar .Muchos lo habían intentado, y la verdad, pocos lo habían conseguido .No era callada por miedo a ocultar algo, sino porque...era parte de mi personalidad, no era una persona habladora, ¿porque hablar pudiendo escuchar?¿porque expresarse con palabras pudiendo hacerlo con actos, movimientos, o incluso, dibujos?Con delicadeza, guardé el lápiz en el interior de la manga de mi vestido y doblé el papel con sumo cuidado para guardarlo en la otra .Alcé la vista .-La belleza esta en los ojos de quien mira, señor-hice una pequeña reverencia, sujetando la falda del vestido con ambas manos y doblando ligeramente las rodillas-Impatiens Diminitryova, es un placer conocerle-me presenté y volví a mi posición .

Me tensé ante su propuesta, la verdad es que estaba lejos de casa y el cielo lucía mucho más oscuro a cuando yo salí de casa, e incluso el tiempo había empeorado .Y...de querer atacarme, siempre podría defenderme .Me acerqué un poco más, dirigiéndome a uno de los lados del caballo .-Le agradezco que me lleve, pero...mi vida es interesante-murmuré .No tenía gran cosa que ocultar, al fin y al cabo, estaba casi segura de que conocía mi naturaleza sobrenatural, pero apenas sabía nada de él, y no tenía por costumbre contarle mi vida a los desconocidos,o en este caso, a los casi desconocidos .

Sentí otro escalofrío, a causa de una heladora ráfaga de viento que me golpeó la espalda como si de miles de espadas se tratasen .Si que hacía frío, se notaba la época del año que era .Alcé la vista para contestarle, pero un pequeño copo de nieve que calló sobre mi frente me distrajo, se deslizó por mi frente como una gota de agua y calló al suelo al caer de la punta de mi nariz .Empezaba a nevar .-No se preocupe por mi...estoy bien-murmuré y sentí otro escalofrío, esta vez, a causa de un copo de nieve, frío como el hielo, calló sobre la piel de mi cuello, que era mucho más caliente .

Alcé la mano, esperando que. como el caballero que parecía ser, me ayudase a subir al caballo, aunque considerando que ya se había ofrecido a llevarme hasta la ciudad, no podía pedir que me ayudase a subir .Ya había hecho mucho por mi .

Escuché sus palabras con suma atención, realmente era una frase enigmática la que me decía aquella mujer, así que quizás no debería interferir más en mi curiosidad. Sonreí cuando ella se presentó con ese gesto de cortesía y le respondí;

-Un placer conocerte, Impatiens. –Dije, con una sonrisa.

Tras escuchar su nombre pude entender de donde procedía, de la gran Rusia. Ciertamente era un país muy grande, de hecho, sería hermosísimo si nuestro propio Imperio absorbía parte de ellos, pero lamentablemente, tenían un duro clan difícil de roer, ciertamente eran vampiros poderosos, pero tarde o temprano todos sucumbirían ante nuestro poder…apenas levantó su mano la ayudé a levantarse para que se posara sobre mi caballo, mientras que le volví a ofrecer la capa;

-Mi lady, no debo ser un vampiro para notar como os morís de frío, como todo caballero, me debo preocupar por vos independiente de si es bueno o no. Por favor, permitidme otorgaros mi capa para que os cubrieras del frío, yo no la necesito. –Dije, desamarrándomela, y volviéndosela a ofrecer.

Sabía que mientras anduviéramos a caballo el viento llegaría de forma más fuerte, por lo que la mujer quedaría mucho más cargada con nieve, y sentiría un frío mucho peor, por lo que, lo menos que le podía ofrecer, era mi capa. Me subí ágilmente al caballo y comencé a hacer que cabalgara poco a poco, mientras le comentaba a Impatiens;

-¿Y en qué lugar de París vives, Impatiens? –Pregunté, interesado.

No le preguntaba para ser mal educado, si no simplemente, para saber en que lugar la dejaría. Era extraño estar cerca de aquella maga, pues, a pesar de estar con alguien de la nobleza, no se veía una mujer curiosa, de ello, aparentemente era una mujer de clase media por lo que podía ver en sus ropas.

Aparté un poco la falda de mi vestido antes de sentarme en su caballo .Traté de sonreír...pero no fui capaz .Supongo que lo de dedicar sonrisas falsas no estaba en mis cualidades, pero...¿era acaso algo malo no poder no dedicar una sonrisa falsa, creada solo para agradar a los que me rodean?Yo siempre había creído que no, pero mis hermanas, las 6, se encargaban de recordarme con sus falsas sonrisas y sus comentarios agradables, casi siempre tan falsos o más que sus sonrisas, que estaba mal no saber dedicar una sonrisa por pura cortesía .

Sentí un escalofrío recorrerme la espalda al escuchar la palabra vampiro de sus labios y suspiré .Me coloqué hacia atrás para dejarle un poco más de sitio y tomé la cama, poniéndomela sobre los hombros y atándola con un fuerte nudo, para que el fuerte viento, el cual podría detener de estar completamente segura de que nadie podía vernos, no se la llevase .-Gracias-susurré, pero una fuerte ráfaga de viento pareció ocultar mis palabras .

Puse las manos sobre la silla, tensa como la cuerda de una guitarra .Debía estar en guardia, no porque el pudiese atacarme, que también podía darse esa situación, pero era de noche, y ahora que cada vez que estábamos más cerca de la ciudad, atacar a alguien sin que descubriesen lo que era, era más complicado, aunque viajando con un vampiro...¿que atacante sobreviviría?Pero realmente no tendría garantías de que no me ofrecería como recompensa si nos atacaban...

Fui realmente consciente de su pregunta tras unos minutos después de que el la hubiese murmurado .Traté, de nuevo, de sonreír sin éxito .-En la zona oeste, en una de las avenidas principales...yo le indicaré cuando lleguemos-traté de que mi voz fuese más sonora que antes, pero hablar en alto nunca había sido mi especialidad, y mucho menos si se trataba de hablar con desconocidos .

Escuché un ruido, brusco y violento, a nuestras espaldas y me tensé aun más. Deseaba que solo fuese un ruido, tal vez las olas batiendo fuertemente contra las rocas, o alguna caja mal apilada en el puerto que se había caído a causa del viento .Deseaba que solo fuese eso y no se tratase de algún atacante .Otro ruido se escuchó y apreté las uñas en la silla, esta situación me ponía nerviosa, me sentía indefensa ante un ataque que intuía que pasaría, pero del cual no estaba segura por completo .