Fantine Lefebvre

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Un espíritu inquieto obligado a permanecer encerrado en un mundo limitado e irreal. La sobreprotección que ejerce su padre la ha limitado prácticamente desde la cuna. Por ello es una persona muy imaginativa. Nunca pudo explorar el mundo a sus anchas y en vez de ver por sí misma como evolucionaba todo a su alrededor tuvo que imaginárselo. Acostumbraba a asomarse a la ventana y observaba a la gente mientras se imaginaba sus conversaciones. Esto es algo que todavía sigue haciendo.

Fantine no se caracteriza por ser una persona de carácter fuerte, al contrario, es una joven muy dulce y amable. Quiere a su padre, pero el control exhaustivo la aprisiona y la agobia cada vez más. Las situaciones en las que necesita soledad y amplitud van en aumento, y con ellas sus arrebatos de mal humor.

Fiel creyente, no falta un sólo domingo a su cita con la iglesia. Desde pequeña se ha guiado por los dictámenes de la biblia y por costumbre se mantiene alejada de todo lo que ésta diga que es pecado. Aun así, la apertura de miras que heredó de su madre sigue latente en ella, y en ocasiones se cuestiona si lo que dice el libro sagrado es totalmente cierto.

'Niña entrometida', así la llaman las cocineras de su casa. Desde que tiene uso de razón le ha gustado aguzar el oído para escuchar conversaciones ajenas, tanto de visitas como de extraños de las calles. A pesar de que siempre no escuchaba lo que quería o le gustaría es algo que no puede evitar hacer. Intenta absorber todo cuanto puede para poder formar una idea de lo que la rodea. Es una forma que tiene de conocer aquello que se le capó en su niñez.

HISTORIA

Fantine nació un 11 de abril en una vivienda de París. Su madre Cécile dio a luz en la casa que compartía con su esposo, Jérôme. El matrimonio Lefebvre se casó alrededor de un año y medio antes del nacimiento de Fantine. Jérôme Lefebvre era el heredero de una gran cantidad de viñedos en la zona de Montmartre, de los cuales se recogían uvas que se utilizaban para producir vino que luego se vendía en la pequeña tienda que poseía la familia Lefebvre en París.

El matrimonio entre Jérôme y Cécile sólo sirvió para que la familia de ésta invirtiera dinero en el negocio de él, de manera que ambos se beneficiaran de esa inversión. Los hermanos de Cécile, que fueron los que la presentaron en sociedad, obtuvieron parte de los beneficios que se generaron gracias a la venta del vino producido después de la boda, y Jérôme pudo adquirir más viñedos para producir más cantidad de vino. Ambas familias ganaron, salvo Cécile. Ella era una amante de su propia vida, nunca quiso casarse ni servir a ningún varón. Pero en aquella época la opinión de una mujer valía poco, por lo que después de pelear, acabó accediendo. Jérôme, en cambio, si la amaba. Deseaba casarse con ella y formar una familia. Necesitaba descendientes que pudieran heredar sus viñedos y su negocio, y cuando vio por primera vez a Cécile supo que sería ella con quien quería pasar el resto de su vida.

Siempre supo que su amor no era correspondido, pero intentó hacerla feliz por todos los medios. Cada pocos días traía pequeños presentes después del trabajo. La mayoría eran joyas: anillos, pendientes, gargantillas... Incluso la llevó al teatro más de una vez. Pero veía que Cécile no era feliz. Ella quería otra cosa, algo que él temía darle: la vida de la noche. Hasta que un día accedió. Ella sonrió por primera vez desde su matrimonio, y Jérôme fue el hombre más feliz.

La gente de su entorno no veía con buenos ojos que una mujer casada saliera todas las noches y volviese de madrugada, pero eso no le importaba a Lefebvre. El humor de Cécile mejoró, y con él la vida sexual de la pareja. No pasó mucho tiempo hasta que se quedó en estado. Durante los meses de gestación el ritmo de salidas nocturnas descendió en picado hasta ser inexistente. Ambos eran felices y recibieron a su pequeña Fantine con gran alegría.

Los primeros meses fueron un paraíso en la casa Lefebvre. Fantine crecía a un ritmo sorprendente y Jérôme estaba muy orgulloso de su pequeña. Cécile, por el contrario, cada vez echaba más de menos sus salidas nocturnas. Se debatía entre cuidar de su hija y los misterios que poblaban las calles de París cuando se ponía el Sol. La noche del primer cumpleaños de la niña hizo la primera salida. También fue la última. Jérôme nunca supo qué le pasó exactamente, pero su intuición le dice que Cécile sigue deambulando de noche por París, como siempre había querido.

Así, Fantine se crió sin madre. Se parecía mucho a su madre, tanto que Jérôme veía a ambas cada vez que la miraba. Desde pequeña demostró que le gustaba explorar el mundo, probar cosas nuevas y ver todo lo que la rodeaba. Eso hizo que su padre, temeroso de que tuviera el mismo destino que Cécile, la prohibiera salir de casa si no había luz y por supuesto debía ir acompañada. Apenas salía de casa, y si lo hacía sólo era para acudir a la iglesia los domingos, visitar la tienda de su padre o comprar algo en el mercado. El resto del tiempo lo pasaba en su habitación jugando con sus muñecas u observando la calle y la vida que se movía en ella. Sentía deseos de salir y explorar, pero temía la reacción de su padre.

Los años pasaron, y Fantine se convirtió en una mujer que apenas había conocido la ciudad donde residía. Sus únicas amigas eran la hija de la casa de al lado y su sirvienta, que tenía su misma edad. Su padre no se volvió a casar y debido a que su madre estaba muerta (según la versión oficial) fue la cocinera la que le enseño los cambios en su cuerpo llegado el momento. Al ser la única descendiente de la familia Lefebvre, Jérôme está instruyéndola en la producción y venta de vino. Confía en que algún día su hija sea la dueña de su negocio, y que éste pase a sus nietos y biznietos. Pero Fantine añora una cosa, una sola... conocer el mundo tal y como es.

DATOS EXTRA

- Es la única heredera de los viñedos y la bodega Lefebvre.
- Es alérgica a las almendras.
- Sabe tocar el piano.
- Tiene una perra. Se llama Vera.

gracias a αgusτınα• de sourcecode