La Sobrenaturalidad Del Ser Vivo || Zelig

¿Qué habia pasado?, no se acordaba de las cosas que ocurrieron en los últimos dias, todo pasó tan rapido... Terminó un trabajo en la ciudad; decidiendo tomar unos dias libres para descansar de tanto contacto con la gente, de quitarse un poco el asco citadino de París, se le hacia agobiante estar tanto tiempo interactuando con personas que no le eran de agrado en lo más mínimo. Mujeres que se insinuaban con un descaro increíble, la envidia que circulaba por los de la clase alta y la realeza, como todos miraban con una estúpida esperanza de algún dia ser como los que estaban en la cima, que la gran mayoría eran hasta más sucios y arrastrados como los de clase baja. Hasta podía decir que un mendigo tenía mejores modales que un elitista de esos ricachones hijos de papá, ironías de la vida, gente buena trabajando más duro y los que ni provocaba voltear a verles, tenían todo lo que quería... La vida en sí, así era todo; por más que lo pensaba siempre sería así hasta que la humanidad desapareciera por completo.

Fue al bosque a buscar la libertad que siempre le había agradado tener, correr y saltar sin que nadie le mirase, pasar desapercibido a las personas, mirar a los demás animales hacer lo mismo que él, siguiendo la rueda de la vida que por toda la eternidad tendría; pareciendole fascinante a sus ojos y mentalidad humana, que por si de él fuese preferiría ser igual que ellos. El tiempo se le fue de las manos, corriendo como ciervo por los bosques, saltando colinas y disfrutando del basto paisaje que se dibujaba ante sus ojos; por unos instantes envidiar la habilidad de muchos artistas, pues quería retratar tantas escenas que sólo él sabia y podía disfrutar, jamás nadie imaginaría ver todo aquello lejos de la ciudad, que era un infierno al lado del paraiso sin personas. - Aveces quisiera poder volar...pero creo que con esto me basta y sobra - era el pensamiento constante desde que tenía memoria.

Un momento...Divagando se dio cuenta en segundos que estaba en peligro, escuchó pisadas y mucho movimiento a su alrededor, perros, humanos...Cazadores. Al caer a la realidad de golpe se dio cuenta de que estaba realmente cansado y con hambre, no era buen momento para tener un encuentro con cazadores (aunque ya estaba acostumbrado desde que escapó de casa) " Lo malo de ser un cérvido, todos desean cazarte y ponerte de cena " - la ironía que siempre le perseguía. Corrió, esquivo, pateo incluso a los perros con sus fuertes patas traseras, los alejó con su cornamenta imponente y fue saltando entre los matorrales a tanta velocidad como podía, recibiendo incontables flechazos que pese a que le dolieran no le impedían seguir andando, hasta que la gran cantidad de personas fue el factor clave de su derrota... Amarraron sus patas y él victorioso en el sentido de que obviamente no sería la cena, decidió mostrarles su forma humana para que quedaran estupefactos, escuchando a consecuencia lo de siempre " Hijo del demonio " , " Mounstro " , " No merece vivir "... Bah! estaba acostumbrado a eso, no le hería en lo más mínimo...

Después de ahí fue encerrado en el sotano de un tal Charles, que pudo escuchar en su pequeño delirio era escocés...¿Para qué demonios lo encarcelo?, había pensado le mataría pasaran los días que el no cooperase en decirle nada... Pero no, le daba comida y hasta trataba de hablarle a través de la pequeña rendija, no podía evitar sentir algo de gracia ante el claro asombro e ignorancia, además de la gran curiosidad que veía en los ojos del hombre que le atendía. Miro su plato con desdén y lo tomó para empezar a comer con toda la calma, no estaba siquiera asustado ¿Por qué?, desde pequeño siempre estuvo encerrado gracias a sus padres, como en una jaula de oro, la limitación era algo que le traía hasta recuerdos (aunque no muy buenos).

- Engordar al animal para después servirlo en la cena .- dijo finalmente encogiéndose de piernas; dejando la derecha abajo y la izquierda como apoyo para su cabeza otorgando su posición de aburrimiento.- Eres una especie de científico o algo?...¿ Me usarás para tus experimentos morbosos? .- miraba hacia la dirección donde estaría su captor, manteniendo tal serenidad que parecía estar seguro de todo lo que ocurría. - ¿Debería agradecerte tu trato?, no hay nada alegre en mi situación, por eso no digo nada. - comentó finalmente terminando de comer y regresando el plato, sin moverse de su posición.