AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
The secret garde of Charlize
2 participantes
Página 1 de 1.
The secret garde of Charlize
Charlize Fantine Cästlelion
Edad 18 aparentes (50 reales) Nacionalidad Fraco-Inglesa Cargo Baronesa de Inglaterra Especie Vampiro Orientación Sexual Heterosexual Gustos • Ama su preciado jardín de rosas. Le gusta la jardinería en si, tiene manos hábiles para el jardín. Tiene preferencia por las rosas • Le encantan las joyas. • Siente predilección por hombres altos e intelectuales. Es una sapiosexual. • Un hombre que sea bueno en el baile. •Los niños pequeños. Se lleva mejor con ellos que con los adultos. Esto se debe a su actitud de inmadurez. Disgustos • No poder salir de día y que, por este motivo, no pueda cuidar de su jardín. • La gente ignorante y tramposa. • Que la lleguen a conocer a fondo. La hace sentir vulnerable. Otros Datos ►Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana. ►Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves. ►Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor. →Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa. →Hemokinesis: Controlar a una persona por medio de la sangre. El vampiro, sin haber mordido al humano, ofrece una mínima cantidad de su sangre a la persona y con eso logra convertirlo en su sirviente. La sangre de vampiro es altamente adictiva para los humanos; también puede lograr retrasar el envejecimiento. →Seducción: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o emocionalmente a la persona poseedora del poder. El vampiro seduce a los demás hasta lograr controlar las emociones de su adversario a su antojo. Funciona en cualquiera de los dos sexos. Este poder funciona únicamente como atracción. OTROS • Tiene un jardín de rosa el cual cuida sagradamente. Le gusta cantarle y hablarle a las rosas • Tiene la costumbre de cantar melodías melancólicas por los pasillos y jardines mientras danza. Mucha gente la piensa loca. • Con los de su edad y más adultos puede ser una tramposa pero con los niños es una buena persona. De hecho, se lleva mejor con los niños • Le gustan los animales pero es demasiado irresponsable para cuidarlos así que los animales se van o se mueren. . | Personalidad Charlize, un ángel dulce y frágil. Ella es Charlize, la querida Charlize. Con su voz suave como el susurro de un santo espíritu celeste cuyo tono dulce es capaz de apacigua al alma más fiera de todas. Misma hermosa voz que encanta a los oyentes cuando de sus rosas labios salen armoniosos cantos celestiales. La dulce niña de papá acostumbrada a la protección y amor de su progenitor. Con su espíritu libre y cándido, oh, sí, muchacha cándida y risueña, poetiza y curiosa. Ella es Charlize… O lo que fue alguna vez de ella. Ahora es, una joven con la misma descripción ante expuesta de lo que alguna vez fue. Una luz cándida que no es más que el reflejo cegador del espejo. Un ave sin rumbo, que vuelva sin un destino fijo, que finge buscar horizontes para su estabilidad pero que no puede evitar mirar hacia el pasado con ojos nostálgicos y la melancolía que no se apiada de su corazón. Una niña consentida y caprichosa, una pobre alma incomprendida y sola. Charlize…Quien en vida fue la luz del amanecer, la elocuencia de la sensatez. Ahora un espejismo de aquello. Charlize ahora es la dama de temple de acero, ambiciosa y obsesiva. Un poco maliciosa y engañosa ¿Por qué no jugar con las personas? Sonríe delicada fingiendo ser una de sus frágiles rosas, pero ella sabe bien que se debe sacar todo lo bueno de las personas para su propio beneficio y después deshacerse de ellas como la mala hierba. En tanto un poco superficial en ese aspecto, comportamiento infantil que no abandona. La dulce y bella baronesa de Inglaterra, fiera y egoísta. Quien hará lo que sea para mantenerse en lo alto, disfrutando de los lujos y caprichos de la vida. Quien la conocerá de primera vista se lleva la imagen de fragilidad e ingenuidad, pero ella podrá demostrar lo fuerte y soberbiamente orgullosa que puede llevar a ser. La baronesa sangrienta. ¿Un rumor o un hecho real? Historia La alta realeza francesa era glamorosamente conocida por sus vanidades y extravagancias. No importaba si se tratara de una dama o un educado caballero, todos pecaban de los mismos lujos y pretensiones. Desde el rey, quien era la cabeza de la corona francesa, hasta los de títulos más bajos en la escala jerárquica de la corona, todos querían resaltar a su manera. Demostrar cuánto dinero podían tener en sus arcas personales lo cual no tenían vergüenza de esconder mientras la gente fuera de los muros de sus enormes castillos debían alimentarse de frutas y verduras en descomposición. Alimentos tan podridos y nauseabundos como el ego de los mismos nobles. Así, de este modo, la gente pobre se alimentaba del ¨cuerpo¨ putrefacto de los aristocráticos señores y de esta manera los pobres también se contaminaban con lo podrido de los hijos de la alta alcurnia. Las mundanas calles de la principal ciudad francesa fueron las que educaron y formaron la personalidad arpía y astuta de Ambroise Arpaillange . La huérfana de nacimiento se las había arreglado para sobrevivir sus dieciocho años de vida en la hostilidad callejera de Paris. En donde no sólo el estómago vacío provoca malestar sino también la actitud de las buenas personas, especialmente de los hombres religiosos quienes predicaban la palabra de Dios y argumentaban humildad y ayuda con el prójimo pero cuando un pordiosero se le acerca a pedirle caridad no reciben más que el desprecio de los sacerdotes. Ambroise merodeaba por el mercado de la ciudad, muchas veces al asecho de algún ricachón que paseaba por la ciudad en sus hermosas y ostentosas carrosas. Era una joven de cabellos rojos intensos, ojos tan azules como el mar y cuerpo atractivo pese a la desnutrición propia. No le costaba trabajo engatusar a algún hombre de alta sociedad al cual le daba favores especiales de índoles sexuales y a cambio ella recibía unas cuantas monedas. En ese sentido, Ambroise agradecía haber nacido mujer y no hombre, quienes no corren mucha suerte en el oficio de compañía por una noche. Pero no sólo de esto se armaba la muchachita de cabellos rojos. Cada anochecer ella se dirigía al bosque en donde tenía una desmoronada cabaña. Allí se perdía en las profundidades verdosas del paisaje hasta llegar a un lugar oscuro e inhóspito. El fango se colaba por el calzado y los animales más despreciables habitaban esas zonas. Ella siempre iba a un lago cerca de un sauce viejo, de las ramas de éste sauce colgaba largos hilos y en la punta extrema algún objeto perteneciente a una persona que escogía. Ambroise era bruja, una bruja del tipo arpía y cada vez que un nuevo hilo aparecía en el sauce era una nueva persona a la cual le hacía una brujería, ya sea una maldición al pobre desdichado o una brujería de unión. Un día le llegó la oportunidad que ella estuvo esperando por años; ella junto a otras muchachitas más fueron llevadas por el duque al castillo del rey. La reina había viajado a visitar a su hermana y el rey quería algo de entretención. Ambroise fue bañada y acicalada para complacer tanto al rey como a duques, condes, marqueses y barones por las dos semanas en que la reina no estaría en el castillo real. El tiempo trascurrió desde aquellas dos semanas, Ambroise cumplió su propósito al quedar en cinta de uno de los nobles. Su sexto sentido le decía que la vida que crecía en su vientre era del mismo duque. No era fantasiosa, sabía que el duque no dejaría a su esposa por ella pero albergaba la esperanza de que le diera algo de dinero para que no revelara su bochornoso secreto. Pero, lamentablemente para los cálculos de Ambroise, sus predicciones erraron. El duque no ofreció dinero por su silencio y en cambio lanzó una amenaza que circulaba en que si de su boca salía una palabra su cabeza rodaría así de simple y aseguraba que nadie lo lamentaría. Ambroise se sintió ofuscada y llena de rencor, pero no eliminaría la vida que crecía en su interior pues sentía que sería la única compañía real en su solitaria vida. Llegó el día en que Ambroise dio a luz. Aquel crepúsculo en la cabaña del bosque una bebé llegaba al mundo. Ambroise le llamó Charlize. Los cimientos roídos fueron la cuna poco gloriosa de una pequeña niña quien nació en el máximo anonimato y con la desdichada etiqueta sucia que se le otorga a los más precarios de ingresos. Charlize se convirtió en una adorable niñita cuya voz se ganaba el corazón de los espectadores. Cada tarde su padrasto, el hombre que decapitaba pescados para venderlos sobre unas malogradas tablas de madera, la llevaba al mercado y ella cantaba en medio de la gran calle. Las personas se conmovían por su angelical voz la cual les borraba la tacañería y les hacía meter la mano al bosillo para darle dinero a la desamparada y sucia niña. Cantar era lo que hacía Charlize por su parte para ganar dinero para la familia. Ambroise jamás reveló su antiguo oficio a su marido menos a su hija, y por ningún motivo deseaba que Charlize recurriera a esos recursos para subsistir. Aquellas calles, antro de perdición, pordiosería y ratonera humana, de vida nocturna, vicios e infamia, fueron lo que día a día vivió, percibió y observó Charlize y estas enseñanza callejeras fueron las que le instruyeron en cómo sobrevivir en la vida. Especialmente si se es un ser ignorado. Charlize vivía en una burbuja personal, imaginando idilios amores principescos y castillos en el cielo. Las personas la amaban por su angelical existencia pero también pensaban que la locura se la llevaría algún día… Si es que ya no estaba loca. Ella solía correr descalza por el bosque en donde se ubicaba su caballa, corría y cantaba canciones a la naturaleza. Cuando volvía por la tarde a su hogar se dedicaba a cuidar, podar y regar las rosas de su jardín, su máximo tesoro. El día que cumplió quince años se entretuvo en el bosque recolectando arándanos mientras conversaba con los fantasmas de personas que ya no estaban en este mundo. Cuando regresaba por el sendero se hizo a un lado cuando la caballería del nuevo rey y su comitiva pasaba por allí. Los nobles, como debía ser, no notaron su existencia, todos menos uno; el conde. Para sorpresa de Charlize este se salió del grupo y regresó en su corcel hasta quedar cerca de ella. En ese momento la muchacha sintió cierto temor al tener a ese joven en frente suyo, había visto al príncipe y él tenía un semblante amigable y cálido pero el conde parecía frío y siniestro. El conde le preguntó en donde vivía, Charlize le respondió con toda sinceridad donde se ubicaba su cabaña. Temprano por la mañana del día siguiente Ambroise sacudía frenéticamente a Charlize para que despertara. Cuando la muchacha se desperezó notó una sonrisa enorme en los labios de su madre, le preguntó el motivo y ella contestó que el conde la esperaba afuera de la cabaña (Ya que sintió indignación de entrar en aquella pocilga) Charlize se alistó y salió a recibirlo con el mejor de sus vestidos. Pensó que había cautivado a aquel joven de semblante de indiferencia pero al tratar de entablar conversación alguna no lograba sacarle palabras al noble quien la observaba con arrogancia. El conde sólo le devolvió un pañuelo, Charlize lo reconoció como de ella pero no recordaba haberlo perdido. Él se fue y Ambroise rápidamente la asaltó con preguntas a su hija. Esa misma tarde Ambroise llevó a Charlize a su lugar oculto en el bosque en donde se dedicaba a hacer brujerías. Charlize ya estaba familiarizada con las brujerías de su madre y con las enseñanzas de Ambroise para que ella misma siguiera el legado pero a Charlize no le interesaba ese tipo de cosas. Ella quería ser más, quería llegar alto y mirar por sobre el hombro a los demás. Charlize, la pequeña Charlize, era la más ambiciosa y codiciosa de todas. Loca y errática. Sin criterios entre lo bueno y lo malo. ¿Era tan así? La gente habla muchas cosas… Un día de lluvia suave el conde volvió a la cabaña familiar. Vino a buscar a Charlize. Por entremedio de las cortinas ella lo vio cuando se bajó de su elegante carruaje. Era un hombre alto, delgado, de hombros rectos y vestía completamente de negro. Era atractivo, pero algo en él la inquietaba. Efecto que siguió causándole cuando entró a casa y Ambroise le invitó a una taza de té. Él miraba con esos ojos inquisidores y a la vez vacíos a Charlize, ella, en tanto, intentaba agradarle. Él, sin modales algunos, le dio un saco lleno de monedas de oro a Ambroise casi lanzándoselo al rostro. Ambroise, pese a ser tan ambiciosa como su hija, se indignó por el trato poco caballeroso del conde y estuvo a punto de insultarlo más cuando le pidió que se fuera pero Charlize la tranquilizó y le pidió que le dejara ir con él. Sin decirme nada él volvió en sus pasos y se fue a su carrosa. Ambroise ayudó a Charlize a colocar un vestido fino, un maquillaje suave y abrazó a su hija fuertemente sintiendo que se despediría de ella para siempre y percibiendo un mal presentimiento. La muchacha llegó al enorme castillo del conde, era una construcción oscura, apartada y verdaderamente siniestra. Se sentía demasiado pequeña en ese inmenso lugar. Sólo pasó un día y se casamos ante los ojos de Dios y la iglesia. Charlize se preguntaba si el conde estaba bajo una brujería o de verdad sus encantos lo habían seducido. Con los días fui sabiendo más cosas de su esposo. Su nombre era Antoine D’Sacrio, tenía veinte años, es decir, le llevaba por cinco, y era el conde de esas tierras… De este modo tan poco celebrado se enteró que era ahora la condesa; Charlize D’Sacrio. Los primeros días la joven se comportó como toda una damita de alta sociedad, fina y elegante haciendo alardes de sus conocimientos y talentos pero su esposo sólo se limitaba a mirarla de reojos. Eso le encantó a Charlize, que un hombre fuera tan estoico y misterioso. En las tardes ella le cantaba y él se sentaba a escucharla sin decir palabra alguna en aquella gigantesca sala decorada con extrañezas de todo el mundo. El conde era funesto en su esencia. Charlize no pudo encontrar mejor esposo, un hombre tan anormal con ella misma. Un asesino en serie que ensangrentaba cada día sus manos con víctimas inocentes y la lunática condesa que se la vivía cantando y estando en las nubes viendo que todo era perfecto y aceptando lo anormal como anormal. No entiendo cómo ni porque pero las cosas que él hacía ella comenzó a asimilarlas como normales. De la nada aceptó como correcto las veces que hacía fiestas por la noche, fiestas informales en donde extrañas personas asistían al castillo. En esas fiestas solían llevar unas tres o cuatro prisioneras vírgenes a las cuales cortaban con cuchillas afiladas en medio de la sala y llenaban cálices con sangre la cual bebían con deseo. Al principio Charlize prefería estar en su habitación o en el jardín de rosas que su esposo le dejo tener en el castillo, pero su Antoine se deslizaba entre las sombras, colocaba esos largos y huesudos dedos sobre sus hombros y con susurros en su oído le decía que lo acompañara a sus ceremonias. Él le decía que no tuviera miedo, que no le tuviera miedo, que a ella no me pasaría nada malo siempre y cuando fuera una esposa digna. Quizá por el desamparo de la muchacha era que aceptaba su petición. Ella se sentaba en un trono y él en el trono de junto. Charlize puso atención y se dio cuenta de que el conde no participaba de los…actos lascivos, ni siquiera le gustaba lo que veía y más de una vez ordenaba que los ¨verdugos¨ no cayeran tan bajo. Su Antoine gustaba de otro tipo de espectáculo, le encantaba ver cómo la gente era torturada ante sus ojos, le gustaba como las cortaban, las estiraban y desmembraban, como arrancaban las vísceras de sus interiores o como las azotaban y comían sus corazones. Pero lo que más le gustaba era que desangraran a las vírgenes. Charlize empezó a perderle el asco a esto y lo vio como normal… aceptando que la anormalidad de su esposo era su vida cotidiana de todos los días. Esas noches donde las pobres almas eran torturadas ella bajaba su mirada al libro que cada noche llevaba y leía hasta el final, la noche siguiente llevaba otro e ignoraba su entorno que a ratos se le hacía aburrido. Antoine no se molestaba por su conducta, de hecho le parecía admirable. “Él era bizarro, su mente estaba muy enferma y la sangre era lo que más lo extasiaba. Pero así yo lo quería. Nadie entendía como dos almas tan opuestas podían amarse tanto. En las noches que él dormía conmigo era un hombre bueno, no expresivo, pero si gentil y caballero conmigo. Era mi Antoine, mi ángel caído.” La enfermedad de su esposo fue creciendo con el tiempo, convirtió una fracción del castillo en una especie de coliseo romano en donde los desafortunados tenían que luchar por su vida contra otros desafortunados o incluso animales fieros. La sala era decorada además con jaulas que pendían del techo con una cadena en donde cada noche una persona era puesta en una de ellas, la jaula era pequeña y la persona apenas caía en ella pero no podía sentarle pues la jaula en su totalidad estaba hecha de cuchillas filosas. “Oh, Antoine, mi amado Antoine. Mi precioso niño de ojos claros y piel blanca como la nieve. Mi ángel del infierno ¿Hasta dónde llegará tu locura? ¿Tendrá límites o llegará el día en que ya ninguna de las atracciones de tu circo te contente? Yo no lo sé, pero sólo sé que eres mi amado lunático. Mi Nerón personal.” Pero con el tiempo la demencia fue más exagerada. Llegó el momento en que Antoine consideró los consejos de una extraña amiga suya la cual le aconsejaba que se bañara en sangre de jóvenes vírgenes para absorber su juventud y pureza. El conde gustó de esta idea y cada noche una tina llena de sangre de vírgenes era dispuesta para él. Con el tiempo incluyó a su esposa en su ritual sangriento. Preparaba una tina especial para ella, como hecha para una princesa, pero llena de sangre. Charlize al principio no gustó de la idea, pero cuando Antoine llenó de pétalos de rosa la tina con sangre ella le acompañó en su extravagancia. Como en el día el conde nunca estaba ella se dedicaba a su segundo gran amor; la jardinería. Él le dejó tener un hermoso y gran jardín de rosas. Ella pasaba mucho tiempo entre sus pequeñas niñas, a veces bailaba y canturreaba como una loca entre las rosas para después dejarse caer en ellas y mirar el cielo mientras reía sin sentido. Todo era maravilloso. Pero la gente comenzó a escasear por la zona y los rumores de que su Nerón era un sádico sediento de sangre se corrieron por el reino. Un día llegaron los guardias del rey, recorrieron todo el castillo en busca de alguna prueba…Era de día y Antoine jamás aparecía. Charlize no sabía cómo detenerlos. Entonces ellos encontraron en el sótano todos esos cadáveres en descomposición que correspondían a las jóvenes muchachas y muchachos que habían desaparecido en el condado. “Antoine, oh mi amado Antoine, que el crepúsculo de tu cordura se volvió un eclipse que no dejo rastro de ella y te encegueció en las tinieblas. Tus propios fantasmas” Fue condenado por asesinato, herejería y culto al diablo. Estaban horrorizados por los actos del conde y sobre todo por el relato tan inexpresivo de este cuando describió cada asesinato. No quisieron escuchar a la condesa cuando les habló de la enfermedad de su querido esposo, ellos dijeron que el demonio gobernaba en su mente. Antoine, antes de ser ejecutado, hizo que un hombre extraño sacara a Charlize de casa. Su nombre, nunca lo supo. Era uno más de esos amigos extraños que tenía, tal como la rumana que le aconsejaba bañarse en sangre. Esa noche Charlize escapó del ¨amigo¨ de Antoine y fue disimuladamente hasta donde iban a ejecutar al conde en público. Por primera vez en su vida, después de ver tantas cosas que vio con estos ojos que alegaban inocencia, sintió aquella sensación extraña en el estómago, el miedo y compasión por un hombre que era torturado y denigrado ante todos como si fuera un vil ladrón. Antoine, estoico como era, no parecía sentir dolor alguno ante los golpes y castigos. Cuando cortaron su cabeza con la espada de la justicia del rey Charlize no pudo resistir la muerte de su amado y se desmayó. Entre los rastros de recuerdo pudo decir que el conocido o amigo o compañero de locuras de Antoine la sacó de allí sin levantar sospecha. La llevó a su propio hogar y cuando aún estaba convaleciente él mordió su frágil cuello…No supo por qué en ese momento. Despertó de noche, lo vio por unos minutos donde el hombre alto y de atuendos oscuros la advirtió que jamás saliera al sol, que estaba condenada a la oscuridad. Se fue y nunca más Charlize lo volvió a ver. Esa noche recorrió el castillo pensando en todo lo que pasó, Antoine no era un vampiro pero amaba la sangre, pero sus amigos si eran vampiros y amaban a Antoine a quien querían convertir como uno de ellos pero la naturaleza asesina de Antoine lo alejaba de la idea de ser una criatura nocturna pues amaba ir a las guerras a decapitar y destripar y las grandes guerras se libran de día. Charlize odió al vampiro que la convirtió. Lo odio, porque la convirtió en una criatura de la noche a sus dieciocho años de edad, lo odie porque jamás podría volver a cuidar a sus amadas rosas. Ella también se fui, viajó por muchos años por distintas tierras de Europa. Se nutrió de los conocimientos de la historia y de los años que jamás cobrarían en ella ruinas ni vejez. Conoció a millones de personas pero jamás recordó sus nombres. Como si fuera Satanás adoptó diversos nombres y características personales a lo largo de los años. Y, ahora, es inglesa. Se infiltró en una familia noble la cual la aceptaron y a la muerte de todos ellos se quedó con el título del jefe de la familia. Hoy no es duquesa, ni princesa, ni una reina blanca, pero sí una baronesa. Es la Charlize que alguna vez debió haber sido, inocente, infantil y tonta. Al menos lo simula muy bien. Pero si tiene algo de la antigua Charlize es ser mimada y caprichosa. ¿Quién consentirá a Charlize? Su personalidad cariñosa e infantil se gana muchos corazones. Sobre todo si canta alguna canción que el espectador quiera escuchar y así ablandar hasta al más duro de los corazones. Su canto es, sin duda, el encanto que hipnotiza a otros. Sus rosas son su corazón. Aquel corazón que ya dejó de latir y sentir como la vida fluía a través de la sangre que bombeaba. No puede cuidar a sus rosas de día pero sí de noche y piensa que la luna y la misma noche le transfiere poderes únicos. Algunos las llaman las rosas de la angelical dama nocturna, otros le apodan las rosas sangrientas de la sádica baronesa. ¿A quién creerle? La baronesa por su parte seduce con sus ojos inocentes y su sonrisa de niñita buena haciendo que la decisión sea más difícil. |
Creditos a Anthea
Charlize Cästlelion- Vampiro/Realeza
- Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 19/02/2014
Re: The secret garde of Charlize
FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES.
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 4067
Fecha de inscripción : 26/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» M'offre pour Garde du Corps
» Charlize Marchessault ID -
» Charlize Roussier
» Just bed, you'll tell the secret
» Correspondencia de Charlize Marchessault
» Charlize Marchessault ID -
» Charlize Roussier
» Just bed, you'll tell the secret
» Correspondencia de Charlize Marchessault
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour