· Sherezade ·

Dos números maestros en Sherezade nos ponen en presencia de una fuerte personalidad, profundamente humana y altruista, que posee una gran sensibilidad, junto con una notable intuición. Estas altas vibraciones la llevan a querer promover un mundo mejor y a ocuparse de los más desfavorecidos. Las contingencias materiales no son su dominio predilecto. Puede mostrar inspiración y creatividad…Pero estas poderosas vibraciones no siempre son vividas al más alto nivel. En una escala más simple, Shami se contentará con dulces e inocentes fantasías, mezclando hipersensibilidad, fragilidad emocional, dependencia, tendencia a la sugestión y espíritu de sacrificio sobre un fondo de pasividad. El equilibrio nervioso a veces se encuentra fragilizado en esta idealista, cuyas aspiraciones utópicas no logran adaptarse a la vida diaria. En la infancia, Sherezade es adorable y encantadora, siempre deseando complacer, particularmente receptiva al ambiente familiar. Si surge un desequilibrio o una disputa, se siente perdida, deja de interesarse por el presente y se repliega sobre sí misma, en su mundo de sueños, siempre muy poblado. Por eso sería conveniente favorecer su autonomía.

Sherezade cultiva los ideales y posee altos valores altruistas y humanitarios. La gran fuerza interior que la anima la lleva a interesarse en movimientos sociales o asociativos, en las ciencias humanas, espirituales u ocultas. Si se lanza en alguna de sus vías predilectas, habrá que vigilar posibles defectos: dogmatismo, fanatismo… Está dispuesta a asociarse y colaborar con los demás, con una apertura de espíritu y una buena fe absolutas. En amor, es una sentimental que tiende a idealizar al ser amado, a colocarlo sobre un pedestal, con todos los riesgos de decepción y de desilusión que esto implica… Femenina, se realizará plenamente con la maternidad, pero sin dudas necesitará algo más que una simple vida de madre de familia. Los valores afectivos son primordiales para ella, pero el dominio puramente material y concreto está lejos de ser su punto fuerte…


Sherezade nació en un cobertizo en el que descansaban los esclavos de turno. Su madre, una esclava que se había convertido en las más preciada amante del gobernante de la exótica Persia, que subía una y otra vez los impuestos de su tierra solamente para hartarse de comer y poder así dar riquezas y lujos a aquellos que le rodeaban. Cuando descubrió el nacimiento de Sherezade, hizo de su madre la más envidiada por todas las cortesanas y cada una de las mujeres de los reinos vecinos, la hizo su esposa y así Sherezade, que había heredado una belleza anormal, la haría su hija y le daría su apellido y todo lo que llevase detrás, pero hubo personas que siempre querían el puesto de Zaahira, el puesto que Zaahira había obtenido solamente por petición de un enamorado gobernante. Una noche, cuando todos dormían en placidos sueños, Zaahira toma a su hija en brazos para poder escapar de aquel lugar, lejos de las envidias de todo el mundo y del mal nombre que pudieran poner a su querido rey y amado marido. Bahram atrapo a Zaahira en un abrazo protector, alejándola de flechas envenenadas que no le hicieron demasiado daño, pero otras flechas hirieron al delicado cuerpo de Zaahira, provocándola la muerte y con un bebe llorando a pleno pulmón.

Finalmente las malas lenguas habían conseguido arrebatarle a la única persona que Bahram podía haber amado y que nunca iba a amar a otra persona. Siguió teniendo a Sherezade consigo, viajaron por todo el mundo solamente para que Sherezade se culturizase, aprendiera idiomas y una buena educación. La trato como la princesa que era y como su primogénita al trono cuando contrajera matrimonio, con esa belleza heredada por su madre no pensó que le resultase demasiado difícil. También enseño a Sherezade en el arte de la espada, la autodefensa cuando uno se encuentra en peligro, como sobrevivir pues Bahram intuía que iba a dejarla muy pronto, y no por causas del tiempo o por causas naturales.

Intuía que iban a matarle, que iban a cometer alta traición pues sus sueños se habían convertido pesadillas tal y como le había pasado al abuelo de Sherezade y dos meses después lo encontraron muerto. Así que, Sherezade a la edad de 14 años, había aprendido lo básico para sobrevivir, para ser una dama entre la sociedad, una niña prodigio para lo que resultaba ser la mayoría de los niños, fue llevada una noche por su padre a las costas para que allí tomaran un barco, su padre tenía más riquezas de las que ella se pudiera imaginar, pero antes de que el barco pudiera salir a mar abierto, hubo una emboscada en la que Sherezade fue llevada lejos de su padre, de todo lo que ella más quería, pero para su mala suerte, vio como acribillaban a su padre con piedras para después llevárselo a rastras por el puente de madera en tierra firme y terminar viendo como le cortaban la cabeza y le prendían fuego por completo.

Sherezade desde entonces, Sherezade llegó a aquella mansión en Paris con toda la tristeza que puede tener una persona, sintiéndose sola ya que no tenía ni a su padre ni a su madre. Estaba prácticamente sola y aun lo sigue estando. Con el paso del tiempo, aquella fortuna que tenía, fue vendiendo todo aquello que consideraba inútil e inservible solo porque tenía que sobrevivir. A la edad de 16 años supo que su padre había hablado con una familia medio rica hace años, cuando él había estado viajando a Paris por negocios. Termino por casarse con un joven que era amable, sincero y tenía buen sentido del humor. A ese joven le había tocado la lotería, pero en su noche de bodas, cuando todo estaba siendo perfecto, aquel joven fue lo que ella creía que no sería, un completo arrogante y ególatra que termino por no tener piedad en follarla con cierto grado de salvajismo y deseo desenfrenado.


Al cabo de los años fue engañándola, ella jugo mal sus cartas haciendo que todas las riquezas de su padre, de su familia se las quedara aquel joven de media familia, pero que gracias a su estúpida ingenuidad e inocencia lo había vuelto asquerosamente rico, arrogante, consiguiendo más con el divorcio y terminar por echarla a la calle. Bueno, no a la calle de verdad, pero le compró una casa amueblada y coqueta bien adentro del bosque, mientras él estaba de nuevo viviendo de las riquezas de su familia. La vendió a los burdeles de París y termino por irse por la mala vida que traía aquello.

Ahora trabaja por donde puede para poder mantenerse con vida, para sobrevivir en el día a día.