AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La gran exhibición de Hyde Park
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La gran exhibición de Hyde Park
Los primeros rayos de sol del amanecer del Primero de Mayo revelaron, en Londres una vista espléndida. A pesar de la hora, la gran ciudad ya había cobrado vida; las calles, normalmente desiertas hasta bien entrada la mañana hervían con el bullicio de los corredores de bolsa y banqueros enfundados en elegantes levitas, las faldas de las señoras meciéndose suavemente sobre el suelo entre obreros, marineros, policías a todos los cuales se les siente ansiosos y agitados.
Los ingleses de todas las clases sociales y cualquiera que fuera su posición económica se dirigían presurosos a la inauguración de la Gran Exposición de Hyde Park. La mayoría iba a pie, pero otros iban en faetones y victorias o bien se apretujaban en atestados ómnibus. Mi oído martillaba con el estruendo que provocan los cascos de los caballos y el golpear de las ruedas de hierro de toda clase de carros por las airosas plazas de Belgravia y los estrechos callejones de Clerkenwell.
Y el alboroto es aún mayor en los alrededores de Hyde Park donde en una superficie de cien mil metros cuadrados de jardines sombreados por olmos ingleses se erguía el objeto de la excitación ese día: El palacio de Cristal.
Durante casi un año los londinenses testigos de la construcción parte por parte y sección por sección del Palacio de Cristal habían esperado ansiosos ese momento. Miles de ciudadanos habían suscrito un total de 75.000 libras para asegurar el éxito económico de la empresa: la propia Reina dio 1500 libras. Fueron muchas las empresas comerciales que aportaron cantidades importantes e incontables y anónimos ciudadanos dieron medias coronas y chelines. Los ferrocarriles ofrecieron tarifas especiales para excursiones en grupo a los distritos circunvecinos de la capital y en todo el país se formaron clubes para aprovechar las tarifas reducidas.
La Exposición cuyo fin era exhibir “los adelantos de la industria de todas las Naciones” y cuyo
lema era “El Progreso” fue una inspiración muy particular en la mente de los ingleses; extendida desde el siglo anterior y arraigada en nuestros días, pues nunca como ahora en pleno siglo XIX la humanidad ha percibido tan claramente su supuesto triunfo sobre el mundo que la rodeaba, lo cierto es que nunca habían sido sus adelantos tan rápidos… Apenas medio siglo atrás, tres cuartas partes de la población de Europa vivía en un mundo rural de granjas, caminos de tierra y barcazas de río. La riqueza venía casi toda de la tierra. Las telas y las herramientas eran hechas a mano, como habían sido desde tiempos inmemorial, por artesanos aislados; la energía provenía muy principalmente del viento, del agua y los animales.
La constante y siempre creciente sustitución de maquinaria en vez del esfuerzo humano y de fuentes animadas de energía por fuentes inanimadas había estaba forjando una nueva revolución. La de las grandes industrias. Pero no solo en era una revolución industrial; también en la política y la economía y en la ciencia la raza humana percibe con claridad que se avecina un nuevo orden de las cosas.
Los ingleses de todas las clases sociales y cualquiera que fuera su posición económica se dirigían presurosos a la inauguración de la Gran Exposición de Hyde Park. La mayoría iba a pie, pero otros iban en faetones y victorias o bien se apretujaban en atestados ómnibus. Mi oído martillaba con el estruendo que provocan los cascos de los caballos y el golpear de las ruedas de hierro de toda clase de carros por las airosas plazas de Belgravia y los estrechos callejones de Clerkenwell.
Y el alboroto es aún mayor en los alrededores de Hyde Park donde en una superficie de cien mil metros cuadrados de jardines sombreados por olmos ingleses se erguía el objeto de la excitación ese día: El palacio de Cristal.
Durante casi un año los londinenses testigos de la construcción parte por parte y sección por sección del Palacio de Cristal habían esperado ansiosos ese momento. Miles de ciudadanos habían suscrito un total de 75.000 libras para asegurar el éxito económico de la empresa: la propia Reina dio 1500 libras. Fueron muchas las empresas comerciales que aportaron cantidades importantes e incontables y anónimos ciudadanos dieron medias coronas y chelines. Los ferrocarriles ofrecieron tarifas especiales para excursiones en grupo a los distritos circunvecinos de la capital y en todo el país se formaron clubes para aprovechar las tarifas reducidas.
La Exposición cuyo fin era exhibir “los adelantos de la industria de todas las Naciones” y cuyo
lema era “El Progreso” fue una inspiración muy particular en la mente de los ingleses; extendida desde el siglo anterior y arraigada en nuestros días, pues nunca como ahora en pleno siglo XIX la humanidad ha percibido tan claramente su supuesto triunfo sobre el mundo que la rodeaba, lo cierto es que nunca habían sido sus adelantos tan rápidos… Apenas medio siglo atrás, tres cuartas partes de la población de Europa vivía en un mundo rural de granjas, caminos de tierra y barcazas de río. La riqueza venía casi toda de la tierra. Las telas y las herramientas eran hechas a mano, como habían sido desde tiempos inmemorial, por artesanos aislados; la energía provenía muy principalmente del viento, del agua y los animales.
La constante y siempre creciente sustitución de maquinaria en vez del esfuerzo humano y de fuentes animadas de energía por fuentes inanimadas había estaba forjando una nueva revolución. La de las grandes industrias. Pero no solo en era una revolución industrial; también en la política y la economía y en la ciencia la raza humana percibe con claridad que se avecina un nuevo orden de las cosas.
Rahman Al'Ramiz- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 05/04/2012
Re: La gran exhibición de Hyde Park
Era un día soleado, los pájaros cantaban deshaciéndose en gorgeos y los humanos dedicados a sus diferentes tareas se bañaban en la santidad de la fatiga; cada cual según su suerte. Era un día soleado hasta que una oscura nube llenó todo de sombras.
La nube que devoraba al sol no era como se pensaba el presagio de una tormenta. Aquel cúmulo de humedad que danzaba sobre nuestras cabezas no se había juntado de forma natural. Un poder lo invocaba sobre nosotros. Una magia antigua y poderosa, prodigio heráldico de una presencia que se acerca al Palacio de Cristal.
Quien se acerca, precedido por las sombras es el vampiro Kayyam. También llamado Rahman por sus seguidores. Ante mi asombro ha brotado de su tumba oscura en lo más profundo del Nilo para venir a aparecer aquí mismo en Londres. ¡A plena luz del día!
Esto solo puede ser señal de una cosa. ¡La revuelta de los anarquistas es algo más que un rumor! En verdad planean un atentado esos locos que se hacen llamar “Los Libres” harán su primer movimiento el día de hoy. Oh! Humanos, sois los niños terribles de la Naturaleza. Algo grande se está fraguando para que hayan tenido que despertar al viejo Rahman Al’Ramiz.
El primer rumor que escuché en las calles iba más bien sobre el robo de un diamante, una gran piedra que supuestamente tenía un enorme valor. La codicia del reverendo debió pellizcar mi consciencia pues seguí escarbando entre chismes que volaban más rápido que mis propias alas hasta que comencé a escuchar sobre la conspiración.
Y no es que yo tenga algo en contra de esos Anarquistas… inclusive me coincido en algunas cosas con sus ideas, pero las revoluciones estatales son algo sumamente grave. No cualquiera esta llamado a ejecutarlas, sino únicamente quienes gozan de la confianza del pueblo. Y aún habiendo ganado esta confianza solo se debe recurrir a ella cuando haya llegado la hora. Habiendo agotado toda otra alternativa.
Esto sería alegría para el pueblo, pero también hay que cuidarse de caer en los excesos. Los fantasmas de La revolución en mon cheri France saben de lo que hablo. Por otra parte es menester que estén libres por completo de objetivos egoístas y realmente subsanen la miseria del pueblo. Únicamente así no habrá nada de qué arrepentirse.
En cuanto al vampiro… muy pronto estará lo suficientemente cerca para distinguirme. ¿Qué hará cuando se entere de mi llegada a Londres? Consulté el oráculo para darme fuerza y este me respondió de una manera tajante:
La perseverancia acarrea peligro: Cuando la palabra acerca de la revolución se haya proferido tres veces será bueno dirigirse a él y se hallará fe.
Los tiempos cambian y con ellos las exigencias. Así cambian las estaciones en el curso del año. Así también en el año cósmico hay primavera y otro de pueblos y naciones que requieren transformaciones sociales pero... ¡Cuidado anarquistas! A veces la sangre se sube a la cabeza cuando uno intenta sacar de la nada un cometa, una nueva raza de espíritus. ¡La inteligencia removida de arriba abajo, se retira como un derrotado y puede desplomarse sobre las rocas enfebrecida por desvaríos de los que habéis sido testigos!
La nube que devoraba al sol no era como se pensaba el presagio de una tormenta. Aquel cúmulo de humedad que danzaba sobre nuestras cabezas no se había juntado de forma natural. Un poder lo invocaba sobre nosotros. Una magia antigua y poderosa, prodigio heráldico de una presencia que se acerca al Palacio de Cristal.
Quien se acerca, precedido por las sombras es el vampiro Kayyam. También llamado Rahman por sus seguidores. Ante mi asombro ha brotado de su tumba oscura en lo más profundo del Nilo para venir a aparecer aquí mismo en Londres. ¡A plena luz del día!
Esto solo puede ser señal de una cosa. ¡La revuelta de los anarquistas es algo más que un rumor! En verdad planean un atentado esos locos que se hacen llamar “Los Libres” harán su primer movimiento el día de hoy. Oh! Humanos, sois los niños terribles de la Naturaleza. Algo grande se está fraguando para que hayan tenido que despertar al viejo Rahman Al’Ramiz.
El primer rumor que escuché en las calles iba más bien sobre el robo de un diamante, una gran piedra que supuestamente tenía un enorme valor. La codicia del reverendo debió pellizcar mi consciencia pues seguí escarbando entre chismes que volaban más rápido que mis propias alas hasta que comencé a escuchar sobre la conspiración.
Y no es que yo tenga algo en contra de esos Anarquistas… inclusive me coincido en algunas cosas con sus ideas, pero las revoluciones estatales son algo sumamente grave. No cualquiera esta llamado a ejecutarlas, sino únicamente quienes gozan de la confianza del pueblo. Y aún habiendo ganado esta confianza solo se debe recurrir a ella cuando haya llegado la hora. Habiendo agotado toda otra alternativa.
Esto sería alegría para el pueblo, pero también hay que cuidarse de caer en los excesos. Los fantasmas de La revolución en mon cheri France saben de lo que hablo. Por otra parte es menester que estén libres por completo de objetivos egoístas y realmente subsanen la miseria del pueblo. Únicamente así no habrá nada de qué arrepentirse.
En cuanto al vampiro… muy pronto estará lo suficientemente cerca para distinguirme. ¿Qué hará cuando se entere de mi llegada a Londres? Consulté el oráculo para darme fuerza y este me respondió de una manera tajante:
La perseverancia acarrea peligro: Cuando la palabra acerca de la revolución se haya proferido tres veces será bueno dirigirse a él y se hallará fe.
Los tiempos cambian y con ellos las exigencias. Así cambian las estaciones en el curso del año. Así también en el año cósmico hay primavera y otro de pueblos y naciones que requieren transformaciones sociales pero... ¡Cuidado anarquistas! A veces la sangre se sube a la cabeza cuando uno intenta sacar de la nada un cometa, una nueva raza de espíritus. ¡La inteligencia removida de arriba abajo, se retira como un derrotado y puede desplomarse sobre las rocas enfebrecida por desvaríos de los que habéis sido testigos!
Última edición por Epoch el Vie Ago 01, 2014 10:15 am, editado 1 vez
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Fecha de inscripción : 29/08/2010
Localización : Omnipresente
Re: La gran exhibición de Hyde Park
Sensaciones y recuerdos me llenan de nostalgia mientras las energías de humanos y sobrenaturales que atienden a aquel gran circo.
Hierápolis. Donde está el cementerio más grande del Asia menor. Por varios siglos mucha gente ha venido a morir aquí. Pues se cree que es la entrada al Hades.
Donde los castillos de nubes… Así le llaman los turcos, cierta leyenda habla de un mercader navegó 72 veces a Italia en un solo día para vender su mercancía. Era una ciudad donde convivían Turcos, Romanos y Cristianos entre otros pueblos y creencias, Dos mil años atrás…
Los alemanes han excavado en mi ciudad natal y se han puesto a remover sus enterrados secretos, habiéndose mostrado aún por debajo de otras naciones en cuanto a innovaciones tecnológicas se han puesto a mostrar todo aquello que arrancan a otras naciones y lo exhiben como tesoros “rescatados” como patrimonio arqueológico.
Sensaciones y recuerdos me llenan de nostalgia mientras las energías de humanos y sobrenaturales que atienden a aquel gran circo montado por los ingleses esos sí, ansiosos por alardear de sus numerosas conquistas.
Esto ha sido convenido desde en inframundo. Los humanos creen que controlan sus regiones e ignoran las que nosotros movemos desde las sombras. ¡Nuestras fronteras son diferentes! sin embargo debemos mantener la ilusión para el rebaño humano de que existen naciones, que hay un estado de derecho y una ley a la cual seguir.
Sensaciones y recuerdos me llenan de nostalgia mientras las energías de humanos y sobrenaturales que atienden a aquel gran circo y algunos de los mas locos rumores delatan a Karl Marx, quien supuestamente dirige el grupo de “Los Libres”… dicen que es el autor intelectual de un golpe que de concretarse conmocionaría el orden de las cosas. El asesinato de la reina. Marx no está detrás del atentado, apenas tiene contacto con los Anarquistas, que en cierto modo le repudian. Mi amigo Stirner ha estado siguiéndolo desde aquellas reuniones clandestinas en cafés subterráneos. Si bien es cierto el rumor de que está en Londres; Max me dijo que ha venido a vivir con su familia de forma humilde y diríase miserable, apenas sobreviviendo de publicar más de sus locuras socialistas.
Es fácil imaginar lo que debe pensar Marx de semejante exhibición: Un vulgar despliegue de poder. Una engañosa apología del capitalismo que extiende sus tentáculos por todo el mundo saqueando, robando y matando en nombre de una supuesta civilización que solo les deja en miseria y atraso permanente. Sin embargo por rabiosas que puedan ser sus criticas, el vendrá y traerá a sus hijos a maravillarse con las rarezas de las cuatro esquinas del mundo.
Pero definitivamente no está planeando el magnicidio del que se habla en el bajo mundo. Imposible que sea semejante misión llevada a cabo por seres humanos, de no tratarse de suicidas. El despliegue de seguridad que cubrirá su llegada desde muy temprano es impresionante. Si hay algún atentado será ejecutado por un grupo de sobrenaturales. ¿De que otro modo esperarían acercarse siquiera a la reina?
Sin importar si son los supuestos anarquistas; o alguna otra organización o inclusive un asesino suicida entrenado por cualquiera de los numerosos enemigos de la corona inglesa, sus tentativas están destinadas al fracaso. Así será mientras convenga a mis intereses; ¡Que Dios salve a la Reina!
Hierápolis. Donde está el cementerio más grande del Asia menor. Por varios siglos mucha gente ha venido a morir aquí. Pues se cree que es la entrada al Hades.
Donde los castillos de nubes… Así le llaman los turcos, cierta leyenda habla de un mercader navegó 72 veces a Italia en un solo día para vender su mercancía. Era una ciudad donde convivían Turcos, Romanos y Cristianos entre otros pueblos y creencias, Dos mil años atrás…
Los alemanes han excavado en mi ciudad natal y se han puesto a remover sus enterrados secretos, habiéndose mostrado aún por debajo de otras naciones en cuanto a innovaciones tecnológicas se han puesto a mostrar todo aquello que arrancan a otras naciones y lo exhiben como tesoros “rescatados” como patrimonio arqueológico.
Sensaciones y recuerdos me llenan de nostalgia mientras las energías de humanos y sobrenaturales que atienden a aquel gran circo montado por los ingleses esos sí, ansiosos por alardear de sus numerosas conquistas.
Esto ha sido convenido desde en inframundo. Los humanos creen que controlan sus regiones e ignoran las que nosotros movemos desde las sombras. ¡Nuestras fronteras son diferentes! sin embargo debemos mantener la ilusión para el rebaño humano de que existen naciones, que hay un estado de derecho y una ley a la cual seguir.
Sensaciones y recuerdos me llenan de nostalgia mientras las energías de humanos y sobrenaturales que atienden a aquel gran circo y algunos de los mas locos rumores delatan a Karl Marx, quien supuestamente dirige el grupo de “Los Libres”… dicen que es el autor intelectual de un golpe que de concretarse conmocionaría el orden de las cosas. El asesinato de la reina. Marx no está detrás del atentado, apenas tiene contacto con los Anarquistas, que en cierto modo le repudian. Mi amigo Stirner ha estado siguiéndolo desde aquellas reuniones clandestinas en cafés subterráneos. Si bien es cierto el rumor de que está en Londres; Max me dijo que ha venido a vivir con su familia de forma humilde y diríase miserable, apenas sobreviviendo de publicar más de sus locuras socialistas.
Es fácil imaginar lo que debe pensar Marx de semejante exhibición: Un vulgar despliegue de poder. Una engañosa apología del capitalismo que extiende sus tentáculos por todo el mundo saqueando, robando y matando en nombre de una supuesta civilización que solo les deja en miseria y atraso permanente. Sin embargo por rabiosas que puedan ser sus criticas, el vendrá y traerá a sus hijos a maravillarse con las rarezas de las cuatro esquinas del mundo.
Pero definitivamente no está planeando el magnicidio del que se habla en el bajo mundo. Imposible que sea semejante misión llevada a cabo por seres humanos, de no tratarse de suicidas. El despliegue de seguridad que cubrirá su llegada desde muy temprano es impresionante. Si hay algún atentado será ejecutado por un grupo de sobrenaturales. ¿De que otro modo esperarían acercarse siquiera a la reina?
Sin importar si son los supuestos anarquistas; o alguna otra organización o inclusive un asesino suicida entrenado por cualquiera de los numerosos enemigos de la corona inglesa, sus tentativas están destinadas al fracaso. Así será mientras convenga a mis intereses; ¡Que Dios salve a la Reina!
Última edición por Rahman Al'Ramiz el Jue Mayo 15, 2014 1:04 pm, editado 1 vez
Rahman Al'Ramiz- Vampiro Clase Alta
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
Por un chelín (que hoy en día a mucha gente le cuesta un gran esfuerzo ganar) se tiene acceso a la Gran exposición, para que la gente pueda contemplar las máquinas y los productos con reverencia y admiración. Para la gente común la maquinaria era algo milagroso, envuelto en el halo del progreso. Como un templo lleno de santos inventos para una nueva religión del comercio.
Aquel ilustre escritor oriundo de San Petesburgo; Monsieur Dostoievski es uno de los que con mayor ingenio han alzado la voz en contra de la sociedad capitalista. No falta mucho para que las ideas de este y otros hombres como Charles Dickens, aquí mismo en Londres, afloren en formas diversas en el ánimo de la gente con diversos resultados.
Sin embargo los Londinenses que asisten a esta molicie de vidrio sostenida por un bosque de Madera y Hierro de 5000 columnas y travesaños, creen que viven en la Edad del Progreso. Llenos de esperanza y aventura. Para estos engreídos humanos no hay máquina que no puedan hacer, ni tarea que sus máquinas no puedan realizar, ni actividad que no pudieran dominar.
Aún no pongo mi pie dentro de aquella enorme construcción pero ya he escuchado habladurías sobre las “maravillas” que albergaría la estructura: Cerdos en conserva y rotativas; locomotoras y una “cama despertadora” que arrojará a su ocupante a un baño frío a una hora determinada previamente; perfumes franceses; una estufa prusiana en forma de caballero con toda su armadura; en pocas palabras, según creen los orgullosos victorianos de la época, todos los logros del ingenio humano…
(Epoch busca con todos sus sentidos los rastros del Vampiro, sabe que está cerca pues la oscuridad le precede pero ningún otro indicio ha hallado que confirme sus sospechas, la sensación de su presencia)
Aquel ilustre escritor oriundo de San Petesburgo; Monsieur Dostoievski es uno de los que con mayor ingenio han alzado la voz en contra de la sociedad capitalista. No falta mucho para que las ideas de este y otros hombres como Charles Dickens, aquí mismo en Londres, afloren en formas diversas en el ánimo de la gente con diversos resultados.
Sin embargo los Londinenses que asisten a esta molicie de vidrio sostenida por un bosque de Madera y Hierro de 5000 columnas y travesaños, creen que viven en la Edad del Progreso. Llenos de esperanza y aventura. Para estos engreídos humanos no hay máquina que no puedan hacer, ni tarea que sus máquinas no puedan realizar, ni actividad que no pudieran dominar.
Aún no pongo mi pie dentro de aquella enorme construcción pero ya he escuchado habladurías sobre las “maravillas” que albergaría la estructura: Cerdos en conserva y rotativas; locomotoras y una “cama despertadora” que arrojará a su ocupante a un baño frío a una hora determinada previamente; perfumes franceses; una estufa prusiana en forma de caballero con toda su armadura; en pocas palabras, según creen los orgullosos victorianos de la época, todos los logros del ingenio humano…
(Epoch busca con todos sus sentidos los rastros del Vampiro, sabe que está cerca pues la oscuridad le precede pero ningún otro indicio ha hallado que confirme sus sospechas, la sensación de su presencia)
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
La reina Victoria llegó a las doce del día de la inauguración. De pie, en un tablado colocado bajo un dosel improvisado que esperaba su presencia inauguró la feria. Se le veía feliz y orgullosa. Los rumores de su asesinato y el de Alberto, todo aquello que por entonces se decía sobre la instauración de una “Republica Roja” eran solo rumores nacidos del miedo de la gente hacia esa peligrosa corriente de pensamiento llamada Anarquismo.
No hay señales de violencia y todo transcurre en un ambiente tranquilo. Oculto entre las sombras tanto para los humanos como para la mayoría de los seres sobrenaturales que se han dado cita en Hyde Park; voy siguiendo a la caravana de la Reina, mirando con recelo a toda su comitiva.
Lo primero que hay que visitar es el pabellón de lo viejo, que es de donde emanan todas esas exóticas energías, incluidas las de mi tierra natal y las arrancadas por los arqueólogos a los reinos donde ahora tengo mi morada. También exhiben ahí las fábricas inglesas ornamentos, retablos y muebles de estilo gótico distinguidos por su gracia y elegancia. ¡Y se afirma que los ingleses tienen mal gusto!
Las colonias inglesas enviaron una gran variedad de productos que cautivaron la imaginación de los Victorianos y los hincharon de orgullo. Desde Canadá, pieles de animales, barricas de azúcar de arce, insignias indias, trineos y canoas de corteza de abedul. Australia envió sombreros hechos por los presos con hojas de palma. Mantas bordadas de Cachemira tan sutiles que podían hacerse pasar por un anillo y tan delicadas que requerían varios años de trabajo. Pero aquello que mas les maravillaba eran los artículos tallados de marfil de la india y aquella enorme joya llamada Koh-i-noor (que resguardan en un artefacto de acero dorado, supuestamente a prueba de robos y que según dicen vale mas que toda la exposición) Cada uno de esos artículos eran tesoros robados a las colonias, muchas veces de formas violentas como podía percibirse en la energía que les envuelve.
Un funcionario de la feria le explica a la Reina la manera en que una fabrica inglesa de la India producía Opio, pero omitió decirle que con la lucrativa droga se habían enviciado millones de chinos…. Aquella muralla que levantó su nación para apartarse del resto del mundo debía ser demolida y la droga era la forma de romper a aquellos testarudos y someterlos finalmente al gran imperio. - ¡las Guerras del Opio! - ¡Pero claro!, de todas estas y otras conspiraciones; no sabe nada la candorosa Reina, ni conviene que sepa cuantos y cuán oscuros poderes están girando en torno suyo convirtiéndole en el ojo del huracán. Pero por esta tarde dejemos que brille para ella el sol, dejemos que se asombre de lo lejos que en su nombre han llevado a la raza humana.
No hay señales de violencia y todo transcurre en un ambiente tranquilo. Oculto entre las sombras tanto para los humanos como para la mayoría de los seres sobrenaturales que se han dado cita en Hyde Park; voy siguiendo a la caravana de la Reina, mirando con recelo a toda su comitiva.
Lo primero que hay que visitar es el pabellón de lo viejo, que es de donde emanan todas esas exóticas energías, incluidas las de mi tierra natal y las arrancadas por los arqueólogos a los reinos donde ahora tengo mi morada. También exhiben ahí las fábricas inglesas ornamentos, retablos y muebles de estilo gótico distinguidos por su gracia y elegancia. ¡Y se afirma que los ingleses tienen mal gusto!
Las colonias inglesas enviaron una gran variedad de productos que cautivaron la imaginación de los Victorianos y los hincharon de orgullo. Desde Canadá, pieles de animales, barricas de azúcar de arce, insignias indias, trineos y canoas de corteza de abedul. Australia envió sombreros hechos por los presos con hojas de palma. Mantas bordadas de Cachemira tan sutiles que podían hacerse pasar por un anillo y tan delicadas que requerían varios años de trabajo. Pero aquello que mas les maravillaba eran los artículos tallados de marfil de la india y aquella enorme joya llamada Koh-i-noor (que resguardan en un artefacto de acero dorado, supuestamente a prueba de robos y que según dicen vale mas que toda la exposición) Cada uno de esos artículos eran tesoros robados a las colonias, muchas veces de formas violentas como podía percibirse en la energía que les envuelve.
Un funcionario de la feria le explica a la Reina la manera en que una fabrica inglesa de la India producía Opio, pero omitió decirle que con la lucrativa droga se habían enviciado millones de chinos…. Aquella muralla que levantó su nación para apartarse del resto del mundo debía ser demolida y la droga era la forma de romper a aquellos testarudos y someterlos finalmente al gran imperio. - ¡las Guerras del Opio! - ¡Pero claro!, de todas estas y otras conspiraciones; no sabe nada la candorosa Reina, ni conviene que sepa cuantos y cuán oscuros poderes están girando en torno suyo convirtiéndole en el ojo del huracán. Pero por esta tarde dejemos que brille para ella el sol, dejemos que se asombre de lo lejos que en su nombre han llevado a la raza humana.
Última edición por Rahman Al'Ramiz el Mar Mayo 20, 2014 8:59 pm, editado 3 veces
Rahman Al'Ramiz- Vampiro Clase Alta
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
Por respetar una tradición no escrita decidí no entrar por la puerta principal, usando la piel de cuervo para poder volar hasta una ventila y desde los travesaños encontrar algún escondrijo cosa difícil entre tanto ajetreo, donde poder volver a usar la piel humana.
Luego tuve que abrirme paso entre grandes multitudes de obreros que deambulan por la exposición, admirados por las maquinas y los productos que ellos mismos habían hecho; entre secciones de ferretería y maquinaria, entre navajas de 80 hojas, martinetes de vapor, prensas hidráulicas, enormes telares mecánicos, motores para impulsar segadoras, el mundo en explosión de la industria y de la agricultura que desfilaba vertiginosamente ante nuestros ojos, hasta poder llegar donde la reina, pues sabía que Kayyam estaría cerca.
Finalmente les doy alcance en los pabellones que exhibían las exquisiteces de continente. De los anarquistas no hay señales todavía pero, ¿Quién sabe? Podrían haber escondido algo entre tanta ostentosa baratija traída de fuera. Algo…
Los funcionarios de la feria habían prohibido a los expositores vender los artículos que tenían en exhibición, sin embargo varias firmas del Continente desdeñaron la orden cuando la misma Victoria comenzó a realizar pedidos. La encontré comprando de la fábrica del gobierno francés en Sévres la hermosa porcelana esmaltada. ¡Desde luego se iba a enamorar las bellezas producidas en mi bella Francia! A mi mente acudió el recuerdo de Folie y la nostalgia.
Entonces el sol comenzó a filtrarse entre las densas nubes y baño aquella reunión de espectáculos. ¡La nube que Kayyam convocó sobre el Palacio deja libres rayos de luz! Y estos iluminan místicamente algunas cosas dejando que las sombras crezcan sobre otras. Lo ha hecho para ocultarse mejor, pero al realizar este portento, se ha puesto al descubierto.
( Epoch afina sus sentidos por gracia de los dones de Gaia para percibir las emanaciones de la magia de Kayyam. Es así como llega a ubicar su presencia, invisible todavía para el resto de los asistentes)
Luego tuve que abrirme paso entre grandes multitudes de obreros que deambulan por la exposición, admirados por las maquinas y los productos que ellos mismos habían hecho; entre secciones de ferretería y maquinaria, entre navajas de 80 hojas, martinetes de vapor, prensas hidráulicas, enormes telares mecánicos, motores para impulsar segadoras, el mundo en explosión de la industria y de la agricultura que desfilaba vertiginosamente ante nuestros ojos, hasta poder llegar donde la reina, pues sabía que Kayyam estaría cerca.
Finalmente les doy alcance en los pabellones que exhibían las exquisiteces de continente. De los anarquistas no hay señales todavía pero, ¿Quién sabe? Podrían haber escondido algo entre tanta ostentosa baratija traída de fuera. Algo…
Los funcionarios de la feria habían prohibido a los expositores vender los artículos que tenían en exhibición, sin embargo varias firmas del Continente desdeñaron la orden cuando la misma Victoria comenzó a realizar pedidos. La encontré comprando de la fábrica del gobierno francés en Sévres la hermosa porcelana esmaltada. ¡Desde luego se iba a enamorar las bellezas producidas en mi bella Francia! A mi mente acudió el recuerdo de Folie y la nostalgia.
Entonces el sol comenzó a filtrarse entre las densas nubes y baño aquella reunión de espectáculos. ¡La nube que Kayyam convocó sobre el Palacio deja libres rayos de luz! Y estos iluminan místicamente algunas cosas dejando que las sombras crezcan sobre otras. Lo ha hecho para ocultarse mejor, pero al realizar este portento, se ha puesto al descubierto.
( Epoch afina sus sentidos por gracia de los dones de Gaia para percibir las emanaciones de la magia de Kayyam. Es así como llega a ubicar su presencia, invisible todavía para el resto de los asistentes)
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
La orden de Kayyam era permanecer en el pabellón ruso, que mantenían cerrado debido a un retraso en los barcos que traen la mercancía aún han de esperar al deshielo para poder cruzar; y ahí llevaba un buen rato; oculto entre las penumbras en que quedó el área destinada a esta parte de la exhibición, hasta que un par de curiosas e irresistibles señoritas inglesas se acercaron a discutir mas a sus anchas el disgusto que les causaba comprobar que los encajes belgas eran mas intrincados que los que se vendían en su tierra; que si el enchapado francés era más fino, pero también mucho más costoso y que las camas y estanterías austriacas eran magníficas. El exquisito acabado de los tapetes y piezas de orfebrería españoles eran muy superiores a los correspondientes artículos ingleses. - Lo que le hace falta a Inglaterra como nación, es buen gusto - decía una de ellas.
Tan enfrascadas estaban en su plática que no me vieron salir de entre las sombras que me daban cobijo y caminar delicadamente tras ellas. Dos cuerpos perfectos en armonía, lejos de la distraída multitud. ¿Podría hacerlas desaparecer sin que nadie se diera cuenta? Las seguí por un rato, deseándolas intensamente sin que ellas lo notasen, contrariando las órdenes del viejo, que me llamaría si me necesitaba por lo que debía permanecer atento.
Las chicas se detuvieron facinadas admirando las pistolas españolas; que según sé rivalizan con las Colt norteamericanas en efectividad, pero son sin duda de acabados mas hermosos. La ironía me hizo despertar del ensueño en que me encontraba, admirando a las mujeres, arma en mano, ¡que curioso que en una feria cuyo tema es la "paz" se exhiban armas!
Apenas había formulado en mi mente ese pensamiento cuando una muy familiar sensación irrumpió en mi mente, rebasando cualquier otra idea. El viejo vampiro estaba llamándome, con un solo movimiento de su portentosa mente me hace saber la razón de la alarma.
- ¡El shifter está aqui!
Tan enfrascadas estaban en su plática que no me vieron salir de entre las sombras que me daban cobijo y caminar delicadamente tras ellas. Dos cuerpos perfectos en armonía, lejos de la distraída multitud. ¿Podría hacerlas desaparecer sin que nadie se diera cuenta? Las seguí por un rato, deseándolas intensamente sin que ellas lo notasen, contrariando las órdenes del viejo, que me llamaría si me necesitaba por lo que debía permanecer atento.
Las chicas se detuvieron facinadas admirando las pistolas españolas; que según sé rivalizan con las Colt norteamericanas en efectividad, pero son sin duda de acabados mas hermosos. La ironía me hizo despertar del ensueño en que me encontraba, admirando a las mujeres, arma en mano, ¡que curioso que en una feria cuyo tema es la "paz" se exhiban armas!
Apenas había formulado en mi mente ese pensamiento cuando una muy familiar sensación irrumpió en mi mente, rebasando cualquier otra idea. El viejo vampiro estaba llamándome, con un solo movimiento de su portentosa mente me hace saber la razón de la alarma.
- ¡El shifter está aqui!
Última edición por Max Stirner el Dom Oct 12, 2014 2:06 pm, editado 1 vez
Max Stirner- Vampiro Clase Media
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
De pie frente a la enorme escultura de "La Esclava Griega" como contemplando su desnudez, de forma distraída estaba uno de los acólitos de Kayyam; un viejo conocido
- Stirner. El viejo debe estar muy asustado para haberte mandado a ti.
El vampiro me lanza una mirada divertida, parece no tomarse nunca nada demasiado en serio.
- El lugar esta rodeado de guardias, vampiros bien entrenados. Sabes que no podemos permitirte acercarte a la caravana y que no dudaremos en usar la fuerza. Sabes bien que no me importa hacer uso de la fuerza, eh ¿Epoch?
Las amenazas veladas no le sientan bien al carácter de Max, pero sé que se ve forzado a comportarse de esa manera por que su viejo Sire nos esta escuchando.
- Si que nos has dado un buen susto apareciéndote por aquí, tan de súbito. ¿Por qué no me acompañas, amigo?
El vampiro pretendía sonar amable, pero el temblor en su voz denotaba preocupación, una angustia subyacente que pronto acabaría. Pronto todos sus problemas acabarán.
- Stirner. El viejo debe estar muy asustado para haberte mandado a ti.
El vampiro me lanza una mirada divertida, parece no tomarse nunca nada demasiado en serio.
- El lugar esta rodeado de guardias, vampiros bien entrenados. Sabes que no podemos permitirte acercarte a la caravana y que no dudaremos en usar la fuerza. Sabes bien que no me importa hacer uso de la fuerza, eh ¿Epoch?
Las amenazas veladas no le sientan bien al carácter de Max, pero sé que se ve forzado a comportarse de esa manera por que su viejo Sire nos esta escuchando.
- Si que nos has dado un buen susto apareciéndote por aquí, tan de súbito. ¿Por qué no me acompañas, amigo?
El vampiro pretendía sonar amable, pero el temblor en su voz denotaba preocupación, una angustia subyacente que pronto acabaría. Pronto todos sus problemas acabarán.
Última edición por Epoch el Dom Oct 12, 2014 1:06 pm, editado 1 vez
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
El maldito oso ha perdido la cabeza, a pesar de todas las advertencias, de todos los posibles argumentos que pude esgrimir en contra de su maravilloso plan todas las razones fueron inútiles. Ahora es demasiado tarde ya. ¡Esta aqui! ¡decidió llevar a cabo su absurda estratagema! Ahora que estoy a su lado puedo dejar caer la tensión mental que sostuve durante todo este tiempo, desde que se fraguó el complot hasta la hora y el día en que sería ejecutado. Sólo hasta este momento puedo dejar de fingir para comenzar a enfrentar de manera directa las consecuencias de apoyar al Brujo Loco.
El hombre-oso, a quien al que tanto teme Kayyam, comienza a elevar un canto al aire. El viejo vampiro deberá estar retorciendose de temor pues ha de reconocer las palabras de la invocación. Efímeros rayos de luz parecen quedar capturados en los cristales, una luz tenue que poco a poco va adquiriendo matíz. Una luz mística...
Yo comienzo una carrera por mi vida, no tengo mucho tiempo para alcanzar la salida, encontrar un resguardo lejos de la trampa de luz en que Epoch convertirá todo Hyde Park.
- Espero que sepas lo que haces...
El hombre-oso, a quien al que tanto teme Kayyam, comienza a elevar un canto al aire. El viejo vampiro deberá estar retorciendose de temor pues ha de reconocer las palabras de la invocación. Efímeros rayos de luz parecen quedar capturados en los cristales, una luz tenue que poco a poco va adquiriendo matíz. Una luz mística...
Yo comienzo una carrera por mi vida, no tengo mucho tiempo para alcanzar la salida, encontrar un resguardo lejos de la trampa de luz en que Epoch convertirá todo Hyde Park.
- Espero que sepas lo que haces...
Última edición por Max Stirner el Dom Ene 04, 2015 5:55 pm, editado 2 veces
Max Stirner- Vampiro Clase Media
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
—No tienes ni idea… —Siseó el hombre a un espejo, que lucía más oscuro que los comunes—. Pero, ¿Cómo puede ser? Espero estés seguro de lo que dices o tendré que expulsarte de mi sombra maldita.
— ¿De nuevo estás arrojando blasfemias a tus esbirros? —Interrogó Arkana al hombre, no pudiendo contener la gracia que le causaba la actitud de aquel. Un fiel ayudante suyo.
—Oh, hola… Bueno, sólo un poquito. Haber descubierto una necromancia tardía no es algo que te haga lucir muy cuerdo a altas horas de la noche y ni siquiera lo luces durante el día. Estos lacayos del demonio suelen acosarme con profecías a todas partes. A este paso terminaré ahorcándome en medio de la plaza o quizás vaya a buscar mi propia muerte a la Abadía de Westminster —Agregó el hechicero con toda la calma que lo caracterizaba. James observó a la vampiresa cayendo en cuenta de que ella ya llevaba rato ahí, escuchando sus quejas. Se despeinó los oscuros cabellos y negó varias veces—. Mi señora, creo que tendremos que cambiar de planes para mañana, espero sus milenios le den la fortaleza necesaria para afrontar a la mañana. Por mi parte, haré las paces con Zeus, quizás me deje usar sus nubes tormentosas un rato o al menos hasta que la noche caiga para brindarle mayor seguridad. Tuve una visión, terrible para mi país. Muy mal.
Arkana observó al joven mago y frunció el ceño, pues su mente se había abierto como un libro proporcionándole aquello que tanto lo hacía titubear. El silencio terminó haciéndose espacio entre ambos y fue cuando aquella que tantos milenios ha vivido le alentó a la calma. Que liberara sus inquietudes, pues nada se lograba con quedar atrapado en las garras de los miedos. James y la vampiresa iniciaron una larga conversación, las horas carecían de valor para la plática en la que ambos participaban. No era la primera vez que tendría que enfrentarse a las horas del día para intervenir en los intereses de la Orden, pues sus enemigos todavía estaban por ahí, como depredadores hambrientos. Pero algo que detestaba la dama dorada eran los enfrentamientos inútiles entre hermanos.
—Bien, entonces tendremos que aparecernos ahí. Será una agradable sorpresa, espero… Ve e infórmale a los demás, mañana a primera hora partiremos. Cuento con todos ustedes —aludió la vampiresa al mago, quien abandonaría la estancia con su séquito de esbirros oscuros a sus espaldas. Londres apenas empezaba a darle problemas.
A la mañana siguiente…
El cielo londinense nunca fue demasiado claro y mecho menos lucía como el cielo de los desiertos que eran azotados por el inclemente Ra. El manejo de la energía entre los distintos niveles de magia estuvo presente desde los primeros indicios de la memoria humana, esa conexión entre dioses, hombres y demás criaturas ha estado presente en todas las épocas. Pobre de aquel que se atreva a ensalzarse a sí mismo haciendo caso a su ego y apartándose del alma de esta Tierra, pues será marioneta de los astutos demonios de los que habló Dante en su Comedia. Pero eso no importa ahora, pues la tormenta se ha cernido sobre la capital inglesa, el día se volvió noche. Noche como la túnica de aquel que observa vigilante los cielos y arroja las runas para convocar a La Cacería de Odín y sus guerreros. Un hombre que parece distante de las demás personas, que ignoran que los causantes de aquella oscuridad son tres mortales vestidos de oscuridad, quienes en palabras muertas, protegen a su líder, invocando a sus extintos dioses.
La muchedumbre de Hyde Park, más complicaba la situación, pues estando tantos mortales cerca no se podía hacer gran cosa, sin embargo, todo estaba cuidadosamente elaborado, como los planes de los dioses para los hombres. Arkana protegió sus pieles y se escabulló entre las personas dejándose llevar por James quien le guiaba entre aquel turbio mar. No estaba sola en aquel lugar pues, otros miembros de Agartha se habían disipado entre la gente que participaba dentro de aquella inauguración. La vampiresa observó con cierto recelo toda aquella maquinaria creada por los hombres y pensó en los males de este mundo material, pues esto era lo que buscaban los lacayos de Adán. Pensar en los días venideros era algo que le causaba desagrado, pues parece que el ego empezaba a ganar la batalla. La presencia de una de las líderes de la arcaica Orden de Agartha en ese sitio no era por mero azar, buscaba a alguien en específico y evitaría una confrontación innecesaria entre aliados. James, el joven mago que era de su confianza había tenido una premonición tan terrible, que había permanecido toda la noche despierto. Finalmente sus ojos dan con quien esperaba hallar y antes de que el personaje se perdiera entre la multitud, se atrevió a colocar una mano sobre su hombro para retenerlo.
— ¿Hombre oso? —Interrogó Arkana con confianza, agradeciendo a los dioses que finalmente haya dado con aquel hombre, esperando detener la nefasta desgracia que se avecinaba—. Al fin he dado con usted, disculpe mi atrevimiento en aparecerme de esta manera, pero era algo muy necesario.
— ¿De nuevo estás arrojando blasfemias a tus esbirros? —Interrogó Arkana al hombre, no pudiendo contener la gracia que le causaba la actitud de aquel. Un fiel ayudante suyo.
—Oh, hola… Bueno, sólo un poquito. Haber descubierto una necromancia tardía no es algo que te haga lucir muy cuerdo a altas horas de la noche y ni siquiera lo luces durante el día. Estos lacayos del demonio suelen acosarme con profecías a todas partes. A este paso terminaré ahorcándome en medio de la plaza o quizás vaya a buscar mi propia muerte a la Abadía de Westminster —Agregó el hechicero con toda la calma que lo caracterizaba. James observó a la vampiresa cayendo en cuenta de que ella ya llevaba rato ahí, escuchando sus quejas. Se despeinó los oscuros cabellos y negó varias veces—. Mi señora, creo que tendremos que cambiar de planes para mañana, espero sus milenios le den la fortaleza necesaria para afrontar a la mañana. Por mi parte, haré las paces con Zeus, quizás me deje usar sus nubes tormentosas un rato o al menos hasta que la noche caiga para brindarle mayor seguridad. Tuve una visión, terrible para mi país. Muy mal.
Arkana observó al joven mago y frunció el ceño, pues su mente se había abierto como un libro proporcionándole aquello que tanto lo hacía titubear. El silencio terminó haciéndose espacio entre ambos y fue cuando aquella que tantos milenios ha vivido le alentó a la calma. Que liberara sus inquietudes, pues nada se lograba con quedar atrapado en las garras de los miedos. James y la vampiresa iniciaron una larga conversación, las horas carecían de valor para la plática en la que ambos participaban. No era la primera vez que tendría que enfrentarse a las horas del día para intervenir en los intereses de la Orden, pues sus enemigos todavía estaban por ahí, como depredadores hambrientos. Pero algo que detestaba la dama dorada eran los enfrentamientos inútiles entre hermanos.
—Bien, entonces tendremos que aparecernos ahí. Será una agradable sorpresa, espero… Ve e infórmale a los demás, mañana a primera hora partiremos. Cuento con todos ustedes —aludió la vampiresa al mago, quien abandonaría la estancia con su séquito de esbirros oscuros a sus espaldas. Londres apenas empezaba a darle problemas.
A la mañana siguiente…
“Si no puedo persuadir a los dioses del cielo, moveré a los de los infiernos.”
—Virgilio.
—Virgilio.
El cielo londinense nunca fue demasiado claro y mecho menos lucía como el cielo de los desiertos que eran azotados por el inclemente Ra. El manejo de la energía entre los distintos niveles de magia estuvo presente desde los primeros indicios de la memoria humana, esa conexión entre dioses, hombres y demás criaturas ha estado presente en todas las épocas. Pobre de aquel que se atreva a ensalzarse a sí mismo haciendo caso a su ego y apartándose del alma de esta Tierra, pues será marioneta de los astutos demonios de los que habló Dante en su Comedia. Pero eso no importa ahora, pues la tormenta se ha cernido sobre la capital inglesa, el día se volvió noche. Noche como la túnica de aquel que observa vigilante los cielos y arroja las runas para convocar a La Cacería de Odín y sus guerreros. Un hombre que parece distante de las demás personas, que ignoran que los causantes de aquella oscuridad son tres mortales vestidos de oscuridad, quienes en palabras muertas, protegen a su líder, invocando a sus extintos dioses.
La muchedumbre de Hyde Park, más complicaba la situación, pues estando tantos mortales cerca no se podía hacer gran cosa, sin embargo, todo estaba cuidadosamente elaborado, como los planes de los dioses para los hombres. Arkana protegió sus pieles y se escabulló entre las personas dejándose llevar por James quien le guiaba entre aquel turbio mar. No estaba sola en aquel lugar pues, otros miembros de Agartha se habían disipado entre la gente que participaba dentro de aquella inauguración. La vampiresa observó con cierto recelo toda aquella maquinaria creada por los hombres y pensó en los males de este mundo material, pues esto era lo que buscaban los lacayos de Adán. Pensar en los días venideros era algo que le causaba desagrado, pues parece que el ego empezaba a ganar la batalla. La presencia de una de las líderes de la arcaica Orden de Agartha en ese sitio no era por mero azar, buscaba a alguien en específico y evitaría una confrontación innecesaria entre aliados. James, el joven mago que era de su confianza había tenido una premonición tan terrible, que había permanecido toda la noche despierto. Finalmente sus ojos dan con quien esperaba hallar y antes de que el personaje se perdiera entre la multitud, se atrevió a colocar una mano sobre su hombro para retenerlo.
— ¿Hombre oso? —Interrogó Arkana con confianza, agradeciendo a los dioses que finalmente haya dado con aquel hombre, esperando detener la nefasta desgracia que se avecinaba—. Al fin he dado con usted, disculpe mi atrevimiento en aparecerme de esta manera, pero era algo muy necesario.
Arkana- Vampiro Clase Alta
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
Habiendo concluido el cántico que despertará la luz en los cristales esperaba la respuesta de Rahman, sin embargo lo que nunca esperé fue sentir el toque de una mano delicada en el hombro.
(* El oso dá la vuelta y descubre a una ninfa de aéreos contornos, abre los ojos desconmensuradamente pues sabe que el hechizo que ha lanzado no puede detenerse ya)
Una mujer de largos cabellos, quien llevaba la marca de Kaín y que por eso tomé por uno más de los soldados de Kayyam, llegó hasta mí apenas Stirner se hubo alejado a toda prisa. Ahora que aquella vampireza me había alcanzado me doy cuenta que no esta relacionada con el viejo vampiro. Que debe pertenecer a algún otro clán, pues su esencia no es la de los vástagos de Al'Ramiz.
(* No pudiendo resistir a la posibilidad de presenciar la segunda muerte de un vampiro que no pertenecía a la grey de sus enemigos, el hombre-oso intenta salvar a la vampireza extendiendo sobre ella su enorme gabardina negra, como si de unas alas se tratase)
- La luz! madame!!... La luz la matará!... No se mueva, le protegeré.
(* Así, el shifter se convierte en una cúpula que cubre a la vampireza contra la magia que el mismo ha invocado.)
- En un instante todo habrá acabado
(* El oso dá la vuelta y descubre a una ninfa de aéreos contornos, abre los ojos desconmensuradamente pues sabe que el hechizo que ha lanzado no puede detenerse ya)
Una mujer de largos cabellos, quien llevaba la marca de Kaín y que por eso tomé por uno más de los soldados de Kayyam, llegó hasta mí apenas Stirner se hubo alejado a toda prisa. Ahora que aquella vampireza me había alcanzado me doy cuenta que no esta relacionada con el viejo vampiro. Que debe pertenecer a algún otro clán, pues su esencia no es la de los vástagos de Al'Ramiz.
(* No pudiendo resistir a la posibilidad de presenciar la segunda muerte de un vampiro que no pertenecía a la grey de sus enemigos, el hombre-oso intenta salvar a la vampireza extendiendo sobre ella su enorme gabardina negra, como si de unas alas se tratase)
- La luz! madame!!... La luz la matará!... No se mueva, le protegeré.
(* Así, el shifter se convierte en una cúpula que cubre a la vampireza contra la magia que el mismo ha invocado.)
- En un instante todo habrá acabado
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
(* A pesar de la gran velocidad que puede alcanzar un hijo de Kaín, el sortear tantos obstáculos como era el sinnumero de asistentes a la gran Exposición hizo retrasar la huída mucho más de lo que hubiera querido. Pero lo peor estaba aún por venir... cuando ya encontraba ya a unos cuantos pasos de alcanzar la salida una parálisis atenazó cada miembro de su cuerpo)
Podía sentír el frío toque del viejo vampiro en mi espina dorsal. Ahora sabe que lo he traicionado...
(* Mientras se mantiene inmovil va sintiendo con horror como la luz que en un pincipio pulsaba muy suavemente de cada uno de los cristales del Gran Palacio, se tornaba insoportablemente intensa. ¡Quemandole la piel! )
Puedo sentir como los centinelas y otros vampiros se extinguen, estallan sus cuerpos bajo la intensa luz que brota de todas partes. La trampa fue activada con todos adentro... no hay escape.
El maldito viejo uso sus últimos instantes para arrastrarme con él...
(* El enorme flash de luz enceguece la vision de todos, como caer en un abismo blanco)
Podía sentír el frío toque del viejo vampiro en mi espina dorsal. Ahora sabe que lo he traicionado...
(* Mientras se mantiene inmovil va sintiendo con horror como la luz que en un pincipio pulsaba muy suavemente de cada uno de los cristales del Gran Palacio, se tornaba insoportablemente intensa. ¡Quemandole la piel! )
Puedo sentir como los centinelas y otros vampiros se extinguen, estallan sus cuerpos bajo la intensa luz que brota de todas partes. La trampa fue activada con todos adentro... no hay escape.
El maldito viejo uso sus últimos instantes para arrastrarme con él...
(* El enorme flash de luz enceguece la vision de todos, como caer en un abismo blanco)
Max Stirner- Vampiro Clase Media
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
La vampiresa observó algo consternada al cambiante, por un momento pensó que aquel hechizo acabaría con ella, que su existencia se desvanecería así nada más. Antes de que pudiera decir algo, su acompañante, el joven hechicero de origen inglés y al que conocían por el nombre de James, intervino a tiempo valiéndose de sus habilidades en la magia negra. Una espesa nube que traía consigo la oscuridad se apoderó del lugar rodeando a todos los que estaban presentes, incluyendo a la vampiresa y al hombre oso. Afuera, Hyde Park presenciaba como la noche iba cerniéndose durante las horas del día. El sol empezaba a perder su fulgor volviéndose en una enorme mancha negra en el cielo. Pero claro, esto era algo intencional, pues los culpables eran tres hombres. Tres hechiceros pertenecientes a una hermandad a la que llamaban Agartha. Nadie reparaba de la presencia de aquellos sujetos, a pesar de que vestían largas túnicas color azabache.
—Lo mejor es no acercarse demasiado… Hay demonios con los que sólo puede combatir su creador—mencionó Arkana refiriéndose claramente a James, quien parecía estar en trance. Observó nuevamente al cambiante y esbozó una débil sonrisa—. Lamento no haberme presentado antes, mi nombre es Arkana, soy uno de los dragones dorados de la hermandad de Agartha. Quizás haya escuchado alguna vez este nombre, pero eso no importa, he venido hasta aquí para evitar un enfrentamiento innecesario entre aliados. Sólo dispongo de un par de unas dos horas, que es el tiempo que durará el eclipse de sol. Espero que ese tiempo sea suficiente para hacerlos entrar en razón.
Arkana parecía realmente preocupada por lo que podría ocurrir en aquellas instancias, esperaba que sus dioses le brindaran nuevamente el apoyo que tanto le urgía en ese momento. A pesar de su buena voluntad, ella no era dueña de las mentes de los otros, pero aún así no iba a desistir tan fácilmente, no podría permitirse fallar en una misión tan importante como muchas otras, pues la vida de uno de sus aliados podría perderse en vano.
—Espero que no haya llegado demasiado tarde… —Se lamentó la vampiresa mientras buscaba más refugio en la gabardina con la que intentaba protegerla el hombre oso.
—Lo mejor es no acercarse demasiado… Hay demonios con los que sólo puede combatir su creador—mencionó Arkana refiriéndose claramente a James, quien parecía estar en trance. Observó nuevamente al cambiante y esbozó una débil sonrisa—. Lamento no haberme presentado antes, mi nombre es Arkana, soy uno de los dragones dorados de la hermandad de Agartha. Quizás haya escuchado alguna vez este nombre, pero eso no importa, he venido hasta aquí para evitar un enfrentamiento innecesario entre aliados. Sólo dispongo de un par de unas dos horas, que es el tiempo que durará el eclipse de sol. Espero que ese tiempo sea suficiente para hacerlos entrar en razón.
Arkana parecía realmente preocupada por lo que podría ocurrir en aquellas instancias, esperaba que sus dioses le brindaran nuevamente el apoyo que tanto le urgía en ese momento. A pesar de su buena voluntad, ella no era dueña de las mentes de los otros, pero aún así no iba a desistir tan fácilmente, no podría permitirse fallar en una misión tan importante como muchas otras, pues la vida de uno de sus aliados podría perderse en vano.
—Espero que no haya llegado demasiado tarde… —Se lamentó la vampiresa mientras buscaba más refugio en la gabardina con la que intentaba protegerla el hombre oso.
Arkana- Vampiro Clase Alta
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
No lo comprende mi señora, he venido a terminar una guerra que inició hace años en París... - click para enterarse -
Podía ver en los ojos de la mujer que sus intenciones eran buenas, aunque no sabía de ese lugar, ni de su justicia. Confiaba en que quizás querían reestablecer la armonía perdida, de alguna forma... ¿Como explicarle que había sido yo quien con este acto quebrantaba una muy delicada tregua mantenida por varios años ya?
La guerra solo puede terminar cuando uno de nosotros este muerto; la única oportunidad que tenía de acabar con mi enemigo era aquí, ahora. Su intervención ha condenado irremediablemente mi vida y la de mis hijos...
Lo había dicho ya, mas ¿de que servía ahora reprochar nada? Las sombras anularon el hechizo de luz, y además darían mayor poder al viejo vampiro que sin duda intentaría vengarse. La duda que ahora atenazaba el corazón era ¿en que forma?
Podía ver en los ojos de la mujer que sus intenciones eran buenas, aunque no sabía de ese lugar, ni de su justicia. Confiaba en que quizás querían reestablecer la armonía perdida, de alguna forma... ¿Como explicarle que había sido yo quien con este acto quebrantaba una muy delicada tregua mantenida por varios años ya?
La guerra solo puede terminar cuando uno de nosotros este muerto; la única oportunidad que tenía de acabar con mi enemigo era aquí, ahora. Su intervención ha condenado irremediablemente mi vida y la de mis hijos...
Lo había dicho ya, mas ¿de que servía ahora reprochar nada? Las sombras anularon el hechizo de luz, y además darían mayor poder al viejo vampiro que sin duda intentaría vengarse. La duda que ahora atenazaba el corazón era ¿en que forma?
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
La piel arde como un infierno... por un momento no supe de mi, mas los gritos de la gente que me rodea en un cerrado circulo me devuelven a la dolosa realidad. - ¡Socorro, un accidente! ¡Se ha quemado! - gritaban algunos. - Algo debió estallar! - gritaban otros, y en vano buscaban el origen del fuego. Sus mentes comprendían mal lo que acababan de presenciar. Alguna maquina debió salirse de control, razonaban; pero nadie supo explicarselo. Impactante como era, sin medios de comunicación masivos, todo quedaría envuelto en rumores. Acaso alguien intentase comprender, sería desaparecido al instante. Así es como trabaja la gente de Agartha, protegiendo sus secretos.
Me mantuve en el suelo, quieto mientras llegaban algunos oficiales a asistirme. Para ese momento mi chamuscada piel había comenzado ya el trabajo de regeneración, pero si se veía tan mal como se sentía ¡tardaría meses en recuperarse! Dolía como un carajo tan solo el mover mi pecho para respirar, no se diga ya al ser levantado lo menos bruscamente posible a aquellos hombretones que guardaban la entrada y que habían venido a mi rescate. Tuve que hacer acopio de fuerzas sobrenaturales para no gritar de dolor mientras me sacaban del recinto pero debajo, el cuerpo comenzaba a reconstruirse rápidamente.
Deja que te lleven Max me dije mientras me subían a una camilla improvisada y me sacaban del Palacio de Cristal. Estas vivo Max, y esta bien... quise recordarme entonces pero esa certeza me hizo darme cuenta que Kayyam debía haber sobrevivido también.
- Scheiße!
Debo reunir fuerzas, no puedo esperar al proceso natural de regeneración. Tengo que utilizar algo del grán poder que Kayyam me enseño a usar. La sangre de Kaín me sostendrá para estar en píe de nuevo. Para volver al ruedo, por que si el viejo vampiro no esta muerto, entonces todos nosotros lo estamos. No tiene caso correr, o esconderse. Yo elegí apoyar a Epoch y debo estar a su lado para afrontar las consecuencias.
Los pulmones aspiran aire, lo exhalan y vuelven a aspirar. Duele pero así voy dejando la energía fluir, cada vez con mayor fuerza.
Me mantuve en el suelo, quieto mientras llegaban algunos oficiales a asistirme. Para ese momento mi chamuscada piel había comenzado ya el trabajo de regeneración, pero si se veía tan mal como se sentía ¡tardaría meses en recuperarse! Dolía como un carajo tan solo el mover mi pecho para respirar, no se diga ya al ser levantado lo menos bruscamente posible a aquellos hombretones que guardaban la entrada y que habían venido a mi rescate. Tuve que hacer acopio de fuerzas sobrenaturales para no gritar de dolor mientras me sacaban del recinto pero debajo, el cuerpo comenzaba a reconstruirse rápidamente.
Deja que te lleven Max me dije mientras me subían a una camilla improvisada y me sacaban del Palacio de Cristal. Estas vivo Max, y esta bien... quise recordarme entonces pero esa certeza me hizo darme cuenta que Kayyam debía haber sobrevivido también.
- Scheiße!
Debo reunir fuerzas, no puedo esperar al proceso natural de regeneración. Tengo que utilizar algo del grán poder que Kayyam me enseño a usar. La sangre de Kaín me sostendrá para estar en píe de nuevo. Para volver al ruedo, por que si el viejo vampiro no esta muerto, entonces todos nosotros lo estamos. No tiene caso correr, o esconderse. Yo elegí apoyar a Epoch y debo estar a su lado para afrontar las consecuencias.
Los pulmones aspiran aire, lo exhalan y vuelven a aspirar. Duele pero así voy dejando la energía fluir, cada vez con mayor fuerza.
Max Stirner- Vampiro Clase Media
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
—¿Una guerra? ¿A qué se refiere? Imposible, me niego a creer que gente de bien desee acabar con su propia existencia. Destruirse entre sí. Sólo los demonios son capaces de esos terribles actos. De generar batallas y conflictos entre hombres nobles… —Aludió Arkana con seguridad buscando la mirada del cambiante, hallando en aquellos ojos una verdad que escapaba de su comprensión.
La vampiresa volvió de nuevo sus ojos al hechicero, que aún permanecía en aquel delicado trance. Su mente seguía unida a las de los otros brujos escandinavos y les alertó a que se mantuvieran atentos ante cualquier movimiento inusual. Su misión tenía una carga importante y no podían retirarse sin haber hecho un esfuerzo considerable por hallar una solución. La vampiresa se sentía culpable por irrumpido de aquella manera, considerando las palabras del hombre oso, era imposible no sentirse así. Ella iba con buenos propósitos y esperaba que sus intenciones fueran tomadas en cuenta y que de alguna manera lograra hacer entender que la solución no era la destrucción. Para algo teníamos una mente capaz de mover montañas, de crear la lluvia y de hacernos volar, ¿Por qué no usarla para solventar viejos malentendidos?
—¡No! Claro que no. Algo se tiene que hacer, hombre oso. La orden los necesita a ambos, no como enemigos, sino como aliados. Como hombres de porvenir. Me dirá testaruda, pero me niego a presenciar la muerte de alguno de los dos. Desconozco las razones que los haya llevado a esto, sin embargo, confío plenamente en su sano juicio. Agartha no desea tener que perder más amigos suyos en riñas innecesarias y menos en estas épocas tan conflictivas en donde la Iglesia desea volver a apoderarse nuevamente de todos, como lo hizo en la Edad Media, sembrando terror en cada esquina. Persiguiendo, señalando y asesinando a inocentes… Tiene las manos manchadas de sangre y constantes conspiraciones —dijo Arkana mostrando la mayor sutileza posible, pues recordar lo último causó una notable molestia en ella, quien había tenido que presenciar aquellas desagradables escenas. Tomó entre sus gélidas manos las del cambiante, buscando su atención—. Por favor…
La vampiresa volvió de nuevo sus ojos al hechicero, que aún permanecía en aquel delicado trance. Su mente seguía unida a las de los otros brujos escandinavos y les alertó a que se mantuvieran atentos ante cualquier movimiento inusual. Su misión tenía una carga importante y no podían retirarse sin haber hecho un esfuerzo considerable por hallar una solución. La vampiresa se sentía culpable por irrumpido de aquella manera, considerando las palabras del hombre oso, era imposible no sentirse así. Ella iba con buenos propósitos y esperaba que sus intenciones fueran tomadas en cuenta y que de alguna manera lograra hacer entender que la solución no era la destrucción. Para algo teníamos una mente capaz de mover montañas, de crear la lluvia y de hacernos volar, ¿Por qué no usarla para solventar viejos malentendidos?
—¡No! Claro que no. Algo se tiene que hacer, hombre oso. La orden los necesita a ambos, no como enemigos, sino como aliados. Como hombres de porvenir. Me dirá testaruda, pero me niego a presenciar la muerte de alguno de los dos. Desconozco las razones que los haya llevado a esto, sin embargo, confío plenamente en su sano juicio. Agartha no desea tener que perder más amigos suyos en riñas innecesarias y menos en estas épocas tan conflictivas en donde la Iglesia desea volver a apoderarse nuevamente de todos, como lo hizo en la Edad Media, sembrando terror en cada esquina. Persiguiendo, señalando y asesinando a inocentes… Tiene las manos manchadas de sangre y constantes conspiraciones —dijo Arkana mostrando la mayor sutileza posible, pues recordar lo último causó una notable molestia en ella, quien había tenido que presenciar aquellas desagradables escenas. Tomó entre sus gélidas manos las del cambiante, buscando su atención—. Por favor…
Arkana- Vampiro Clase Alta
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
Una alianza entre el Kayyam y yo, eso si que suena divertido.
¿Que clase de Orden es esta? ¿En que forma creen que podría serles de utilidad?
La vampireza no estaba bajo las órdenes del viejo vampiro, pero parecía ser en alguna forma su aliada, suena como una trampa. Una muy complicada y sin embargo no detectaba nada sospechoso en la voz o en sus ojos. Ningún gesto particular que delatara el engaño solo esas delicadas manos sosteniendo las mías, y esa mirada suplicante que pedía detener el mundo ¡Justo ahora!
La gente corre de un lado a otro y grita, la gente de seguridad intenta calmar el pánico generalizado, muchos vampiros se convirtieron fino polvo por el efecto del hechizo, pero estaba seguro que Kayyam seguía con vida y probablemente escuchando cada palabra que decíamos.
- Debemos salir de aquí...
Estoy seguro que después de atentar contra su vida, el viejo no me dejara escapar; sin embargo quiero saber que tanto poder tiene esta mentada Orden de Agartha, si acaso pueden protegerme a mi y a mi familia de la ira vengativa del viejo, les pagaré el favor de la mejor manera que me sea posible. Debo, de cualquier forma, de andar con mucha prudencia, como un zorro que camina sobre el hielo. Si salimos con vida de Hyde Park las palabras de la vampireza habrán probado su valía.
¿Que clase de Orden es esta? ¿En que forma creen que podría serles de utilidad?
La vampireza no estaba bajo las órdenes del viejo vampiro, pero parecía ser en alguna forma su aliada, suena como una trampa. Una muy complicada y sin embargo no detectaba nada sospechoso en la voz o en sus ojos. Ningún gesto particular que delatara el engaño solo esas delicadas manos sosteniendo las mías, y esa mirada suplicante que pedía detener el mundo ¡Justo ahora!
La gente corre de un lado a otro y grita, la gente de seguridad intenta calmar el pánico generalizado, muchos vampiros se convirtieron fino polvo por el efecto del hechizo, pero estaba seguro que Kayyam seguía con vida y probablemente escuchando cada palabra que decíamos.
- Debemos salir de aquí...
Estoy seguro que después de atentar contra su vida, el viejo no me dejara escapar; sin embargo quiero saber que tanto poder tiene esta mentada Orden de Agartha, si acaso pueden protegerme a mi y a mi familia de la ira vengativa del viejo, les pagaré el favor de la mejor manera que me sea posible. Debo, de cualquier forma, de andar con mucha prudencia, como un zorro que camina sobre el hielo. Si salimos con vida de Hyde Park las palabras de la vampireza habrán probado su valía.
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Localización : Omnipresente
Re: La gran exhibición de Hyde Park
—Agartha es una Orden antigua, fundada en los confines del planeta. Durante las primeras civilizaciones, el rey Salomón habló de un tercer grupo en su códice, se refería a Agartha y a su gente. Nuestro objetivo es buscar la libertad del hombre, aquella que ángeles y demonios pretenden arrebatarnos. Ha sido una lucha de miles de años y aún seguimos de pie, alzando nuestras banderas de guerra —mencionó la vampiresa con seguridad, esperando que sus palabras no confundieran más al cambiante—. Ya sé que es algo descabellado lo que digo y parece un cuento de hadas. Pero no es así, no sería capaz de jugar con algo tan importante como con el bienestar de todas las criaturas de la tierra. Necesitamos a gente noble como usted, dispuesta a luchar por un mundo justo. Piense en sus hijos… No podemos dejar que el demonio que ahora reina en Roma quiera marcar sus almas para hundirlos en la más terrible angustia.
El lugar estaba agitado por el espectáculo que se presenciaba, Arkana se sentía un tanto ajena a esto, pero al volver su mirada a su acompañante, el joven hechicero, James, volvió a sentirse preocupada. Debían salir de ahí. En su mente escuchó los susurros de las enigmáticas voces de los magos escandinavos. No podían mantener la oscuridad por más tiempo y ya era hora de que saliera de ahí con o sin el hombre oso. Aunque a la vampiresa le costaba trabajo deshacerse de sus obligaciones, terminó aceptando. Pero tenía que dar una última batalla. Ya estando en ese lugar, debía convencer al cambiante de que la acompañara si o si, no se rendiría así nada más. Arkana se dirigió con su mente a James, le pidió que detuviera las sombras que se apoderaban del recinto. Él se negó, estaba dispuesto a soportar a sus demonios sólo por defender a su líder. Se había negado, pero ante la terquedad del brujo, era imposible luchar.
—Sí, debemos salir de aquí… Acompáñeme —habló Arkana con firmeza.
Tomó la mano del hombre para llevarlo consigo hacia en donde estaban los otros miembros de la Orden, aquellos que ocasionaron el eclipse. Aún protegía su piel entre la gruesa tela de la gabardina con la que intentó protegerla su ahora acompañante. La vampiresa se dirigía a la salida de Hyde Park con prisa, evadiendo a las personas que iban de un lado a otro completamente angustiadas. Aún pensaba en James y antes de poder decir palabra alguna, éste iba a sus espaldas, como si quisiera resguardarla tanto a ella como al cambiapieles. Sintió alivio al verlo, odiaba perder a los suyos en situaciones que sólo eran producto de sus caprichos. Sabía que el vampiro antiguo estaba en alguna parte, pero esperaba que éste también desistiera de sus obsesiones. Ya estaba bastante mayor para esas cosas y si tenía oportunidad de verlo lo reprendería por sus acciones. Un guardián de su nivel no debía actuar de semejante forma y esperaba que no la fuera decepcionar. Aparte, en Roma se conspiraba contra la destrucción de Agartha y si es posible del mundo. No era momento para estar discutiendo como críos.
El lugar estaba agitado por el espectáculo que se presenciaba, Arkana se sentía un tanto ajena a esto, pero al volver su mirada a su acompañante, el joven hechicero, James, volvió a sentirse preocupada. Debían salir de ahí. En su mente escuchó los susurros de las enigmáticas voces de los magos escandinavos. No podían mantener la oscuridad por más tiempo y ya era hora de que saliera de ahí con o sin el hombre oso. Aunque a la vampiresa le costaba trabajo deshacerse de sus obligaciones, terminó aceptando. Pero tenía que dar una última batalla. Ya estando en ese lugar, debía convencer al cambiante de que la acompañara si o si, no se rendiría así nada más. Arkana se dirigió con su mente a James, le pidió que detuviera las sombras que se apoderaban del recinto. Él se negó, estaba dispuesto a soportar a sus demonios sólo por defender a su líder. Se había negado, pero ante la terquedad del brujo, era imposible luchar.
—Sí, debemos salir de aquí… Acompáñeme —habló Arkana con firmeza.
Tomó la mano del hombre para llevarlo consigo hacia en donde estaban los otros miembros de la Orden, aquellos que ocasionaron el eclipse. Aún protegía su piel entre la gruesa tela de la gabardina con la que intentó protegerla su ahora acompañante. La vampiresa se dirigía a la salida de Hyde Park con prisa, evadiendo a las personas que iban de un lado a otro completamente angustiadas. Aún pensaba en James y antes de poder decir palabra alguna, éste iba a sus espaldas, como si quisiera resguardarla tanto a ella como al cambiapieles. Sintió alivio al verlo, odiaba perder a los suyos en situaciones que sólo eran producto de sus caprichos. Sabía que el vampiro antiguo estaba en alguna parte, pero esperaba que éste también desistiera de sus obsesiones. Ya estaba bastante mayor para esas cosas y si tenía oportunidad de verlo lo reprendería por sus acciones. Un guardián de su nivel no debía actuar de semejante forma y esperaba que no la fuera decepcionar. Aparte, en Roma se conspiraba contra la destrucción de Agartha y si es posible del mundo. No era momento para estar discutiendo como críos.
Arkana- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 31/07/2013
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Re: La gran exhibición de Hyde Park
Ardiendo en mis entrañas aún puedo sentir la luz, como llamas. La mirada aturdida busca un punto de donde asirse. Resulta complicado usar las disciplinas de sanación acelerada. Un sudor helado perla mi cuerpo mientras se regenera, empapando las ropas de sudor y sangre. La consciencia es mi única aliada. Los dedos crispados por el dolor; mas no puedo permanecer más tiempo atado aquí.
Aún con la vista disminuida, aletargado en el tiempo, consigo incorporarme y saltar del carro donde me transportaban, seguramente al hospital. Intento concentrarme en mantenerme de pie. El carro se ha detenido súbitamente tras mi caída. El ayudante del cochero grita pero no me detengo. Tengo que correr, correr de vuelta al Palacio de Cristal. El cuerpo se mueve aún torpemente, tropieza, el golpe trae nuevos dolores, pero de nuevo me pongo de pie.
La fuerza lentamente acude a mis piernas, la sangre de Kaín me cura y me devuelve las energías, así consigo salvar la distancia pero, es tarde ya.
Desde lejos, oculto entre la multitud que rodea al palacio, puedo ver como el hechizo de Shifter fue anulado y es llevado fuera del lugar, escoltado por un Vampiro. ¡Lo han hecho prisionero!
Kayyam sigue ahí dentro, puedo sentir su antigua esencia apestando el lugar. ¿Por que no acabó con la vida de Epoch? ¿Que planea el viejo vampiro?
Aún con la vista disminuida, aletargado en el tiempo, consigo incorporarme y saltar del carro donde me transportaban, seguramente al hospital. Intento concentrarme en mantenerme de pie. El carro se ha detenido súbitamente tras mi caída. El ayudante del cochero grita pero no me detengo. Tengo que correr, correr de vuelta al Palacio de Cristal. El cuerpo se mueve aún torpemente, tropieza, el golpe trae nuevos dolores, pero de nuevo me pongo de pie.
La fuerza lentamente acude a mis piernas, la sangre de Kaín me cura y me devuelve las energías, así consigo salvar la distancia pero, es tarde ya.
Desde lejos, oculto entre la multitud que rodea al palacio, puedo ver como el hechizo de Shifter fue anulado y es llevado fuera del lugar, escoltado por un Vampiro. ¡Lo han hecho prisionero!
Kayyam sigue ahí dentro, puedo sentir su antigua esencia apestando el lugar. ¿Por que no acabó con la vida de Epoch? ¿Que planea el viejo vampiro?
Max Stirner- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 15/05/2014
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