Encounter {Priv: Mikael Boulanger}

por **Amadeo** Lun Abr 07, 2014 12:15 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Había cosas que el tiempo había cambiado. La gente, el espacio que le rodeaba, los aromas y el ambiente. Trescientos años habían sido suficientes para Armand, para comprobar que en efecto, todo cambiaba y el permanecía inmutable, quizás ligeros cambios como el de su mentalidad enloquecida por unas filosofías que ya no eran validas en esta nueva era, pero nada mas cambiaba en él, sentía, como antaño, que siempre seria el joven de diez y ocho años que había muerto a manos de un receloso amante, un joven de frágil y casi inocente apariencia, aun que había madurado y ahora que volvía a la tan anhelada luz, se sentía perdido en un mundo al que le había dado la espalda durante trescientos años, mas de una vida humana común.

La monotonía de la vida nocturna lo hastiaba al punto de una nueva locura, sin embargo, descargaba toda frustración tratando de que el teatro funcionara correctamente, actuando de vez en vez y escribiendo nuevas obras para ponerlas en acción, observar con fascinación por un par de noches como todo lo que su mano escribía se materializaba en la carne preternatural de sus actores, a los cuales detestaba tanto o mas que a su propia y tediosa existencia.

Nada nuevo que rescatar de esos vampiros, nada nuevo que despertara su ambición y todo gracias al rubio vampiro, pero debía seguir, sin saber el por que, simplemente tenia que hacerlo y visitaba continuamente aquellos lugares que, durante tanto tiempo se había negado a pisar por temor a una rebelión de sus súbditos, por temor propio a un Dios en el que ya no creía... O así quería pensarlo.

Notre Dame, significaba para el más de lo que podía aceptar y le brindaba una paz interior que no podía encontrar en ningún otro lugar, una paz y un calor que ni la sangre ingerida a sus victimas le brindaba. Por eso pasaba las horas muertas de la noche, aguardando entre las sombras de la enorme catedral, escuchando los ecos que producían los pasos de los mortales que entraban a rezar o de los animales nocturnos que también se guarnecían debajo de la estructura religiosa, él, era una especie de gárgola guardiana entre las sombras, aguardando nada, mas que la paz de su mente.

por **Amadeo** Lun Dic 22, 2014 4:40 pm

Observo a Mikael largo tiempo, notando sus cambios de humor, su desesperación que la sentía casi como propia, ese dolor y temor, casi el mismo que el tenia al principio de sus años inmortales, alejado de su maestro.

-Todos pasamos por ello - indico - O eso creo y por eso buscamos compañeros con los cuales compartir estos dones - dijo y se movió sobre la butaca, haciendo crujir la madera mientras cruzaba sus piernas, relajándose un poco, optando por aquella pose arrogante.

Suspiro largamente y cerro los ojos.

-Hay vampiros con mas gusto por lo que son, que pueden o tienen la capacidad de vivir sin temor alguno, de adaptarse con facilidad - comento, recordando a Lestat, el rubio e intrépido vampiro.

por **Alam Lestrange** Sáb Feb 07, 2015 7:42 pm

El vampiro era capaz de darse cuenta del más mínimo movimiento de aquél misterioso ser con el que se encontraba aquella noche. Una exhalación larga salió de sus labios entreabiertos mientras que se mantenía inmóvil, atento a cada uno de los movimientos y respuesta de Armand. Pensativo ante la sensación que era capaz de percibir por parte del otro, una sensación de sentimientos que él mismo solía experimentar.

—Es curioso —comenzó —estaba totalmente seguro de no desear la más mínima compañía en el pasado sino al contrario —pronunció y luego hizo una larga pausa.

Aquellas palabras que mencionó sinceramente le hicieron recordar los pocos años que el vampiro existía como tal, el dolor experimentado a causa de ello y la reacción a evitar, en la medida de lo posible, cualquier tipo de contacto con los suyos.

—Las leyes de la naturaleza, supongo... adaptación o extinción —pronunció con un poco de melancolía en su voz, la cual mantenía moderadamente baja mientras que una de sus manos posaba sobre el asiento del banco mientras que su bastón era sostenido por la otra —me cuesta pensar que algún día podré lograr semejante proeza —finalizó con un suspiro, percatándose del aroma de aquél ser a quien creía, por primera vez compartía su mismo dolor.

por **Amadeo** Jue Mar 05, 2015 12:38 pm

-Si supongo que es eso – murmuro y giro el rostro para mirar a Mikael. No entendía realmente el por que de ese dolor, quizás por que fue algo que no deseaba, ser vampiro implicaba una vida solitaria y oscura que no muchos mortales están dispuestos a abrazar, pero entonces estaban aquellos que habían aceptado el don y sin embargo se recriminaban por ello. Suspiro largamente y volvió a mirar hacia el altar.

-El tiempo te dara la respuesta – dijo entonces, después de haber guardado silencio unos minutos –. El tiempo es un excelente maestro a veces, te enseña lecciones y solo tu podrás saber si eres lo suficientemente apto para subsistir siendo lo que eres, por elección o a la fuerza, no importa como haya sido tu transformación, tampoco es algo que puedas negarte ahora, vivir es simple fuerza de voluntad y si no la tienes, terminaras destruyéndote lentamente.

por **Alam Lestrange** Mar Mayo 12, 2015 10:31 pm

De pronto le costó bastante asimilar aquel malestar que venía arrastrando desde hacía dos años. Inhaló profundo mientras escuchaba la respuesta de Armand para luego mantener una expresión de aparente indiferencia al sentirse observado por el vampiro. Las palabras de pronto se agolpaban en el interior de su mente, siendo muy difícil la expresión de las mismas en ese momento.

—El tiempo... —¿Cuánto tiempo habría de pasar para ser capaz de llegar a la aceptación? ¿Sería posible que él, quien desde su transformación había llevado una vida amarga fuese capaz de semejante logro?

Mikael presionó sus puños y luego exhaló. Armand tenía razón: sea como fuese la transformación, le gustase o no, no había marcha atrás.

—Desearía saber si podré acumular la fuerza necesaria para lograr aceptarme, o tal vez destruirme. Una de dos... tal vez...

por **Amadeo** Vie Mayo 15, 2015 10:57 pm

-Uno nunca puede saber lo que nos depara el destino – indico –, yo mismo creía que había encontrado la felicidad cuando me iniciaron en la sangre…

Bajo la mirada y guardo silencio, imitando a Mikael, apretó sus puños con la fuerza suficiente para sentir sus uñas clavadas en su piel, pero sin llegar a cortar. Trago duramente y levanto el rostro para fijarlo en su compañero.

-Fue un año, solo un año lo que duro esa alegría y cuatrocientos de tormento y locura y todo termino de la misma forma en que comenzó… -dijo -. Un destello fugas, unas palabras y delirios de grandeza de uno solo basto para que todo aquel tormento se extinguiera y me que solo – sonrió amargamente y miro una vez más al frente, al altar.

-Pero aquí estoy, después de cuatrocientos años, más fuerte que antes y a la vez… tan débil.

por **Alam Lestrange** Miér Ago 19, 2015 10:33 pm

Su incapacidad de visión impedía al vampiro darse cuenta del semblante y gestos que el otro ser pudiese tener, sin embargo era capaz de escuchar cada sonido emitido por el mismo. Permaneció en silencio, escuchando la respuesta del otro, exhaló un suspiro para luego responder.

—Relativamente poco...—pronunció como respuesta.

Mikael no podía ser capaz de imaginar tanto tiempo resisitiendo tortura semejante. En realidad, al escuchar las palabras de Armand, simplemente podía pensar que aquél poseía bastante valor.

—Mencionaste grandeza... —mencionó, luego entrecierra sus ojos adoptando un aire pensativo —lo que me lleva a pensar que tu condición no es un impedimento para tu existencia. No te molesta ¿Cierto? —preguntó sin tacto aquello que el otro posiblemente pudiese considerar como una ofensa —pero después la soledad... —finalizó, con curiosidad, casi para sí mismo.

por **Amadeo** Mar Sep 08, 2015 10:57 pm

-No puedo quejarme de lo que soy - respondió, sin despegar sus ojos del cristo -, pese al dolor y la locura - murmuro -. No hay forma que pueda arrepentirme de ser lo que soy, de lo que me he convertido, solo puedo... puedo decir que logre superar tantas cosas.

Se quedo en silencio, sin dejar de rememorar cada instante de su existencia. Si bien no se vanagloriaba de lo que había hecho para llegar a donde estaba ahora, tampoco era algo de lo cual apenarse, no más.

Aun que había pequeños detalles, cosas que sabía aun repercutían en su presente y quizás en el futuro, eran cuestiones que iría resolviendo en futuras ocasiones si es que las tenia.

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