Civilization has nothing to offer a man once he has become a savage | Relaciones de Abel

► Nombre: Abel
► Edad: 33 años
► Especie: Humano
► Clase social: Baja
► Orientación sexual: Heterosexual
► Lugar de origen: Irlanda
► Estado civil: Soltero

Abel es un poco ingenuo, pero esto no significa que sea tonto. El haber vivido más de veinte años en las montañas, aislado de toda civilización, y haber sido encarcelado más tarde en la sucia y precaria mazmorra de una prisión, durante diez años, por un crimen que no cometió, terminó por convertirlo en lo más parecido a un animal que es guiado por sus instintos. Es precavido y muy inteligente, de mente ágil, pero nunca tuvo la posibilidad de cultivarse, por lo que a la fecha siendo un analfabeto. Tampoco sabe nada sobre la sociedad y sus banales preocupaciones. Él no tiene nada de qué preocuparse, excepto por lo que va a comer durante el día y el lugar donde va a dormir durante la noche. No entiende por qué la gente se arregla tanto los domingos ni la razón por la que acuden a una iglesia; no sabe quién es ese hombre que cuelga de una cruz de madera o qué hizo para que todo el mundo lo venere. No sabe de amor o de desamor, o de vicios y placeres, sólo conoce la soledad y el sufrimiento, el hambre y la desesperanza. Ha conocido lo mejor y lo peor del hombre, su bondad y su crueldad. Él es libre. Es salvaje. No entiende de modales o protocolos. Si algo lo hace sentir curioso, es muy probable que vaya tras ello con la debida precaución aprendida a partir de sus malas experiencias, sin importar lo peligroso que sea, porque en el fondo, aunque intente reprimirlo, es un hombre aventurero.  

Encuentra la ciudad algo muy pintoresco. Le atraen los sonidos provenientes de los comercios, los carruajes y la gente que sube y baja de ellos. Se siente fascinado por los colores y sabores en el mercado, y los niños, ¡nunca antes había visto tantos! En su alma no hay cabida para la maldad, pero las terribles cosas que ha vivido lo han vuelto bastante frío e inexpresivo y, aunque en el fondo su corazón sea el de un hombre afable y bondadoso, lo cierto es que se comporta siempre como si estuviera a la defensiva. Es exageradamente desconfiado y tiene verdaderos motivos para serlo, hechos que lo justifican. Las personas a su alrededor no le inspiran nada bueno y es capaz de ponerse agresivo si se siente amenazado, como cualquier bestia, lo cual ocurre a menudo con todo eso que desconoce. Si alguien alza su brazo y lo acerca a él sin previo aviso, su primera reacción será apartársela de un manotazo. Su instinto de supervivencia está plenamente desarrollado. Es un luchador, un sobreviviente. Optimista, aunque parezca taciturno. No es una persona depresiva, se toma la vida como viene y trata de apreciar todo lo que ella le da. Ágil de mente y muy inteligente, capaz de superar cualquier adversidad. Extraño y quizá algo extravagante. Odia a las personas que discriminan a otros porque, para él, no existen las clases sociales. Y, aunque parezca que se resiste, él sólo quiere una cosa: vivir una vida normal; ser como cualquier otro.