----The offer, the hopeless soul----{Daniel Leoni}

por **Aelric Ecrivain** Lun Ene 13, 2014 5:35 pm

Los oficiales iban pasando de un lado al otro de la sala, hablando entre ellos y moviendo papeles, haciendo bromas y gritándose cosas, como si nosotros no estuviéramos allí, las circunstancias aún parecían algo confusas, tal vez el alcohol o tal vez era por los golpes que he habían propinado en la temprana tarde, lo cierto era que no fue buena idea ponerme a beber tan desmesuradamente ni ponerme a buscar pleitos, ambas cosas eran medidas desesperadas para buscar un escape de lo que estaba enfrentado en esos días. No existió nadie más como Cloude en mi vida, fue el padre que nunca fue mi padre, fue mi amigo y fue quien me tendió la mano cuando simplemente estaba deambulando por París trabajando por comida, si tenía ahora un techo, un trabajo, dinero y ropa, era mayormente, por la oportunidad que me había dado y por confiar en mí como lo hizo, por varios meses se convirtió en mi única familia, pero ahora ya no estaba, y fue un simple descuido en un burdel, tal vez inició una pelea, tal vez tocó a la cortesana equivocada, lo cierto es que nunca lo podré saber, tendré que vivir con la idea de no haber estado con él en el momento en que me necesitó, enfrentando a criaturas que no conocía, que pánico debió sentir entonces. Luego de unas horas encontraron su cuerpo despedazado, solo al asomarme entre la multitud y ver el reloj de bolsillo que brillaba bajo su carne hecha tiras y sus ropajes empapados de sangre, pude decir que era el, que se trataba de Cloude Bonette, en propietario de la taberna, hasta ahora, más exitosa de el centro de París, aunque lo reconocí inmediatamente por su olor, pero no pude decirlo o me creerían extraño, ¿como podría reconocer el olor de alguien estando en ese estado despreciable en el que se encontraba su cuerpo? la verdad es que ni yo mismo lo se, pero era su olor, y tenía la certeza, pero ver su reloj me destrozó, aún esperaba poder estar equivocado, y que Cloude llegara tranquilo y haciendo bromas al respecto acercándose a la multitud al rededor del cuerpo. Pero Cloude se había ido, y de la peor manera, había sido asesinado de una manera brutal, los jueces determinaron que el testamento de Cloude me señalaba como su sucesor en la propiedad de la taberna, pero ya ninguna buena noticia cambiaría lo que pasaba por mi cabeza esos días, nada podía devolverme lo que esa noche me había sido arrebatado, nada podía quitarme de encima la culpa de no haber evitado su súbito final.
Los siguientes días los pasé tomando tanto o más que mis clientes en la taberna, esta desmejoró en poco tiempo, ya no me encontraba en condiciones de atender como lo hacía antes, y andaba más borracho de lo que usualmente acostumbraba. Una tarde, cuando saqué a patadas a todos los clientes de la taberna sin que fuera siquiera atardecer, y cuando estaba saliendo del lugar, dando tumbos a causa de la borrachera, vi una pelea entre un hombre y una chica que creí conocer, a estas alturas no puedo recordar si al final la conocía o no, pero interferí y al parecer, a partir de eso empezamos un caos, el hombre iría acompañado con más de seis furiosos gordinflones que acudirían a su rescate, la chica se perdía en las calles mientras a mí me caían encima como una jauría de lobos, por suerte ya había peleado mucho en mi vida y pude defenderme....algo, o estaría muerto en este momento, pero al final me vencería mi borrachera y caería al suelo donde me caerían a patadas hasta que llegara la policía y nos trajera a todos a la comisaría.
Yo estaba sentado en una banca mirando mis manos con las esposas colgado, atándome también los tobillos, con los codos en las rodillas y la mirada vacía, casi ni advertí que alguien entraba al lugar preguntando por nosotros, preguntando por mi.

por **Daniel Leoni** Mar Ene 14, 2014 6:34 pm

Daniel lo había seguido, por un tiempo, primeramente cuando lo vio tocando por primera vez el laúd en la plaza junto a la fuente, parecía tener un extraño talento innato, porque a lo largo de los años de experiencia que le acompañaban, nunca había visto cosa semejante. Fue suficiente tenerlo en las manos, para que sus dedos danzaran delicados y agraciados sobre las cuerdas y con ello conseguir increíbles melodías. Daniel había sentido algo parecido solo cuando tubo en sus manos su primer rabel, pero entonces ya era un vampiro, y eso le daba una mejor explicación a esa tan poderosa conexión. Sin embargo, este chiquillo era un simple humano, y había conseguido ello sin mayor esfuerzo.
Daniel se determinó a observarlo un poco más, había algo tentadoramente único en el, y quería conocerlo más.
Además de su facilidad para la interpretación de un instrumento de cuerda se dio cuenta que el joven tenía una creatividad exorbitante, en cuanto empezara a hacerse cargo de trabajos comunes en la taberna, tenía la necesidad de idear toda clase de artefactos y sistemas que hicieran cada tarea más sencilla y efectiva, evidentemente trazó una larga lista de errores antes de dar con un proyecto enteramente exitoso, pero nunca de daba por vencido sino hasta conseguir lo que buscaba, y cuando lograba su cometido, incluso él mismo se admiraba de su alcance e ingenio.
A esas alturas ya distaba de ser un humano común o simple, pero luego estaría esta parte algo picante, le acompañaba su fiel locura. De alguna manera parecía tener una sensibilidad especifica, había tenido encuentros cercanos con toda clase de criaturas que la humanidad se niega a aceptar, pero nunca fue afectado físicamente, sin embargo lo había hecho un ser extraño entre los de su propia raza, empezarían a llamarle loco hasta que el mismo se lo creyera, incluso hasta el punto de convencerse a si mismo que había perdido el juicio, sentía, oía y veía cosas que simplemente no podían esta allí, la explicación era que, o estaba realmente loco, después de todo, o tenía más sensibilidad que los mismos vampiros, lo que era poco probable.
Y como si le hiciera falta algo a esta inverosímil personalidad, hacía unas horas le había visto someterse a un combate contra otros 6 oponentes, que además eran más grandes que él, este se defendió hasta limites insospechados de fuerza y agilidad humana, pero era simplemente imposibles que sometiera a sus combatientes, terminó en el piso recibiendo una golpiza que, de ser una persona normal, habría acabado con su vida.
Aquel era el momento indicado para acercarse a el, ya que, de alguna manera ya advertía la presencia de vampiros en la sociedad, Daniel no temía presentarse como era realmente, dejando en evidencia su naturaleza, pretendía tomar ventaja de esto para apresarlo y envolverlo en el mundo que quería ofrecerle. Bastó leer un par de mentes, al entrar en la comisaría, para saber el nombre del hombre al que iba a buscar:
- Disculpe, vengo a pagar la fianza de Monseur Ecrivain-
Bastó con que el Sheriff le viera los ropajes para no chistar y pasarle una cuenta de cobro, el joven que venía a buscar alzó la cabeza al oírle pronunciar su nombre, le lanzó una mirada divertida y le dijo
-¿Cuando dejarás de meterte en problemas?-
No tenía razones para tratar de engañar al comisario o a los demás allí dentro, más bien lo hacía para jugar un poco con su mente. Daniel sacó de sus bolsillos unos francos que puso sobre la cuenta de cobro y la deslizó hasta el sheriff.
- ¿Que están esperando? quitenle las esposas, debemos irnos-

----The offer, the hopeless soul----{Daniel Leoni}

----The offer, the hopeless soul----{Daniel Leoni}

Re: ----The offer, the hopeless soul----{Daniel Leoni}