Stéphane Levesque

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN FÍSICA

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Es un joven decidido y lleno de vitalidad, le gusta divertirse más no le gustan las relaciones formales, odia la traición y cualquiera que se atreva a jugarle una mala jugada será la última vez que vea la luz del sol o la luna. Es muy posesivo y bastante egoísta, si se obsesiona con algo o alguien no se detiene hasta conseguirlo, es bisexual pero tiene cierta inclinación preferente hacia las mujeres. Cuando mata lo hace por diversión o venganza casi nunca lo hace por satisfacer su sentido animal y carnívoro. Disfruta de ver sufrir a los demás y es bastante frio. No cree en el amor aunque aún sigue enamorado de su creador y el latente amor hacia su madre, la única figura a la que una vez respetó. Es bastante calculador y desconfiado. Le gusta jugar con sus enemigos arrebatándoles sus fortunas o empresas.

HISTORIA

Stéphane Levesque nació en un ambiente lleno de riquezas y conflictos familiares. La familia de Stéphane se dedicaba a la venta y elaboración de perfumes, eran de los de más alta calidad en París y su exportación a lugares en el extranjero era exitosa. Su padre era un hombre libertino que gozaba de los placeres que el dinero, la juventud y el atractivo le brindaba, era la piedra de la familia, el hombre en el que en un futuro caería toda la responsabilidad del negocio familiar junto con su hermano menor pero del cual no tenían demasiada confianza debido a su actitud blanda y poca percepción para los negocios; la madre de Stéphane era hija de un abogado de clase media pero respetable en París, era una mujer muy bella y los hombres caían por montón en busca de su compañía; cuando conoció al padre de Stéphane se enamoro de la seguridad y el carisma de este sin tener el mínimo conocimiento que para él su conquista solo representaba otra más en su lista de amoríos. La pareja empezó su acto de cortejo y después de varias semanas en que el padre de Stéphane le insistió a la mujer para que pasaran la noche juntos esta accedió pero no todo salió como el hombre lo suponía, la mujer quedo embarazada confesándole a su padre lo que había sucedido entre ella y él lo que causo la esperada furia del padre de ella, este le exigió a la familia Levesque que su hijo tenía que responder por el embarazado de su hija a lo que la familia accedió sin ningún preámbulo, eran una familia honorable y no dejarían que las aventuras de su descuidado hijo los convirtieran en la comidilla de París. Desde su nacimiento su padre comenzó a tener cierto repudio hacia él debido a que fue una concepción no deseada. Su padre prácticamente fue obligado a contraer nupcias con su madre debido a su embarazo lo que despertó de inmediato el repudio del hombre a pesar de que el ser que su mujer llevaba en el vientre compartía su misma sangre.

A pesar de que no disfrutaba del amor del ser que lo engendro este se empecino con hacer de Stéphane un hombre de bien y respeto; desde muy temprana edad comenzó con una formación rígida mostrando siempre una actitud orgullosa y altanera frente al niño que desconocía las razones por las cuales su padre no le brindaba ni una muestra de cariño. A la temprana edad de 7 años su padre que se llamaba Antoine decidió inscribir a Stéphane en una internado lejos de París, así que decidió mandarlo a estudiar a Berlín en uno de los internados más ostentosos y disciplinados de aquella ciudad; ahí Stéphane conoció lo que eran las normas rígidas que marcarían su destino de por vida, los niños que ingresaban a ese internado eran disciplinados con un régimen militar, sin importar la complexión o la edad de la creatura, eran despertados desde muy tempranas horas de la mañana para que realizaran algunas rutina de ejercicios diarios, además de las cátedras intensivas para reforzar la mente de Stéphane, su objetivo era formar hombres fuertes de mente y cuerpo lo que lograban con mucho éxito, he ahí el éxito que representaba su nombre, además de las cátedras habituales a las que era sometido Stéphane también el exhaustivo plan de estudio incluía actividades extracurriculares, Stéphane desde muy pequeño sentía un gusto exquisito por la música y la lectura, así que decidió inscribirse en las clases de piano y lectura veloz que ofrecía el internado. Stéphane siempre fue un alumno ejemplar y un tanto travieso, esos dos aspectos los había heredado del carácter de su padre. A medida que fue creciendo se fue convirtiendo en un hombre apuesto y libertino, no confiaba en el compromiso y tampoco en el amor, le gustaba seducir a las chicas de su misma edad pero sin extender la relación más allá de un buen rato juntos. Todos los fines de curso regresaba a Paris con el mayor pesar que podía sentir, para él era una tortura tener que compartir el mismo techo y presencia con el hombre que lo despreciaba y al cual de un momento para otro, una reacción inesperada, lo empezó a aturdir sin mayor consideración. Todo era distinto en la relación con su madre, su lazo era fuerte y firme, al igual que acero que se reforzaba con los años, sentía un amor indescriptible por la mujer que lo dio a luz y tal vez esa era la única razón por la cual accedía a pasar las vacaciones con la familia Levesque. Pero de nuevo era víctima de la incomodidad que le producía el estar mucho tiempo encerrado en aquel infierno con facha de lugar elegante, sus padres seguían casados para seguir conservando la reputación y la imagen de ser la familia feliz Levesque, pero nada era como lo pintaban frente a los demás, sus papás dormían en habitaciones separadas y su padre se pasaba las noches cada vez que podía con jóvenes aristócratas que entraban a hurtadillas, tales como si fueran vulgares cortesanas a la mansión, en cambio su mamá se había refugiado en la escritura y el jardín que había creado detrás de la mansión, era una mujer hermosa pero al parecer su corazón estaba argentado, sin ninguna pizca del amor que una vez sintió por el hombre del cual llevaba el apellido de casada, Stéphane desahogaba sus penas en las noches, salía en grupo con sus primos y amigos de París de la alta alcurnia en busca de jovencitas que cayeran ante sus palabras o actitudes caballerosas o en los peores de los casos a burdeles atestados de mujeres hermosas y dispuestas a cumplir cualquiera de sus caprichos por una buena cantidad de francos, las noches de Stéphane eran desbordadas por encamadas y botellas de whisky, vodka o vino, llegando a altas horas de la noche a su mansión escuchando las reprimendas de su padre y los sollozos de su madre sin importarle en lo más mínimo lo que aquel primero tuviera que decirle; con cada una de sus acciones Stéphane había aprendido a ignorarlo y los pocos vestigios que quedaban del amor que una vez sintió hacia aquel ser se habían esfumado como sus noches de juerga.

Un invierno de visita en su infierno hogareño después de una noche habitual llena de mujeres y alcohol Stéphane iba de regreso a  casa en uno de los carruajes de la mansión, estaba aturdido por el acetaldehído que le recorría las venas, tan ahogado en el alcohol que parecía un muñeco de trapo con una lengua enrollada en sí misma, sabía lo que tenía que hacer entrar con el mayor sigilo a la mansión e irse a acostar a su cama para calmar con el sueño los afectos chocantes de la bebida, lo que Stéphane no sabía es que esa noche su vida cambiaría de forma dramática, de repente el carruaje en el que se transportaba Stéphane fue balanceado de un lado a otro escuchando el grito terrorífico del cochero y luego el derrumbamiento del carruaje hacia un lado, Stéphane a pesar de estar dominado por el alcohol se sintió aterrorizado y se pasó la mano por la frente viendo el vestigio de sangre que había provocado el choque de su cabeza con las paredes del carruaje, de inmediato pateo la puerta del mismo como pudo y salió afuera, se arrastro tal cual fuera una pequeña lombriz por la tierra y en ese momento algo lo agarro del cuello de la chaqueta que traía, lo levanto del suelo y miro una figura humanoide llena de pelos por todo el cuerpo y colmillos enormes saliendo como garras de su boca, de inmediato se aterró y empezó a gritar jamás en su vida había visto tal abominación, el animal le gruño en el rostro, los ojos estaban inyectados por un rojo vivo, similar a la sangre, como amaranto hirviente y fue cuando las fauces del animal se posaron en su hombros sintiendo el desagarre de su piel hasta el musculo, era un dolor insoportable prácticamente sentía morir en las garras y dientes de aquella figura enorme y llena de ira, sintió la sangre escurrir y cerró los ojos debido a que el aturdimiento por la hemorragia era más fuerte que su balbuceo y mareo debido al alcohol.

Cuando Stéphane despertó se sentía cansado, profanado y sucio, el dolor de cabeza era tremendo y con cada movimiento que hacía prácticamente sentía su cuerpo crujir, miró que estaba en un hospital y sus papás estaban cerca de él, recordó la noche anterior y las imágenes de su encuentro con aquella figura lo aterraron, de inmediato se empezó a poner nervioso los doctores tuvieron que calmarlo con sedantes bastante fuertes durante cuatro días seguidos, las pesadillas lo atormentaban e incluso tenía visiones de las fauces y ojos de aquel enorme animal, la herida en su hombro había cicatrizado de forma increíble dejando solo una línea blanca que sugería la presencia de aquella mordida, Stéphane acariciaba en todo momento el lugar sintiendo un dolor fantasma y emergiendo como si fuera una piedra que lo transportara a su cabeza las imágenes de aquel encuentro fatídico, preguntándose todo el tiempo qué era lo que había sucedido, donde se encontraba aquel animal horripilante y cómo es que había sobrevivido a semejante mordida, las respuestas no aparecían por ningún lado, el aire solo traía más y más dudas que embargaron su cabeza nublando su estabilidad emocional al igual que un manantial lleno de agua sucia. Después de una semana y media metido en el hospital Stéphane fue dado de alta, su accidente al parecer había unido a sus padres y en esos momentos no discutían ni se miraban con molestia pero tampoco había surgido amor en sus corazones pero el hecho de verles tranquilos y pacientes con sus presencias era algo que lo tranquilizaba un poco. Durante los siguientes días Stéphane empezó a notar cambios drásticos en su cuerpo, su cuerpo había adquirido más vello aunque no abundante pero si era una señal un poco abrumadora, al ver carne en estado crudo prácticamente sentía retorcer el estomago y su oído y olfato se habían afinado de forma sorprendente, podía escuchar conversaciones incluso detrás de las paredes lo que le emocionó pero al mismo tiempo hizo preocupar ¿Acaso ese encuentro había traído todos estos cambios? Él estaba seguro que así era pero su lógica gritaba dentro de su cabeza que estaba quedando demente convenciéndose que solo estaba siendo paranoico y dejándose llevar por la música y la lectura en esos momentos en que las dudas se acumulaban en su cabeza. Una noche después de un día bastante lleno de temores mirando de nuevo las visiones más vivas y sintiendo presencias que lo hacían temblar decidió sumergirse en el piano, esa noche toco como nunca antes su oído se deleitaba con el movimiento de sus manos y con el sonido de las teclas al sonar contra el vacio, estaba emocionado, jamás había captado una melodía con la fuerza y afinamiento con lo que lo estaba haciendo, finalmente decidió irse a acostar y en ese momento el infierno cobro vida, sintió que le desgarraban la piel y el estomago sin ninguna piedad, cayó al suelo gruñendo y retorciéndose del dolor, su visión se empezaba nublar y la cabeza le daba vueltas, el dolor le recorría hasta el tuétano, sentía que los dientes caían en el suelo y clavaban a martillazos desconsiderados unos nuevos, los huesos de sus dedos crujían y parecían alargarse, sentía que con un cuchillo le atravesaban la piel y jalaban en toda su longevidad hasta hacerlo sangrar, miro a una de las empleadas que apareció aterrorizada por su conducta y en ese momento todo se volvió oscuro y desconocido, como si le arrebataran el alma del cuerpo y alejaran de ese lugar para no volver a verle jamás.

La transformación era dolorosa y asombrosa, el cuerpo de Stéphane se había alargado y su pálida piel estaba cubierta por un pelaje negro azulado brillante, su boca había adquirido la forma de las fauces de un lobo y sus uñas eran larguísimas y afiladas tales cuchillos que empezarían a desgarra todo a su paso, de inmediato atacó a la empleada arrancándole la cabeza de un arañazo, el antiguo Stéphane no estaba presente, esta era una bestia llena de sed por matar, sin ninguna fuerza cercana que la pudiera controlar, el animal jadeaba y miraba a todos lados buscando a su próxima presa, cuando la mamá de Stéphane apareció la hermosa figura se plasmo en sus ojos azules y se abalanzo contra ella sin esperar ningún grito, le mordió el cuello desgarrando hasta las vertebras posterior del cuello, enterró las garras en el estomago y llego hasta las vísceras dejando un hueco en el abdomen de la mujer, esta perdió la vida mucho antes de sufrir, la mordida feroz de su hijo le había dado la repentina e inevitable muerte, subió arriba buscando a la estrella de la noche y derrumbo una puerta de un golpazo, el padre de este le enterró un cuchillo en la espalda pero eran simples cosquillas el animal se enfureció y atacó de inmediato tomando las piernas del hombre y arrancándolas desde el pliegue, este murió en el instante, le clavo los dientes en el pecho y mordió hasta llegar al corazón el cual arrancó y aplasto con furia, miro que su víctima ya no tenía vida y se levanto saliendo por la ventana y aullando como si se tratara de un orgullos asesino a la luz de la luna llena que bañaba su enorme y peludo cuerpo, empezó a correr hacia las profundidades del bosque y desapareció con la oscuridad dejando toda la evidencia de su grotesca y terrorífica escena de homicidio esperando que la luz del sol descubriera su obra maestra para que Paris empezara a temer por la presencia de un nuevo asesino entre sus calles.

Stéphane despertó en los terrosos terrenos del bosque que estaba muy lejos de su mansión completamente desnudo y lleno de sangre, la cabeza le dolía, los dedos, la boca, cada musculo que lo componía, no recordaba nada de lo que había sucedido, no recordaba cómo había llegado muy lejos de su casa mucho menos porque estaba denudo y bañado en sangre, se sintió aterrado y desesperanzado, camino entre los arboles dejándose guiar por sus nuevos sentidos y llego a un riachuelo donde miro a un grupo de jóvenes disfrutando del agua, robo algunas prendas para cubrirse y corrió hasta su mansión, cuando llego la policía estaba en toda la propiedad, no sabía qué era lo que estaba sucediendo cuando los policías lo vieron le dieron la noticia de lo que había sucedido e interrogaron donde se encontraba, él les contó la verdad lo que ellos supusieron había sido un acto vandálico para generar popularidad al matar una de las familias más prestigiosas de París, Stéphane se desmorono completamente al ver el cuerpo despedazado de su madre, el sentido de la vida había perdido todo su expresión y ahora estaba dispuesto a encontrar al culpable de semejante acto, sin el menor conocimiento que habitaba en el cuerpo del propio asesino. Después de una noche en donde se había ido a emborrachar para calmar las penas regreso a su mansión con paso tembloroso sin necesidad de carruaje y dispuesto a buscar pelea para que acabaran con su inmunda vida en el acto, pero se encontró con un hombre alto y apuesto que  lo atrajo con su olor y belleza, Stéphane jamás se había sentido tentado hacia un hombre de la manera en que este lo estaba atrayendo, el sujeto tomo ventaja de su poder y le indico a Stéphane que lo llevara a su mansión el cual sin tener el mínimo conocimiento de sus actos demente accedió con placer; ya en la mansión el hombre le contó toda la verdad a Stéphane lo que fue el detonante de su locura, el hombre le indico que él era su creador y que ahora era una bestia que se dejaría guiar por instintos asesinos y desmesurados, con una copa de vino en la mano le indico cuáles eran sus mejores opciones, una enseñanza rápida para que pudiera sobrevivir, él no se podía quedar con él porque su creación no era algo que deseaba, tampoco deseaba residir en París así que dejo dejar al joven lobo en libertad, de nuevo el rechazo y desprecio se apoderaron de su vida y esa noche recibió el beso más apasionante y sincero que jamás en su vida haya probado, estaba enamorado de aquel hombre de una forma excepcional y exquisita, un amor repentino, un amor deseoso de su cuerpo y poder pero algo que jamás tuvo. Stéphane empezó a poner en práctica cada uno de los consejos que aquel desconocido atractivo y despreocupado le había brindado, el negocio de la familia quedo en sus manos debido a que la peste afecto a su primos y tío arrebatándoles la vida; Stéphane empezó a tratar con vampiro de los cuales su creador le había alertado que eran la peor calaña con la que se podía topar pero no le importó los necesitaba para poder encargarse del mundo del perfume sin levantar sospechas de su inmortalidad, trataba con clientes a través de nombres falsos y contaba con un pequeño grupo de trabajadores serios y honestos que le brindaban toda la información acerca de los negocios y tratos con otras empresas, compras de las mismas desbancando poco a poco a todo aquel que se le quisiera interponer en el camino, estos sujetos eran vigilados por sus trabajadores amantes de la sangre con las instrucciones precisas que si alguno de ellos abría la boca la noche de París se teñiría de rojo pero ninguno soltó ni una palabra en esos 60 años de existencia que tenía Stéphane, a medida que el tiempo pasaba el se sentía más solo pasaba las noches con mujeres o hombres para calmara sus ansias pero nada le llegaba a llenar como una vez lo habían hecho sus padres o la breve noche que conoció a su creador pero no estaba dispuesto a dejarse vencer, la inmortalidad era un don exquisito y divino, algo que él gozaría aunque tuviera que vivir a través de otras pieles.

DATOS EXTRA

Le gustan las experiencias extremas y llenas de pasión

Está obsesionado con encontrar a su creador, siente un amor intense e inexplicable por él

Su fortuna se ha ido multiplicando debido a que arrebata las empresas y fortunas de todo aquel que considere como un enemigo.

Siente una atracción enfermiza hacia las vampiresas, aunque sabe que es un asunto demasiado peligroso y descomunal.

Es un amante de tocar el piano y la lectura veloz.

Odia la mentira y la traición y todo aquel que juegue con su tiempo termina convirtiéndose en otro más de su lista de asesinatos.

gracias a αgusτınα• de sourcecode