Buscando diversiones [Tema Libre]

por **Angela Landers** Vie Mayo 23, 2014 8:23 pm

Recíen había iniciado la tarde, buen momento para buscar algo de diversión en la taberna ya que había sido un día tranquilo y aburrido, la gente pasaba por las calles y Angela no estaba pasando bien el momento.

No acostumbraba a tomar pero sabía que en la taberna podía encontrarse a "un cliente" con el cual pasar un buen rato y si llegaba a tener problemas podría matarlo sin remordimientos y no sucedería cosa mayor.

Luciendo un vestido color beige con un escote un tanto provocador en la parte del busto y su cabello totalmente suelto, acompañado con unas zapatillas que hacían juego y un bolso de mano que ocultaba secretamente una daga doble, la joven había entrado al lugar y se había sentado en la barra de manera muy provocativa para pedir un tarro de cerveza y esperar a que alguien pasara o se le acercara.

Lentamente empezó a beber de la cerveza, no quería quedar embriagada pues eso no le permitiría disfrutar de la noche, sabía que podría ser peligroso por algunas criaturas pero no tenía miedo en lo absoluto.

por **Burke Eichmann** Mar Mayo 27, 2014 10:15 pm

La noche le llama como si fuera el hijo perdido, como si llorara por él mientras no lo tiene cerca. De nuevo el porte del hombre logra captar la atención de quienes lo encuentran por su paso, pero sus ojos ni siquiera son capaces de desviarse para regalarles una mirada, no hay nada más que desprecio.

La luna cubre con su manto plateado la oscuridad, los pasos del hombre resuenan a medida que dejan un eco detrás de él, para morir en un silencio luctuoso que no hace más que incrementar el enigma que existe. Una sonrisa se perfila en los labios del inquisidor, haciendo que sus labios terminen en una mueca que no deja lugar a alegría alguna, pero pronto la pantomima tendrá que aparecer de nuevo, en el momento que él interactúe con alguien deberá de colocarse la máscara que siempre le ha cubierto.

Con el bastón que descansaba en su mano termina por abrir la puerta de aquél sitio de mala muerte, sintiendo como sus fosas nasales se inundan del hedor que desprenden los borrachos, no sabe si es alcohol o los orines propios de los que estaban tumbados sin consciencia en la calle, es lo de menos. Su rostro se contrae en una mueca de profundo asco, dejando que el bastón y sus pasos resuenen anunciando su llegada.

-Un whisky- solicita dejando caer el abrigo en la silla que había al lado de la barra, observando a la gente del sitio, justo a su lado, una fémina con las curvas detalladas es la que alcanzaba obtener el premio de una mirada que se difumina a los pocos segundos cuando escucha el vaso golpear contra la madera. Muchos ojos se encuentran sobre la mujer y no es para menos, sus labios se estiran en una sonrisa que se va ladeando poco a poco antes de dar un trago a su bebida.

por **Angela Landers** Jue Mayo 29, 2014 9:14 pm

La noche transcurría al igual que el aburrimiento para Angela, veía indiferente como los hombres le devoraban con la mirada, era algo que no le molestaba en lo absoluto pero aquellos tipos le parecían insignificantes como para tener una buena diversión así que no prestaba mucho caso a esas miradas indecentes.

Fue que después escuchó que alguien se había sentado cercano a ella y había pedido un Whisky, algo no común en una taberna de mala muerte pero que le hizo girar la mirada para ver de quien se trataba.

Aquella voz le pertenecía a un hombre alto muy bien parecido, de mirada algo seria pero no en extremo, de manera cuidadosa y discreta para no ser tan obvia, observa al hombre de pies a cabeza a lo poco o mucho que logra observar, y como me ha agradado lo que sus pupilas observan, sonríe un poco mientras gira su mirada al tarro de cerveza y bebe un sorbo.

Terminando de beber, gira de nuevo su mirada al hombre y con una voz amable le trata de hacer charla.

-Hola, ¿Eres nuevo por aquí? - dijo con educación para no parecer vulgar.

por **Burke Eichmann** Vie Mayo 30, 2014 10:03 pm

De nuevo le llenan el vaso y en esta ocasión, sólo da un sorbo. Puede hacer lo que quiera, siempre lo ha hecho, es su forma de ser, es como se ha criado siempre, es todo lo que ha conocido, el placer y las riquezas. No sabe lo que son las negativas, aunque había fallado en mantener su mortalidad, aunque en ocasiones veía aquello como algo demasiado bueno, había logrado ver tanto que el conocimiento podía llegar a ser como inagotable. Una sonrisa de suficiencia se mantiene en su rostro, mientras alcanza a percibir cada uno de los movimientos de la chica que se encuentra a su lado.

Las palabras que vienen a continuación se puede decir que ya las esperaba así que sencillamente se gira lentamente, con el vaso en su mano para así dar un sobro dejando que líquido color miel se deslice por su garganta, sin que haga estrago alguno, tal vez podría ser algo de lo que extrañe de cuando era un simple mortal, pero no estaba del todo seguro de aquello, de hecho no estaba seguro de nada.

-Buena noche.- Dijo dejando de nueva cuenta el vaso sobre la barra, observando a la mujer, los ojos siempre permanecieron en los de ella -No, realmente no, pero no son los lugares que frecuento, aunque usted parece que sí...- Mencionó con la cautela necesaria, entrecerrando ligeramente sus orbes, tal vez se podía llegar a percatar de que tenía un acento alemán un tanto marcado, pues no lo había podido dejar a pesar de todo el tiempo que había ocurrido entre que regresó a París, además de que siempre que podía hablarlo lo hacía, el francés era por demás raro y se le complicaba toda esa cuestión. -¿Gusta tomar otra cosa?- señaló el tarro de cerveza, ya no recordaba el sabor, además de que nunca le había agradado del todo.

por **Angela Landers** Sáb Mayo 31, 2014 8:38 pm

labras de aquel, le parecía algo gracioso puesto que era la primera vez que visitaba esa taberna aunque también era verdad que acostumbraba a andar por lugares poco concurridos, la dama volvió a tomar un trago de la cerveza y se limitó a mirar aquel tarro por unos segundos.

Aquel hombre hablaba con un asento extraño pero familiar para la dama, pero no le importó en lo absoluto, terminó de beber su cerveza y escuchando la pregunta de aquel le miró y amablemente contestó. – Le agradezco, my lord – dijo con amabilidad y con una sonrisa en su rostro, mientras que se sentaba de modo que su cuerpo quedaba frente a aquel extraño.

Sus piernas estaban acomodadas de manera sensual pero no de manera exagerada, mientras que su hombro se recargaba en la barra, pasó unos segundos para que llamara al cantinero, le extendió el tarro de cerveza y pidió la especialidad del lugar.

Cuando la bebida llegó a su mano, le dio un ligero sorbo y mirando a aquel le preguntó – ¿Cuál es el nombre de tan amable caballero? – su mirada no se separaba de aquellos ojos de color profundo, la dama sonreía con amabilidad aunque sus intenciones iban avanzando en su cabeza.

por **Burke Eichmann** Lun Jun 02, 2014 12:04 am

Mantuvo la postura mientras la mujer se movía a su lado, parecía querer captar la atención y ¿Para qué negarlo? Lo hacía a la perfección, sabía exactamente en que momento moverse para que alguien moviera sus ojos en su dirección, sin embargo Burke lo único que hizo fue dar otro sorbo a su bebida, mientras esperaba que llegara el de la mujer.

Su cuerpo se giró levemente hacia ella, dejando que su codo se apoyara en la barra, sus ojos la analizaban mientras miraba también alrededor. -Burke, con que me diga Burke es más que suficiente, señorita...-Regresó su cabeza para terminar posando sus orbes sobre la mujer -¿Y usted cómo se llama?- Preguntó con una sonrisa dibujada en los labios, tomando su vaso de nueva cuenta y extendiéndolo hacia ella. -Después de que me diga su nombre podremos brindar por este encuentro furtivo, que esperemos deje beneficios a ambos.- Un guiño fue el gesto que dejó su ojo después de aquellas palabras mientras bebía un poco más de nuevo.

Hombres y mujeres completamente ebrios se acercaban a la barra, mientras azotaban los vasos y él se mantenía cerca de la mujer, dejando que sus dedos rozaran su mano cuando le dejó que el cristal chocara el uno con el otro. -Porque la velada sea buena.- Concluyó con la sonrisa que se había tatuado en sus labios.

por **Angela Landers** Lun Jun 02, 2014 6:35 pm

La dama puso atención a aquel hombre sonriendo con amabilidad mientras esperaba a que le trajeran la nueva bebida, -Burke... es un buen nombre, interesante – pensaba la dama mientras escuchó el golpe del vaso, girando un poco para tomarlo y beber un sorbo de aquella bebida, la dama sonrió y luego contestó – Mi nombre es Angela.

Angela se portaba demasiado amable con aquel varón de gran belleza, como la de ningún otro hombre con el que había compartido un momento agradable (o al menos eso parecía), - Brindo también por eso, porque esta ocasión no sea la única en la que nos veamos – añadió la dama a las palabras pronunciadas por Burke.

Hizo chocar su copa con la de aquel, para luego dar otro sorbo a la bebida, que estaba un poco más fuerte que la cerveza anteriormente consumida, pero eso no afectaba a la dama en ninguna manera.

Conforme avanzaba la noche, había más gente embriagada que esperaba en la barra a que le sirvieran más licor para seguir emborrachándose, pero aquello no importaba, en ese momento para la dama, no existía nadie más que aquel hombre con quien compartía sus minutos.
-Y dígame, ¿le gustaría hacer algo para que la noche no quede aburrida? – Por primera vez en su vida sus intenciones no iban en sentido sexual, aunque no le importaba si terminaban de esa manera, siempre estaba preparada para cualquier cosa que se presentara, así que sonrió de nueva cuenta ante aquel.

por **Burke Eichmann** Miér Jun 04, 2014 12:41 am

Parecía que la mujer no tenía reparo alguno en que fuera su acompañante por aquella noche y tomaría la invitación, realmente pasar el momento solo no era algo que le agradara, necesitaba distraerse, no lo iba a negar, además tanto trabajo siempre terminaba por dejar los estragos, como el cansancio, pues en la Iglesia no pensaban que en verdad era alguien que necesitaba de algún tipo de reposo, por el momento obedecería hasta que se cansara de aquella doble vida que se había dedicado a fabricar por voluntad propia, así como se había metido en aquello, podría llegar a salir en cualquier momento, al menos eso era lo que él creía, siempre debía buscar la manera perfecta de poder salir de aquello sin que nadie quisiera ponerle una mano encima, aunque fuera toda una proeza y una idiotez.

-Angela.- Pronunció el nombre con calma, dando un último trago a su bebida, dejando el vaso de nueva cuenta sobre la barra haciendo un gesto con la mano para que le sirvieran más, eso era lo benéfico del alcohol y de su condición. -Supongo que muchos le han dicho que el nombre le queda, señorita.- Las palabras dichas habían salido con el respeto necesario para las circunstancias mientras de nuevo tenía un poco de whisky en el vaso, le tomaba de nueva cuenta y sonrió, apoyando un codo sobre la barra.

-Cualquier cosa, señorita, una plática, incluso ver como todos ellos terminan perdidos, aunque eso implicaría que algunos se le acerquen y me veré en la necesidad de defenderle, al menos de que alguno le sea de su agrado para que la deje ir, sabiendo que estará en buenas manos, lo cual en verdad dudo.- Dijo dando un nuevo trago, enderezándose antes de que alguien terminara por caer encima de él. -Tal vez iba a por usted y se ha confundido.- Comentó en una broma mientras observaba a la mujer.

por **Angela Landers** Miér Jun 04, 2014 8:46 pm

La dama rió levemente ante las palabras de Burke, tomó su copa y empezó a pasar su dedo índice alrededor de aquel cristal solo dando un giro para luego mirar de frente al hombre para luego decir – Agradezco el cumplido – para luego tomar un sorbo y después continuar la charla.

-Realmente no me interesa estar con estos hombres – dijo mirando a su alrededor – quería salir un poco de mi rutina diaria y disfrutar un poco, ... y al parecer encontré una grata compañía – dijo mirándole con respeto y amabilidad.

El tiempo avanzaba al igual que el número de personas embriagadas en aquella taberna, también el estruendo que hacían por pedir más alcohol o en las pequeñas peleas que se suscitaban, pero eso no molestaba a la chica.

-Me gustaría... si de puede claro, conocerle un poco más - dijo con algo de pena - espero que este sea el inicio de una grata amistad – concluyó la dama un poco más animada.

Pasando los segundos, aquella hizo señas al camarero para que trajera algún bocadillo para degustar con las bebidas, algo ligero pero agradable aunque claro, sabía que no se podría pedir algo muy refinado en ese sitio.

por **Burke Eichmann** Jue Jun 05, 2014 11:11 pm

Escuchó a la mujer mientras esta parecía sonrojarse ante sus propias palabras, pero no entendía el motivo, aunque realmente lo que había comentado le parecía por demás extraño. ¿Amistades? ¿Quién iba a una taberna a buscar amistades? No lo sabía, aunque encontrar personas agradables en este tipo de sitios era demasiado complicado, mucho más para las mujeres. Sumado a eso, estaba el atuendo de la chica que dejaba tanto a la vista, pero mucho más para la imaginación que no sabía que era más provocativo, quizá por eso no se esperara sus dichos y por ello la sorpresa había sido tan grande, sin embargo lo único que hizo fue regalarle una sonrisa, no había demasiado que decir al respecto.

-Lo mismo digo, es bueno encontrar buena compañía en este tipo de lugares.- Un nuevo sorbo de la bebida para consumirla por completo, dejando en la barra una vez más el vaso vacío, haciendo una seña al cantinero, tal vez cualquiera pensaría que lo que quería era perder la razón, quien pudiera llegar a ver por dentro se daría cuenta que lo que quería era apagar la sed que le podía llegar a quemar la garganta de una forma impresionante, siempre intentaba evitar aquello lo más que podía, todo por órdenes de la maldita Iglesia, suponía que todavía podría contenerse aproximadamente dos días, cuando mucho, pero siempre las formas se preservaban.

-¿Conocerme? Eso es sencillo o tal vez muy complicado, señorita, quizá si le digo que pertenezco a la Iglesia no me crea y debo decir que se encuentra en todo su derecho, de ahí... Pues me agrada el sabor del whisky, pero quizá eso ya lo había notado.- Mencionó dibujando una sonrisa torcida en sus labios. -Pero entonces usted también debe dejarme conocerla para estar en igualdad de circunstancias... ¿No?- El vaso llegó de nueva cuenta a sus manos con aquél líquido ámbar llenando de nuevo el gusto del vampiro, terminó por ponerse de pie completamente y se acercó a ella. -¿Gusta que nos vayamos a una mesa? Así nos interrumpirán menos.- Sugirió tendiendo la mano hacia la mujer esperando que la tomara o finalmente rechazara aquella oferta.

por **Angela Landers** Dom Jun 08, 2014 9:33 am

La dama jugaba un poco con el líquido de su copa mientras escuchaba al joven, le sonrió al escuchar la igualdad de circunstancias, y lo de cambiar de lugar, así que ella se levantó y contestó – Si me gustaría, aquí ya se están acercando muchas personas y no se puede disfrutar de la plática – en efecto, ya las personas embragadas estaban reuniendo en la barra de la taberna para pedir más licor y eso era molesto.

Mientras la chica encontraba un lugar algo apartado para poder estar en comodidad, miró hacia donde se encontraba Burke y sonriendo le dijo – Encontré un buen sitio, espero que sea de su agrado – antes de adelantarse al lugar encontrado aquella mirando al joven continuó diciendo – y, si me parece bien que me conozca aunque.... – Hizo una pausa y mirando un poco hacia otro lado sonrió, para luego volver a verle – no se con que ojos me vea después de conocerme –

Esto se refería por su “actual trabajo” pero no le molestaba en lo absoluto, aunque como Burke había dicho que trabajaba en la iglesia, generalmente esas personas suelen ser muy puritanas. Aunque prefería esperar a decir bien las cosas para no estar imaginando reacciones.

por **Burke Eichmann** Lun Jun 09, 2014 10:29 pm

Siguió a la mujer, tomando asiento en la silla delante de una mesa bastante desvencijada, mientras apoyaba los brazos en esta. Escuchó con atención lo que ella tenía que decirle mientras su ceño se iba frunciendo poco a poco, negando ante las palabras de la mujer, no tenía porque juzgar, al menos no delante de los demás, se quedaría para sus adentros aquellos pensamientos que le pudieran llegar a la cabeza, siempre lo hacía y no tenía que haber excepción en esta ocasión, así que simplemente sonrió.

Se enderezó, acercándose a ella y mirando los ojos de la fémina, necesitaba darle aquella confianza que tanto peleaban siempre, eran demasiados años en el mundo como para no saber lo que necesitaban, aunque no podía negar que en ocasiones le fallaba. -No tengo porque pensar absolutamente nada, de los presentes es la única que me ha dado conversación. ¿Acaso cree que saldré corriendo por la puerta? ¿En verdad me cree ese tipo de hombre?- Cuestiona sin perder detalle de las orbes ajenas, mientras la voz es proyectada en un susurro. -¿Me cree capaz de abandonarla a su suerte sabiendo que aquí por lo menos una decena se mueren por poner una mano sobre su cuerpo y no de forma decente?- Su cabeza hizo un gesto de negación mientras estiró la mano para acomodar un mechón rebelde que se había soltado de la cabellera ajena. -Será que no me crea, pero pertenezco a la Iglesia, señorita, ya lo he dicho, sin embargo no busco almas errantes, tampoco aquellas ovejas negras que se han salido del rebaño. Busco un poco de distracción y si usted me cuenta acerca de su vida quizá se lleve una sorpresa.- Regresó el cuerpo hasta recargarse en la silla por completo, para así beber un poco de su whisky. -¿A usted qué la trae aquí?- Pregunta, sin perder detalle de cada rasgo que dibuja el rostro de la señorita.

por **Angela Landers** Mar Jun 10, 2014 10:50 pm

La chica le sonrió dulcemente al escuchar las palabras de aquel, al parecer este hombre era diferente a los que había conocido en su vida y eso le agradaba. Así que ya sentada le miró con amabilidad.

-Ante todo, disculpe si hice mal interpretar mis pensamientos, es solo que me dedico en algo que no todos lo ven con buenos ojos... - suspiró y luego prosiguió – Soy una cortesana... por eso no me molesta este tipo de lugares pues suelo frecuentarlos muy seguido. – Dijo con un tono de resignación.

-No todas las personas ven bien a quienes se dedican a lo mío, y suelen juzgarlo antes de saber las situaciones, muchas no empezamos por gusto en este oficio pero, ya no queda otra cosa por hacer... – terminó de hablar y tomó un poco de su copa.

-Por fortuna usted no es como los demás – Concluyó y sonrió levemente – cuénteme algo sobre usted – dijo ya con tono amable – mmm... ¿Cómo que trabajo realiza en la iglesia si no es a buscar almas perdidas? – lo ultimo lo dijo ya con más animo.

por **Burke Eichmann** Jue Jun 12, 2014 12:20 am

La mujer ni siquiera tenía que haber dicho a qué se dedicaba, era más que obvio, aquellas ropas le habían delatado, además no se inmutaba por la cercanía de los borrachos, era gusto o costumbre, al final el resultado no cambiaba. -No tengo por qué juzgarla, señorita, por otro lado le podría prestar mi apoyo para que deje esta vida, si usted quisiera, la Iglesia siempre tiene abiertas sus puertas para las almas que han sido mancilladas pero se quieren redimir.- Por mucho que practicara, el asco que le daban las palabras siempre era el mismo, aquél escozor que subía por su garganta era algo inexplicable.

-Queda mucho por hacer, señorita, queda mucho.- La parsimonia de sus palabras era inversamente proporcional al demonio que llevaba dentro, escondiendo en su ser todo ese odio que sentía por la desgraciada Iglesia. -¿Qué hago?- Sonrió, se forzó a hacerlo mientras daba un trago a aquella bebida que intentaba embriagarle, pero muriendo en el intento. -A veces salvo almas, ya se ha dado cuenta o cuando menos trato de hacerlo.- Siguió aquél tono jocoso que había usado la mujer para proseguir con la conversación. -Pero hago investigaciones, sobre lugares que se consideran sagrados, pinturas, vestimentas, cualquier artefacto que llegue a la Iglesia, mi deber es saber si es auténtico, crear la historia que le enviste para darle a conocer al mundo que hay milagros que traspasan el tiempo.- Después de aquello se metería en una tina de agua hirviendo para ver si su piel podía desprenderse y con eso flagelarle ante tanta estupidez que justamente estaba diciendo en el momento. -Muchos creen que no es interesante, a mí me agrada viajar y conocer.- Eso no era del todo mentira, aunque faltaban muchos más datos de la Iglesia que no diría, porque se podría decir que... Era la parte divertida. -¿Usted cómo vino a dar aquí?- Cuestionó con cautela. -Si no quiere decirme no hay problema.- Le dedicó una sonrisa para inspirarle la confianza necesaria.

por **Angela Landers** Lun Jun 16, 2014 3:43 pm

La dama sonrió mientras escuchaba las palabras de aquel joven quería ser cortés pero para ella ya no había marcha atrás. – Le agradezco pero... para mí ya no hay salvación alguna además, de que le serviría a la iglesia solo se trabajar de una manera y no creo que mis pasatiempos sean de utilidad – cuando dijo eso se refería a esa forma de ser asesina que en ciertas ocasiones salía a flote y que gracias a eso podía seguir sin ser lastimada ya que si había alguien que le molestara o atacara, simplemente lo mataría.

Dio otro sorbo a la bebida y con eso dio término, llamó al cantinero pero ahora para pedir un vaso de agua ya que había bebido demasiado para su costumbre, mientras esperaba a que le trajeran el agua prosiguió – es muy interesante su trabajo, sobre todo el poder adentrarse a la historia de cada objeto-

Una vez que le trajeron el agua, bebió un poco y continuó a la pregunta que le había hecho Burke.

-No tengo porque ocultarlo, me obligaron a esto desde pequeña, me arrebataron de mi amada Alemania y me entrenaron para servirle a los hombres y darles placer con el deseo de la carne – sus últimas palabras sonaron lastimeras, pero ya no había nada que remediar, por lo menos se sentía satisfecha de haber podido dar muerte ella misma a aquellos mal vivientes que le habían creado como cortesana - resumida, esa es mi historia, simple y sin algo interesante para contar – terminó diciendo con una sonrisa.

-Pero dígame, si no es molesta o si no soy muy entrometida ¿Cómo empezó a trabajar en la iglesia?. – dijo ya con un tono de curiosidad.

por **Burke Eichmann** Lun Jun 16, 2014 11:17 pm

No le gustaba quedarse con las palabras "No", eran palabras que para él no llenaban absolutamente nada, suspiró largamente, estaba ¿Decepcionado? No, pero simplemente era un poco aburrido todo eso, siempre diciendo que no se podía, que no había salidas, que nada en sus vidas volvería a cambiar porque ese era el camino que les había tocado, ¿Por qué todos eran tan mediocres siempre? Pues no lo entendía, tampoco sabía como es que todos se iban siempre por el camino más fácil, luchar nunca había sido opción para ellos, ni siquiera para esa mujer que parecía haber obtenido lo que deseaba, seguir con vida, pero aún así le dolía tener que estar ahí. Pero no haría nada por no fatigarse un poco, eso era malo, pero sobre todo para ella, lo único arruinado de Burke era la noche, para la señorita... Toda su vida, no estaba ahí para hacer que alguien caminara por las baldosas amarillas hasta conseguir la meta, sino para divertirse, tomar un poco y conocer a alguien.

-Usted no sabe todo lo que necesita la Iglesia, verla por dentro no es tan majestuoso como lo es por fuera, aunque es mucho más enigmático, se lo puedo asegurar, además la casa de Dios siempre tiene un lugar exacto para todos sus hijos, no hay nadie que se quede sin poder entrar.- Pensar una cosa, decir otra, era parte de su día a día, se había acostumbrado, a veces se preguntaba si no se tragaba toda la basura que decía y la respuesta era muy sencilla, no, no se creía absolutamente nada, pues habían sido demasiados años siguiendo aquellas mentiras, sin que nada cambiara, ni siquiera un poco, excepto el dinero que iban acumulando, excepto el dinero y las atrocidades que se dedicaban a hacer día tras día, una blasfemia tras otra y nadie se daba cuenta pues se vestían de santos, había resuelto que era la mejor forma de lograr lo que quería, además tendría protección gratis.

-Entre porque mi madre era muy devota, desde chico me enseñó la palabra de nuestro Señor y me llevó por ese camino, hasta que desafortunadamente partió, sin embargo me quedaron sus deseos.- La vieja era de lo más detestable, pero gracias a los demonios que estaba muerta hacía varias décadas. -Conocer de gente que ni siquiera conocí, pero saber su historia es fantástico.- Le miró mientras jugaba con el vaso entre sus dedos, su cuerpo se inclinó un poco hacia la mujer. -No se arrepentirá si entra a la Iglesia, nadie tiene porqué saber de donde le he sacado o en que sitio le he encontrado...- Murmuró mirándola con cierta complicidad, mientras intentaba ganar la confianza de aquella fémina.

por **Angela Landers** Miér Jun 18, 2014 8:43 pm

Angela miraba con amabilidad a Burke más sin embargo no tenía planes de entrar a la iglesia, si bien le habían obligado a entrar al mundo de la prostitución ya estaba demasiado acostumbrada a esa vida y no tenía planes de cambiar de profesión, pero estaba atenta a lo que decía aquel hombre ya que sonaba interesante.

“no habrá problema si solo doy un vistazo además, nadie cambia de la noche a la mañana y dudo que me hagan cambiar” – pensaba mientras sonreía un poco viendo su copa, siguió escuchando parte de la historia de aquel joven la cual le pareció algo linda ya que había seguido las enseñanzas de su madre y eso hizo que se preguntara ¿Qué hubiera pasado si se hubiera criado completamente con su familia?.

Quedó pensativa solo unos segundos hasta que bebió otro poco y dijo al fin mirando su copa- Soy un hueso duro de roer, pero me llama la atención el conocer más de la iglesia, habrás notado que no soy nada devota y desconozco mucho sobre ese sitio pero supongo que es mejor que estar en este sitio – dijo señalando a los borrachos.

Acomodó sus cabellos detrás de su oreja izquierda y quedó unos segundos mirando hacia la muchedumbre, luego cambió su mirada hacia su bebida como todavía algo pensativa.

por **Burke Eichmann** Dom Jun 22, 2014 7:09 am

Ella no quería dejar esa vida y siendo sinceros, Burke tampoco esperaba que eso pasara, en sus tiempos libres y cuando las necesidades lo ameritaban era de los primeros en ir a buscar la compañía que dejaba alguna cortesana, aunque pocas veces pagaba por ello, siempre había sus excepciones, claro estaba así que tampoco le molestaba en lo más mínimo, no se justificaba en "soy hombre" simplemente lo hacía porque la gana le daba, era tan sencillo y a veces tan complicado de entender que en ocasiones más de uno le criticaba, siendo sinceros, todo mundo critica cuando no tiene una vida propia, por lo que hacía al inquisidor, las palabras se resbalaban como si nunca hubieran sido pronunciadas.

-Un hueso duro de roer...- Una sonrisa torcida fue la que apareció en sus labios mientras pensaba las próximas palabras. -La Iglesia tiene pros y contras, como todo en esta vida, pero...- Se mantuvo callado unos minutos más, tomando un poco más de aquél líquido, observando como ella cambiaba el alcohol por agua. -Conocer de la Iglesia nunca está demás, después de todo no puede gustarte algo que desconoces, así que claro, puedo ser tu guía, si así lo deseas, tiene tantos secretos que esconder.- La última parte de aquella frase llevaba veneno puro enmarcado en cada palabra mientras que dejaba su vaso una vez más sobre la mesa, completamente vacío, paladeaba el sabor que le había dejado en los labios, pero sin que este exitósamente hubiera calmado aquella sed que le provocaba la garganta.

por **Angela Landers** Dom Jul 27, 2014 7:25 pm

-secretos.... - dijo con tono de interés, si algo tenía aquella mujer era que su curiosidad a veces era demasiado aunque siempre la controlaba para evitar tener problemas.

-me encantaría que fueses mi guía - dijo con tono algo alegre pero sin perder su postura de coquetería, no era que quería coquetear en ese preciso momento simplemente ya era la costumbre que tenía de antaño.

-y ¿por donde comenzamos? - le preguntó con curiosidad en sus palabras mientras volvía a dar un sorbo al agua con algo de delicadeza, y luego pedía algún bocadillo pequeño para calmar una cierta hambre causada por el vino que había tomado anteriormente (eso le sucedía cada vez que tomaba, le despertaba el apetito).

Mientras esperaba alguna respuesta de aquel joven, la mujer miró con curiosidad a los hombres que estaban en la barra, se habían acumulado varios pero casi todos estaban a punto de perder el conocimiento, y eso le causaba algunos recuerdos de sus primeros clientes, esos recuerdos no eran agradables y la dama suspiró profundamente.

por **Burke Eichmann** Sáb Ago 02, 2014 7:51 pm

Observó cada postura de la mujer, parecía que algo la acojonaba, sin embargo se limitó a observar, sin hacer comentario alguno, era una de las muchas cosas que siempre le había sorprendido de él, que podía ir guardando información y su memoria había incrementado después de los años, podía ver cualquier detalle y después analizarlo, una gran ayuda para todo lo que le mandaba la Iglesia, para todos los datos que iban acumulándose en su mente, todo podía formarse tan confuso y para él todo era completamente claro, podía decir fechas, nombres y lugares sin llegar a titubear, presumiendo todos sus conocimientos.

-Si gusta podemos ir a otro lugar para cenar de verdad, y no con esos bocadillos, que claro... Si a usted no le molestan no tengo problema en ello, tal vez para que se sienta más cómoda.- Sonrió de lado y volvió a llenar su vaso para seguir bebiendo, sus sentidos soportaban tanto que podía seguir escuchando a aquellos que se habían ido a la puerta trasera para saciar sus deseos más bajos, logrando percibir los sonidos y el aroma que desprendían ambos en cada uno de sus ilícitos movimientos.

-Le puedo enseñar parte de todo y de nada, como usted guste y me va diciendo lo que le interesa saber, que dudas tiene y en la medida de mis posibilidades podría irle aclarando cada una de las situaciones, para ver si le convenzo de entrar a la protección... De la Iglesia.- De un sorbo dejó su copa vacía, la cual inmediatamente fue llenada y se vació casi con la misma rapidez. Un hombre se recargó casi en su espalda y Burke se puso de pie dejando que este cayera al piso. -Eso pasa cuando beben de más.- Extendió la mano hacia la mujer. -¿Quiere cambiar de mesa o de lugar?- Preguntó esperando que la rubia respondiera algo en aquél momento, después de todo decidiría ella, al menos en ese momento.

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