Una visita casi no planificada (Kamaria)

por **Maharet1** Dom Ago 29, 2010 5:40 pm

Eran las 6 de la tarde de un dia lluvioso, estaba sentada en el borde de una de las camas de los tantos cuartos que habia en la mansion con la mirada perdida, las cortinas de color rojo sangre estaban cerradas menos una. Me levante de la cama y me acerque a la ventana y ver como caia las gotas de agua que chocaban contra la ventana. Al poco rato escuche el grito de una persona en alguna parte de la mansion, no le preste atencion y me aparte de la ventana para dirigirme a la puerta de la habitacion.

Sali, y me cruze con una de las sirvientas, me saludo y se aparto de mi camino para continuar con su labor, yo segui en direccion contraria hacia la biblioteca para dejar el libro de medicina que "tome prestado", en la noche que me encontre con Stephen. Cuando entre a la biblioteca prendi una de los candelabros que estaban en el escritorio de Mekare, lo cogi y me lo lleve para que me alumbrara entre los pasillos de los grandes estantes cubiertos de libros de todas la epocas. Cuando deje el libro en el estante de medicina, encontre una hoja suelta entre los libros, la saque y vi en ella escrita el nombre de Kamaria.

Recuerdo ese nombre en algun sitio-pense

Sali de la biblioteca y fui al comedor, que solo estaba de decoracion, y me sente en la cabezera de la mesa. Luego de un rato uno de los sirvientes me anuncio la visita de una dama.

por **Kamaria** Dom Ago 29, 2010 6:28 pm

Cada recobro del sentido era un nuevo alumbramiento, y el nacimiento de una noche que podría exprimir aun sin demasiadas ganas de explorarlas más que el hambre y… un posible y reciente curiosidad…

Como Vivian los vampiros que se determinaban a llevar una supuesta vida? Resultaba aquello en un enigmático suceso paradójico. “Vivir aunque se esté muerto”…

Escupió la tierra de su boca, sencillamente a veces los despertares repentinos se iniciaban con ese sabor para luego proseguir con el proceso pausado de ascender entre los “peldaños” de fango y polvo. Esta vez, más fango que otra cosa. Al asomar su rostro entre la tierra unas gotas frías le avisaron de la lluvia aunque ya su olfato se recreaba con el aroma de la humedad.

Más parsimoniosa que otras veces se libro de aquella cuna que le abrazaba y protegía durante el día, llevándole esa sensación de pertenencia al mundo sin apartarle de la realidad del sepulcro. Kamaria daba por hecho su muerte y no mendigaba a la real vida una apariencia atractiva que diera la confianza a los inocentes mortales para creer en una humanidad que ella no poseía, ya no. Pero… tampoco aquella. Había notado su presencia como una antorcha de fuego en la cara y ese solo sentimiento le resulto tan retador como agradable. Miedo? Por qué? Aun no lo conocía… aquello era su delirante curiosidad.

Los caminos se abrían o bien cerraban ante ella en callejas que proseguían a la continuidad de ese bosque donde habitó durante el día en sus entrañas. La lluvia pulía su piel sin poros, sin nada que absorbiera realmente esa humedad, deslizándose por la blanca superficie, por la lechosa faz y acumulándose en el harapiento vestido. Un suspiro… una fiera remontando tejados, calles, paredes y sonriendo por solo esa sensación. Las sed esperaría… solo un poco más.

Tiempo de aguardar… que gran estructura estaba ante ella. Tanto lujo le recordaban a los palacios de grandes terratenientes… pero esta obra lucia mejor. Era… esa… como le decían? Modernidad de la actualidad. Y parís… siempre escuchaba que parís era muy moderna.

Las puertas se abrieron en cuanto tocó. Intentar esa vez ser amable no estaba mal. Las puertas se abrió pero ella ya no estaba allí. La doncella miro extrañada el vacío por un momento imaginando a un bromista y luego en el otro, remontándose a cuentos de fantasmas. Que con la risita que presintió tras ella confirmo con total espanto. – Tu ama – Fueron las palabras de aquella extraña figura más parecido a un espectro horripilante que a una mujer. Pero era eso, una mujer vestida de… tierra y agua, además de telas rotas, sucias y desgastadas. La sirvienta a penas recobraba el aliento, su cuerpo temblaba con violencia dificultándole hablar mientras contemplaba con ojos muy abiertos a la joven. -… ah ep.. absb.. . Por … ujmm.. aquí…- le señalo un pasillo y la vampireza comenzó a andar por el sin esperar mas. Sus ojos admiraban el entorno y lo de dejaban de admirar de la misma manera. El lujo nunca fue algo a lo que diera mucho valor… y eso, difícilmente cambiaria.

La doncella la alcanzo casi que a la carrera poniéndose a su lado para guiarle mientras soberanas preguntas se formaban en esa suave cabecita. Todo muy agolpado y presuroso hasta que alcanzo la estancia donde estaba su señora y dio anuncio de la otra mujer. “una dama” Esta vez no sonrió pero observando su reflejo en un espejo decorativo en la pared, le pareció que aquello era más un comentario forzado. Y si… efectivamente en la mente de la mortal solo percibía la palabra “loca”

por **Maharet1** Miér Sep 08, 2010 10:45 pm

Levante la cabeza para ver a la muchacha que estaba en la puerta del comedor, no recordaba quien era, pero suponia que al leer su nombre en ese papelito ella vino a la mansion. Quedamos en silencio mirandonos como dos extrañas, no habia nadie en el comedor y una de las ventanas se abrio con fuerza por los vientos descontrolados, mis cabellos taparon la mitad de mi rostro. No me moleste en cerrar la ventana.

-Sientate-le dije, levantando la mano y señalando el final de la larga mesa-sabes quien soy?

por **Kamaria** Miér Sep 08, 2010 11:23 pm

- No tengo idea – Fue la respuesta inmediata respecto al asunto de si sabia quien era ella. Prácticamente había sido guiada allí por su instinto y por la remota sensación de que alguien hurgaba en su cabeza. Sus ojos recorrieron casi que sin moverse, la figura entera de esa mujer, captando incluso el sonido que elaboraba el sibilante viento mientas soplaba en su ingreso invasivo por la ventana. El viento era libre, estaba en todo. – No respiras… no como esos que te sirven, pero sí como yo. – agregó. No hizo ademan alguno de abandonar el umbral de la puerta ni mucho menos de sentarse. Pareció ignorar enteramente ese “pedido”.

La doncella se había marchado… su aroma humano se restregaba en las ganas de la voraz “dama” ah… el hambre!
Sonrisa discreta aunque para nada disimulada. Nunca había resistido el hambre, ni siquiera cuando a los que devoraba eran los suyos y los negros de su infancia.

por **Maharet1** Vie Oct 08, 2010 7:31 pm

Una vampireza insolente-pense

Como no habia aceptado mi invitacion a sentarse, no volvi a pedirselo. Me limite a seguir mirandola hasta que el viento ceso, me levante a cerrar la ventana, prendi uno de los candelabros y me volvi a la ventana.

-soy Maharet, Reyna de los Condenados-le dije-¿cuantos años llevas "asi"?

No me gustaba muchas veces presentarme, aunque al pasar de los tiempo, los "nuevos" nunca sabian quien era y siempre habia que hacerles saber quien era quien. El titulo de Reyna era tan positivo como tambien tan negativo.

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