Trésor [Yong Ha]

por **Dong Yul Kang** Jue Jun 19, 2014 11:36 pm

Había conseguido un trabajo de medio tiempo para ayudar a su hermano con los gastos de la pequeña casita donde vivían, o más bien aportar para que no faltara la comida y tal vez unos pocos lujos –que no eran la gran cosa, pero para alguien como ellos era demasiado- y así también ayudaba en que su hermano no forzara tanto el cuerpo. Había visto como el mayor llegaba cada día rendido mientras que el ¿Qué hacía? Nada, solo estar ahí en casa sin saber que hacer pero ya las cosas tomaron un nuevo curso. El cual desde un principio debió ser pero eso ya no importaba, ahora ambos con un trabajo se sentía mucho mejor, sin la vergüenza que antes le embargaba por ser un flojo, le debía mucho a su hermano y ese día iba a retribuirle un poco.

Le tenía una sorpresa, con un poco más de esfuerzo aquella mañana había ganado de más y se propuso llevar a su hermano a un lugar que no tuvieron el privilegio de ir cuando niños pero ahora podían disfrutar por lo menos esa vez, aunque tampoco era solo para niños. Ya se había puesto a curiosear por ahí como solo el sabía hacer y muchos jóvenes de su edad, incluso personas más mayores iban solo para pasar el rato. Si esa gente se divertía ¿Por qué ellos no? Y ante ese pensamiento espero ansioso a que la puerta se abriera. Y cuando lo hizo, tomo la mano de su gemelo impidiendo que entrara a la casa y volviendo a cerrar la puerta comenzó a caminar , sin dejar que alguna palabra se escabullera de la boca ajena.

— ¡Vamos! Te tengo una sorpresa — fue lo único que salió de sus labios, mientras le sonreía para darle confianza ¡Y no era para menos! Eran especialistas en meterse en problemas. Como aquella ultima vez en el burdel, ese suceso fue el colmo. Estuvo enojado con su gemelo por un buen tiempo pero este día las cosas serían diferentes, se divertirían como nunca...

¡En el parque de diversiones!.

por **Yong Ha Kang** Vie Jun 20, 2014 12:21 am

Y arrastraba los pies por las calles lodosas que llevaban hasta su pequeño hogar. Hasta ese rinconcito un poco húmedo y escondido; pero al menos, lo mantenían limpio y se estaba cálido allí adentro. Quizás no era tanto por las pocas cosas. Quizás no era el hecho de que su hermano pusiera esmero en que entrara más luz, limpiando como maniaco a veces la ventana que no tardaba en ensuciarse.

Quizás, solo era el hecho de que ese lazo tan fuerte que tenían, esa hermosa hermandad; era tan fuerte, que los hacía sentirse cobijados. Al menos para Yong Ha asi era. Adoraba a Dongie, y no soportaba la idea de perderlo. No soportaba la idea que que algo malo le ocurriese si él no estaba presente. No soportaba verlo quedarse con hambre aunque alegara que no importase.

Estaba realmente molido aquel día. Le dolía la espalda y un poco los brazos. Nada que un buen sueño no calmase. Aunque quizás eso preocuparía a su dongsaeng. Entonces… quizás lo mejor solo era simplemente entablar conversación con él, dejar que cayera la tarde y llegara la noche… y listo! A la cama como niño bueno.

-¡DONGIEEE! - gritó como era su costumbre apenas abrió la puerta, a modo de saludo para su hermano, pero grande fue su sorpresa, cuando esté le tomo del brazo, concretamente su mano y le impidió el acceso a casa. Yong ha frunció el ceño y su boca formo una pequeña “o” de sorpresa.

Dong Yul comenzó a avanzar alejándose de casa. Y lo arrastraba a él. Lejos de su calorcillo. Lejos de sus ganas de echarse a dormir. ¿Por qué hacia todo eso? La respuesta llego pronto. Su hermano le dio una sonrisa y una escueta aclaración. Y entonces su expresión se relajó, pero no mucho.

Fue entonces que se detuvo de golpe, ejerciendo fuerza
-¿Sorpresa? ¿Qué clase de sorpresa? ¿Estás bromeando conmigo, hyung? - pregunto con gesto curioso. No debería desconfiar de Dong Yul. De los dos, debía reconocer que el chico era el más sensato y precavido. No opuso más resistencia y se dejó guiar por él. -Me has asustado, asi que más te vale que sea algo bueno, eh? Carita de pato. - y le jaló la mejilla.

por **Dong Yul Kang** Dom Jul 20, 2014 11:49 pm

Solo pudo avanzar unos cuantos pasos más cuando sintió que su hermano ejercía fuerza para detenerlo, provocando que volteara un poco el rostro hacía atrás para verlo directo a los ojos con la curiosidad pintada en ellos para a continuación alzar una ceja haciéndole la muda pregunta de “¿Qué sucedía?” y es que ¿A caso uno no podía llegar un día y tenerle una sorpresa a su hermano? Dong Yul no se metía en tantos problemas como el otro, para que dudara de su persona pero bueno… tampoco era una santa paloma.

— ¡No estoy bromeando! Si te digo que te tengo una sorpresa ¡Es porque es verdad! Uhm... hoy no tengo ánimos para meternos en problemas así que relájate y confía en tu hermano —llevo un dedo a la altura del pecho de Yong Ha y le pico ahí regalándole después una sonrisa confiada.

Y es que nada malo podía pasar ¿Verdad? Solo era una ida al parque de diversiones, aunque claramente no se lo diría a su gemelo, quería que este viera por sí mismo el lugar y ver como la felicidad lo embargaba hasta poder apreciar como aquellos ojos oscuros tenían aquel brillo… pero si se ponía a pensar mejor ¿Y si su hermano encontraba infantil ese lugar? No sabía bien cómo reaccionaría ahora. No había pensado en ese detalle ya que por más que las personas que iban a ese parque eran de edad variada podía alguien pensar que solo debían de ir los niños.

Miro de reojo a su mellizo mientras reanudaba el camino ya no tan animado como antes, ahora ya no sabía si su plan era bueno. Tal vez era malísimo y solo molestaría a su hermano con eso, aunque también podía ser todo lo contrario, esperaba que fuera eso último si no, no sabría como actuar.

— Que idiota soy —murmuro solo para ser escuchado por su propia persona, dándose cuenta que ya faltaba poco para llegar. Haciendo su andar algo más lento sintiendo como los nervios le invadían a cada paso que daba porque no sabía que sucedería. Suspiro al ver que el parque de diversiones se veía desde la distancia— bueno… no sé si te guste ¿Sabes? —le hablo sin detenerse hasta ya estar al frente de este— bien… aquí estamos, eh… ¿Sorpresa….? —dijo lo último no muy seguro volteándose para ver a su hermano, esperando por su reacción que lo tenía demasiado nervioso.

por **Yong Ha Kang** Vie Sep 12, 2014 11:25 am

Entrecerró los ojos hasta formar dos medias lunas acusadoras. Allí iba el tonto de su hermano… ¿Qué se supone que estaba queriendo decir con ese “Hoy no tengo ánimos para meternos en problemas”? No era su culpa… Ninguna de las veces anteriores, donde se vieron sacados a patadas de un burdel, ni cuando se vieron perseguidos por enormes mastines y terminaron oliendo a pescado por tres días por esconderse cerca de los desperdicios del mercado; ni… otras tantas calamidades, habían sido porque las tuviera planeadas. -Yo confío en ti, Hyung; pero… que sepas que ninguna de las veces en que hemos estado metidos en problemas, las he planeado, eh eh! No soy tan tonto como para ir de cabeza a los problemas. -murmuró con tono ofendido.

Y si tenía ser sincero, eso que acaba de decir, tampoco lo ayudaba mucho. Demostraba de una u otra forma, que el mellizo con más luces, era Dong Yul.
Quizás el chico se llevó toda la inteligencia y prudencia y esas cosas. El Yong Ha, solo se llevó la guapura.

Ese pensamiento lo hizo reír. Dong Yul murmuró algo, pero no logró entenderlo. Decidió omitir preguntar el que había dicho por esa vez. A veces, tenía la sensación de que su hermano aparte de cara de pato, era un tanto loco. Que fuera más listo, no lo salvaba de la locura. Claro que no. Siguió caminando al lado de su hermano, pateando una piedrecilla. Demasiado concentrando en la piedra y sus divagaciones sobre su teoría acerca de la locura de su hermano, apenas se dio cuenta que esa cosa tan luminosa y llena de algarabía, que tenían delante, era el parque de atracciones. Por un momento juraba que habían tomado el camino que los llevaría al mercado.

Ya hasta había planeado comprar un poco de queso.

Miró atentamente el enorme letrero. Parpadeando para convencerse que estaban allí y no frente a la tienda de quesos de la señora Pointe. Su cara en ese momento quizás no tenía expresión.

Pero era plenamente consciente que su hermano lo estaba observando, aguardando ansioso por su reacción. Por decirle algo. ¿Gustarle? Curiosa pregunta. Los segundos pasaban, mientras algunas personas pasaban entrando al sitio y otras más, salían. Alguna le dio un codazo al pasar y entonces parpadeo. Dándose cuenta que sus labios se habían quedado abiertos sin decir nada.

Esos segundos, quizás se habían transformado en milenios de angustia para su hermano.

Silencio.

Uno. Dos. Tres

-¡KANG DONG YUL! ¿¡Cómo puedes preguntarme si me gusta?! –-le dijo gritando, girándose para verlo. Lo tomó por los hombros y lo zarandeó un poco mientras lo hacía, para entonces, componer la sonrisa más amplia que pudo. Sus ojos se llenaron de la chispa propia de un niño pequeño en su primera vez en un sitio como aquel. Como cuando comes tu platillo favorito. O el día es tan bonito que no puedes evitar silbar por las calles y agradecer el estar simplemente vivo. -¡Es una fantástica sorpresa!- -le aseguró, estrujándolo con fuerza, atrayendo la mirada de más de uno. Sin duda debían pensar que el loco era él y no Dongie.

Pero… había algo… que le provocaba un poco de…-¿Trabajaremos aquí? Siempre he querido entrar a uno de estos sitios, no importa si tengo que trabajar aquí. ¿Venderemos manzanas de caramelo? ¿O conseguiste trabajo como vendedor de palomitas? Me gusta su olor. -Si, el tipo era totalmente lento.

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