AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Mademoiselle Claudia
3 participantes
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Mademoiselle Claudia
por Claudia1 Mar Jun 24, 2014 1:58 pm
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Claudia (du Pointe du Lac o Lioncourt).▲EDAD▲
70 años reales, 5 aparentes. ▲ESPECIE▲
Vampiro.▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase Alta.▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Asexual.▲LUGAR DE ORIGEN▲
Nueva Orleans, USA.▲HABILIDADES/PODERES▲
► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS:
- Spoiler:
→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
→ Atributos: Colmillos afilados, uñas afiladas (en algunos casos), piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.
► PODERES INNATOS:
- Spoiler:
→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.
► PODERES A ELEGIR:
- Spoiler:
- → Seducción: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o emocionalmente a la persona poseedora del poder. El vampiro seduce a los demás hasta lograr controlar las emociones de su adversario a su antojo. Funciona en cualquiera de los dos sexos. Este poder funciona únicamente como atracción.
→ Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso darse cuenta, mediante palabras con entonación imperativa, es decir, ordenándolas.
→ Confusión: El vampiro puede hacer que su víctima se sienta completamente desorientada sin más que mirarle a los ojos y hablar con él. La víctima sólo será consciente de fragmentaos sueltos de sus propios recuerdos. Se sentirá confuso constantemente y vagará de un lado a otro, aturdido y sin saber que hacer exactamente. La confusión es temporal.
Claudia es alguien que no se podría clasificar como persona, más bien es una criatura de instintos, afectiva con quien ella cree, es merecedora de sus atenciones, caprichosa, sin duda alguna y esto es gracias al trato tan minucioso y aprensivo de sus padres, especialmente de Louis.
Manipuladora, sin duda es uno de sus talentos innatos, y probablemente algo que hace sin siquiera pensarlo, es capaz de utilizar todas sus armas para que todos sus caprichos sean cumplidos, exceptuando uno. Es una cazadora innata, quizás, al igual que los felinos y otros animales que por naturaleza se ven orillados a buscar su presa para sobrevivir, Claudia es capaz de engatusar a sus víctimas, las cuales suelen ser variadas y sin importar edad o género, siempre y cuando le provean el sustento necesario para saciar su sed de sangre.
Es posesiva con aquello que ella considera de su propiedad, tiende a amar de una forma destructiva y poseer las cosas con tanta aprensión que podría causar daños a terceros e incluso a ella misma con tal de retenerlo a su lado.
Moralmente es incapaz de distinguir el bien y el mal, según los estatutos mortales, para ella todo aquello carece de un sentido impráctico y carente de estética, se deja guiar por lo que ella considera su propia ética, y esto debido a la corta edad en la que fue transformada. Se cree que el hecho de haber “muerto” a tan corta edad, le impidió apreciar al mundo con los ojos de un ser humano, y ella misma se considera y considera a toda su raza, una especie muy separada de la especie humana a los que solo considera por compasión y curiosidad. Por ello, Claudia puede resultar cruel en ciertos aspectos.
A ojos de sus padres y mortales, Claudia es todo un misterio, siempre callada y con unos modales exquisitamente moldeados, una mirada y mente atemporal a su aparente edad, y una sensualidad ajena a su diminuto cuerpo, puede resultar demasiado tentadora, como una flor silvestre incapaz de explotar su belleza natural debido a su condición.
Simplemente Claudia es una mujer atrapada en un diminuto cuerpo de muñeca.
Manipuladora, sin duda es uno de sus talentos innatos, y probablemente algo que hace sin siquiera pensarlo, es capaz de utilizar todas sus armas para que todos sus caprichos sean cumplidos, exceptuando uno. Es una cazadora innata, quizás, al igual que los felinos y otros animales que por naturaleza se ven orillados a buscar su presa para sobrevivir, Claudia es capaz de engatusar a sus víctimas, las cuales suelen ser variadas y sin importar edad o género, siempre y cuando le provean el sustento necesario para saciar su sed de sangre.
Es posesiva con aquello que ella considera de su propiedad, tiende a amar de una forma destructiva y poseer las cosas con tanta aprensión que podría causar daños a terceros e incluso a ella misma con tal de retenerlo a su lado.
Moralmente es incapaz de distinguir el bien y el mal, según los estatutos mortales, para ella todo aquello carece de un sentido impráctico y carente de estética, se deja guiar por lo que ella considera su propia ética, y esto debido a la corta edad en la que fue transformada. Se cree que el hecho de haber “muerto” a tan corta edad, le impidió apreciar al mundo con los ojos de un ser humano, y ella misma se considera y considera a toda su raza, una especie muy separada de la especie humana a los que solo considera por compasión y curiosidad. Por ello, Claudia puede resultar cruel en ciertos aspectos.
A ojos de sus padres y mortales, Claudia es todo un misterio, siempre callada y con unos modales exquisitamente moldeados, una mirada y mente atemporal a su aparente edad, y una sensualidad ajena a su diminuto cuerpo, puede resultar demasiado tentadora, como una flor silvestre incapaz de explotar su belleza natural debido a su condición.
Simplemente Claudia es una mujer atrapada en un diminuto cuerpo de muñeca.
Su historia es relativamente corta. Hija de una mujer que murió debido a la peste que llego a los barrios más pobres de Nueva Orleans, lugar donde nació y creció, fue encontrada moribunda por un hombre al cual solicitó su ayuda. Ingenua a su edad tan mínima, incapaz de razonar o distinguir el peligro, asustada ante el pensamiento de quedarse sola en un lugar tan lúgubre como lo era su casa, llena de grietas y goteras y el mal olor proveniente de las calles, rodeada de ratas, dejo que aquel misterioso hombre que había llegado una noche sin motivo a su casa, le tomara en brazos y la apretara contra su cuerpo, brindándole en un beso, un consuelo casi agónico al punto de dejarla al filo de la muerte.
Después de esa noche recuerda ver a un hombre y muchas mujeres vestidos de blanco, llamarle, hablarle por apelativos cariñosos y un calor agobiante acompañado de dolor, lo cual terminó cuando un ángel de rubios cabellos acudió a ella en su lecho de muerte, llevándola consigo, hablándole de forma dulce y entregándola en brazos del misterioso hombre que la había abrazado en casa de sus padres, recibiendo nuevamente aquel beso frio y dulce, se entregó a aquella ardiente sensación de sentirse absorbida por algo que ella era incapaz de distinguir. Casi al punto de la muerte fue arrebatada de los brazos del misterioso hombre y el ángel le dio de beber un rojo líquido más dulce que la miel y la volvió más tangible y a la vez ligera, viva y entonces comenzó a llamarse: Claudia.
Fue entonces que supo el nombre del misterioso hombre que la había besado y del ángel que la había sacado de las sombras: Louis y Lestat.
Sus padres, los únicos a los que conocería y llegaría a amar casi hasta la locura.
Sí, los amaba a cada uno de forma distinta. A Lestat por ese espíritu libre y lleno de aventura, la jovialidad que le brindaba su compañía y la forma tan fácil que tenia de compartir con él los festines nocturnos de sangre, en lo fácil que podía complacerle, siendo su aprendiz más que una hija y una muñeca con la cual jugar. Louis, con él era distinto, era una comunión silenciosa la que los unía, era como sentirse completa a su lado, ser ella sin tener que fingir. Con él podía pasar noches enteras en total silencio, observándolo leer, o escuchándole leer para ella, dejarse manejar como la “pequeña de papá”, por qué sabía que a diferencia de Lestat, para Louis, Claudia era su todo y ella era de él.
Amaba la compañía de ambos hombres, del carisma salvaje de Lestat y la jovialidad melancólica de Louis, amaba ser su hija, pero como en todo, siempre hay altibajos y en una de esas caídas, en las que se volvían más continuas las peleas de sus padres, llegó el momento en que Lestat los dejaría.
65 años son suficientes para conocer a una persona y ella y su silencio, pudo conocer la naturaleza de aquellos dos hombre a los que ella siempre conoció como sus padres, ahora se volvían en sus compañeros, pudo darse cuenta que al igual que ellos y a diferencia del resto de gente que vivían en las casa aledañas a la propia, ella no cambiaba, no crecía, recordaba en algún tiempo haber pasado tiempo con niños de su aparente edad que ahora ya eran seres ancianos, marchitos, grises, mientras ella seguía siendo la misma, con el mismo aspecto radiante, con la misma forma diminuta, ella era una niña, aun que su mente había madurado.
Poco a poco ese amor que sentía por Louis se transformo en otra cosa, igual que el afecto que sentía por Lestat. Fue amor de una mujer a un hombre y rencor por lo que le había sido arrebatado, vivía en un mundo en el cual se sentía ajena y fue ello y la verdad rebelada por Louis, quien había sido su asesino, que la llevo a concebir en su mente de mujer una venganza por aquel que los mantenía atados, siendo una especie de esclavos/compañeros de Lestat, ella decidió matarlo, como ultima alternativa de escape y fraguo un excelente plan, la muerte por envenenamiento y un corte certero en la garganta del rubio vampiro, de uno de sus amados padres al cual le guardaba un mayor rencor que a Louis, pues para ella, Louis era simplemente otra victima y su amado.
Quedando solos Louis y ella, ambos huyeron del continente y viajaron hacia Europa y llegaron a Paris, donde por cuestiones de caprichos casi infantiles, por cuestionamientos femeninos a los cuales Louis temía y tantas otras cosas, ambos se separaron, Claudia quedando a cargo de una mujer enloquecida que le proclamaba un amor casi enfermizo, ella pudo seguir por un tiempo, visitando otras ciudades de Francia, aunque nada era lo mismo sin Louis. Poco tiempo después, Claudia regresó a Paris, buscando a su amado y su única razón de ser, Louis, su Louis.
Después de esa noche recuerda ver a un hombre y muchas mujeres vestidos de blanco, llamarle, hablarle por apelativos cariñosos y un calor agobiante acompañado de dolor, lo cual terminó cuando un ángel de rubios cabellos acudió a ella en su lecho de muerte, llevándola consigo, hablándole de forma dulce y entregándola en brazos del misterioso hombre que la había abrazado en casa de sus padres, recibiendo nuevamente aquel beso frio y dulce, se entregó a aquella ardiente sensación de sentirse absorbida por algo que ella era incapaz de distinguir. Casi al punto de la muerte fue arrebatada de los brazos del misterioso hombre y el ángel le dio de beber un rojo líquido más dulce que la miel y la volvió más tangible y a la vez ligera, viva y entonces comenzó a llamarse: Claudia.
Fue entonces que supo el nombre del misterioso hombre que la había besado y del ángel que la había sacado de las sombras: Louis y Lestat.
Sus padres, los únicos a los que conocería y llegaría a amar casi hasta la locura.
Sí, los amaba a cada uno de forma distinta. A Lestat por ese espíritu libre y lleno de aventura, la jovialidad que le brindaba su compañía y la forma tan fácil que tenia de compartir con él los festines nocturnos de sangre, en lo fácil que podía complacerle, siendo su aprendiz más que una hija y una muñeca con la cual jugar. Louis, con él era distinto, era una comunión silenciosa la que los unía, era como sentirse completa a su lado, ser ella sin tener que fingir. Con él podía pasar noches enteras en total silencio, observándolo leer, o escuchándole leer para ella, dejarse manejar como la “pequeña de papá”, por qué sabía que a diferencia de Lestat, para Louis, Claudia era su todo y ella era de él.
Amaba la compañía de ambos hombres, del carisma salvaje de Lestat y la jovialidad melancólica de Louis, amaba ser su hija, pero como en todo, siempre hay altibajos y en una de esas caídas, en las que se volvían más continuas las peleas de sus padres, llegó el momento en que Lestat los dejaría.
65 años son suficientes para conocer a una persona y ella y su silencio, pudo conocer la naturaleza de aquellos dos hombre a los que ella siempre conoció como sus padres, ahora se volvían en sus compañeros, pudo darse cuenta que al igual que ellos y a diferencia del resto de gente que vivían en las casa aledañas a la propia, ella no cambiaba, no crecía, recordaba en algún tiempo haber pasado tiempo con niños de su aparente edad que ahora ya eran seres ancianos, marchitos, grises, mientras ella seguía siendo la misma, con el mismo aspecto radiante, con la misma forma diminuta, ella era una niña, aun que su mente había madurado.
Poco a poco ese amor que sentía por Louis se transformo en otra cosa, igual que el afecto que sentía por Lestat. Fue amor de una mujer a un hombre y rencor por lo que le había sido arrebatado, vivía en un mundo en el cual se sentía ajena y fue ello y la verdad rebelada por Louis, quien había sido su asesino, que la llevo a concebir en su mente de mujer una venganza por aquel que los mantenía atados, siendo una especie de esclavos/compañeros de Lestat, ella decidió matarlo, como ultima alternativa de escape y fraguo un excelente plan, la muerte por envenenamiento y un corte certero en la garganta del rubio vampiro, de uno de sus amados padres al cual le guardaba un mayor rencor que a Louis, pues para ella, Louis era simplemente otra victima y su amado.
Quedando solos Louis y ella, ambos huyeron del continente y viajaron hacia Europa y llegaron a Paris, donde por cuestiones de caprichos casi infantiles, por cuestionamientos femeninos a los cuales Louis temía y tantas otras cosas, ambos se separaron, Claudia quedando a cargo de una mujer enloquecida que le proclamaba un amor casi enfermizo, ella pudo seguir por un tiempo, visitando otras ciudades de Francia, aunque nada era lo mismo sin Louis. Poco tiempo después, Claudia regresó a Paris, buscando a su amado y su única razón de ser, Louis, su Louis.
*Recuerda muy poco de su vida como mortal, no recuerda ciertamente, ni los nombres de sus verdaderos padres y sus pocas memorias son borrosos.
*Conserva con ella un pequeño relicario de plata donde hay una foto de ella muy pequeña y con una mirada muy inocente, según Lestat, ese relicario lo llevaba el cadáver de su madre.
*Ama los crisantemos, siempre tiene ramos de estas flores en la casa o lugar donde este viviendo.
*Siente aversión hacia las muñecas.
*Su forma de hablar es muy elocuente y carente de dudas y casi nunca llora.
*Es consiente que jamás podrá ser una mujer completa, y siente rencor hacia sus "padres" por ello.
Última edición por Claudia el Lun Jul 07, 2014 12:30 pm, editado 4 veces
Claudia1- Vampiro Clase Alta
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Re: Mademoiselle Claudia
por Doreen Jussieu Mar Jun 24, 2014 3:34 pm
FICHA EN PROCESO
POSTEA A CONTINUACIÓN CUANDO TERMINES TU FICHA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF
PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN. GRACIAS.
POSTEA A CONTINUACIÓN CUANDO TERMINES TU FICHA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF
PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN. GRACIAS.
Doreen Jussieu- Hechicero Clase Alta
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Re: Mademoiselle Claudia
por Claudia1 Mar Jun 24, 2014 8:26 pm
Ficha Terminada.
Merci Beacoup Madame.
Merci Beacoup Madame.
Claudia1- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/06/2014
Re: Mademoiselle Claudia
por Nigel Quartermane Mar Jun 24, 2014 9:32 pm
FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES
TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADA DE CÓMO SE MANEJA TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MAL ENTENDIDOS, Y SI TIENES ALGUNA DUDA O ACLARACIÓN SOBRE CUALQUIER COSA, NO DUDES EN PREGUNTARME A MÍ O A OTRO ADMINISTRADOR, ESTAMOS PARA AYUDARTE.
QUE TE DIVIERTAS.
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES
TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADA DE CÓMO SE MANEJA TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MAL ENTENDIDOS, Y SI TIENES ALGUNA DUDA O ACLARACIÓN SOBRE CUALQUIER COSA, NO DUDES EN PREGUNTARME A MÍ O A OTRO ADMINISTRADOR, ESTAMOS PARA AYUDARTE.
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