Stillness Dawn [Libre]

por **Axel Meier** Jue Ago 21, 2014 1:16 am

Las manos le temblaban con fuerza, no era frío pero sentía que lo era, su cuerpo le decía que era frio, que algo no andaba bien, el abrigo que llevaba era demasiado grueso, no, eso no era frío, era un simple sentimiento el que tenía ahí. No había matado a nadie, tampoco había hecho algo malo aun, estaba ahí, ese algo esa maldita sensación, cerró los puños y sintió que todas sus emociones se tensaban en su cuello de una forma poco agradable, sonrío solo para distraerse, ¿qué era eso?, camino un poco mas por aquellas cutres calles, quería derrumbarse sin motivo o razón aparente, siempre supo que había algo en su interior, siempre supo que esas cosas estaban ahí pero la razón o lo que estaba detrás no. Suspiro antes de quedarse contra la pared en uno de los callejones, observó sus manos temblando como si fuese una especie de ataque. Abrió y cerró las manos pero no podía controlarlo se quedó ahí. -¡Joder! –Musitó con la voz llena de desesperación esperando a que aquello pasara. La vista se le nublaba, tomó aire y finalmente termino sentándose esperando, podía escuchar ruido a lo lejos pero no distinguía nada todo aquello solo conseguía que le taladraran el cerebro. Un peculiar olor llegó a sus fosas nasales pero su debilidad era demasiada que simplemente se quedó ahí con la vista clavada en sus manos. -¡Maldita sea! –Todo iba mal en ese momento, escuchó unos pasos y no hizo nada mas que esperar.

por **Katherine Blacknight** Jue Ago 21, 2014 2:00 pm

Giré por una callejuela estrecha y me pregunté que estaba haciendo allí. No sabía muy bien como había llegado hasta aquellos callejones. Había salido a mirar algunas tiendas en la zona comercial y luego había seguido dando un paseo ya que no había comprado nada ensimismada en mis pensamientos.

Los callejones estrechos delimitaban la luz y hacían que las sombras acechasen tras las esquinas y trepasen por las paredes. Era como estar en un lugar completamente distinto al París de los edificios altos y las plazas abarrotadas de gente. Respiré hondo y valoré la posibilidad de transformarme. Hacía tiempo que no lo hacia y sentía en mi interior como mi naturaleza rugía por salir. Allí no había apenas nadie y nadie se alarmaría por ver a un gato negro recorrer las sombras en busca de ratas que cazar.

Sin embargo, antes de que pudiese llevar a cabo los planes que tenía en mente, me llegó un sonido. Eran una especie de jadeos, como si alguien estuviese angustiado y al borde de un ataque de ansiedad. Agudicé el oído y percibí los latidos acelerados de un corazón y la respiración acelerada de alguien. Seguí los sonidos, pensando en sí alguien se encontraba en peligro hasta llegar a una calle estrecha, con poca iluminación. Una figura yacía en el suelo, sentada y con la cabeza gacha, tratando de calmarse. Me acerqué despacio, con cautela, tratando de no hacer mucho ruido.

-Perdone...¿se encuentra bien? ¿Necesita ayuda?-dije cuando estuve lo suficientemente cerca como para que me oyese. Se trataba de un hombre joven, de pelo moreno y ropas de cierta calidad denotando que era de clase alta. Esperé a que me diese una respuesta aunque a una distancia prudencial.

por **Axel Meier** Vie Ago 22, 2014 5:35 pm

Sus manos no paraban de temblar, su vista borrosa le imposibilitaba ubicar de dónde provenía la voz, el olor se le hacía familiar, ¿un cámbiate? Femenina, no había estado demasiado cerca de uno, en su facción habían soldados de ese tipo pero no les conocía del todo. Trató de levantarse de ahí, se sostuvo como pudo de la pared y apenas recupero un poco el aliento clavó la mirada en el suelo –Estaré bien… -Susurró con la voz débil y con un poco de desesperación, aquello le estaba volviendo loco y no sabía de dónde provenía. –Lamento haberle asustado. –Se recargo y cerró los parpados aspirando aire, una y otra vez hasta que sintió un poco mas de calma, el miedo y la desesperación que sentía ahora le estaban volviendo loco.

Pero al parecer aquella mujer seguía ahí, abrió los parpados y le observó, inmediatamente se le hizo conocida, familiar quizás pero era porque se parecía a uno de los soldados con los que hablaba de vez en cuando en la facción, sin embargo aquella era una vampiresa y la mujer de ahora solo una cambiaformas. –No debería estar por aquí –Dijo con una sonrisa sintiendo que todo volvía a la normalidad.

Su cuerpo comenzó a tranquilizarse, su vista se enfocó en ella y su respiración volvía a regularse, le sonrío e hizo una reverencia para indicar que estaba mejor, no sabía que decirle, ese tipo de encuentros no le solían suceder, siempre estaba en el mismo circulo con las mismas personas y encontrarse a alguien ahí de pronto le puso un poco incómodo.

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