Anastazja

- Nombre del Personaje:

Anastazja

- Edad:

18 años; o eso dicen.

- Especie:

Humana; Gitana

- Tipo y Nivel Social:

Nivel bajo

- Lugar de Origen:

Polonia

- Habilidad/Poder:

Percepción de poder

- Descripcion Fisica:

Bella, bonita, delicada, única, dulce, diferente, sensual a su manera. ¿Tiene Anastazja pinta de ser gitana? Obviamente no. Para nada. La joven de cabellos largos, rizados y siempre enmarañados tiene la imagen de ser una chiquilla del norte del continente. Sus ojos grises verdosos, o verdes grisáceos tampoco son lo típicos en una gitana. Pálida, de piel bastante clara. El cabello, es de un tono neutro entre ser pelirroja o rubia. No es una jovencita baja; aunque tampoco la suelen considerar alta. Delgada, demasiado incluso. Aunque su complexión es así, su delgadez está acentuada por la mala alimentación que ha tenido. Desde luego, los frutos robados por sus padres no debieron hacerle bien. Claro, no podían robar mucho pues se notaría demasiado y serían condenados a la hoguera; como ya pasara más veces. Anastazja suele llevar unas largas uñas, pintadas con tintes que hacía su madre años atrás. Suele llevar su larga melena suelta; siempre. O en su defecto, lleva una úica trenza; pero eso suele ser muy raro, y más bien en grandes acontecimientos. No suele llevar más complementos que unos aros en las orejas y una cadena que le regaló su madre. Las faldas coloridas que lleva, los zapatos sin talón, las blusas sencillas y algunas veces, las pañoletas que lleva en le pelo; indican que es una gitana. Entonces, la gente susurra y se aparta. Pero, ¿De dónde viene los rasgos de Anastazja?
Le han contado que su abuelo era irlandés, de una isla, de un lugar lejano a la provenza. Su abuela, gitana pura. De esa unión nació una joven muy peculiar. Con los rasgos gitanos de la madre y los tonos del padre. Esa joven; la madre de Anastazja; tuvo un amorío con un hombre afincado en Polonia. Y de ahí nació Anastazja. Enfin, de extañas uniones y mezcla de colores nació Anastazja, que preserva en el tiempo los rasgos carácterísticos de su familia. Pero sí, Anastazja es una pura gitana del este. Aunque no en apariencia, en la vestimenta se le nota.

Spoiler:

- Descripcion Psicologica:

- ¿Estás seguro de que esa doncella es gitana?
- Claro, fíjate en su vestimenta.
- Aún así...¿Se comportará como tal?

Libertad es la palabra preferida de Anastazja. Le parece bella. La ama y cree en ella. La predica. Bien, Anastazja es libre. Completamente. No le importan las opiniones ni nada. No se quiere atar a nadie más. Es feliz a su manera. Cantando una bella canción con su madre y abuela alrededor de una fogata; mirando sobre un prado una noche estrellada; bailando bajo la lluvia; caminando sin rumbo; robando unas pocas manzanas para sus amigos; observando desde lejos como decenas de personas de clase alta disfrutan de la ciudad; leyendo carteles en el mercado; dándose cuenta de que todos la miran con curiosidad y respeto; regañando a un niño de clase baja que se ha metido con los suyos...
Libre y sencilla. A lo suyo. Que nadie la moleste. Es libre. Por eso le encanta su vida. Conoce lugares nuevos; idiomas diferentes; personas originales; falsos mitos sobre gitanos; y montones de cosas más. Todo es muy absurdo a decir verdad, sólo puede llegar a conocer a gitanos afincados en los lugares por los que su clan pasa. El resto de las personas escapa de ella. ¿Acaso cree que vaga por la calle pensando a quién echarleuna maldición? No, ni piensa hacerlo.
En el fondo; lo paranormal le asusta. No le gusta jugar con el destino. Lo que dás, lo recibes. Repite siempre su abuela. Y ella se lo toma en serio, muy en serio. Procura hacer las cosas correctas para recibir cosas buenas por parte del destino. Pero procurar no quiere decir que lo haga siempre. Para nada. La joven de los cabellos rizados y alborotados es muy impulsiva. Si un niño de clase alta se cae en la calle y se hace daño; ten por seguro que correrá a ayudarlo. Si una joven es atacada por unos borrachos a la salida de una taberna; correrá en su ayuda. Algunas veces esas personas, víctimas, se siente agradecidos de que Anastazja les ayudara. Pero la mayoría no. Porque es una vulgar gitana. Desde luego, si eres una persona prejuiciosa no te llevarás bien con Ana. Ella nunca judga; nunca. No te judgará como una persona prepotente por llevar ropas bonitas y caras. No te judgará por ignorante aunque vayas vestido con viejos harapos. Le da igual. Ella, sencillamente no es lo que parece.
¿Es atrevida? Digamos que está en un punto neutro. No tiene vergüenza; si siente que tiene que hacer algo, lo hará. Y punto. Y que se callen los demás. Pero...nunca irá tentando a los hombres por la calle. No lleva corsés para potenciar sus encantos. Aunque, sinceramente, no cree que los tenga.
La bastarda de Anastazja no teme a nadie. ¿Debería? Claro que sí. Ha vivido en su propio cuerpo la peor de las humillaciones hacia una mujer. Pero ese hecho sólo ha echo que se vuelta más rabiosa, más susceptible y desenfada. Su sonrisa te cautivará. Su descaro al hablar también. Trata a TODO el mundo por tú. Para ella, todos son iguales. Todos son familia. La dulce Anastazja te atacará si hablas mal de los de su raza. ¿Atacarme a mí esa delgaducha? Te preguntarás, seguramente, pues sí, lo hará sin miedo. Puede que no tenga fuerza, pero tiene unas preciosas y largas uñas que deberías temer.
Inteligente, astuta, desconfiada. Sabe leer un poco, es curiosa y con ganas de aprender. No teme a nadie, pero desconfiará. Dudará demasiado, después de actuar.

- Historia:

Anastazja es una gitana bastarda. Nacida fuera de un matrimonio y además, hija de un hombre de clase media-alta. Sí, increíble, pensarás. Pero nunca fue rechazada por su familia, el clan gitano al que pertenecía su madre. El padre de Anastazja nunca conoció a la niña. De hecho, la madre de ésta, sólo lo volvió a ver una vez, meses después del nacimiento de Ana. Pero no le dijo nada, ni lo saludó. Lena, la madre de Ana, no tuvo relaciones con aquel hombre forzosamente, sólo fue víctima de un impulso sexual. Así de simple. Pero como ya he dicho, no fue rechazada por eso, al menos, en su clan.
Anastazja nació, fue bautizada horas después. Su nombre es originario del país dónde nació. Era un nombre que escucharon a decir a una gitana que su madre conoció durante su estancia en Polonia. De alguna forma, Lena decidió darle las gracias a ese hombre, por haberle ayudado a concevir a la niña, pues era lo más bonito que había echo y conocido. Sí, hija única y mimada. Bueno, no, miento. Los gitanos nunca han sido niños mimados.
Ana era la niña que correteaba medio desnuda por el asentamiento de las carretas; la que con 6 años sabía montar perfectamente a caballo; la que enamoraba a todos los hombres con su dulce canto; la que bailaba bajo la lluvia cuando nadie la veía; la que se escondía en bibliotecas para observar los libros, llenos de símbolos (letras). Era una niña especial, curiosa, que hacía lo que le apetecía. Y siempre le apetecía descubrir cosas nuevas. En verano, pasaba horas en el río. Desvergonzada, la llamaba desde la orilla un anciano de clase alta. Los primos de Ana no podían parar de reír. Ana ya no no era una niña. Ya estaba cerca de los 14 años. La casi pelirroja recuerda perfectamente la extraña mirada del hombre que caminaba junto al anciano. Se hallaba en Salerno, Italia. Aquella tarde riera más que en toda su vida. Se lo pasara mejor que nunca. Había pasado horas y horas chapuceando en el agua, con un fino vestido pegado al cuerpo, dejando ver sus pequeñas curvas. Y inocentes encantos, prácticamente invisibles. Ya de noche, con la ropa seca y más relajada, se alejó del asentamiento de carretas de su clan, para encontrar alguna fruta. Ese día comerían algo de pescado, fresco, pero le apetecía aprovechar que estaban en un lugar tan hermoso para encontrar alguna fruta desconocida.
Subia a un árbol, desvergonzadamente, al ser de noche, en las afueras de un bosque. De repente, notó la mano de alguien que le rodeaba el tobillo. Se rió, pensando que era su primo. Se equivocó obviamente. Entre la luz de la luna, distinguió el rostro del hombre que la observaba desde la orilla del río. Aquel de mirada sucia que acompañaba al anciano que la insultaba. Pataleó para soltarse, pero, obviamente el hombre tenía más fuerza que la muchacha.
Lo que pasó después, fue muy humillante para Anastazja. Se encontró desnuda en un prado con alguien que la manoseaba sin parar. Poco había que tocar, en realidad, Ana estaba demasiado delgada, pero era bonita, y empezaba a verse como una mujer. Notaba cosas extrañas, pero no gritó, se quejó un poco, pero desistió. Se dejó llevar después de recibir algunos golpes. El hombre le hablaba pero ella callaba. Cerró los ojos y contó hasta que todo se acabara. Le dió tiempo a contar hasta 4326. Se quedó allí tendida. El hombre, se fue por donde vino. Ella le tiró una piedra a la espalda, él se quejó y le dió una bofetada. Calló al suelo del dolor. Sí, esa noche sufrió mucho; sangró por las partes más íntimas y lo peor de todo: no supo que le había pasado. Al día siguiente, por la mañana, la encontró su abuelo, dormida y manchada. Con la falda algo subida, la camisa sucia y descalza. Con las piernas sangrantes, los ojos inchados de llorar y un gesto de inocencia perdida.
Juraron matarlo, pero no pudieron. No lo encontraron. Lena echó una maldición sobre el hombre y se mudaron. Esta vez a Francia, París. Con tan sólo 14 años. Doblemente bastarda. Y ahora, más desconfiada, agresiva, impulsiva y libre. Con ansias de seguir siendo libre.

- Datos Extras:

- Su abuela le hizo un pequeño tatuaje con henna natural. En un costado, tiene un pequeño símbolo que la anciana le dijo que entendería su significado más adelante.
- Es una niña bastarda.
- Sabe leer pero no escribir. En realidad, sabe escribir su nombre y nada más.
- No tiene apellido. Los ancianos sólo aceptaban el apellido de un varón para la niña. Así que se quedó sin apellido, su madre no quería que tuviera el apellido de aquel hombre. En realidad, nadie de su familia utiliza el apellido, son conocidos por los múltiples viajes y diferentes rasgos.
- Lleva en París 4 años. Pero entre ellos, estuvo más de un año viviendo en España.
- Sabe ablar un poco de español; italiano, polaco, alemán y muy bien el francés.