• Lo que no es tuyo • {Libre}

por **Sylvanas Poignet** Sáb Dic 20, 2014 7:23 am

La criaturita no había dejado de llorar en toda la tarde, por motivos que a ella se le escapaban. Había intentado de todo, estaba segura de que estaba limpio, bien alimentado y descansado, ero aun así no dejaba de llorar. Se había pasado horas a su lado tratando de consolarlo, acariciándolo, acunándolo y meciéndolo.

Al fin, había logrado que se durmiera, así que tras colocarlo en la cuna y asegurarse de que no despertaría durante un buen rato, dejó a la mujer que normalmente la ayudaba con todas esas tareas al cargo y ella pudo por fin salir de casa. Ella era una mujer que necesitaba aire, que no funcionaba para estar todo el día encerrada en una casa, le recordaba demasiado a viejos tiempos y ciertamente buscaba evitarlos a toda costa, era casi como una claustrofobia.

Se había puesto uno de sus trajes, elegantes pero cómodos, sobretodo en comparación con algunos otros que eran verdaderos atentados contra la vida femenina. Sus pasos habían resonado por las calles parisinas durante varios minutos, mientras abandonaba el confort de la zona residencial para adentrarse en el ajetreo de tiendas. Ya había caído el sol, pero aun era temprano, con lo que las luces inundaban todo y las personas que iban por allí apuraban las últimas compras, probablemente antes de sentarse a cenar en algún restaurante o acudir a algún tipo de evento.

Iba paseando tranquila cuando se percató cómo un niño, con pintas de truhán, metía su mano en la ropa de alguien que no conocía de nada, buscando sacarle, probablemente, su dinero, o cualquier cosa de valor que pudiera encontrar para luego echarse a correr. Frunció un poquito el ceño con desaprobación.

— Eh, no tomes lo que no es tuyo, muchacho. — lo reprendió en voz alta, pues aun estaba a unos pasos de distancia. El chico la miró con cara de sorpresa, y probablemente también de susto, sacando la mano de aquella ropa y echándose a correr como alma que lleva el diablo. Dejó escapar un suspiro y miró a aquella persona — Al menos parece que no se ha llevado nada. — le sonrió de forma amable, no había que ser de otra forma con quién no conocías, era una cuestión de educación.

por **Shane G. Everdeen** Jue Ene 08, 2015 12:55 am

Había perdido el sentir de relajarme y dormir solía hacerlo pero esta ves estaba algo vacía puesto que los años hasta ahora se me habían ido a toda prisa que apenas podía darme cuenta las cosas que me rodeaban, la clase de persona que me había convertido y las necesidades a las que estaba obligada a cumplir. Estaba recostada en mi féretro mientras esperaba la despedida del sol y uno de los criados toco una campana anunciando que era de noche y que significaba la cena. Me levante y me puse a vestirme de manera sencilla como me gustaba. Salí de mi hogar a salir tan siquiera para despegarme y alimentarme pues tenia cierto apetito, habían sido tres días sin comer y eso se notaba en el tono de mi piel.

Caminaba por las calles mientras solo me cubría con un abrigo de hombre que me gustaba era color negro y las de damas no daba el gusto de todo. Pase por la zona comercial mientras la gente pasaba por mis lados y mis pensamientos estaban en que forma podía alimentarme , tal ves una mujer depresiva o una joven huérfana entre otras cosas, me alimentaba y ellos que eran infelices les daba paz. No podía dejar pasar tanto tiempo sino sentía la muerte cerca, así que busque entre las personas alguien que pedía la paz a gritos, me metí por uno de los callejones cuando vi a una joven que estaba en el suelo y golpeada , al parecer se habían aprovechado de ella dejándola en estado agónico pues también la habían apuñalado, estas cosas las odiaba y le daría paz, así que solo me arrodille y le dije que la libraría de su pena, así como así tome su sangre hasta que su corazón se detuvo. Salí del callejón a antes de que alguien me miraba y comenzaba mi conciencia a torturarme sobre que hiciera lo que hiciera aun seria una asesina y eso jamas cambiaría hasta que muriera.

A unos metros fuera del callejón me apoye en una pared mientras me limpiaba un hilo de sangre que estaba cerca de mis labios, mi abrigo tenia unos bolsillos que solo tenían unos francos que olvide guardar hace un tiempo, no haba dado cuenta del niño que quera robarme , solo me percate de la voz femenina que lo había alejado de mi , me voltee a mirar la para contestarle, estaba algo nostálgica por mis pensamientos - no... no importa.- respondí - se las hubiera llevado... creo que el las necesita mas que yo ..- me desaparte de la pared y me dispuse a seguir mi camino sin mirar el rostro de la chica.

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